miércoles, 20 de agosto de 2008

Como nunca, las mujeres de EE.UU. eligen no tener hijos

Rubia, bonita y simpática, Carolyn jamás tomó la decisión de mantenerse soltera, mucho menos la de no tener chicos. Se dio sola, a medida que avanzaba en su trabajo y concentraba sus energías en sus objetivos laborales. Hasta que, también por decantación, se encontró con la realidad de que concebir un hijo ya no era una opción.
Carolyn encarna la avanzada de una tendencia que se acentuó entre las norteamericanas que hoy tienen entre 40 y 44 años. El 20% de ellas no tiene hijos, un porcentaje que duplica el de los 70, según el reporte "Fertilidad de la mujer estadounidense", de la Oficina Federal de Censos.
El informe reafirma, también, que las mujeres que sí tienen hijos cada vez tienen menos, una realidad palpable en la vida cotidiana norteamericana. Así es como la estadística refleja que si las mujeres de esa franja etaria tenían 3,1 hijos en promedio en 1976, ahora la media se redujo a 1,9.
"Muchas mujeres no están teniendo hijos", resumió la investigadora de la Oficina de Censos a cargo del informe, Jane Lawler Dye. "Digamos que se daba por descontado que había una fase en la vida en la que tenías chicos, y hay muchas mujeres para las que ahora no es así."
La merma es más pronunciada en las mujeres blancas, no así entre las latinas de primera o segunda generación. Eso explica por qué se espera que los latinos dupliquen su presencia en la sociedad estadounidense durante las próximas tres décadas.
"La población hispana está creciendo", verificó la investigadora. "La población negra se está manteniendo más o menos en el mismo nivel, y las poblaciones blanca y asiática están decreciendo. No se están renovando, así que la población general [del país] aumenta en su diversidad", señaló.
Para cuando arribaron a los 40, las latinas han dado a luz 2,3 chicos en promedio, aun cuando la cantidad de hijos disminuye a medida que echan raíces en Estados Unidos. En efecto, el informe refleja que cuanto más generaciones llevan en este país, las mujeres de origen hispano tienden a asimilarse al decreciente promedio general de natalidad.
El estudio también alimenta la polémica sobre la correlación entre trabajo, estudios avanzados y descenso de natalidad. De hecho, las mujeres con títulos universitarios avanzados tienden a esquivar más (27%) la maternidad que aquellas que no pasaron por la universidad o sólo completaron sus estudios secundarios (18%).
Para horror de los sectores más tradicionales de la sociedad norteamericana, los datos distan de concluir allí. También muestran que de aquellas mujeres que dieron a luz en 2006, año en que se llevó a cabo el estudio, el 36% estaba separada, divorciada, era soltera o viuda, mientras que otro 5% vivía en concubinato.
De esas mujeres que tuvieron bebes en 2006, el informe también refleja que el 57% trabajaba y que la zona del país con índices más elevados de natalidad es el Medio Oeste -como Utah, Idaho y Nebraska-, quizás en respuesta a los mejores planes de cobertura médica y sistemas de guarderías allí disponibles.
Para Carl Haub, demógrafo del centro de estudios privado Oficina de Referencia sobre la Población (PRB, por sus siglas en inglés), la conclusión del reporte es que "hay una cantidad significativa de mujeres en Estados Unidos que optaría por su carrera sobre tener un bebe, esté casada o no".
Más cauta, la jefa del Departamento de Sociología de la Universidad de Maryland, Suzanne Bianchi, cree que "claramente las mujeres tienen opciones contrarias para destinar su tiempo, con el mercado laboral por un lado y retrasar su matrimonio, por el otro."