sábado, 30 de abril de 2011

Madres de todas maneras

Maternidades diferentes. Los avances científicos y los cambios socioculturales han permitido superar límites de edad, ausencia de pareja y hasta falta de óvulos: criopreservación, bancos de esperma y ovodonación. Cinco mujeres cuentan en primera persona cómo han logrado, o quieren lograr, cumplir el mayor sueño de sus vidas: ser mamás.
Marta. Verónica. Florencia. María. Mirta. Tienen entre 37 y 62 años. Para ellas, el deseo de ser madres tuvo el ritmo de una larga guerra: batallas perdidas, batallas ganadas, cambios de estrategias, repliegue, avances. Todas tuvieron un desolador momento de derrota íntima. Todas, ahora, tienen la felicidad de no haber bajado los brazos cuando los diagnósticos médicos o los consejos cercanos les indicaban darse por vencidas. Los avances de las técnicas reproductivas, los profundos cambios en la vida (y en la mentalidad) de las mujeres, la aceptación gradual y creciente de nuevos tipos de familia dieron su cuota de aliento en cada búsqueda. Cinco historias de vida.

UNA BATALLA CONTRA EL TIEMPO. “No vale la pena pasar por tanto desgaste físico y emocional. ¿Por qué no invertís la plata y la salud en otra cosa? Quedate sin hijos y disfrutá de la vida”. Durante los 17 años en los que se dedicó a buscar un hijo, Marta D’Agostino (62) escuchó esta y muchas frases más de personas de su entorno para quienes su insistencia no tenía ningún sentido. Pero tanto ella como Roberto, su marido, estaban convencidos desde que se casaron, hace casi 30 años, de que lucharían por su sueño. Marta y Roberto recorrieron cuantas clínicas, hospitales y especialistas les recomendaron e hicieron decenas de tratamientos de todo tipo. “Eran dos batallas: una contra mi reloj biológico y otra contra la economía. Durante años, dedicamos un sueldo a vivir y otro a los tratamientos”. Marta perdió la cuenta de cuántos tratamientos hizo y de los centenares de inyecciones que recibió en todos esos años. El problema era que nadie podía terminar de detectar cuál era el impedimento para lograr el embarazo. “Nos íbamos a dormir llorando y nos levantábamos dispuestos a seguir. Así llegué a los 45, cuando empecé con una menopausia precoz. Era lo único que me faltaba como para que se me terminaran todas las esperanzas”. Justo cuando su carrera contra el tiempo parecía perdida, llegaron por recomendación a Ester Polak, especialista en medicina reproductiva y presidenta del CER (Centro Especializado en Reproducción). Ella les propuso intentar con un ICSI, que a principios de la década del ‘90 todavía era una técnica nueva. “Hicimos seis ICSI en total. Pero para el último yo ya no tenía óvulos así que recurrimos a unos que me habían sacado en uno de los intentos anteriores y que habían sido congelados. Se descongelaron diez, pero sólo sobrevivieron tres, de los cuales me transfirieron dos. En la cuarta semana, uno desapareció. Quedó Fede”, cuenta Marta con Federico (11) a su lado, que fue uno de los tres primeros bebés nacidos en el mundo a partir de óvulos criopreservados. El caso, explica Polak, fue el puntapié para que CER creara el primer banco de óvulos congelados de Sudamérica. “Sé que hay muchas mujeres pasando por lo que yo pasé. Por eso les quiero decir que no dejen de intentarlo. Hoy la ciencia ha avanzado mucho así que si yo pude a los 50 años en 1997, hoy no hay límites. La maternidad fue soñada como la imaginaba. Sólo el nacimiento compensó 17 años de espera”.

MADRE SOLA POR ELECCION. “Tenés una menopausia precoz. Nunca vas a poder tener hijos”, le dijo un ginecólogo sin preámbulos. Florencia (37) acababa de cumplir 32 años. Se había casado a los 23, pero recién a los 29 decidió buscar un bebé porque, tanto ella como su marido se sentían todavía muy jóvenes para ser padres. “En el primer mes que buscamos, quedé. Estaba feliz. Pero a las 10 semanas lo perdí. Fue un cachetazo a toda mi vida. Yo soñaba con ser madre. Es más, quería muchos hijos, mellizos, todo”, recuerda Florencia. De inmediato empezó a hacerse estudios para ver si podía volver a intentar un embarazo, pero su pareja entró en crisis y a los pocos meses se separó. “Entré en un pozo de estrés, adelgacé un montón y tuve una revolución hormonal que me generó una menopausia precoz –recuerda–. Cuando escuché que nunca iba a poder tener hijos sentí que me pasaba un tren por encima”. Pero lejos de quedarse llorando, dos semanas después Florencia decidió ir a ver a un especialista. Así llegó a Halitus, donde definieron un diagnóstico preocupante: “Tenés una disfunción ovárica. Puede que sigas ovulando intermitentemente hasta los 50, o puede que mañana tengas tu última ovulación y nunca más”. La noticia puso su vida en una cuenta regresiva: “De repente, sentí que se me acababa el tiempo. Mi primera intención fue congelar óvulos para cuando decidiera ser madre, pero en ese momento las posibilidades de que los óvulos sobrevivieran congelados era difícil. Entonces me recomendaron congelar embriones para lo cual, sin hombre a la vista, tenía que recurrir a un banco de esperma. Llegado ese punto, yo me pregunté: ¿Por qué esperar a mañana si puedo ser madre hoy? Estuve 7 años casada y no tuve hijos. No voy a esperar a un hombre para ser mamá. Y lo hice”. Como no tenía un referente masculino, solicitó un esperma con sus mismas características físicas, pelo claro y ojos claros, aunque su única preocupación real era que sea de alguien sano. Luego de dos tratamientos de fertilización fallidos, en el tercero, por fin, a los 36, quedó embarazada.

Mateo ya tiene 9 meses. En este tiempo, Florencia dice que jamás sintió que le hiciera falta tener un hombre al lado y que no cree que la ausencia de un padre vaya a ser un problema para su hijo, al que piensa contarle la verdad de su historia guiada por un profesional que le diga cómo decirlo a medida que vaya creciendo: “Yo sé que la familia tipo es mamá, papá e hijo, pero ese es un ideal que pocas veces funciona en la realidad. ¿Cuántos casos hay en los que los hombres desaparecen del mapa? ¿Eso quiere decir que ese hijo no va a poder ser feliz nunca? No estoy de acuerdo. No creo que Mateo vaya a ser más o menos feliz por tener o no tener un padre”.

Fascinada con la maternidad, hoy Florencia dice que no le interesa involucrarse en una relación, aunque no cierra las puertas a que eso pueda sucederle. “Si me lo preguntás hoy, yo te diría que es obvio que soñaba con la familia ideal, pero más soñaba con ser madre. Y ese deseo es irrefrenable. No te importan los prejuicios ni el que dirán. Creo que no importa la manera en que lo hagamos, estamos trayendo vida nueva al mundo”.

DESAFIO A LA GENETICA. La bautizó Victoria y, aunque casi todos a sus alrededor le digan Vicky, ella prefiere llamarla por el nombre completo. “Porque esto para nosotros fue una gran victoria: de la mano de la ciencia pudimos ganarle la batalla a la genética”, dice Mirta Pacheco (40) con una gran sonrisa y su beba de 5 meses en brazos. La primera nacida en el país a partir de óvulos donados vitrificados. La batalla había comenzado hace 22 años cuando dio a luz a Julio, su primer hijo, que nació con síndrome de Down. “Tuve la suerte de encontrar un médico que vio más allá y quiso saber por qué con sólo 17 años había tenido un hijo Down. Y entonces descubrió que soy portadora de la trisomía XXY”. El diagnóstico fue terminante: “Tenés sólo un 25 % de probabilidades de tener hijos sanos”. Recién casados y ambos muy jóvenes, los Ramírez vieron frustrado su sueño de tener varios hijos y años después, como el deseo seguía presente, iniciaron los trámites para adoptar. Otra vez una respuesta terminante: “No reúnen los requisitos económicos”.

