martes, 26 de mayo de 2009

Los hombres, la panza y el sexo

¿Se sienten menos o más atraídos por sus mujeres cuando están embarazadas?
Durante el primer trimestre la mayoría de los papás están maravillados por la perspectiva de su paternidad y orgullosos de haber sido ellos los autores de semejante milagro. Por eso cuentan a los cuatro vientos que su mujer está embarazada. Es el sello de su virilidad, que pronto será evidente cuando la panza comience a crecer. Su mujer suele resultarles muy deseable y al mismo tiempo pueden tener miedo de dañarla. La actitud de ellas es la que define el comportamiento del varón. Si están temerosas se lo transmiten a su pareja que actúa en consecuencia. También puede haber casos excepcionales de varones que desarrollen fantasías negativas que les hagan rechazar la proximidad física con su mujer, y –al revés– en las mujeres.

¿Sus ganas varían conforme avanza el embarazo?
En general, en el primer trimestre hay síntomas en la mujer como el sueño, las nauseas y el miedo a perderlo, etc., que le provocan falta de deseo y que influyen en su pareja. Pero en los meses subsiguientes, las hormonas y la congestión pelviana, sumadas a una mayor seguridad y confianza, promueven el aumento del deseo sexual, mayores niveles de excitabilidad y climax más intensos. Por supuesto que en los embarazos posteriores, ambos ya están más entrenados y, a menos que surja algún inconveniente de origen gineco-obstétrico, la sexualidad de la pareja embarazada puede llegar a ser inigualable.

¿Tienen miedo de lastimar al bebé que está dentro de la panza?
Una de las fantasías es provocar la pérdida del bebé o lastimarlo, pero si el obstetra le explica a la pareja con claridad –tal vez con ayuda de algún gráfico– que es algomuy poco probable, en general los miedos desaparecen. De esta manera se podrá disfrutar de una intimidad excelente que le hará mucho bien a ambos y por eso es tan importante la buena comunicación con el especialista.

¿Le temen al rechazo de sus mujeres?
Lo que más aparece es la inseguridad por lo desconocido, sobre todo en los papás primerizos. En los embarazos subsiguientes no suele aparecer el miedo de malograr el embarazo. Ese temor es la primeramanifestación de responsabilidad y cuidado por ese hijo que viene a ser un tercero que se está sumando a la pareja. Es la primera muestra de que considera los derechos del bebé por nacer.

¿Qué consejos deberían seguir para encarar felizmente este período en pareja?
Para empezar, que consulten con el obstetra y no tengan vergüenza de pedir que les aclare todo aquello que necesiten saber, aunque les parezca una obviedad. También deberían tranquilizar a sus compañeras, haciéndoles saber que comparten con ellas la etapa por la que están pasando: sus dudas y cuidados. Deberían asegurarles que las van a proteger y que van a seguir siendo una pareja unida en cada uno de los detalles de la gestación. Como decía Arnaldo Rascovsky en su libro “Conocimiento del Hijo”, de Ed. Orion, “...el hombre debe cuidar a la madre de su hijo para que ella se despreocupe y utilice toda su energía para cuidar al niño”. En este sentido hay que insistir en que sexualidad no es sólo genitalidad. Es indispensable como contacto, comunicación, mimo, cuidado, ternura, placer mutuo, etc. Muchas veces con una sexualidad plena y diversa, no resulta indispensable el acto sexual penetrativo.

¿Deberían tener un rol más activo durante el acto sexual en función del estado de su compañera?
El rol del varón no tiene que ser ni más activo, ni más pasivo, tiene que ser tierno y generoso. El sexo es el momento en que la intimidad puede llegar a los niveles más profundos de comunicación, compromiso y altruismo. De acuerdo a como se siente cadamujer y su grado de confort y confianza, así será el comportamiento del varón. Cuando la pareja ha tenido alguna dificultad sexual o con el embarazo aparece alguna, lo mejor es consultar con un sexólogo para solucionarla y continuar normalmente las relaciones durante el resto de la gestación. De no ser así, las relaciones se interrumpen en un momento en que ambos miembros de la pareja necesitan más contacto corporal que nunca para reforzar su comunicación emocional y espiritual. Es muy frustrante suprimir la actividad sexual durante la gestación, además de que tampoco es saludable.

¿Tendrían que optar por alguna posición en particular?
Eso depende de cada pareja, sus hábitos, su esquema corporal, la posición del bebé en el útero y de la presencia o no de ciertas complicaciones como placenta baja, contracciones, hemorroides, várices vulvares, exceso de peso, etc. Muchas parejas desarrollan una gran creatividad sexual durante los embarazos para poder adaptarse a las posibilidades de la mujer con panza. Ese aprendizaje les sirve para el resto de la vida.


por paratimama Ana van Gelderen / fotos: Archivo Atlántida.

Premios y penitencias

Cada día, estableces ciertos parámetros y normas para que, a futuro, tu hijo pueda discernir entre lo que está bien y lo que no. En su crianza vas marcando pautas: “eso no se hace”, “eso no se toca”, “no contestes así”, “tenés que comportarte”. Y aunque el dicho “es mejor un chirlo a tiempo” pareciera cosa del pasado, muchas madres admiten que recurren a él cuando están desbordadas.

Poner límites es un trabajo cotidiano que requiere de la dedicación y la paciencia de los padres. ¿Qué objetivo tiene? Que los chicos puedan internalizar las normas
de manera sana, comprendiendo qué es lo que está mal y por qué, evitando el mero adiestramiento a través de prohibiciones
y castigos.


–Cuándo necesitan poner un límite, ¿cómo lo hacen: alcanza con un “no” firme, recurren a alguna penitencia…?
Fernanda: –Yo levanto un poco el tono de voz, le digo un “no” firme y le doy la explicación de por qué no. Cuando es un tema de peligrosidad no se negocia. Cuando es un capricho o algo que socialmente no se puede hacer, quizás soy un poco más flexible y me cuesta un poco más sostener ese “no” todo el tiempo. Me doy cuenta de que él mismo me pide los límites, todo el tiempo. Es como si me midiera.
Cecilia: –Desde que Manuel era chico traté de remarcarle el “no” y el tono del “no”, para que supiera diferenciarlo y de evitar el golpe para no asustarlo. Poner un límite así, desde el principio, a mí me funcionó para que lo reciban en cualquier casa, que es un tema importante. Yo he visto, con amigas y hermanas, que el chirlo no funciona. Siempre traté de leer sobre el tema de los límites, de prepararme mucho, porque estás formando una persona. Es importante saber cuando darle un chirlo o la mejor manera de controlar una situación.
María Cecilia: –Tal cual. Aunque Julieta sea chiquita trato de enseñarle la palabra “no”. Por más que llore o no entienda. Busco que aprenda a diferenciar el tono de voz. No es lo mismo: “bien, viva, bravo” o “no, está mal lo que hacés”. A veces la ves jugando con las tapas de los enchufes y del mismo miedo te sale un grito. Con su papá pautamos no desautorizarnos nunca, respetar al otro cuando marca un límite. Sea el padre, un abuelo… quien sea. Si no estamos de acuerdo, lo hablamos después.
Cecilia: –Hace poco mi marido me pidió ayuda porque Manuel, con casi cuatro años, lo superó de repente. Se estableció una diferencia entre cuando le pongo yo los límites y cuando se los pone él. Tiene que ver con que yo estoy en casa todo el día y él trabajando. Sin embargo, nos complementamos
muy bien los dos.
–¿Qué reflexión les merece la frase “es mejor un chirlo a tiempo”?
María Cecilia: –Nosotros hablamos de cómo queremos manejarnos a futuro, y quedamos en que tal vez, asustarla con un golpe o un chirlo, no es lo mejor. Pero la reacción depende tanto del momento como del motivo por el cual uno lo va a retar. La desesperación siempre llega porque la conducta que está teniendo le va a hacer mal. Obviamente que si uno se plantea la situación ideal, hay que charlar las cosas.
Cecilia: –Depende, si está en la etapa del “quiero eso”, por mí que llore todo lo que quiera, pero no le voy a dar bolilla. Pasados los quince minutos, lo he comprobado, se le pasa. Por el contrario, cuando Manuel nos ha contestado “y a mí que me importa” a mí y a mi marido, ahí sí: chirlo. Porque en ese caso para nosotros, está dado a tiempo. Sin embargo sigo pensando que no está bien, porque no funciona. Si lo hacés, tiene que ser en el momento. Si dejás pasar el tiempo,
no tiene sentido. En este caso para él fue algo nuevo y no contestó así nunca más.
–En lo cotidiano, generar un espacio de diálogo para explicarles qué es lo que está mal y por qué ¿es posible?
Cecilia: –En nuestro caso fue factible. Yo cuento hasta cien, no hasta diez. Estoy asombrada de mi paciencia y de mi manera de actuar. Pero es un trabajo que empecé a hacer desde el momento en que Manuel nació y después las cosas se van dando solas.
Fernanda: –Para mí también es posible, pero depende mucho del momento: si estás en tu casa tranquila con él, obviamente
te tomás un rato para explicarle, aunque ellos se aburran. Noto que si yo le hablo enojada, él me responde de la misma manera. Los chicos copian todo el tiempo el
ejemplo que reciben. Te lo demuestran permanentemente en la forma de sociabilizar.
María Cecilia: –Estoy en un momento en el que Julieta está empezando a tener conductas que hay que corregir y está empezando a interactuar. Se expone a situaciones de riesgo quizás, en las que uno trata de marcarle el límite levantando el tono de voz. Y ella se da cuenta: se queda mi- rando fijo, intenta hacerlo nuevamente, se lo vuelvo a marcar y percibe que la mía es una actitud distinta. Prueba el límite. Si le sacás algo y llora, con su papá pautamos que hay que dejarla,
para que aprenda que ante el llanto uno no va a socorrerla.
Fernanda: –Hoy en día los dos padres trabajan, o las parejas están separadas e influye el tema de la culpa. Con esto voy a que es mucho más fácil ser permisivo y dejarlos hacer lo que quieran, que tomarse el tiempo de sentarse y explicarles. La forma de implementar el límite tiene que ver mucho con cada uno y con lo que uno recibió.
Cecilia: –Claro, y es importante también darles un tiempo prudente –según la edad–, para que reflexionen, para que
entiendan lo que se le está marcando.
–¿Ése es el mejor modo de que internalicen los límites?
Cecilia: –Y… de lo contrario no llegan a entender por qué les estás diciendo que no o por qué los estás felicitando. Fernanda: No sé. Ellos perciben el enojo y tu malestar, pero a esta edad no sé si están intelectualmente capacitados para entender lo que está bien o está mal… o por qué nos molestan determinadas cosas.
–¿Implementan alguna penitencia en particular?
Fernanda: –Hay que tener en cuenta que uno aprende a ser padre sobre la marcha. Yo soy muy pro independencia, libertad,
autonomía, pero lo soy hasta un punto. La paciencia y la tolerancia tienen un límite. Podés llegar a ese límite cuando te das cuenta que con algunas actitudes buscan
manipularte, cuando ya se dieron cuenta de que lo que hacen está mal, y lo sigue haciendo. En ese caso yo le aviso a Ciro: “¿Querés un chirlo?”, y si se le doy, se calma o deja de hacer lo que estaba haciendo.
–Y respecto a las recompensas, ¿suelen premiarlos?
María Cecilia: –Yo trabajo en recursos humanos y sé que los reconocimientos son importante en todos los seres humanos, porque nos motivan y nos hacen sentir bien. A Julieta en sus buenas actitudes la voy a recompensar, no para que lo asocie a lo material, sino para que se sienta bien.
Cecilia: –Nosotros tratamos de que la recompensa no sea material. A veces el reconocimiento o el premio pasa por el aplauso: cuando son bebés y se paran o dicen su primera palabra, uno los aplaude, les festeja. Eso los motiva.
María Cecilia: –No está mal premiarlo con cosas materiales, pero no en las conductas que uno quiere que sean las habituales. De ese modo pueden pensar que sólo lo tienen que hacer por lo material. Es bueno por la misma conducta premiarlo a veces sí y a veces no, para que sepa que no siempre va a recibir un premio.
Fernanda: –Para mí, por ejemplo, las golosinas son una suerte de soborno, como un calmante que puede durar dos minutos y que me permite sostener un diálogo con una amiga. Hay cosas que son automáticas: si yo estoy charlando con una amiga o estoy haciendo algo que no tenga que ver con él, busca permanentemente mi atención, como si fuera a propósito. En este tipo de situaciones acudo al soborno, para tener un rato en el cual pueda hablar.
–¿Alguna vez pusieron una penitencia y no la mantuvieron?
Fernanda: –Sí, me pasó cuando Ciro era más chico. Pero entendí que no funciona contradecirse. Si vos hoy ponés un límite, y mañana sos un poquito más permisiva, todo lo que avanzaste, lo retrocedés, lo confundís. Perdés la que construís manteniendo un discurso coherente y principalmente con las acciones, porque uno es un modelo importantísimo para ellos.
Cecilia: –A mí no me pasó no poder sostener un castigo. Tiene que ver con que las penitencias son breves. Si le digo no ves tele, es sólo por un rato. A un chico de cuatro años no le podés decir que no vea tele en todo el día.
–¿Se preguntan qué quieren expresar los chicos con sus berrinches?
María Cecilia: –Ahora que Julieta tiene nueve meses yo creo que su forma de expresarse son los berrinches, sobre todo cuando no tiene lo que quiere o no está a upa. Nosotros la calmamos con las cosas que necesita: mamadera, cambiarla y si es porque sí, la dejamos que llore. Los chicos que son mal educados porque no tienen límites, son odiosos. A uno le dan ganas de ponerle los límites. Pensás: “Yo no quiero que mi hijo sea así”. De igual manera a mí no me molestaría que reten a mi hija. Contribuye a que los chicos formen un respeto a los adultos, que aprendan a reconocer el llamado de atención de cualquier mayor.
Cecilia: –Cuando Manuel se queda en la casa de los abuelos, por ejemplo, ellos me preguntan si hay alguna indicación y yo les digo que no, que si lo tienen que retar que lo reten, porque está en su casa. Y a Manuel le pido que se comporte. Igual en el Jardín. Soy de la idea de que no le podés sacar autorización a la maestra porque está educando a mi hijo. Si lo tiene que retar, que lo rete.
María Cecilia: –En definitiva es una manera de ayudar a los chicos: de enseñarles a comportarse de un modo en que sean queribles, entre sus amigos, en el colegio. Estamos hablando de formar un ser social. Los límites van de la mano de la educación.
Cecilia: –Lo importante es frenar a los chicos en su debido momento.
Fernanda: –Y que la autoridad no sólo pasa por el límite, pasa por el amor que les das, por la dedicación y el cuidado que reciben. Si vos podés sostener el discurso con tus acciones, entonces es mucho más fácil que lo asimilen, que lo tomen y que respondan de una manera positiva. Pero si le decís algo y con tus acciones vas para el otro lado, es muy difícil que logres autoridad.
Fuente:paratimama

