viernes, 1 de agosto de 2008

NO QUEDO EMBARAZADA


Me casé hace 2 años, estoy buscando y no quedo”
“Cada mes que “me viene” es un drama para mí.”
“Tengo un nene que me pide un hermanito y no se lo puedo dar”.
“Mi marido ya tiene hijos grandes y yo no puedo darle un bebe”.
“Creo que mi marido tiene un problema y no se quiere estudiar”
“Yo, si no quedo embarazada ya, no lo voy a soportar. Voy a cumplir 30años”
“Adoptar no”
“Ovodonación, puede ser, pero ¿lo sentiré mío?”

Ante tantas frases continuamente pronunciadas en mi consultorio hay una que yo trato de transmitir como una suerte de respuesta. “Si desean ser padres… de alguna manera lo van a poder ser”. Y se quedan mirándome entre desconfiados y esperanzados sintiendo que posiblemente algunas puertas se cierren pero otras se van abriendo en la búsqueda del hijo. Y yo agregaría en la búsqueda interior de cómo se imaginan siendo padres.

El deseo de la mayoría de las personas, es trascender a través de los hijos. Formar una pareja en el mejor de los casos y poder a través de ellos, proyectarse. Cuando se busca un bebé y no llega en el momento que uno lo planeó, surge la frustración, el dolor, la preocupación y las preguntas.

Hasta que se llega a la primera consulta se transitó un camino largo, de muchas esperas, menstruaciones, ilusiones, encuentros y desencuentros amorosos. Luego vienen los análisis, los diagnósticos y los tratamientos.

Y lo más difícil, que es aceptar que a veces se tiene una dificultad y es necesario preguntarse si se está dispuesto a atravesarla y superarla.

Si realmente es vivida como una dificultad puntual que puede resolverse, donde uno está involucrado, y no es culpable de padecerla, esta experiencia puede ser vivida saludablemente dentro de un marco de tranquilidad y confianza.

Si comienzan a aparecer las palabras culpa, y los tiempos de verbo en pasado, (“debería haber esperado menos para buscar” “si hubiera sabido…”) se va a hacer más dificultoso y el famoso estrés, se hará presente con toda su fuerza.

¿Cómo se manifiesta este cuadro de alteración emocional producto de esta búsqueda?
Como tristeza, cansancio, enojo o hiperactividad; puede disfrazarse de mil maneras y la cuestión es descubrirlo y sacarle la máscara para poder sentirse mejor.

Y esa mejoría o alivio no siempre puede ser resuelta en el aquí y ahora. Tiene sus tiempos, diferentes en el varón que en la mujer, pero se puede trabajar para lograrlo, como así también se puede lograr el embarazo o el encuentro con un hijo.

No quizás de la manera que hubiésemos idealmente soñado pero sí con un poco de ayuda y trabajo.

Es importante poder aceptar esa ayuda, que permitirá sobrellevar este trayecto más acompañado y mejor.

Es preferible ser protagonista activo y no víctima pasiva de la situación.

Hay presiones sociales, laborales económicas y principalmente afectivas que hacen difícil el camino para lograrlo pero no es imposible.

Si se quiere ser mamá y papá de alguna manera se va a lograr.

Toda persona que atraviesa un tiempo de infertilidad sin causa aparente o con algún primer diagnóstico e inicia un tratamiento de fertilidad, tiene sus emociones a flor de piel, está más vulnerable, más allá que tenga su terapia personal de años.

A veces es necesario mayor apoyo, y esclarecimiento en algunos temas que merecen ser tratados más específicamente mientras dura el tratamiento.

Por eso es tan importante la consulta con el profesional-especialista en psicología y fertilidad y darse el espacio para aprender a trabajar estas emociones nuevas, entendiendo que es parte necesaria, del tratamiento integral para acercarse al objetivo.

Frente a tantos sentimientos nuevos, a un lenguaje nuevo que hay que asimilar, lo importante es, si bien en cada pareja se vive de manera especial en función de la historia y el tipo de relación que se tiene:

No desesperarse, no des-encontrarse.
Buscar pequeñas metas.
Comprender que ser padres es un aspecto de la vida en pareja y que seguramente hay más motivos que los lleva y los llevó a elegirse y estar juntos.
Que este proyecto no invada todas las áreas de la vida, y no los paralice.
Poder transformar: la presión en comprensión, la ansiedad en manejo de la frustración y de la capacidad de espera.
Y fundamentalmente, poco a poco ir reemplazando la tristeza por esperanza poniéndose activos en este gran proyecto hacia el futuro…Ser padres.

Lic. Alejandra Libenson

Psicopedagoga,

Psicóloga Autora del libro Criando hijos, Creando Personas

Especialista en crianza, vínculos familiares pareja y fertilidad
www.alejandralibenson.com.ar