Decepcionados, concentraron su amor y energía en el cuidado de Julio. Pero cuando menos lo esperaban, en una cita con una médica del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, donde Julio se atiende desde que nació, Mirta supo de la ovodonación. Así llegaron a Halitus, con la esperanza de que la ciencia les diera lo que la naturaleza parecía negarles. “Primero hicimos un tratamiento para extraer mis óvulos y estudiarlos. Pero estaban todos afectados. Y después hicimos dos intentos por ovodonación pero ninguno funcionó. Quedamos completamente frustrados. Además, en ese momento, se enfermó Julio y pensé que debía dedicarme a él”. Pero entonces recibió un llamado de Halitus para probar otra fertilización, esta vez con una nueva técnica que estaban implementando con óvulos vitrificados. “No siento que esta hija sea diferente de Julio. La tuve en mi panza nueve meses y me siento su mamá en todo sentido. ¿Te digo la verdad? Sólo me importaba que fuera hija de él”, sonríe Mirta mientras mira a Victoria en manos de Fernando. “Yo estoy agradecida a los médicos pero también a las mujeres que donan óvulos porque creo que es como donar órganos, es dar esperanzas a otras personas que los necesitan, es dar vida”.

“Soy su mamá aunque no tengan mis genes”. Verónica Sandoval (43) mira su panza de 4 meses de embarazo embelesada, y no puede evitar emocionarse cuando recuerda cada una de las peripecias que vivió en estos 11 años que pasaron desde que se casó y empezó a soñar con formar una familia. “Yo creía que, como cualquier mujer, era sólo cuestión de dejar de cuidarme para quedar embarazada”. Pero las cosas no resultaron tan simples para ella. Tras varios meses sin novedades empezó una larga peregrinación por consultorios y especialistas que repetían lo mismo: “Vos no tenés ningún problema. No sé por qué no quedás embarazada. Tené paciencia que ya vas a quedar”. Su vida entró en una especie de ciclo que empezaba con gran ilusión luego de cada nueva visita médica y terminaba en frustración absoluta al cabo de los meses. “Yo veía que los años iban pasando y todos tenían hijos, menos yo. Empezás a pensar que si no pudiste a los 30 menos vas a poder a los 40. Mientras buscás, no podés seguir con tu vida normal. Entonces, llega un momento en que decís basta. Pero el deseo no se va y después volvés a buscar… Así estuvimos 10 años”. Cuando ya había perdido la cuenta de los médicos visitados, una amiga le recomendó ir a ver a un especialista del Hospital Británico, que la derivó a CIMER. Con 42 años y una premenopausia, el futuro se vislumbraba negro para Verónica. “Para mí fue como un milagro escuchar que existía algo que se llama ovodonación y que, gracias a eso, mis posibilidades de cumplir el deseo de ser madre no estaban acabadas”. El 11 de junio pasado se extrajeron los óvulos a la donante y el esperma a Carlos, el marido de Verónica. Dos días más tarde, se implantaron tres embriones en su útero. “Quería un bebé y voy a tener dos ¿qué más puedo pedir?”, anuncia con lágrimas en los ojos.

CON LA AYUDA DE UN AMIGO. Un novio formal desde la adolescencia hasta los veintipico. Después, hacer la carrera y luego, vivir sola. En el medio, algunas relaciones más o menos estables pero sin proyectos a futuro. A los 32, un gran amor que le hizo querer ser madre, un deseo que si bien siempre había estado latente, hasta ese momento nunca había aparecido como un plan inmediato. “Pero él era bastante más grande que yo, ya tenía sus hijos y no quería volver a ser padre. Me lo había dicho desde el comienzo pero yo creía que en el futuro su postura iba a cambiar”, relata María, una socióloga rosarina de 44 años. Pero la postura de su pareja no sólo no cambió sino que, además, le detectaron un problema orgánico que le impedía ser padre de todas maneras. Ya cerca de los 40 y con el deseo de ser madre a flor de piel, María empezó a hacerse estudios para ver si su cuerpo estaba en condiciones de tener un embarazo. Además, se puso a investigar sobre los bancos de esperma. Incluso llegó a conversarlo con él, pero la ruptura de la pareja se precipitó antes de que ellos pudieran tomar una decisión al respecto. “Fue justo después de separarme cuando me reencontré con un ex novio, más amigo que pareja, con el que había salido un tiempo como a los 26 años. Si bien nunca habíamos tenido nada serio, nos habíamos llevado muy bien y nos queríamos mucho”. En uno de esos primeros encuentros, ella le contó sobre sus ganas de ser madre, su ex pareja que no podía y los bancos de esperma. “Yo no quiero volver a ser padre en la manera habitual, pero la verdad es que antes de que vayas a un banco de esperma prefiero donarte el mío”, le ofreció. María se quedó helada en el momento pero enseguida reaccionó: “Me puse contentísima: entre buscar un donante anónimo o tener un hijo con un tipo que me gusta y que conozco desde hace 20 años, no había duda”. Sin nada que pensar y salvada de los tratamientos de fertilidad, fue a su ginecóloga y le pidió que siguiera su ovulación para saber en qué días y horarios debía tener relaciones. Como si fuera una fórmula, en el primer intento quedó embarazada. Pero a las seis semanas lo perdió. Y ahora, una vez que confirmó que no hay ningún problema, lo está intentando otra vez. “Tengo muchas expectativas porque ya siento que son los últimos cartuchos”, dice María, aunque asegura que no está desesperada. “Yo tengo una vida que me encanta, así que no busco un hijo para llenar ningún hueco. Al contrario, tengo que reorganizar mi vida para tenerlo. Pero creo que vale la pena porque quiero tener hijos desde que a los 5 años jugaba a las muñecas. Y si bien siempre creí que sería con una pareja, acepté que no va a ser así. No estamos enamorados, pero nos queremos mucho y confío en él como persona. Decidí que voy a dejar que las cosas vayan fluyendo. No necesito un padre tradicional al lado. Siempre sentí que, si bien es mucho mejor compartir la decisión con una pareja, en el fondo la maternidad es una decisión femenina”.