miércoles, 20 de mayo de 2009

No sufras por amor

Acaba con la amargura del enamoramiento, viviendo un amor totalmente consciente.

¿Estás enamorada? Tú puedes amar sin sufrir. No te dejes llevar por el rompecorazones de Cupido sin antes probar una mezcla de tres drogas amorosas: la amistad, la ternura y el deseo, sin el sufrimiento. La fórmula mágica para ahogar la amargura provocada por el enamoramiento está en vivir un amor pensado y consciente.

En su libro Ama y no sufras, el psicólogo clínico Walter Riso asegura que el enamorado puede disfrutar de un amor sano, alimentado por la inteligencia, el realismo y el optimismo. “Así como existe una inteligencia emocional, también existe una inteligencia amorosa, porque hay que ser capaz de entender el amor tridimensionalmente a través de la amistad, la ternura y el deseo”, explica el autor, experto en amores y desamores, quien ha divulgado sus experiencias personales y profesionales desde hace 25 años.

Sufrir por amor

¿Las mujeres se quejan de sufrimiento?
Sí, las mujeres siguen sufriendo por amor igual que antes. Hay dos tipos de mujeres, las complacientes o geishas y las niñeras a quienes les gusta adoptar a los hombres. La mujer ha ganado en sus derechos, pero no ha conseguido una revolución afectiva, porque todavía no es capaz de decir no necesito el amor, no necesito un hombre o puedo vivir sola.

¿Cuánto se puede llegar a sufrir por amor?
Hasta la locura o el suicidio. La soledad deprime y el dolor enloquece.

¿Qué solución le ofrece usted a sus pacientes?
Prevención, pero yo no le puedo dar la solución a nadie, son ellos los que han de encontrarla.

La amistad es fundamental

¿Usted cree en el amor?
Creo en el amor inteligente.

¿El amor es un estado de máxima alerta?
Hay una etapa inicial en el amor donde se está en alerta, pero dura muy poco tiempo porque una vez que se entra en el enamoramiento, la razón ya no funciona.

¿Cuándo salta la señal de emergencia?
Cuando detectas que la persona con la que estás no te gusta, por ejemplo si conoces a un hombre muy atractivo pero de repente descubres que es un tacaño. Concientemente no deberías volver a salir con él porque en realidad ni el amor va a cambiarlo.

Si cuerpo y mente suman uno, ¿qué hacemos con el placer?
Cuando estás haciendo el amor y tienes un orgasmo, no tienes que pensar. Pero en el día a día la amistad es fundamental. Con tu pareja el 60% del tiempo que pasan juntos viven sobre todo en la amistad porque conversan, van al cine, etcétera.

Ingredientes para cocinar el amor

¿Con qué se cocina el amor?
Con la mezcla de la amistad, la ternura y el deseo, mas un cuarto ingrediente que es el auto respeto, que significa el resultado de un amor digno. Si estos cuatro elementos no funcionan en tu relación, estás viviendo un amor equivocado.

¿Qué mata el sabor de un buen amor?
La esperanza, porque no es lo último que hay que perder, si no lo primero. La esperanza mata a las personas que se aferran al amor.

¿Qué debe hacer una persona enamorada para no quemarse al probar este manjar?
Primero evaluar todas las probabilidades por las que va a sufrir y si la otra persona vale la pena. La única certeza en el amor es la confianza, basada en que nunca te hagan daño intencionalmente.

Un amor elegido con cabeza

¿Este libro son sus experiencias personales?
Sí, me he casado dos veces y la segunda es mucho mejor que la primera. Mi actual matrimonio lo he vivido con la razón, sabiendo qué es lo que no quiero en una mujer. Pero también mis pacientes son fuente de mi investigación.

¿Cuál es el secreto del triunfo en su segundo matrimonio?
Que no digo te amo, te amé o te amaré, sino te estoy amando, porque en gerundio significa cada día y a cada momento te estoy amando.

¿Qué tiene su segunda esposa que no tenga la primera?
Independencia, conciencia de ella misma.


19 de mayo de 2009 (agencias)

Cómo librarse del hombre equivocado

Consejos para detectar lo que hará daño en un futuro o librarse de un presente desacertado...


Tranquilidad, amor, hogar y respeto son alguna de las palabras que suelen salir por la boca de estos hombres que solamente enmascaran otros sentimientos nada más lejanos, pero bajo este disfraz suelen atrapar a mujeres que creen en ellos y colocan todas sus esperanzas en lo que llevará sin salida al fracaso de la pareja.

“Hay amores que hacen daño, que no convienen y de los que hay que huir rápidamente una vez se detectan las primeras señales, lo cual no es nada fácil ya que esta clase de hombres se caracterizan por tener una verborragia interesante, son muy atractivos y saben cómo deben tratar y qué decir para conseguir lo que quieren de una mujer”, asegura la socióloga española Clara Mercave Elizondo.

La clave para no caer en la trampa está en no idealizar sino ver al hombre tal cual es y no como gustaría que fuera porque de esta manera se tendrá siempre el velo en la cara que impedirá ver la realidad.

“Generalmente los hombres de los que hay que huir desesperadamente antes de que nos atrapen viven al límite y suelen sufrir ciertas adicciones como el alcohol, drogas, tabaco o sexo.

Son falsos seductores que no tienen un empleo fijo y aquellas mujeres que terminan en sus garras factiblemente se conviertan en mujeres golpeadas, sexualmente agredidas y víctimas de infidelidades continuas”, continúa comentando la especialista.