Para Ti. Textos Paula Bistagnino Fotos Consuelo Opizzi

Máxima seducción

Cómo optimizar el poder de la conquista. Las que están solas, las que tienen novio y aquellas que llevan una relación de larga data: para todas ellas –y los hombres, también– la psicóloga chilena Pilar Sordo ofrece una serie de consejos prácticos para reforzar el poder de seducción y fortalecer así el vínculo amoroso. La tarea empieza por nosotras mismas.
Mayo. Tarea para agendar: “hacete un regalo a vos misma al menos una vez a la semana”. Así, la psicóloga chilena Pilar Sordo (45) invita a reflexionar y transformar la manera de seducir y el modo de relacionarse con el propio cuerpo en el libro que acaba de presentar en Buenos Aires, Lecciones de seducción (Ed. Norma), el cuarto entre las publicaciones de esta especialista en relaciones de pareja y diferencias entre hombres y mujeres. Porque Sordo atesora en su vida tantos amores como decepciones y frustraciones, sinsabores que la autora de Viva la diferencia y No quiero crecer (ambos convertidos en bestseller), supo volver a su favor. “Los dolores fuertes de alguna manera te hacen perder el temor, y la vida es en parte una pelea permanente con los miedos”, concede. Estuvo casada durante 11 años con el padre de sus dos hijos, Cristian (19) y Nicole (17); después vivió una “relación tóxica” –como ella la define– “con un hombre que quise rehabilitar y con el que aprendí las cosas más horrorosas de la existencia humana” y luego, después de un “silencio de un par de años”, se encontró con “el gran amor de su vida”: Oscar –de quien enviudó en 2009, tras un cáncer de páncreas–, el hombre al que evoca en esta charla con Para Ti, en el Hotel Emperador. Lo nombra cuando asegura que está sin pareja “porque no se siente sola”, al repetir que “lo extraña”, o cuando piensa en los 25 kilos que perdió en estos dos años de viudez. “A Oscar lo conocí estando mucho más gorda, a los dos nos gustaba comer: nos quedábamos toda la noche charlando con una copa de vino de por medio. Yo adelgacé por la pena, pero después me gustó verme más delgada y sentirme más liviana. Así que me mantuve”.

Entonces, ¿quiere decir que cinturas más estrechas y lolas voluminosas no son garantía de más candidatos? Definitivamente, no. La seducción poco tiene que ver con la concepción mediática que se fue instalando. Si así fuera, todo aquel que no es perfecto, o sea el 99% de la humanidad, quedaría fuera del juego. Además, el cuerpo de cada una tiene una historia que hay que aceptar. Cuando la mujer se hace una cirugía facial, por ejemplo, está borrando parte de su pasado. Las arrugas son huellas del alma, tienen que ver con el modo en el que caminaste, con las emociones que privilegiaste en tu vida. Asesinar toda esa historia con botox es terrible. No digo que no hay que hacerlo, pero sí creo que antes habría que preguntarse: ¿para qué? Lo interesante es mirarse al espejo y poder cambiar lo que se puede y lo que no, aceptarlo tal cual es. En esta visita a Buenos Aires me sorprendió mucho la obsesión de las argentinas por la estética, hay una exigencia muy fuerte al respecto y es exclusivamente femenina: ¡al hombre no le importa!

¿Y qué cuestiones sí le preocupan a los hombres? Ayudanos a encontrar la respuesta al gran interrogante: ¿por qué se dan tantos desencuentros entre hombres y mujeres? El hombre necesita volver a desabrochar un corpiño, quiere sentir que le cuesta trabajo conquistar a una mujer. Ellos se enamoran de una mujer cuando les fue difícil conseguirla, y no cuando en pos de la autonomía o de una supuesta modernidad ella se acostó con él la primera noche. En los últimos años, el hombre maduró mucho emocionalmente y eso tenemos que reconocerlo: aprendió a decir lo que siente, a cocinar, a contar cuentos y a cambiar pañales. En cambio la mujer, aunque supo reivindicar su propio placer –algo súper positivo–, se masculinizó mucho.

Conversando con mujeres de todas partes del mundo, ¿en qué lugar estamos las argentinas? Creo que la gran deuda que tienen hoy ustedes es volver a recuperar la ternura y la dulzura. Lo peor es que la mujer argentina perdió al hombre arrabalero y ahora lo quiere recuperar. Las mujeres tenemos que entender que nuestro espacio ya está conquistado, porque hubo 400 feministas que lo pelearon antes que nosotras. Ahora el tema es otro. Hoy no debería ser un tema quién paga la cuenta en una cena: me parece una estupidez ese planteo. Hoy invita él y mañana puedo invitar yo. Creéme que si me mandan flores, me regalan chocolates o me invitan una cena, no siento que se altere en nada mi capacidad de liderazgo.

Sí, hay una suerte de contradicción constante en la búsqueda femenina… Exactamente. El otro día, hablando con mujeres de treinta años, se planteó el siguiente dilema: por un lado, ellas decían que no necesitaban a los hombres, que estaban bárbaras así; pero por el otro, después de acostarse con alguien se ponían mal si él no las llamaba por teléfono al día siguiente. Todas –absolutamente todas– después de acostarse con el tipo esperaban que les mandara un mensaje de texto para decirles “anoche estuviste divina”. Y en esa misma conversación, otras tres mujeres que participaban de la charla no se animaban a reconocer que les gustaba tejer, por miedo a ser tomadas por la clase de mujer a la que le sobra el tiempo. Se instaló una especie de guerra entre todas ellas por ver quien era más autónoma e independiente.

¿Y cómo se traduce esta batalla en materia de seducción? Los estamos avasallando y ellos terminan sintiendo que no tienen nada que aportar en el espacio de seducción.

Entonces, ¿tendríamos que dejar que ellos den el primer paso? El primer beso puede ser una aproximación mutua, pero lo mejor es que sea el hombre el que tome la iniciativa porque para la mujer es más halagador. A nosotras nos suele pasar que cuando conquistamos, siempre nos queda la sensación o la inquietud de qué hubiera pasado si no hubiéramos actuado. En definitiva, necesitamos comprobar si él nos encuentra atractiva, y para eso hay que dejarlo que se mueva un poco.

Supongo que la ansiedad no es buena aliada a la hora de formar pareja, porque siempre se termina notando… Y sí, andar con el vestido de novia en la cartera no ayuda (se ríe). Esto es algo que pasa mucho, pero obviamente nadie lo comenta porque se toma como un signo de dependencia.

Cuando hablás de lecciones de seducción, ¿te referís a una lista de ítems para seguir? No, porque justamente nos quitaría espontaneidad. Nunca se seduce desde algo prefabricado. Precisamente, la gracia es no ser consciente de con qué seducís al otro. Cuando tratás de seguir algún estereotipo –hacerte la atractiva, la canchera, la ejecutiva o la independiente–, lo único que lográs es convertirte en una caricatura de vos misma. La mujer seduce desde el sentido del humor, porque se la ve disfrutando de su profesión, o porque se preocupa por verse bonita. Que le guste o no al otro es algo que ocurre después.

¿Por eso en tu libro hacés el llamado a revisar el cajón de la ropa interior? Claro. Porque la mujer latinoamericana tiene la tendencia a arreglarse para el otro; se preocupa cuando va a seducir, pero después parece que le da lo mismo qué bombacha se va a poner, si está rota o gastada. Es igual que la decisión de no depilarse en invierno. Hoy se cree que se seduce desde lo grotesco y lo evidente, cuando en realidad la seducción tiene mucho más que ver con el misterio, con algo que invita a ser descubierto. Tiene que ver con el autocuidado y el enriquecimiento del mundo interior, antes que con la apariencia.

En parejas de larga data, mantener la pasión y el deseo constante no es una tarea fácil. Muchas mujeres casadas aseguran incluso que tienen relaciones sexuales con sus maridos sólo por cumplir… En esos casos, la mujer tiene que trabajar para reencontrarse con su feminidad y, por el otro lado, la pareja tiene que intentar recuperar sus espacios. Es mentira que no tenemos tiempo, sólo es necesario complicarse un poco la vida cotidiana: sentarse a tomar un vino, apagar la tele y conversar mucho, porque la charla con la pareja es lo que hace que la relación evolucione. También hace falta recuperar la paciencia. Hoy hay una tendencia a creer que las crisis tienen que pasar rápido, y si la pareja no funciona decir chau enseguida o “la relación no va más, porque la verdad es que no la estoy pasando bien”. ¿Cómo se puede construir una relación así?

Recién hablábamos de las diferencias entre hombres y mujeres, ¿cuál crées que es la más evidente a la hora de construir un vínculo? Las mujeres siempre establecemos relaciones pensando que el hombre va a cambiar, mientras que ellos hacen justamente lo contrario. Cuando un hombre se enamora de una mujer, la acepta tal como es, con sus virtudes y defectos, y espera que no cambie. Nosotras, en cambio, imaginamos que un hombre parco se va a convertir en uno más dulce. ¿Y qué pasa después? Cuando la mujer empieza a cambiar aparece el enfrentamiento de expectativas, la crisis y a veces sobreviene la ruptura.

El hombre podría aceptar nuestra transformación permanente… Lo hace. Nosotras cambiamos cuatro veces en un mes y eso es lo que le da plasticidad a la relación y es maravilloso. El problema es cuando el cambio vira hacia la igualación. Lo que le aburre al hombre es encontrarse con un ser igual a él. El otro día, en uno de los talleres, un adolescente me comentaba “cuando estoy con una chica siento que estoy con alguien igual a mí pero con lolas, toma y fuma como yo. Para eso salgo con mis amigos: es más divertido”. Cuando el hombre establece un espacio de conquista, necesita de la diferencia, del plus que le da lo distinto. Y nosotras deberíamos aprender a valorar estas diferencias en vez de negarlas.

SEXIES TIPS

En su libro Lecciones de seducción (Editorial Norma), Pilar Sordo establece algunos consejos prácticos siguiendo los doce meses del año, que en definitiva se convierten en etapas o fases de un descubrimiento personal. Aquí te adelantamos algunos de ellos:

Hacete alguna de estas preguntas: ¿cómo soy en relación a la seducción? ¿Qué elementos de mi historia familiar, de mi adolescencia o pareja influyen en la autoseducción o en la manera de conquistar al otro?

Mirá hacia atrás y aplaudite por los avances que has tenido en el tema de la conquista. Si sentís que hay algo que te tiene angustiada o un dolor enquistado, escribilo, soltalo hacia fuera, comentalo con una amiga o conversalo con tu pareja.

Las mujeres a veces vivimos polarizadas entre “la mujer mala” y la “buena”, ambas generalmente generadas en la adolescencia y validadas desde el machismo. La segunda es la responsable, con pocas parejas, hijos a corto plazo, excelente ama de casa, aquella que cuida su cuerpo, ordenada, armónica, sutil, ingenua y muy profesional. La “mala”, en cambio, es liviana respecto a su conducta sexual, con muchos lazos afectivos pero poco profundos. Muy osada en términos de seducción, desde el punto de vista corporal. Probablemente utilice medias con ligas y lencería sensual y hasta se anime a bailar y a disfrazarse en la intimidad. El gran desafío de la mujer de hoy es poder integrar a ambas mujeres, y por eso es importante reflexionar al respecto. ¿Estamos desdobladas? ¿Dónde están nuestros frenos? Evaluá qué elementos te facilitan o dificultan la integración.

Mirate al espejo detenidamente. Es importante no tener una mirada lapidaria como usualmente ocurre: no te mires desde la falta o la carencia, sino desde la aceptación. Liberá tu mente de prejuicios, escuchate y anotá todo lo que se te ocurre respecto a lo que ves. Aceptá lo que no podés cambiar e intentá establecer estrategias para lo que sí es modificable, dentro de tus posibilidades. Establecé un plan de trabajo para cambiar lo que querés cambiar.

Revisá el placard: es una estupenda radiografía de tu estado actual. Es una foto que permite ver si estamos ordenadas internamente, equilibradas y en sintonía con el momento actual que estamos atravesando. Hay que animarse a eliminar todo lo que energéticamente te hace mal, colores o modelos que por un motivo no usas más, o esa ropa que preferís no ponerte porque te hace acordar de alguien.

Analizá tu ropa interior y preguntate: ¿cómo es? ¿refleja tu capacidad de seducir? ¿comprás ropa interior por gusto o solamente porque alguien la va a apreciar? ¿qué dicen de vos estas prendas? ¿qué información le entregás al otro si te ve con ellas? ¿esta ropa demuestra preocupación y cariño por vos misma?

Mantener la seducción en la pareja requiere de fuerza de voluntad. No viene sola, es una decisión. Sentarse en el living con tiempo y posibilitar conversaciones interesantes, hacerse regalos, usar perfumes y ropa interior seductora, es parte de todo esto.

Animate a jugar para sacar a la chica que llevás dentro. La invitación es a moverse y descubrir la cantidad enorme de facetas y rostros que tenemos todos los seres humanos. Intentá descubrir en pareja cuán capaces de seducir son cuando juegan.

Explorá individualmente fantasías no resueltas para analizar su contenido emocional.

Resolvé los conflictos donde se generan: si son en la cocina, allí deberán cuestionarse. Si son de dinero, en el living. Se trata de no trasladar los problemas al espacio íntimo de seducción.

Ejecutá con voluntad tu propio plan de seducción.

Regalate, al menos una vez a la semana, una cosa que te guste, algo material o tiempo para disfrutar de una actividad que disfrutes, o pasá tiempo con la gente que querés. La seducción es un camino que empieza por nosotras mismas.



Textos: Mara Derni. Fotos: Claudia Martínez/ Maia Croizet.

jueves, 7 de abril de 2011

Cupido online

Buscar pareja por Internet. Cada vez hay más usuarios de sitios de citas online y las cifras indican que lejos de tratarse de un fenómeno novedoso, las relaciones virtuales son hoy una realidad extendida para todos aquellos que no tienen tiempo o ganas de salir “de pesca”. ¿Qué buscan ellas y qué quieren ellos? Las fórmulas para el amor en tiempos digitales.
Ajá! Con que ésas tenemos: estás buscando al hombre de tus sueños por Internet. Alguien te dijo que existe y que vas a encontrarlo (tal como la tarotista de la última película de Woody Allen) y ahí vas, emocionada y en pijama, a medianoche, dispuesta a ponerte en contacto con un desconocido vía chat. Mmm… veamos. Sí, en efecto, él tiene una foto cargada en su perfil de usuario del sitio de citas online al que te suscribiste. ¡Y no está nada mal! Por el contrario, podría decirse que se parece bastante al hombre de tus sueños. ¿Será verdad? ¿Tendrá Photoshop? ¿Habrá “robado” la foto de un fotolog noruego? Difícil chequearlo de movida. En cuanto a sus datos, dice que tiene 37 años, es médico, le gusta el jazz, leer y ver películas–en particular dramáticas–, está buscando una relación seria, es soltero y no tiene hijos. Como si fuera poco, no tiene faltas de ortografía y conoce la correcta utilización del combo sujeto- predicado. Demasiado perfecto para ser real, ¿eh? ¡Dentro de su computadora debe haber gato electrónico encerrado!

Del mismo modo, día a día, millones de personas se ponen en marcha en la búsqueda de relaciones a través de Internet. No sin un cúmulo de dudas, claro, pero en definitiva dispuestas a darse una oportunidad más para encontrar citas, parejas o aventuras, más allá de las que se supone que ofrece la vida social a través de los encuentros cara a cara en fiestas, salidas nocturnas y en el mismísimo ámbito laboral. Es un hecho que en el mundo real, aunque alguien tenga la mejor predisposición para enamorarse, no siempre logra dar con la persona indicada, o bien no tiene tiempo para salir, o siente que las opciones se le agotaron. Es entonces que la vida virtual aparece con todos sus internautas a cuestas (en 2010 se calculaba la existencia de más de 6.845.609.960 de usuarios en el mundo y 26.614.813 sólo en Argentina, es decir el 64.4% de la población), con la promesa de tenerlos a todos al alcance de un clic de Mouse. ¿Nos estarán vendiendo gygabytes de colores?