Las mujeres, según la profesional, llevan la mitad de la culpa. “Por más que un hombre sea seductor y nos encandile con sus encantos, sean estos verdaderos o falsos, hay que ser segura de una misma y permitirse sospechar.

Ir con pie de plomo al principio de cualquier relación es una regla básica que permitirá conocer al otro y ver si nos gusta realmente o nos estamos intentando convencer de que nos guste, lo cual es muy peligroso ya que si nos convencemos de falsas virtudes, jamás veremos los defectos y es peligroso si nos encontramos con un hombre de estas características que solamente nos provocará un deterioro psicológico grave”, señala.

Las mujeres que pasan por situaciones de este estilo deben entender que no merecen ni tienen por qué tolerar una relación amorosa de padecimiento constante.

“Pueden cambiar su situación, mejorarla y encontrar a un hombre que realmente cumpla las expectativas que desean sin tener que recurrir al sufrimiento para ello. No tienen por qué condenarse a sufrir por un amor que no es tal ni que conviene mantenerlo porque no aporta nada bueno”, sostiene Elizondo.

Aunque nadie señala que todo hombre inteligente, seductor y comunicativo serán consecuencias que llevarán al desastre de pareja, al menos, es mejor estar preparada si se conoce a alguien que:

- No tiene empleo fijo y que gasta su dinero en algún vicio: juego, alcohol, drogas, etc.

- Demasiada seducción

- Personalidad exageradamente atractiva

- Verborragia e inteligencia que utiliza para conseguir lo que quiere

Consejos para enamoradas del hombre equivocado

- Si se está con un hombre que hace daño, lo primero que hay que hacer es reforzar la autoestima de la mujer y eliminar su dependencia emocional. La ayuda psicológica suele ser valiosa en este caso.

- Dejar la actitud masoquista de lado y no quedarse con un hombre que no cumple las expectativas buscadas. Si se prolonga la relación, será más difícil dejarlo luego.

- Por más que pida una y mil veces perdón se debe ser constante y fuerte en la decisión ya tomada de alejarse de él.

- Una vez que se logra la distancia, no se debe volver con él por más insistencia que exista de su parte.

19 de mayo de 2009 (Corrientes Noticias)


lunes, 18 de mayo de 2009

Alimentación de los pequeños

¿Cómo hacer que un chico coma manzanas? Simplemente, pregúntele si la quiere. Es así de fácil, afirma un reciente estudio de la Universidad de Yale, en el cual los encargados del buffet del colegio preguntaron a los alumnos si querían fruta con el almuerzo: así incrementaron el consumo de alimentos nutritivos de 40 a 70 por ciento. ¿También quiere que coma verduras? Pues llámelas de otra forma. Cuando un investigador de Cornell dijo a un grupo de alumnos de un jardín de infantes que estaban comiendo “zanahorias para una visión de rayos X”, en lugar de simples zanahorias, los chicos consumieron 50 por ciento más verduras.

En Estados Unidos, tras numerosos años de prohibir la venta de alimentos chatarra en las cafeterías escolares, no se observó ninguna reducción en las tasas de obesidad infantil. Por eso, los investigadores están probando estrategias nuevas y más sencillas que “empujan” a los chicos a tomar decisiones más saludables, incluso sin que se den cuenta. Lisa Mancino, del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, uno de los organismos que supervisan los programas escolares de nutrición), denomina este enfoque como “salud furtiva”. El problema, dice, no es la presencia de comida chatarra, sino que los alimentos nutritivos no resultan suficientemente atractivos.
Salud furtiva es una aplicación de la economía conductual, un campo académico que estudia la influencia de los factores ambientales en el proceso de toma de decisiones.

“El objetivo es identificar cambios que dirijan a la gente en la dirección correcta sin coartar sus decisiones”, explica David Just, economista conductual de la Universidad de Cornell, quien colaboró con el USDA. En el ámbito de la cafetería, esto implica el uso de incentivos para hacer que la decisión más nutritiva sea también la más deseable. El almuerzo escolar ofrece numerosas oportunidades para incrementar el atractivo de los alimentos nutritivos. Así, las decisiones de los alumnos pueden modificarse con la contribución de alicientes verbales o “recordatorios” al tomar la orden (hacer la pregunta sobre si quieren frutas), etiquetas descriptivas (el nombre “rica sopa de surtido vegetal” resulta más interesante que “sopa de verduras”) y mayor acceso (por ejemplo, que la sección “servicio rápido” incluya los alimentos más saludables).

Lo mismo sucede con la forma de pago: un estudio patrocinado por el USDA reveló que los alumnos que pagan sus alimentos en efectivo toman decisiones más saludables que aquellos que utilizan una tarjeta prepaga. David Just opina que semejantes cambios, que ayudan a tomar decisiones saludables aunque existan alternativas poco nutricionales, contribuyen a preparar a los jóvenes para vivir en el mundo real.

Pero no todos los expertos en nutrición comparten el entusiasmo de Just respecto a la sugerencia de que las escuelas de EE. UU. retiren las prohibiciones y vuelvan a vender galletitas y gaseosas. “No exponemos a los chicos al tabaco ni les damos cómics para la clase de literatura, así que ¿por qué darles opciones poco saludables en el buffet?”, cuestiona Tracy Fox, vicepresidenta de la Sociedad para la Educación en Nutrición. A Fox le gusta la idea de que los encargados de cafeterías ofrezcan frutas, aunque duda de que los niños, frente a la disyuntiva, opten por una banana en vez de un alfajor de chocolate (el estudio de Yale no incluyó la opción de comida chatarra).

Las “zanahorias para una visión de rayos X” distan mucho de formar parte de la canasta básica del jardín de infantes, pues el USDA no anunció su intención de modificar la manera en que se ofrecen y sirven los platos en el comedor escolar. En tanto, Just y otros siguen impulsando investigaciones. De hecho, el economista conductual de Cornell está trabajando con tres distritos escolares y afirma que al menos una docena más expresó el deseo de participar.

En febrero, Just y Brian Wansink, investigador de alimentos en la misma universidad, lanzaron el sitio Smarter-Lunch-rooms.org, dirigido a administradores de escuelas que desean modificar estrategias. Sin embargo, no todos los cambios tuvieron resultados positivos. La introducción de verduras en las bandejas escolares de Utah ciertamente incrementó el volumen de basura, pero no el consumo de vegetales. Y rótulos como “plato del día” disminuyeron ligeramente el atractivo del alimento. Just supone que lo mismo sucedió con el plato “carne misteriosa”: “el nombre es muy poco descriptivo para provocar interés”, asegura.

sábado, 16 de mayo de 2009

Bienvenida al club de las solteras

¿Quién dijo que una mujer necesita estar en pareja para divertirse? Seguramente, alguien con una alianza en su mano izquierda y muchas ganas de revivir sus tiempos de soltería... En el fondo, quien dice eso se muere de envidia de las infinitas posibilidades que existen para quienes todavía no dimos el sí. “Tanto las solteras como las recién separadas tienden a usar el tiempo para dedicarse a sí mismas y a satisfacer sus gustos personales”, explica la psicóloga Beatriz Goldberg, autora de Soy mujer, ¿y qué? Por eso, la próxima vez que una representante del equipo rival se despache hablando de tu soledad, en lugar de desarmarte y pensar en todo lo que ella tiene, levantá la cabeza y recordá que el mundo es: ¡todo tuyo! y, retrucale: “Antes de atarme, yo quiero divertirme un poco más”. A continuación, 25 beneficios exclusivos de las chicas Cosmo sin ataduras:

Gastar en el shopping hasta cansarte

¿Acaso existe un programa mejor que salir de compras con tus amigas? “Jamás tuve un novio que disfrutara de pasar un sábado a la tarde así”, cuenta Marina*, una nutricionista de 26 años. ¿Ya notaste que las casadas que van al shopping se la pasan en el cine o en el patio de comidas? En cambio, las chicas sin marido podemos hacer lo que se nos dé la gana: estar indecisas durante dos horas, entrar y salir de los locales, e incluso, ¡no comprar ni siquiera un par de aros!

Seguir sólo tu propia voluntad

“Estar solo también significa no tener que renunciar a nada en función de otro y seguir un proyecto individual sin necesidad de torcerlo”, afirma Goldberg. O sea: podés hacer, realmente, lo que se te cante. “Cuando no necesitás el aval o la concordancia de nadie para trazar tu propio camino, llegás a conocerte mucho mejor”, asegura la psicóloga. ¡Sos tu prioridad!

Producirte para matar

Sí: sos vos y sólo vos la que elige la ropa, los accesorios, el esmalte de uñas y el color de pelo sin preocuparte por el visto bueno de nadie. “Recién ahora que estoy soltera nuevamente puedo ponerme una mini o un escote y sentirme bien con ellos, sin que nadie me esté celando”, dice María Eugenia, una empleada administrativa de 29 años.

Comprar algo caro sin culpa

Ya que el dinero que ganás es todo tuyo, podés gastarlo como se te antoje (dentro de tus posibilidades, claro). Si querés, destrozá la mitad de tu sueldo en esos stilettos que tanto te gustan o en cualquiera de los equipos top de la temporada, y después pasate todo el mes a pan y agua, ¡pero contenta! “La independencia financiera te da un sentimiento de seguridad personal porque no tenés que negociar ni rendirle cuentas a nadie”, asegura la psicóloga Angelina Avolio.

Tener el dominio del control remoto

Es tu única oportunidad de hacer uso y abuso del aparatito, sin guerras de por medio. Es ahora o nunca: mirá tooodas las series que quieras, date el gusto de alquilarte un dramón y llorar mientras comés chocolates. “Siempre discutía con mi ex cuando íbamos a alquilar pelis. ¡Era desgastante! Ahora no preciso bancarme por quinta vez Pelotón, puedo pasarme horas mirando Sex and the City”, apunta Cristina, una arquitecta de 30 años.

Salir a cualquier hora de la noche

De repente, a las tres de la mañana te llama una amiga para que la acompañes a una fiesta. ¿Por qué no? Sólo las solteras tenemos la ventaja de poder saltar de la cama, ponernos nuestro mejor vestido y embarcarnos en una aventura como ésta sin tener que dar cuentas a nadie. “Si la fiesta resulta un bodrio, puedo reírme de la desgracia con mi amiga e idear otro plan sobre la marcha”, comenta Gisela, una productora de modas de 26 años.