LA PANTALLA DEL AMOR. La Universidad de Oxford realizó una encuesta a más de 25 mil personas de 17 países y publicó un estudio en el que revela que el 34% de los entrevistados probó buscar pareja online, la mayoría lo hizo a través de sitios específicos de citas y el 30% logró formar una relación estable. Se trata de páginas que disponen de un servicio de búsqueda por sexo, edad, intereses y demás señas particulares, con el fin de acotar al máximo la difícil tarea de dar, si no con un “alma gemela”, al menos con un ser humano de carne y hueso que resulte más o menos interesante. Claudio Gandelman es brasileño, licenciado en Economía y tiene 40 años. Pero no busca pareja: está casado, tiene dos hijos y es justamente CEO de Match.com para Latinoamérica, una de las compañías más visitadas por solos y solas, que nació hace 15 años en Estados Unidos. “En la Argentina tenemos 4 millones de usuarios y cada mes ingresan 50 mil nuevos. Hay un cambio muy grande en la forma de relacionarse. Se trabaja mucho, especialmente las mujeres, y no hay tiempo para salir a conocer gente, todos están cansados. Entonces Internet se ha transformado en una herramienta fundamental, porque permite conocer a alguien en cualquier momento. Lo bueno es que se puede ver la foto de la persona, cómo escribe, cómo es su vida, qué le interesa. Desde ese punto de vista se crean contactos mucho más profundos que los que podrían surgir una noche en un bar, por ejemplo”, señala Gandelman. Sebastián Gorin, Brand Manager de Zonacitas.com, otro de los espacios de conquista virtual más populares de la red, indica: “Hay muchas razones por las cuales los solteros deciden recurrir cada vez más a Internet a la hora de encontrar pareja o amistades, como la comodidad y facilidad para encontrar miles de personas nuevas en un lugar, o la falta de tiempo para conocer gente a través de los medios tradicionales. Incluso resulta más económico y seguro que otros métodos cuando se quiere conocer gente nueva, y ofrece un abanico muy amplio de personalidades y perfiles en un único lugar”. Los sitios de citas son fácil de usar, pero nada es gratis en la vida amorosa: suscribirse cuesta entre $ 75 y $ 80 por mes, dependiendo de cada empresa. Si se contrata un plan de flirteo de 3 o –mejor aún– de 6 meses, los gastos se pueden reducir hasta un 47%. Para utilizarlos hay que registrarse y crear un perfil, y luego comenzar a buscar perfiles de hombres o mujeres, ya sea filtrando por edad, hobbies o gustos, entre otras opciones (también se puede consignar color de pelo, altura, peso, etc.).El contacto entre los usuarios interesados se puede entablar de diversas formas: enviando un guiño, mensajes o invitando a chatear. Pasar los mails personales o los teléfonos queda en mano de los usuarios y no es lo que se aconseja durante los primeros encuentros virtuales, al menos hasta haber entablado un diálogo más profundo. Además, cada sitio brinda un listado de cuestiones a tener en cuenta para resguardar la seguridad una vez que llegue el momento de concertar una primera cita en vivo y en directo. “En Estados Unidos y Europa el online dating, nacido en la década del ´90, es furor, y utilizarlo es algo cotidiano en la mayoría de la población considerada “single” (soltero, separado, divorciado o viudo). En Latinoamérica los servicios comenzaron a incorporarse a principios del 2000, y fueron creciendo rápidamente a lo largo de los años. De a poco se van estableciendo en la sociedad como otra forma para buscar pareja. Con el uso, las barreras de inseguridad y de prejuicios se superaron, y la población se ha dado cuenta de las ventajas que presenta”, explica Gorin. Según la consultora norteamericana Chadwick, 1 de cada 6 parejas casadas entre 2009 y 2010 en Estados Unidos se conocieron a través de Internet. Tomás Sawada, analista web de Intellignos, un sitio dedicado a las investigaciones estadísticas online, asegura que las búsquedas ingresadas a través de Google tienen sus particularidades: “Las palabras clave más utilizadas son ‘citas’, ‘encuentros’ y ‘mujer busca hombre’, y se ingresan mayormente durante los meses de primavera y en cercanías de la fecha de San Valentín. Mensualmente, más de 6 millones de argentinos apelan al buscador con inquietudes de ese tipo. Pero hay que decir que el pico de tráfico en los sitios de citas tuvo lugar entre 2003 y 2005. Hoy, si bien se mantiene estable, una gran cantidad de usuarios elige los contactos a través de redes sociales, como Facebook, por ejemplo, donde se buscan exparejas, compañeros de colegio, amigos de amigos y hasta desconocidos a los que se les puede escribir mensajes privados”.

MITOS Y VERDADES. ¿En Internet sólo están los feos, los que nadie quiere, los que tienen algo que ocultar? “En el pasado, en las salas de chat, todo el mundo mentía porque había menor cantidad de encuentros. Pero en los sitios destinados a formar pareja es distinto: los usuarios quieren encontrar una relación estable y a la larga la mentira saldría a la luz. Claro que sí existen pequeños engaños: las mujeres se quitan dos años y dos kilos en promedio, mientras que los hombres crecen dos centímetros” –cuenta el CEO de Match.com y brinda algunos datos que sorprenden: hay más solos que solas buscando pareja online, y la cantidad de hombres que quiere tener hijos supera a las mujeres 54% contra 35%. “¿Por qué a veces fallan los encuentros cara a cara? Porque los tiempos femeninos no son iguales que los masculinos, las solteras suelen ponerse un poco ansiosas”, sentencia Gandelman.

Zonacitas.com también ofrece algunos números interesantes: sólo el 23% de las usuarias del sitio en Latinoamérica busca una relación estable, mientras que el resto está dispuesto a “lo que surja”. ¿Matrimonio? No, gracias: apenas un 4% de las mujeres reconoce que le interesa pasar por ese tipo de compromiso y el mismo porcentaje reconoce que lo suyo es ir por una aventura pasajera. Parece que Cindy Lauper tenía razón: las chicas sólo quieren divertirse.

“Ese prejuicio de que solamente lo utilizan freaks o los que no logran conseguir pareja de otra forma ya se ha eliminado, y los números demuestran como cada vez son más las personas que se registran y utilizan el servicio”, sostiene el Brand Manager de Zonacitas.com. Diana Sahovaler de Litvinoff, psicoanalista de APA y autora del libro El sujeto escondido en la realidad virtual, indica: “En un principio se creía que la virtualidad sería el reducto de los asesinos, de los abusadores, pero después quedó claro que ahí están las mismas personas que en el mundo real. Por supuesto que hay muchos fóbicos que se refugian detrás de la pantalla porque tienen miedos e inseguridades de establecer contactos personales. Pero son personas que tienen conflictos previos, sus fobias no nacieron con la red”.

Es cierto que la masividad de Internet permitió que se dieran intercambios de todo tipo, muchos de ellos satisfactorios; otros no tanto. Roberto Groer, director de Shidaj, un espacio destinado a las citas judías (aunque no exclusivamente), considera: “Todo lo que está en Internet no tiene filtro, así que yo me ocupo de generar los encuentros. Hay que pagar 500 pesos por adelantado y a partir de entonces, a través de un cuestionario, armamos encuentros con personas que tengan afinidades como para gustarse. Hay que tener cuidado, porque el mundo virtual puede ser una ruleta rusa: la foto es engañosa y hay mucho casado que anda de trampa”, advierte. Sin embargo, Claudio Gandelman sostiene que en el sitio que dirige, muchos encuentros tienen final feliz: “Tenemos 6 mil historias de éxito por año. Un gran número de esos usuarios nos envían mensajes para agradecernos o para contarnos que se casan o que van a tener un hijo. Este debe ser el único negocio en el que trabajamos para que nuestros clientes se vayan: nuestro objetivo es formar parejas. Es muy gratificante saber que funciona”, concluye.