Vivir sola

Implica mucho más que la libertad de andar por la casa con una máscara de pepinos en la cara sin que nadie se espante. “Aconsejo a todas mis amigas pasar por esa experiencia antes de convivir con sus parejas. Yo lo hice un año y medio antes de casarme. Era buenísimo llegar a casa a cualquier hora, invitar amigas y que pudieran quedarse a dormir”, cuenta Renata, una dentista de 28 años.

Probar diferentes tácticas de seducción

Una de las principales ventajas de atravesar una etapa freelance es poder seducir sin compromiso y coleccionar historias para contarles a tus amigas. “Además, podés practicar con diversos tipos de hombres para ver cuál va mejor con vos. Eso te dará más criterio para tus futuras elecciones”, explica Goldberg.

Descubrir lo que te gusta en la cama

Para aprender cómo tu cuerpo reacciona a los estímulos eróticos es preciso experimentar, ¿no? Dedicate a explorar todas las posibilidades, sola o acompañada. Así, cuando encuentres al hombre de tus sueños, podrás deslumbrarlo con todo lo que aprendiste.

No hacer nada

Podés pasarte todo el sábado tirada patas para arriba, pensando sólo en vos, sin culpa... “Siempre me peleaba con mi novio porque él no era capaz de entender mi necesidad de pasar un día entero sin hacer nada de nada”, cuenta Marina, una enfermera de 29 años. Lo único que necesitás para desconectarte del mundo, cuando estás soltera, es cerrar la puerta de la habitación y apagar el celular. Las amigas entienden ese tipo de aislamiento muchísimo mejor que los hombres.

Tardar horas en looquearte

Las mujeres comprometidas no pueden darse ese lujo, a no ser que estén dispuestas a bancarse la mala cara del que las espera para ir a esa cena taaan importante. Las solteras también pueden reclamar −sin censura− que no tienen nada para ponerse y, además, ¡usarlo como excusa para comprarse otro vestido!

Mimarte cuanto quieras

Sólo las solteras pueden tomarse un fin de semana entero de belleza y relax sin tener que apurarse porque tienen un compromiso de a dos. “¿Te imaginás un domingo sin correr para llegar a tiempo al almuerzo en lo de tussuegros?”, les pregunta siempre Patricia, una publicista de 32 años, a sus amigas casadas.

Aceptar todas las invitaciones

Las chicas dueñas de sí mismas no precisan suspender el asado en casa de un amigo con decenas de candidatos solteros como ellas para ir a comer pastas con los tíos de su pareja. “Estoy mucho más receptiva a los eventos que surgen, porque no estoy atada a los compromisos del otro”, cuenta Mariana, una abogada de 35 años.

Olvidarte de la cera

“Si me da fiaca depilarme, puedo dejarlo pasar un día, dos, tres...”, dice Fernanda, una profesora de inglés de 26 años.

Exhibir las conquistas amorosas

Si estás aburrida un sábado lluvioso, podés seleccionar tus mejores fotos y armar un mural con todos los bombones con los que estuviste en otros momentos. Total, hay cero peligro de provocar un escándalo en casa.

Saber que nadie te traiciona.

Pensalo: ¿Qué mujer que esté en pareja no se sintió alguna vez insegura sobre la fidelidad de su amado? Sólo una soltera puede afirmar: ”Soy de todo el mundo y todo el mundo es mío”.

Organizar un viaje de último momento

Es sábado y hay un sol radiante. Pertenecer al grupo de las afortunadas te permite armar una escapada en un abrir y cerrar de ojos. “Me levanté temprano, llamé a mis amigas, nos subimos al auto y en tres horas y media estábamos tomando sol en Pinamar”, recuerda Mariela, una veterinaria de 28 años.

Explorar mundos desconocidos

¿Qué tal recorrer caminos que todavía no transitaste? Por ejemplo, haciendo un curso que nunca antes habías pensado en tomar: italiano, danzas árabes, fotografía... “Cuando me peleé con mi novio quería ocupar mi tiempo, así que me puse a estudiar flamenco. Ahora es mi pasión”, cuenta Andrea, una empleada administrativa de 27 años. Para Avolio, “la libertad de actuar por cuenta propia posibilita que la mujer genere sus propias historias, descubra y experimente nuevos intereses”.

Dejarte piropear

“Me encanta producirme y estar linda para varios hombres en lugar de para uno solo”, asegura la diseñadora Paula, de 27 años. Además −como las compras−, los piropos son un ascensor para tu autoestima. Incluso, los que son un poco zarpados... Ah, y no te olvides de histeriquear a diestra y siniestra. Después de todo, ¿qué te lo impide?

No tenés que gustarle a tu suegra...

...ni a nadie de una familia, digamos, postiza. Las solteras estamos libres del bautismo del primito del novio o de calzarnos los tacos un domingo para ir al cumple número 80 de su tía abuela. Concentrarte en el trabajo ¿Querés quemarte las pestañas día y noche para presentarte a ese concurso que se va a ver bárbaro en tu CV? ¿Te gustaría irte a trabajar al exterior? ¿O sacarte de encima esa materia que todavía tenés colgada? ¡Adelante! Una vez más, ahora es el momento.

Ir a bailar

Porque, entre nosotras, ellos no saben nada de este tipo de programa. Es decir, la mayoría va a bailar pero no para bailar, sino para “pescar” alguna chica que le interese. Los comprometidos, en cambio, prefieren los sillones del vip. “Me encanta la marcha, pero me pone loca estar en un boliche y tener que lidiar contra los que te quieren levantar todo el tiempo. Yo sólo quiero divertirme por las mías”, se queja Alina, una public relations de 27 años.

Charlar con amigas hasta perder la noción del tiempo

Los ítems que nunca faltan: lo que se va a usar en el verano, Brad Pitt (haga lo que haga), la noche alucinante que pasaste con tu última conquista... ¿No es un placer poder pasar la tarde charlando con ellas de cualquier cosa?

Tener un millón de amigos

Aprovechá que estás en esa etapa en la que te podés cruzar con un conocido en la calle y quedarte horas chusmeando sin que nadie te tironee del brazo. Las solteras, generalmente, estamos más disponibles y abiertas a encontrar gente interesante. “Es una experiencia muy enriquecedora porque nos obliga a conocer puntos de vista y conceptos diferentes de los nuestros”, agrega la Avolio. “Así, ampliamos nuestros horizontes”. Comer de todoSí, incluso ajo y cebolla. .

* Para preservar la privacidad de los testimoniantes se cambiaron algunos nombres.
TEXTO: KARINA HOLLO Y CAROLINE D’ESSEN. COSMOPOLITAN


Superar los complejos y aceptarse, para una vida mejor

Muchas veces la imagen que una persona tiene de sí difiere negativamente de la que los otros perciben. Los complejos suelen "formarse" en la infancia y son el fruto de lo que creen padres, maestros o amigos. Cómo dejarlos atrás

Un complejo es algo que una persona siente, que lo hace sentir menos o diferente a los otros y que cree que por eso será rechazada por los demás. Así lo definió la psicóloga Celia Antonini en el último número de la revista Psicología Positiva.

Después de la niñez, la adolescencia es un momento crucial en su formación.

Según los profesionales, la necesidad de aprobación de los demás debería ser reemplazada por la estima de aceptarnos tal como somos, pese a que no siempre ocurre así.

Así es que la persona que tiene una buena autoestima reconoce lo que no le gusta de sí y valora lo positivo: las virtudes innatas y aquellas que desarrolló con la educación y el esfuerzo.

Al parecer, muchas veces la sensación que acompleja no es la mirada del otro sino la mirada que cada uno tiene de sí.

El complejo de inferioridad es uno de los más comunes y ocurre cuando alguien siente que no puede asumir determinada responsabilidad, que no es importante lo que hace o lo que tiene para decir.

Estas personas deberán recordar que todos nacen con algún talento y tratar de identificar el suyo. Asimismo, será mejor que sólo busque su propia aprobación.

El de "patito feo" es otro complejo bastante común: si bien los complejos físicos son difíciles de asumir, cada persona deberá asumirse como es y aceptarse.

martes, 12 de mayo de 2009

Sé la chica más astuta y sexy de la ciudad


Sé la chica más astuta y sexy de la ciudad
La famosísima autora de Sex and the City, conoce como nadie las estrategias para tener una vida divertida, exitosa y muuuy hot. Te pasamos sus mejores tips para lograr eso... ¡y mucho más!

Nadie lo duda: Candace Bushnell conoce a la perfección la mente de las chicas urbanas, sexy, inteligentes y divertidas de hoy. Desde que el diario New York Observer editó sus columnas tituladas Sex and the City (que dieron lugar a un best seller, a una de las series más vistas de la historia de la tele y a una película súper taquillera), las mujeres de todo el mundo (y muchos hombres) empezaron a adorarla. ¿Magia? ¿Carisma? Másque eso: en cada una de sus creaciones ella reflejó sus propias vivencias. Supo navegarpor lo más glam y por las instancias menos radiantes, sin dejar de destacarse y de escalar posiciones. Eso sí, tenemos que advertirte algo: sus tips son para salir con losstilettos de punta, jugando a todo o nada. Es que para ganar mucho hay que apostar fuerte, ¿entendés? Preparate para convertirte en una chica tan exitosa y divertida... ¡como Candace!

HACÉ TODO CON SENSATEZ, ¡Y ESTILO!

Para convertirte en una triunfadora tenés que actuar con inteligencia.

● “Tu look jamás debe lanzar un mensaje tipo: ‘Acá estoy yo, para quedarme con tu puesto, para acostarme con el jefe o para causar problemas’. Olvidate del estilo sexy o muy fashion para ir a trabajar”.

● “Nunca dejes de mimarte, por más que quieras ahorrar dinero. Si sos de hacerte reflejos, pedí en la pelu que te hagan sólo algunas mechitas más claras en las capassuperficiales de tu pelo. Vas a tener un look impecable, ¡a un precio mucho menor!”.

● “Hacete vos misma algunos tratamientos de belleza simples, como aplicar ampollas nutritivas en tu pelo o depilarte las cejas”.

● “Si tenés que comprar valijas o bolsos, invertí en calidad. Un buen equipaje dura para siempre y te hace lucir segura y elegante. No elijas un reloj ostentoso: usá uno clásico, con toques actuales: va a darte un aire muy distinguido”.

TIPS PARA TU CARRERA

El éxito no es instantáneo, pero podés alcanzarlo más rápido si sabés manejarte.

Todo cuenta
“Poné lo máximo de vos en el trabajo, por más que esté por debajo de tus expectativas.Uno de mis primeros trabajos era, literalmente, afilar lápices. Lo hice de la mejor manera”.

Investigá tu mundo profesional
“Cuando hablás con tu jefe, necesitás saber algo más que quién sale con quién en la oficina. Aprovechá tu tiempo libre para aprender sobre la cultura corporativa”.

Controlá tu ego
“Es mucho mejor que, por lo menos al principio, les preguntes a los demás sobre ellos. La gente no va a querer escuchar mucho de vos hasta que no estés cerca de los 30... y tengas mucha más experiencia”.

Sé eficiente
“Tenés que ganarte el respeto de los demás con trabajo duro. Mi asistente de 20 añosnunca me contestó: ‘Eso es imposible’, a algún pedido que le haya hecho. Hoy ella esparte del equipo de vestuario de la serie Lipstick Jungle”.

Aprendé a pedir ayuda
“Sé que existe la idea de que las mujeres más grandes no quieren ayudar a las menores, pero eso no es cierto. Los halagos sinceros siempre funcionan, porque todos quieren ser reconocidos por su talento. Entonces, enviá un e-mail educado con un elogio y luego pedile consejo”.CUESTIONES ESENCIALES SOBRE LOS HOMBRES

■ Tener una sesión de sexo increíble no es sinónimo de haber encontrado a tu media naranja. “El buen sexo puede o no significar algo. Obvio, siempre va a ser mejor que el mal sexo. Pero tomalo sólo como una forma de comunicación”.

■ No busques un Mr. Big. “No trates de tener siempre a mano a ese chico que te rescata de todos los males y que tiene (ante tus ojos) cualidades de superhéroe. Un hombreno puede ser tu bastón. Tenés que desarrollar vos misma tus herramientas de rescate”.

■ El amor no está garantizado. “Muchas mujeres piensan que el amor es un derecho, algo que sí o sí va a sucederles. ¿Adiviná qué? Nadie tiene la obligación de enamorarse de vos. La única persona que debe adorarte... ¡sos vos misma!”.

■ Vas a saber que él es “el indicado. “Mi abuela decía eso y yo nunca le creí. Pero tenía razón. Por eso, no llames a tus amigos para consultarles si ese chico estará o no interesado en vos. Él y vos van a darse cuenta de que el otro es ‘la persona’”.

■ Está bien imitarlos. “Consulté a muchísimos hombres cuál era su prioridad en la vida y la mayoría respondió: su carrera y su realización personal. Acá hay algo que aprender, ¿no?”.

5 RIESGOS QUE UNA CHICA DEBE CORRER

1 “Enamorarte. Si te pasa, a la edad que sea, aprovechalo. Probablemente el chico no sea ‘el primero y el único’; pero en el camino, vas a conocer mucho de vos misma”.

2 “Sé vos misma. Priorizate y tené bien claro qué querés y cómo vas a conseguirlo. De esta manera, además, es mucho más probable que elijas al chico correcto para vos”.

3 “Armá un plan firme para no instalarte en la comodidad. Decite: ‘Voy a trabajar en este puesto durante dos años y después hago una movida, pase lo que pase’”.

4 “Hacé todo lo que encuentres interesante, aunque sea extravagante o inesperado. Cuando tenía 20 me inscribí en unas clases de tap: estaba lleno de nenas, pero no me importó, porque yo quería aprender”.

5 “Preguntate: ‘¿Cuál es mi propósito acá?’. Quizá no obtengas la respuesta de inmediato, pero vas a aprender mucho averiguándola”.


Atraé hombres como un imán

No se trata sólo de que ellos te miren, sino también de que se te acerquen. Usá estas técnicas para hipnotizarlos y después... ¡elegí al que más te guste!

Es sábado a la noche y te preparás para salir a matar. Empezás a repasar la lista de los imprescindibles de una diosa. ¿Top sexy? Por supuesto. ¿Un par de stilettos matadores? Obvio. ¿Actitud? ¡100%! Porque vos sabés que hay una gran diferencia entre lograr que un chico te mire y hacer que no pueda resistirse a tus encantos. Y la ciencia te da la razón: las nuevas investigaciones indican que la atracción es algo tan misterioso como instintivo. Perdón. ¿Misterioso? No para vos, claro. Seguí leyendo y conocé las mejores estrategias para seducir, ¡a todos!

1 Buenas compañías
Para empezar, tratá de salir con un grupo reducido de amigas. “Lo ideal es hacerlo con una o dos”, dice la psicóloga Krista Bloom, autora de The Ultimate Compatibility Quiz (El máximo test de compatibilidades). “Un grupo numeroso de amigas puede inhibir a un hombre”, coincide el psicólogo Marcelo Passini, integrante de la Fundación Foro. “Si estás con muchas, elegí a una (con la que te lleves mejor) y andá a dar una vuelta con ella. Alejarse del resto de las chicas por un rato va a dar lugar a que los hombres se te acerquen”. Eso sí, tené cuidado de no estar todo el tiempo pegada a la otra, como si fueran siamesas, porque eso hará parecer que vas a rechazar a cualquiera que intente una charla con vos. No cuchichees con tu amiga: se te tiene que ver divertida, pero es fundamental que tu actitud sea la de una persona dispuesta a conocer a otra. Tampoco te quedes en un rincón: ubicate en una zona transitada, en el centro del lugar. Eso sí: nunca te acomodes muy cerca de la puerta. Ahí vas a ser vista pero, ¡atención!: los tipos que están constantemente fichando la puerta son proclives (también en la vida) a mirar constantemente alrededor, para ver si viene algo mejor.

2 Resaltá tu cuello y tu espalda
Atraer a un hombre es bastante más complejo que desabrocharte otro botón de la blusa. “Hay menos que hacer frente a un escote pronunciado que a una espalda atrevida”, dice el antropólogo David Givens, autor de Love Signals (Señales de amor). Es verdad que, por una cuestión evolutiva, el sexo masculino se siente atraído por las curvas y la piel suave, pero no hace falta que te desnudes para seducirlos. El inconsciente masculino detecta tus zonas más power debajo de un vestido ajustado y de inmediato empieza a ratonearse con ellas. Entonces, optá por un top más discreto, que emita todas tus vibraciones sexy. “Al insinuar, despertás el deseo. En el juego amoroso, un susurro es más poderoso que el grito”, explica la psicóloga Mariana Davidovich, del Centro Dos. Un bonus track: asegurate de llamar la atención con un buen collar que desvíe su atención al pequeño pocito que se forma debajo de la garganta, en el medio de las articulaciones de la clavícula. Las investigaciones muestran que esta zona del cuerpo, que no siempre tenemos en cuenta, enloquece a los hombres porque representa la feminidad y la vulnerabilidad.

3 Usá tu trago como un elemento de seducción
Un trago puede ser una gran arma de seducción, siempre y cuando no abuses. “Tener todo el tiempo una copa en la mano levanta cierta barrera virtual”, dice el experto en lenguaje corporal Grez Hartley, coautor de I Can Read You Like a Book (Puedo leerte como a un libro). “Tampoco juguetees con la etiqueta de una botella o con el hielo. Eso muestra que estás aburrida”, agrega Davidovich. “Tener la vista fija en el vaso es señal de timidez. Lo mejor es que siempre la tengas alta, como mirando sin mirar. Así, das un mensaje de estar dispuesta al encuentro”, dice Passini. ¿Un consejo? Dejá tu trago en la barra y usá tus manos para gesticular mientras contás una anécdota divertida.

4 Ponelos a tus pies
Los hombres no van a apreciar ese par de zapatos exclusivo que te compraste, pero para empezar a atraerlos podés hacer que pongan el foco en tus pies (¡y en tus piernas!), sin que se den cuenta. “Cuando estás sentada en una butaca o en la barra de un bar, tratá de cruzar y descruzar tus piernas cada uno o dos minutos”, dice la experta en lenguaje corporal Janine Driver. “Es un coqueteo que atrae la atención sobre una parte de tu cuerpo que los hombres ansían tocar”. Otra cosa: mientras una de tus piernas está cruzada sobre la otra, jugueteá empinando la punta del pie, como si fueras a sacarte el zapato. Esta acción no sólo va a indicar que no vas a salir corriendo si él se acerca, sino que también vas a sugerir que estás realmente relajada y te sentís segura de vos misma.

5 Hipnotizalos ahora mismo
No se trata sólo de pararte por ahí y parecer una diosa. “Tenés que mandar un mensaje fuerte de que serás una buena receptora si un hombre se acerca a hablarte”, dice la psicóloga Ann Demarais, coautora de First Impressions (Primeras impresiones). “Tratá de que no se perciba tensión en tu cuerpo. Ojo con tener los labios apretados o los brazos cruzados”, recomienda Passini.
“Cuando una mujer desea, mira. Y la mirada es palabra”, asegura Davidovich. Entonces, al mirarlo le estás diciendo: “Acá estoy, vení por mí”. Tratá de que él piense que no es la primera vez que se ven. ¿Cómo? “Levantar las cejas es una forma de reconocimiento. Si cuando cruzan miradas hacés ese gesto, él inmediatamente va a ponerse a pensar de dónde te conoce”, sugiere Hartley. Así vas a lograr que sus ganas de encararte sean dobles: estará seguro de que notaste su presencia y, por eso mismo, se sentirá confiado. Seguro que, para romper el hielo, te pregunta si ya se conocen.


¿Esclava del pasado?

El malestar por no haber cumplido alguna de tus expectativas personales puede reducir tu autoestima y paralizarte, afectar tus relaciones y trabajo, impedirte disfrutar de la vida y convertirse en un obstáculo para que obtengas placer.

Definitivamente en el pasado

Marta le fue infiel a su novio y aunque le sirvió para darse cuenta de que lo amaba, no puede perdonarse a sí misma. Luisa sufre porque se siente responsable de la ruptura de su matrimonio, pese a que ambos acordaron terminar la relación. Erika aún recuerda amargamente el día en que se quedó paralizada y fue incapaz de impedir que se accidentara su hija en la bicicleta.