Lo cierto es que, así como en la vida, en la red no todos buscan lo mismo. Y en la variedad estará el gusto de quienes quieran llevar a cabo su propia pruebita de amor digital. El único inconveniente a sortear será de carácter técnico: habrá que ver qué se hace con las puntas de piedra de las flechas de Cupido al momento de hacerlas impactar contra las modernas pantallas LCD de las notebooks, esas ventanas detrás de las que se esconden millones de corazones solitarios.

Por Diana Sahovaler de Litvinoff (*)

“Cuando aparecieron los contactos virtuales se pensaba que la gente iba a encerrarse detrás de la computadora. Se demonizó a Internet por considerar que sería peligrosa. Los años demostraron que sólo sería un nuevo medio de comunicación, que ya ni siquiera nos parece tan nuevo: hoy es una herramienta más para el contacto que no reemplazó el encuentro personal. Por supuesto que puede ser un refugio: el anonimato siempre ha servido para esconderse. Pero también es el escenario para que muchas personas se animen a mostrar sus talentos y a expresar lo que sienten. Esta es una época que no favorece el lazo social, sino el aislamiento. El espacio público se presenta como peligroso. A través de las redes sociales parece querer trascenderse esa tendencia, generando una comunicación de mayor intensidad. En los vínculos puramente virtuales también se puede dar un intercambio afectivo muy profundo. En definitiva, el amor que nace virtualmente no tiene ninguna diferencia con el otro. Se trata del nuevo encanto de lo viejo: las cartas, el romance, el amor platónico. Habrá que ver qué se hace con eso: si se llega a un encuentro real o si sólo se utiliza el espíritu digital como una motivación.” (*) Psicoanalista de APA autora del libro El sujeto escondido en la realidad virtual.



Textos: M. Eugenia Sidoti/M. Derni. Ilustraciones: V. Palmieri. para ti

Los exámenes periódicos, la clave para detectar el cáncer de mama

Por Víctor Ingrassia
De la Redacción de lanacion.com
vingrassia@lanacion.com.ar | @vingrassia

La detección de un tumor al comienzo de su desarrollo, además de los exámenes médicos periódicos y el llevar una vida saludable, son las claves que varios especialistas en oncología explicaron a lanacion.com, a raíz del fallecimiento de la modelo y conductora Patricio Miccio, una de las principales caras de la lucha contra el cáncer de mama en el país.

Los oncólogos consultados coincidieron en que cuanto más pequeño sea el tumor, más posibilidades habrá de curación. Y elevan la cifra de un 90 a un 95 por ciento, a condición de un diagnóstico sumamente precoz, que posibilite detectar el tumor cuando no ha crecido más de dos centímetros en la mama y no presenta un compromiso ganglionar.

"Cuando se habla de prevención frente al cáncer de mama se debe hablar de dos tipos: la prevención primaria, que abarca los cuidados que debe llevar adelante una persona mediante la adopción de una alimentación sana y peso saludable, además de realizar actividad física por lo menos 30 minutos por día; y las campañas y medidas a cargo del Estado para tener una sociedad saludable. Por otro lado, se debe atender la prevención secundaria, que abarca los distintos exámenes médicos preventivos para detectar un posible tumor cuando todavía es muy pequeño", afirmó a lanacion.com el doctor Antonio Lorusso, oncólogo y director médico de Lalcec, la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer.

El especialista resaltó la importancia de que las mujeres se hagan una mamografía anual o bianual a partir de los 40 años (a los 30 aquellas que hayan tenido un antecedente familiar), ya que es el instrumento más eficaz para detectar un posible tumor en sus primeros estadios y que sea curable. "Hallar el cáncer in situ a tiempo, significa que ese cáncer es curable, que se puede quitar mediante una pequeña cirugía, que no implica la mastectomía (extracción de la mama) y que esa mujer puede en un futuro dar de mamar a un bebé sin ningún problema", indicó Lorusso -profesor titular consulto de Ginecología de la UBA-, que no es descartó otros métodos de diagnóstico, como el examen físico mediante el tacto o una ecografía mamaria.

La doctora Berta Roth, presidenta de la Asociación Argentina del Cáncer (Asarca), indicó por e-mail a lanacion.com que "el cáncer de mama es un problema de salud pública y la mejor forma de disminuir la mortalidad es la prevención a través del funcionamiento de las diversas áreas de diagnostico temprano y tratamiento en la salud pública y privada".

"Hay en curso un programa Nacional, cuyo objetivo es reducir la mortalidad del cáncer de mama y la morbilidad de la enfermedad con menos mastectomías, menos radioterapia, menos quimioterapia y menos secuelas del tratamiento", analizó la oncóloga que también es jefa del Area de Terapia Radiante y Diagnóstico por Imágenes del Instituto Angel Roffo, de la UBA.



Primeras sospechas. "Ante la sospecha de la existencia de un cáncer de mama se obtiene una pequeña muestra de tejido a través de una core-biopsia, guiada por la palpación, que es un procedimiento de diagnóstico preoperatorio muy utilizado en los últimos años", explicó el doctor Daniel Eduardo Levy, jefe del Servicio de Oncología del hospital Rivadavia.

Levy aclaró que la muestra tomada es enviada al patólogo para su análisis y luego esa información es derivada al mastólogo, que analizará el procedimiento a seguir, como una cirugía que permita conservar la mama, o una mastectomía si el tumor está más avanzado, y otros tratamientos alternativos como la hormonoterapia, la quimioterapia y la radioterapia, dependiendo de los factores pronósticos.

"En estadios iniciales el tratamiento indicado es la tumorectomia seguida de un tratamiento radiante de seis semanas de duración. Según factores de riesgo se indica quimioterapia. La evolución de estos tratamientos, es hacia la cirugía seguida de la irradiación parcial acelerada de la mama con las ventajas potenciales de la disminución del tiempo de tratamiento, disminución de costos, mejora calidad de vida y la eliminación del problema de la secuencia de tratamientos, en especial, la quimioterapia", especificó Roth.

"Es sumamente importante que la mujer que no presenta ningún síntoma realice una consulta periódica al médico, además de una mamografía de rutina -cada uno o dos años, según la programación recomendada por el mastólogo-,y el autoexamen todos los meses", resaltó Levy, que al igual que sus colegas afirmó que el cáncer de mama, que suele comenzar con microcalcifiaciones, derrames de sangre o líquido del pezón, es uno de los tumores más fáciles de detectar y atendido a tiempo es, en casi todos los casos, curable.

"En los últimos años los avances en el diagnóstico y la mejora de los tratamientos y la aplicación de conocimientos sobre la biología tumoral han permitido aumentar notablemente la proporción de mujeres que permanecen libres de recaída tras el inicio de un tratamiento. Cuando antes se detecte y se diagnostique el cáncer, mayores serán las posibilidades de que el tratamiento curativo tenga éxito", analizó Roth.

Según los especialistas, dentro de las medidas de detección precoz -junto con la mamografía-, el tradicional autoexamen se convierte en una pieza clave que debe realizarse atendiendo cualquier cambio en la superficie de la mama, tocando con profundidad la misma para palpar cualquier objeto rígido, que en ciertos casos se detecta a través del dolor.