Todas ellas tienen algo en común: sufren un continuo malestar por cosas que sucedieron hace mucho tiempo, pero que siguen vivas en su interior, sin terminar de asimilarlas ni dejarlas definitivamente en el pasado.

Disfruta la vida con placer

La sensación de no haber cumplido nuestras expectativas personales, transgredido normas o desobedecido valores que nos fueron inculcados en la educación familiar, social, moral o religiosa, es una experiencia dolorosa que nos crea conflictos psicológicos.

La culpa es un sentimiento útil porque nos permite corregir errores y recuperar la tranquilidad. Sin embargo, si la culpa supera cierto límite, reduce nuestra autoestima, nos amarga, nos provoca angustia y nos paraliza.

Culparte a ti misma de algo también puede afectar a mucha gente, al ser un obstáculo que no te permite disfrutar la vida ni sentir placer.

Obsesionada por repararlo todo

Los síntomas de la culpa van desde recordar constantemente haber fallado, obsesionarte por reparar el daño causado, hasta pensamientos de cómo podrías haber evitado ese error. Los remordimientos suelen estresarte y afectar tu salud física y psicológica.

Las personas con ansiedad o depresión provocadas por la culpa tienen problemas para poner atención, concentrarse y procesar la información, por esta incapacidad de despojarse de sus remordimientos y eso las hace más propensas a cometer errores.

"Sentir algo de culpa por actuar equivocadamente es bueno porque ofrece la posibilidad de hacer algo para arreglar las cosas y recuperar la tranquilidad, pero sentirse culpable por algún daño hecho a alguien y no poder arreglarlo también crea una profunda pesadumbre", asegura la psicóloga Carmen Vilaginés.

El juez interior

Cuando pasa algo malo y frustrante, hay quienes inmediatamente se culpan a sí mismos de lo que sucedió. Esto se debe a la educación rígida de la familia, escuela o medio social, cargados de normas regidas por el miedo al castigo.

La culpa crea muchas frustraciones porque tenemos una idea irreal de nuestra propia capacidad y de los demás. Según la psicóloga clínica Carmen Díaz Navarro, “las personas que tienden a culparse a sí mismas de todo son demasiado exigentes y viven pendientes del castigo que pueda caerles encima”.

Respecto a la culpa que puedas sentir por los demás, plantéate si eres responsable de las vidas ajenas, porque cada quién debe asumir sus responsabilidades. Permitir a las otras personas vivir su vida nos permite vivir la nuestra del mismo modo, con libertad y responsabilidad. Quienes viven a nuestro alrededor van a desarrollarse incluso a pesar de nosotros y sin nuestra ayuda. Uno no tiene toda la responsabilidad en lo que a otros les suceda.

Combate el sentimiento de culpa

La psicóloga clínica aconseja varias cosas:

1. Cultiva tu sentido de la realidad y acepta qué capacidades tienes tú y cuáles tienen los demás para dejar de culparte a ti misma de todo lo que sucede.

2. Toma en cuenta las observaciones de las personas que más te quieren y así determinarás la verdadera causa de los conflictos, aprenderás de tus fracasos y evitarás mejor no volver a cometer los mismos errores.

3. Identifica los errores y sus causas. Asume tu responsabilidad si te corresponde y toma medidas para evitar volver a tropezar con la misma piedra.

4. Culparte es encadenarte a lo que ocurrió en el pasado y esto te lleva a la ansiedad y depresión. Acepta tus errores sin sentirlos como un fracaso definitivo y paralizante, sino como una oportunidad de aprendizaje, de qué cosas están bien y cuáles no.


12 de mayo de 2009 (agencias)

domingo, 10 de mayo de 2009

Manual para mujeres: describen los códigos de la masculinidad

No llorar. No pedir ayuda. Y enfrentar las cosas como macho”. Esas son algunas de las reglas no escritas de un código masculino que se traspasa de generación en generación. Una especie de “mandato cultural” que los diferencia de su sexo opuesto.

Un grupo de sociólogos estadounidenses lleva varios años analizando lo que significa la masculinidad en las diferentes culturas. "Es una aventura ‘homosocial’ hecha y juzgada por otros hombres", explica a La Tercera Michael Kimmel, autor del libro Guyland.

Una de las cosas que más les llamó la atención durante la investigación es que, pese a la modernidad y el surgimiento del feminismo y otras tendencias como los metrosexuales, las reglas que rigen el mundo masculino permanecieron intactas. "No han cambiado nada", agregó O'Neil.

En tanto, el especialista en la materia, realizó una revisión de todos los estudios sobre masculinidad que se hicieron desde 1976 y resumió los valores y actitudes que componen lo que significa ser “un verdadero hombre”.

Sí querés entender a la raza masculina, conocé algunas de las frases que los retratan:

1. Los hombres no lloran.
2. Es mejor enojarse que estar triste.
3. No te exaltes, mejor véngate.
4. Asume como hombre.
5. El que tiene más cosas gana.
6. Sólo hazlo.
7. El tamaño sí importa.
8. Jamás pregunto cómo llegar a un lugar.
9. Los chicos buenos terminan después.
10. No hay problema, está todo bien.
10 de mayo de 2009 (MU)


El casamiento ya fue: ahora las parejas prefieren la convivencia

Durante los últimos ocho años bajó un 20 por ciento el número de parejas que deciden contraer matrimonio, según los datos del Registro Civil porteño.


Los motivos que ponen los novios para comenzar a convivir sin pasar por la etapa previa del casamiento son: “porque un papel no cambia nada”, “porque el casamiento precipita el final de la pareja” o “porque le quita romanticismo a la pareja”, entre otros motivos o excusas.


Como informa el diario La Nación, la convivencia sin matrimonio pareciera ser una tendencia en crecimiento y esto sucede porque, según el Centro de Opinión de la Universidad Nacional de La Matanza, “el 86 por ciento de los argentinos no cree en las uniones legales”.


En la convivencia de las parejas se da mucho lo de “probar” para ver si resulta y luego se convierte en matrimonio, aunque según Susana Torrado, titular de la cátedra de Demografía de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la mayoría de las parejas se casa después de haber tenido un hijo.



Lo cierto es que para contraer matrimonio es necesario que se haga bajo las convicciones de ambos. No por un mandato social ni por la insistencia de un miembro de la pareja porque, de ser así, ese matrimonio estaría condenado al fracaso.


martes, 5 de mayo de 2009

¿Cómo educar a nuestros hijos?

Nosotros, los padres actuales, tenemos dificultades para formar a nuestros hijos. Es un problema que se plantea en todo el mundo, más o menos con el mismo nombre: falta de autoridad.

Dicen que tenemos un sentimiento de culpa que nos impide poner límites. Primero, porque trabajamos demasiado (empujados por la sociedad de consumo compramos más cosas de las que podemos) de manera que compartimos poco tiempo con la familia. Segundo, porque en general somos divorciados, de modo que inevitablemente hemos provocado sufrimiento a los niños. Peor aún, nos hemos mostrado humanos, falibles, fracasados, furiosos, deprimidos, todo lo cual nos quita el pedestal de autoridad que siempre sostuvo a la figura de Papá y Mamá.

Sin duda esto es cierto. Pero algunos logran éxitos admirables.

¿Cómo hicieron, por ejemplo, Bill Gates (padre) y su esposa Mary para encarrilar a un muchachito insolente que en unos años se convertiría en el hombre más rico del mundo, un filántropo, un benefactor de la humanidad y un genio contemporáneo?

Gates era un típico abogado de provincias, con domicilio en la ciudad de Seattle. Su esposa, una esmerada ama de casa, que tuvo tres hijos y los educó con los típicos valores de la clase media estadounidense.

¿Cómo se vivía en la casa de los Gates? Metódicamente: todos se levantaban muy temprano. Mamá Mary los obligaba a estudiar con aplicación. Además, cada uno debía practicar un deporte y tocar un instrumento musical. Presentarse a comer a la hora indicada, correctamente vestidos, saludar a las visitas, ordenar su habitación, hacer la cama, etc, etc.

Muy temprano en la vida, Bill Gates hijo se reveló como un hijo-problema. Desordenado y desobediente, discutía todo lo que se le indicaba. A partir de los 11 años, las trifulcas con su padre, el doctor Gates, fueron resonantes. El padre era (y lo es ahora, a los 83 años) un hombre altísimo, de firme autoridad. Pero no lograba que el chico le hiciera caso.

Típico: lo mandaron al psicólogo a los 13 años.

- ¿Cuál es el problema, querido?- preguntó suavemente el psicólogo.

- Mis padres y yo estamos en guerra - respondió el chico.

- Ajá. ¿Y qué es lo que se discute en esta guerra?

- Sé discute quien manda. Si ellos o yo.

A los tropezones, los Gates fueron estableciendo algunos acuerdos con el adolescente infernal, según la clásica técnica del tira-y-afloja.

No faltaron momentos de alta tensión. Como una tarde, cuando el joven Gates contestó una impertinencia a su papá y éste, desbordado, le arrojó un vaso de agua a la cara.

- Gracias por la ducha - respondió el púber, sin que se le moviera un músculo.

De alguna manera lograron que el muchacho iniciara sus estudios en Harvard. Todo un logro, teniendo en cuenta lo difícil que había sido de muchachito. Pero los Gates tenían la virtud de no abandonar. Con discusiones, portazos, presiones sutiles y otras no tanto, mantuvieron la bandera con la divisa de su clase y su nación: estudiar, trabajar, madrugar, esforzarse, correctamente, puntualmente, prolijamente ... Por otra parte: ¿Qué desea un padre abogado para su hijo, sino un bufete igual, con la misma chapa?

Un día, Bill los sorprendió con la noticia de que abandonaba sus estudios en Harvard. "Una triste novedad para los padres, que habíamos impulsado con toda nuestra fuerza al hijo que amábamos. Sólo pretendíamos lo normal: que fuera a la facultad y trajera un título bajo el brazo".

En realidad, ya Bill Gates hacía cosas que no eran "normales" desde los 13 años. Pasaba la noche en la Universidad de Washington, usando las computadoras de la academia. Se empleaba como programador de una planta eléctrica cuando todavía no había cumnplido la mayoría de edad. Nada escandaloso: sólo raro.

Finalmente, y para angustia de sus padres, dejó Seattle y se radicó en Albuquerque, Nuevo Méjico, para fundar una empresa con su amigo Paul Allen. Esa empresa era Microsoft.

El joven Allen empalmó su vida plenamente con la sociedad del conocimiento, la cibernética, la era de la PC, y se convirtió rápido en el hombre más rico del mundo.

Pero esto tampoco era lo que sus padres habían soñado. También resulltaba un poco raro. Tan joven, tan rico, tan desmañado, y en una industria tan estrafalaria ...

-No puede ser, Bill -decía la madre-. Una persona no puede ser millonaria, pero tan millonaria como vos, sin ayudar al prójimo. Tenés que pensar en dar una parte de lo que ganás.

La prédica puritana de los padres, machacona como sólo los padres podemos serlo, acabó por agotar la paciencia de Bill Gates, que ahora era un hombre ocupado y estresado: "¡Basta por Dios, papá y mamá, déjenme en paz! Estoy tratando de hacer funcionar mi propia compañía ..."

La madre de Gates murió en 1994. Su padre, el insistente abogado, inmune a todos los rechazos, siguió presionando a Bill para que donara una parte del dinero que estaba ganando. Porque su fama de millonario atraía pedidos del mundo entero: escuelas, asociaciones vecinales, ONG s, sociedades de beneficencia, hogares de huérfanos, asociaciones de caridad para refugiados, le dirigían cientos de solicitudes en todos los tonos. Pero era imposible atenderlos sin formar una empresa exclusivamente para ese fin, pues se trataba de administrar millones de dólares en beneficencia.

Finalmente, Bill Gates hizo caso a sus padres. Primero, adelantó su propio retiro, que había planeado para los 60 años. Y segundo, designó a su propio padre, el tesonero abogado octogenario, al frente de la "Fundación Bill y Melinda Gates".

Este buen señor administra un fondo de 30.000 millones de dólares. Exclusivamente con fines benéficos. Por otra parte, el propio Gates hijo ya no hace negocios. Tal vez considere que, al día de hoy, hizo demasiados.

A mi modo de ver, estos dos padres duros como la roca y generosos como santos (nunca pidieron nada para ellos) transmiten con su conducta un mensaje para papás y mamás de hoy: aunque te digan antiguo, ridículo, autoritario, transmití tus sentimientos. Tus hijos acabarán por escucharte, aunque ya estés en la tumba, como la pobre Mary Gates. La educación también es una batalla que debemos afrontar sin pudor. Atravesando portazos y desplantes, visitas al psicólogo, situaciones que no comprendemos y que no nos gustan. Tesoneramente, hasta el fin.

Todo sobre el parto

Para Ti Mamá presenció un nacimiento y por eso te puede contar en detalle, qué vas a sentir en cada momento y cómo vas a colaborar para que nazca tu hijo. Desde que empezás con las primeras contracciones hasta que dejás el sanatorio con tu bebé en brazos.

Asesoró: Dr. Jorge Ortega, obstetra del Hospital Universitario Austral, M.N. 54.834.

Primeras señales de que llegó la hora

“Se dice que una embarazada entró en trabajo de parto cuando tiene contracciones que generan dilatación en el cuello uterino –la parte más baja del útero–. Cuando está en término (pasó las treinta y siete semanas) y empieza a tener contracciones rítmicas que mantienen una frecuencia de dos a tres en diez minutos, que no duran más de cuarenta segundos, que se alternan con períodos de relajación, y no ceden con el reposo, se está dentro de las primeras señales de parto”, indica el Dr. Ortega, obstetra del HospitalUniversitario Austral, quien estuvo a cargo del parto que presenció el equipo de Para Ti Mamá.

El especialista agrega que estas contracciones pueden ser dolorosas, aunque no necesariamente lo son, y que cuando la dilatación supera los cuatro centímetros y las contracciones no cesan, es momento de la internación. De esta manera, aclara que la dilatación se mide con un tacto vaginal que puede ser realizado por una obstétrica (partera), por el obstetra o por la propia paciente con el adecuado entrenamiento.

Indica, además, que el trabajo de parto suele durar, en promedio, catorce horas en las madres primerizas y alrededor de ocho en aquellas que no lo son. En cuanto a la peridural, indica que para su aplicación no existe un tiempo medible en centímetros de dilatación o en cantidad de horas del trabajo de parto. Puede colocarse aún con cinco centímetros si la paciente está muy dolorida, o a la inversa, no colocársela si la paciente así lo desea.

Primera etapa: la dilatación

“Un parto tiene tres períodos. El primero es el de dilatación que consta de dos fases. Luego el de expulsión y finalmente el del alumbramiento. Aunque todas las mujeres atraviesan estas tres etapas, no siempre las distinguen”, aclara el Dr. Ortega.

En relación al período dilatante, cuenta que en la primera fase se dan las contracciones que reblandecen el cuello del útero y provocan la pérdida de tapón mucoso. Este tapón es un gel que produce el cuello del útero en las embarazadas de término y que actúa como defensa para evitar el ascenso de gérmenes cuando comienza a dilatarse. Esta fase suele durar tres o cuatro días como término medio, pero puede llegar a durar una o dos semanas. Se caracteriza porque las contracciones duran entre treinta y cuarenta y cinco segundos, no duelen tanto –a veces ni se perciben– y provocan la dilatación del cuello uterino que puede llegar hasta los tres centímetros.

“En este período lo ideal es que la mamá dilate en su casa. Ayuda que se dé un baño de inmersión en agua caliente y le hagan masajes en la zona baja de la espalda, siempre que los síntomas no sean muy intensos”, recomienda el Dr. Ortega.

La segunda fase del período dilatante suele ser más breve que la primera. El doctor explica: “Dura, en promedio, entre dos y tres horas y media. Las contracciones son más largas, intensas y frecuentes, generalmente, con un intervalo de tres a cuatro minutos entre sí y con una duración de cuarenta a sesenta segundos. El cuello del útero se dilata hasta alcanzar los diez centímetros y el tiempo de descanso entre cada contracción es más reducido”.

Segunda etapa: la expulsión

La segunda etapa es la expulsiva y se caracteriza porque aumenta la intensidad de las contracciones. El especialista precisa que se producen en intervalos de dos o tres minutos y duran entre sesenta y noventa segundos. Con la dilatación completa se siguen produciendo las contracciones y la embarazada debe pujar con la fuerza abdominal para permitir el descenso del bebé por el canal de parto. Puede pujar acostada, sentada en una cama o en un banquillo preparado para tales fines o incluso de pie.

Cuando el bebé está por salir, el obstetra se coloca un camisolín y guantes que están estériles (libre de gérmenes), e higieniza la zona con algún antiséptico. No obstante –explica el médico– la vagina siempre tiene bacterias (al igual que la piel) y si bien el bebé pasa por un canal limpio, no es necesariamente aséptico (libre de toda bacteria).

En tanto, al lado del obstetra se coloca una mesa de suturas. “La tenemos lista por la eventualidad de que al salir la cabeza del bebé se produzca algún desgarro o debiese suturarse una episiotomía. También contiene las tijeras, clamps y pinzas que se necesitan para cortar el cordón”, manifiesta el Dr. Ortega.

Con respecto al nacimiento, el especialista explica que el bebé realiza básicamente dos movimientos. Por un lado flexiona su cuello, bajando su pera hasta que toque su esternón (esto permite que los diámetros de la cabeza se reduzcan). Y, por el otro, el bebé rota sobre sí mismo. Está en un eje vertical, paralelo a su madre, de manera que coincidan los puntos de flexión del niño con las curvas del canal de parto.

En cuanto a la episiotomía, el Dr. Ortega sostiene que es el corte en el periné que se realiza para acortar la longitud del canal de parto y el tiempo del período expulsivo. Debe realizarse sólo si es necesaria, evaluando la elasticidad del periné materno en el momento de la expulsión de la cabeza del bebé.

El doctor cuenta que, en general, así nace un bebé, y que luego se lo alcanzan a la mamá para que lo tenga en su pecho, ante la atenta mirada del neonatólogo que estará evaluando su estado de salud.

Tercera etapa: el alumbramiento

Una vez que nació, disminuye la intensidad de las contracciones. “Las funciones de las contracciones del alumbramiento son tres: transfusión de sangre al recién nacido, el desprendimiento, descenso y expulsión de la placenta, e impedir una hemorragia en el lugar donde se insertaba la placenta. Se calcula que la expulsión de la placenta se produce en los diez a treinta minutos posteriores al nacimiento, a veces con la ayuda del obstetra, luego de que cortó el cordón umbilical”, manifiesta el médico y explica que una vez que la placenta está afuera, revisará el canal del parto para asegurarse de que no hayan quedado restos en el interior.

“Después del parto, la mamá pasará a su habitación. Sólo en algunos casos, si lo requiere, se le suministrará algún analgésico. Quedará internada entre 36 y 48 horas. El alta obstétrica dependerá de que tenga la adecuada cantidad de pérdidas, así como los dolores o molestias acordes, pueda deambular y auto valerse”, indica el médico y agrega que también dependerá de cómo esté el bebé.

fuente: paratimama


Qué hacer cuando falla un plan de fertilización

Pese a que la técnica de fecundación in vitro es la más eficiente, no da 100% de seguridad de embarazo. Especialistas dijeron a Infobae.com que a menos que exista un problema uterino que no se pueda resolver, "cualquiera de las alternativas existentes terminan dando solución"

Valeria Chavez (Infobae.com)


Si todo fracaso es doloroso, cuando en él se juega la posibilidad de que dos personas que se aman se conviertan en padres la tristeza hasta puede jugar en contra del logro del objetivo.

Infobae.com consultó a especialistas en fertilidad para saber qué debe hacer una pareja cuando los tratamientos de fertilidad fallan.

El doctor Sergio Papier es médico especialista en Medicina Reproductiva y director médico de CEGyR y explicó que "lo primero que hay que saber es que la fecundación in vitro es el tratamiento más eficiente, pero no da 100% de seguridad de lograr el embarazo, de hecho las tasas rondan el 40%".

Según el profesional, el porcentaje de éxito obedece a que independientemente de que se formen embriones en el laboratorio y sean colocados en el útero. "El resultado final va a depender de la calidad de los embriones (de su configuración genética) y esto es inherente a la naturaleza humana, no al tratamiento", dijo Papier y remarcó que "el ser humano es muy eficiente en eliminar embriones que no están bien y en fecundación in vitro pasa lo mismo".