Especialistas en oncología dijeron a lanacion.com que la prevención y detección temprana de la enfermedad permiten curar en casi todos los casosFoto: Archivo

Estadísticas. Los números estadísticos que manejan las asociaciones médicas indican que en la Argentina cada año hay entre 15.000 y 18.000 nuevos casos de cáncer de mama. En ese sentido, destacaron que una de cada nueve argentinas desarrollará un tumor en la mama durante su vida, lo que convierte a esta enfermedad en uno de los tipos de cáncer más comunes del sexo femenino.

En nuestro país el cáncer de mama encabeza la lista de enfermedades oncológicas en las mujeres, donde la tasa anual de mortalidad por esta enfermedad se ubica en 20,4 por 100.000 según el atlas elaborado por Elena Matos y Doria Loria, del Departamento de Carcionogénesis del Instituto Roffo. Siguen en orden descendente el cáncer de útero (10,7), colon-recto (9,0), cáncer de pulmón (6,9), páncreas (5,5) y ovario (4,0).

La Organización Mundial de la Salud elaboró un informe en el que especifica que esta enfermedad es la primera causa de muerte en mujeres entre los 35 y los 65 años, delante de las cardiovasculares. Y que el cáncer en general ha aumentado un 30 por ciento en los últimos 40 años. El cáncer causará 13,2 millones de muertes en 2030, el 72 por ciento más que en 2008, y se diagnosticarán 21,4 millones de nuevos casos, según el informe Globocan de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según los datos de la OMS, el cáncer más común es el de pulmón, que con 1,6 millones de casos diagnosticados en el mundo representaron el 12,7 por ciento del total, seguidos del de mama, que con 1,3 millones de detecciones implican el 10,9 por ciento del total.

Dónde consultar

Lalcec: (011) 4832-4800; o en www.lalcec.org.ar

Asociación Argentina del Cáncer: www.asarca.org.ar

Sociedad Argentina de Mastología: (011) 4815-3844; o en www.samas.org.ar

Instituto Nacional del Cáncer (EE.UU.): www.cancer.gov/espanol

diario nacion

NO A LA VIOLENCIA DE GENERO

Violencia de género

Concha García Hernández

Psicóloga, Master en Ansiedad y Estrés

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Introducción.
Definición.

En ocasiones, las distintas denominaciones de los malos tratos lleva a confusión: Violencia de Género, Violencia Doméstica, de pareja, hacia las mujeres, masculina o sexista…

La violencia doméstica hace referencia a aquella que se produce dentro del hogar, tanto del marido a su esposa, como de la madre a sus hijos, del nieto al abuelo, etc. Excluye aquellas relaciones de pareja en las que no hay convivencia.

La violencia de género tiene que ver con “la violencia que se ejerce hacia las mujeres por el hecho de serlo”, e incluye tanto malos tratos de la pareja, como agresiones físicas o sexuales de extraños, mutilación genital, infanticidios femeninos, etc.
Algunas definiciones:

Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada (“Artículo 1 de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Naciones Unidas, 1994).

Susana Velázquez (2003) amplía la definición de violencia de género: Abarca todos los actos mediante los cuales se discrimina, ignora, somete y subordina a las mujeres en los diferentes aspectos de su existencia. Es todo ataque material y simbólico que afecta su libertad, dignidad, seguridad, intimidad e integridad moral y/o física.
Tipos de violencia.

· Física. La violencia física es aquella que puede ser percibida objetivamente por otros, que más habitualmente deja huellas externas. Se refiere a empujones, mordiscos, patadas, puñetazos, etc, causados con las manos o algún objeto o arma. Es la más visible, y por tanto facilita la toma de conciencia de la víctima, pero también ha supuesto que sea la más comúnmente reconocida social y jurídicamente, en relación fundamentalmente con la violencia psicológica.

· Psicológica. La violencia psíquica aparece inevitablemente siempre que hay otro tipo de violencia. Supone amenazas, insultos, humillaciones, desprecio hacia la propia mujer, desvalorizando su trabajo, sus opiniones... Implica una manipulación en la que incluso la indiferencia o el silencio provocan en ella sentimientos de culpa e indefensión, incrementando el control y la dominación del agresor sobre la víctima, que es el objetivo último de la violencia de género.

· Dentro de esta categoría podrían incluirse otros tipos de violencia que llevan aparejado sufrimiento psicológico para la víctima, y utilizan las coacciones, amenazas y manipulaciones para lograr sus fines.

· Se trataría de la violencia “económica”, en la que el agresor hace lo posible por controlar el acceso de la víctima al dinero, tanto por impedirla trabajar de forma remunerada, como por obligarla a entregarle sus ingresos, haciendo él uso exclusivo de los mismos (llegando en muchos casos a dejar el agresor su empleo y gastar el sueldo de la víctima de forma irresponsable obligando a esta a solicitar ayuda económica a familiares o servicios sociales).

· También es habitual la violencia “social”, en la que el agresor limita los contactos sociales y familiares de su pareja, aislándola de su entorno y limitando así un apoyo social importantísimo en estos casos.

· Sexual. “Se ejerce mediante presiones físicas o psíquicas que pretenden imponer una relación sexual no deseada mediante coacción, intimidación o indefensión” (Alberdi y Matas, 2002). Aunque podría incluirse dentro del término de violencia física, se distingue de aquella en que el objeto es la libertad sexual de la mujer, no tanto su integridad física. Hasta no hace mucho, la legislación y los jueces no consideraban este tipo de agresiones como tales, si se producían dentro del matrimonio.
MITOS.

Habitualmente se justifica y se trata de dar explicación a este tipo de violencia atendiendo a:

Características personales del agresor (trastorno mental, adicciones), ·
Características de la víctima (masoquismo, o la propia naturaleza de la mujer, que “lo busca, le provoca, es manipuladora…”),
Circunstancias externas (estrés laboral, problemas económicos),
Los celos (“crimen pasional”),
La incapacidad del agresor para controlar sus impulsos, etc.
Además existe la creencia generalizada de que estas víctimas y sus agresores son parejas mal avenidas (“siempre estaban peleando y discutiendo”), de bajo nivel sociocultural y económico, inmigrantes… Es decir, diferentes a “nosotros”, por lo que “estamos a salvo”.

Aquellos hombres que son alcohólicos y maltratan a sus mujeres, sin embargo no tienen, en su gran mayoría, problemas o peleas con otros hombres, con su jefe o su casero. El estrés laboral o de cualquier tipo afecta realmente a mucha gente, hombres y mujeres, y no todos se vuelven violentos con su pareja.

En el fondo, estas justificaciones buscan reducir la responsabilidad y la culpa del agresor, además del compromiso que debería asumir toda la sociedad para prevenir y luchar contra este problema.
CICLO DE LA VIOLENCIA FÍSICA.

Lenore Walker definió el Ciclo de la violencia a partir de su trabajo con mujeres, y actualmente es el modelo más utilizado por las/los profesionales.

El ciclo comienza con una primera fase de Acumulación de la Tensión, en la que la víctima percibe claramente cómo el agresor va volviéndose más susceptible, respondiendo con más agresividad y encontrando motivos de conflicto en cada situación.

La segunda fase supone el Estallido de la Tensión, en la que la violencia finalmente explota, dando lugar a la agresión.

En la tercera fase, denominada de “Luna de Miel” o Arrepentimiento, el agresor pide disculpas a la víctima, le hace regalos y trata de mostrar su arrepentimiento. Esta fase va reduciéndose con el tiempo, siendo cada vez más breve y llegando a desaparecer. Este ciclo, en el que al castigo (agresión) le sigue la expresión de arrepentimiento que mantiene la ilusión del cambio, puede ayudar a explicar la continuidad de la relación por parte de la mujer en los primeros momentos de la misma.