El hecho de que un intento fracase no significa que no se puedan manejar técnicas dentro del tratamiento para aumentar las chances en casos particulares. En ese sentido, el profesional contó que "cuando falla, la pareja quiere saber por qué y es difícil determinarlo porque hay muchas variables relacionadas con el resultado final" (y para que el tratamiento resulte en embarazo todas estas variables se tienen que dar positivamente).

Así es que Papier explicó: "Un embrión proviene de un óvulo y un espermatozoide y ante un embarazo no logrado vamos a informar a la pareja todo lo que se puede hacer para generar embriones más aptos y aumentar las chances".

Algunas alternativas
Hay cuestiones clínicas, como buscar variantes en estimulación de la ovulación para mejorar la calidad del óvulo.

"Es fundamental contar con mujeres jóvenes" (lo ideal es que sean menores de 38 años; después de 40 es más difícil), explicó Papier, al tiempo que destacó que "por el lado del laboratorio los resultados tienen que ver con la selección de los mejores embriones para transferir; se puede hacer hatching asistido (técnica que permite debilitar la zona pelúcida que rodea al embrión para mejorar implantación)".

Cuando habiendo realizado todas estas opciones el tratamiento falla, habrá que investigar qué problema existe en la capacidad uterina de la mujer. "Debemos ver si hay alguna lesión que no pudo detectarse con los métodos convencionales", subrayó Papier.

O bien pasar a investigar qué ocurre "por el lado del hombre". "Antes se creía que con una inyección de espermatozoides dentro del óvulo se solucionaba todo factor masculino, pero ahora se sabe que hay trastornos en el núcleo del ADN que aún haciendo eso no se logran buenos resultados", dijo el especialista y destacó que hoy es posible hacer tratamientos en el hombre "para mejorar la capacidad de sus espermatozoides u optimizar los resultados, así como existen diferentes métodos de selección de esperma para inyectar los más viables".

"Por último, si una mujer tiene edad avanzada, se obtiene mala calidad de embriones por mala calidad de sus óvulos, la paciente ya cuenta con tratamientos de fecundación in vitro fallidos, o se observa una mala respuesta a la estimulación ovárica, la donación de óvulos es otra alternativa", puntualizó el profesional, así como aclaró que "en hombres que tienen afectación en su calidad espermática que comprobadamente afecte la fecundación, la donación de semen también es una opción".

A modo de mensaje esperanzador especificó que "salvo que exista un problema uterino que no se pueda resolver, cualquiera de esas alternativas terminan dando una solución a las parejas" y finalizó: "Creo que la mayor limitación es la emocional en primer lugar, en segundo la económica y en tercero la médica".

El factor emocional es muchas veces determinante
Consultado acerca de cuál es la mejor manera de abordar a una pareja cuyo tratamiento falló, el licenciado Darío Fernández, especialista en Medicina Reproductiva del departamento de Psicología de CEGyR, distinguió distintas fallas: "En un primer tratamiento la pareja está segura que se va a embarazar, más allá de la información que hayan recibido".

Para el profesional, "ese fracaso duele muchísimo" y comentó que "después se ponen más cautos y un segundo tratamiento no lo enfrentan con tanta certeza y eso en un punto es más sano". "Esa postura a veces se contradice con el consejo de 'estar seguro' de que el embarazo se va a lograr dado por la gente que rodea a la pareja, pero desde el punto de vista psicológico es una actitud más protegida".

"Después, hay otro tipo de fracaso que son los que se experimentan tras varios intentos y que van definiendo otros caminos, como la adopción; son fracasos que ayudan a definir el pasaje de una manera de formar una familia a otra", especificó el profesional. En ese sentido, Papier recordó con una sonrisa la actitud de una paciente ante la espera del análisis que definiría si estaba embarazada o se abocarían a la adopción: "Cualquier resultado es 'positivo'", decía la mujer, quien ante la consulta del médico acerca de qué quería figurar con eso aseguraba que "tanto el positivo como el negativo la acercaban a su hijo".

En ese sentido, y acerca de cuál es la reacción más común de los futuros padres, Papier dijo que "la 'apropiada' es una gran tristeza que dura una semana o diez días; los primeros días son muy dolorosos".

Pese a que el profesional aseguró que "la reacción normal es unos días de tristeza fuerte, estar dos meses mal ya es una reacción patológica". "Ciertamente las personas con problemas reproductivos pasan por muchos momentos de tristeza", comentó Fernández, para quien "es más el tiempo emocional de recuperación que necesitan para encarar otro tratamiento que el que requiere el cuerpo, que en un mes está preparado para intentarlo nuevamente".

"A las parejas que no lo logran las ayudamos a pensar las otras opciones, como donación de óvulos, semen, adopción, así como a entender qué es ser padres y comprender que lo genético pasa a un segundo plano", contó Fernández.

Cómo aliviar el dolor después de un negativo
¿Qué hacer cuando los tratamientos de fertilidad fallan? Tal será el tema de un desayuno en el que especialistas médicos, biólogos y psicólogos abordarán la problemática de los fallidos tratamientos de fertilidad, la forma de sobrellevarlos, y alternativas de tratamientos futuros.

Será el sábado 18 de abril, a las 9, en Viamonte 1432, con entrada gratuita, previa inscripción (en el 4372-8289, de lunes a viernes, de 12 a 15, o por mail a biblioteca@cegyr.com).
Fuente: infobae

lunes, 4 de mayo de 2009

Por qué fracasan los matrimonios?

El médico clínico con especialización en psicoanálisis Graciano Perruccio dice que tiene que haber pactos que deben ir mutando en la medida que no satisfagan a la pareja. "Los problemas se solucionan solos si uno sabe serenarse", dice.

MAXIMILIANO PALOU
"La Nueva Provincia"

Antes de casarse, ¿le preguntó a su pareja qué iban a hacer con el dinero, si quería tener hijos, a qué colegio irían los chicos o cuál sería la frecuencia de los encuentros sexuales?
Son preguntas que molestan cuando los dos están pendientes de regalarse flores, de mirar un atardecer juntos o de no olvidar que hoy se cumplen tres meses desde el día en que se conocieron.
Pero hay que hacerlas.
El médico clínico con especialización en psicoanálisis Graciano Perruccio dice que en el matrimonio tiene que haber pactos que deben ir mutando en la medida que no satisfagan a la pareja.
Así lo expuso en la charla "¿Por qué fracasan los matrimonios?" brindada en nuestra ciudad con la organización del Movimiento Familiar Cristiano y que contó con la asistencia de unas 80 personas.
Perruccio dejó en claro que, además de los pactos, la serenidad y el perdón son claves en la pareja.
"Cuando existe una discusión hay que saber serenarse. No hay ningún apuro por solucionar el problema. Los problemas se solucionan solos si uno sabe serenarse", dice Perruccio.
Una estadística elaborada por la jueza de Córdoba, María Virginia Bertoldi de Fourcade, le da la razón porque de los 5.500 casos testeados de los cuales el 33% estaba divorciado sostenían que el 43% de las separaciones se debían a injurias graves.
"Es un problema común que cuando en la pareja no se comparte la visión sobre un tema se descalifique a la persona, en vez de cuestionar ese pensamiento específico. Y cuando se agravia a la persona se provoca un dolor irreversible", dice Perruccio.
Agrega que nos cuesta creer que somos vengativos, pero dentro de la pareja aparecen esas pequeñas venganzas que dañan.
"Una de las más típicas es la indiferencia. Cuando uno de los dos está enojado le corta el diálogo al otro".
Y es ahí donde debe aparecer el perdón que "es necesario en la pareja y que beneficia a los dos. El que está herido logra sacarse ese aguijón de la avispa que lo está molestando. Produce un alivio instantáneo".


Hablar de los temas difíciles.
Acerca de los pactos en los que hizo hincapié Perruccio, un estudio realizado en Gran Bretaña llegó a la conclusión de que las parejas se casan y son padres sin discutir antes aspectos elementales de su futuro en común.
"Las parejas son ciegas respecto de diferencias clave entre ellos. Y no sólo en los primeros y apasionados momentos del romance, sino hasta que esas diferencias se vuelven un problema real y tal vez insuperable", dice Terry Prendergast, director de Marriage Care, una institución británica de beneficencia que ofrece asesoramiento para parejas.
El consejero de pareja Joe Hannion dice que hay mucho temor de tratar lo que cada persona considera los malos hábitos de su compañero, como roncar, tener adicciones o conducta irritable.
"Tampoco piensan cómo hablarán sobre temas difíciles y el sexo. Las parejas son bastante ingenuas sobre sus expectativas y no admiten que su compatibilidad con el otro no es total. Pero para que un matrimonio tenga éxito es vital conocer las debilidades y los puntos fuertes desde el principio", agrega Hannion.
Según Perruccio, en los pactos hay que tener tolerancia. Si uno va a hacer una tarea el otro no debe exigir la perfección por más que uno sea perfeccionista.
"Y si esos pactos iniciales ya no nos sirven o no podemos mantenerlos hay que cambiarlos y hacer nuevos pactos que sirvan y que sean sostenibles".
Para el psicoanalista Pedro Horvat no hay nada más dinámico que una pareja.
"Lo importante es que con cada crisis se construyan nuevos pactos".
Y Perruccio cierra: "la adaptación no es aguantar. Es necesario entender que vamos cambiando con el tiempo y que después de años de matrimonio no somos los mismos. Por eso vuelvo a decir que los pactos iniciales pueden ser mutados, reconvertidos de acuerdo a las necesidades que vamos teniendo con el paso del tiempo. Además ya nos conocemos y sabemos qué pactos va a poder cumplir nuestra pareja y cuáles no y hacerlos de acuerdo a esas limitaciones para que no se agoten en poco tiempo".


Sexo desparejo. Perruccio dice que el sexo es uno de los temas que la pareja a veces no se anima a hablar y que es necesario hacerlo cuando hay alguna insatisfacción, ya que además es una de las principales causas de infidelidad.
"La mayoría de las parejas es despareja en este tema, pero en realidad es porque no se preguntan para qué sirve el sexo. Sería importante que cada uno se conteste esto: ¿Para qué sirve la sexualidad?".
Fuente: la nueva provincia