Este ciclo pretende explicar la situación en la que se da violencia física, ya que la violencia psicológica no aparece de manera puntual, sino a lo largo de un proceso que pretende el sometimiento y control de la pareja.
CONSECUENCIAS PSICÓLOGICAS PARA LA MUJER MALTRATADA.

El síndrome de la mujer maltratada, definido por Walker y Dutton se define como una adaptación a la situación aversiva caracterizada por el incremento de la habilidad de la persona para afrontar los estímulos adversos y minimizar el dolor, además de presentar distorsiones cognitivas, como la minimización, negación o disociación; por el cambio en la forma de verse a sí mismas, a los demás y al mundo. También pueden desarrollar los síntomas del trastorno de estrés postraumático, sentimientos depresivos, de rabia, baja autoestima, culpa y rencor; y suelen presentar problemas somáticos, disfunciones sexuales, conductas adictivas y dificultades en sus relaciones personales.

Enrique Echeburúa y Paz del Corral equiparan estos efectos al trastorno de estrés postraumático, cuyos síntomas y características, sin duda, aparecen en algunas de estas mujeres: re-experimentación del suceso traumático, evitación de situaciones asociadas al maltrato y aumento de la activación. Estas mujeres tienen dificultades para dormir con pesadillas en las que reviven lo pasado, están continuamente alerta, hipervigilantes, irritables y con problemas de concentración.

Además, el alto nivel de ansiedad genera problemas de salud y alteraciones psicosomáticas, y pueden aparecer problemas depresivos importantes.
Desarrollo del síndrome de la mujer maltratada

Marie-France Hirigoyen diferencia entre dos fases en las consecuencias, las que se producen en la fase de dominio y a largo plazo.

En la primera fase, la mujer está confusa y desorientada, llegando a renunciar a su propia identidad y atribuyendo al agresor aspectos positivos que la ayudan a negar la realidad. Se encuentran agotadas por la falta de sentido que el agresor impone en su vida, sin poder comprender lo que sucede, solas y aisladas de su entorno familiar y social y en constante tensión ante cualquier respuesta agresiva de su pareja.

Marie-France Hirigoyen habla de consecuencias a largo plazo refiriéndose a las etapas por las que pasan las víctimas a partir del momento en que se dan cuenta del tipo de relación en la que están inmersas. Durante esta fase, las mujeres pasan un choque inicial en el que se sienten heridas, estafadas y avergonzadas, además de encontrarse apáticas, cansadas y sin interés por nada.
TRATAMIENTO

En muchas ocasiones es necesaria una intervención previa, que la mujer pase por un período de reflexión y quizá varios intentos de salir de esa relación violenta, con ayuda terapéutica o sin ella, hasta que tome la decisión definitiva. A partir de entonces, el apoyo psicológico se centrará en varios aspectos, valorando previamente las necesidades y demandas individuales de cada paciente.

Deberemos evaluar cuáles han sido las secuelas concretas que ha dejado la situación vivida en esa persona, y graduarlas para establecer un orden para el tratamiento.

Algunas de las intervenciones más habituales y básicas para su recuperación serían:

Información sobre la violencia de género, causas y origen, mitos, etc.
Reducción de la activación y la ansiedad en las formas en que se manifieste (insomnio, agorafobia, crisis de pánico, etc).
Fomento de la autonomía, tanto a un nivel puramente psicológico, a través de un cambio de ideas distorsionadas sobre sí misma y el mundo, como a nivel social, económico, etc, orientándola en la búsqueda de empleo, recuperando apoyos sociales y familiares,…

PREVENCIÓN

El principal camino para acabar con la violencia de género es la prevención. Esto incluye, por supuesto, un cambio global en la forma de ver las relaciones entre mujeres y hombres, un cuestionamiento de los roles sociales y estereotipos, del lenguaje, etc. Estos cambios deben partir de las personas adultas con el objetivo de que se transmitan eficazmente a niños y niñas.

Además, tu puedes prevenir y evitar implicarte en una relación que puede llegar a ser violenta:

· En primer lugar, detectar manipulaciones, aproximaciones no solicitadas, desconfiar de promesas que no tienen sentido en un momento de la relación, tener claro que decir que “no” a algo no es negociable, alejarse cuando esa persona que se te acerca tratando de hacerte ver que tenéis mucho en común o que le debes algo. Para todo esto es muy importante confiar en tu intuición, en las sensaciones de desasosiego que te producen. Cuando conoces a alguien le evalúas igualmente, valoras si esa persona encaja contigo; solo es importante que a partir de ahora incluyas también estos puntos si quieres prevenir encontrarte en una relación violenta. Valora sus ideas sexistas, cómo fueron sus relaciones anteriores (si rompió él o no, cómo habla de ellas…), etc.

· Además, valora tus propias ideas respecto al amor y la pareja, el papel de la mujer en la misma, a qué se debe renunciar por amor.., etc.

· Y ante todo, conociéndote a ti misma y teniendo claros tus valores. Si los valores de la otra persona entran en conflicto con los tuyos, debes saber reconocerlo y no aceptar en ningún caso renunciar a aquello que es importante para ti.
RECURSOS:

Instituto de la Mujer – www.mtas.es/mujer

Dirección General de la Mujer – www.madrid.org

Instituto Andaluz de la Mujer – www.junta-andalucia.es/iam

Instituto Vasco de la Mujer – www.emakunde.es

Instituto Canario de la Mujer – www.icmujer.org

Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas – www.separadasydivorciadas.org

Fundación Mujeres – www.fundacionmujeres.org

Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres – www.malostratos.org

Recursos en diferentes provincias españolas: http://www.malostratos.org/cindoc/140%20cindoc%20recursos.htm
RECURSOS EN LATINOAMÉRICA

Cuba: Federación de Mujeres Cubanas
Paseo nº 260 ESQ. A 13 - Vedado, La Habana, Cuba -
Tf: 537/31 15 82 -34 001 - Fax: 537/333 019 - 662-245
E-mail: fmccu@ceniai.cu
Trabajan en áreas tales como: educación, salud, empleo, prevención social, medios de comunicación, promoción, investigaciones y documentación.
México

Taller de Reflexión sobre la Violencia en casa, de Cidhal: www.lanela.apc.org/cidral
Argentina:

Consejo Nacional de las Mujeres: www.cnm.gov.ar/recursos/rec04_01.htm
Venezuela:

- FUNDAMUJER (Fundacion para la Prevencion de la Violencia Domestica hacia la Mujer) Aptdo. Postal 63268 Chacaito 1067- A Caracas Venezuela Telefono/Fax: (02) 952 7664 e-mail: fundam@ven.net

- Oficina de Atencion a los Derechos de la Mujer de la Fiscalia General de la Republica. Esqns. Manduca a Ferrenquin Edif. Fiscalia General de la Republica. Piso 5 La Candelaria Caracas Telefonos: (02) 5063377 - 5-63378
Peru:

Ministerio de Promoción de la Mujer y del Desarrollo Humano. Línea de Emergencia ante la Violencia Familiar. www.promudeh.gob.pe/Gpm/AyudaAmiga.htm
Colombia :

Casa de la Mujer
A.A. 36151 - Santafé de Bogotá, DC, Colombia
E-mail: mailto:%20casmujer@colnodo.apc.org
Entre sus objetivos principales está el de promover la transformación de la situación de la mujer mediante estímulos y acciones que posibiliten la toma de conciencia, la autoestima y el control sobre sus condiciones de vida.
psicoterapeutas.com