lunes, 18 de agosto de 2008

Revelan que la lactancia materna disminuye en las niñas las infecciones respiratorias


A este resultado llegó un estudio desarrollado por la Fundación para la Investigación en Infectología Infantil (Infant) a 119 chicos nacidos antes de concluirse el período de gestación, en el Hospital Garrahan y en la Maternidad Sardá.

Hasta hoy, la mayoría de los trabajos sostenían que la protección del amamantamiento contra las infecciones respiratorias era beneficiosa para todos los niños, sin distinción de género.

Sin embargo, el estudio desarrollado entre 2003 y 2005 en chicos de menos de 1.500 gramos de peso al nacer, demostró que la ingesta de la leche materna disminuyó considerablemente el riesgo de internación por afecciones respiratorias severas en las bebés nacidas antes del noveno mes, y no así en los niños.

Sólo el 6,5 por ciento de las niñas prematuras que recibieron leche de sus madres estuvo en riesgo de enfermarse de forma más grave y de necesitar ser internadas, mientras que ese número se elevó al 50 por ciento en el caso de las no amamantadas, explicó a Noticias Argentinas María Inés Klein, investigadora principal del estudio y miembro de la organización.

En el caso de los varones, en tanto, la internación por infección respiratoria tanto en bebés que recibieron leche materna como en aquellos alimentados con fórmula fue del 18 por ciento, subrayó Kein.

"Los resultados inducirían a pensar que la leche materna no transfiere pasivamente una protección contra las enfermedades respiratorias, sino que en cambio, impulsa un mecanismo en el bebé que, por alguna razón, se activa de forma diferencial en las niñas y en los niños", señaló la experta.

La investigadora consideró que las bebés prematuras no lactantes son un "grupo de riesgo" al tener posibilidades "dramáticamente superiores de internación por infecciones respiratorias severas que el resto de los bebés".

Por lo que remarcó que "el Estado debería protegerlas especialmente".

Por su parte, el director ejecutivo de Infant, Fernando Polack expresó: "Cuando los recursos son limitados es de gran ayuda identificar al grupo más vulnerable y, en este caso, poner especial énfasis en apoyar a las madres para que amamanten a sus bebes".

Ocurre que la identificación de este grupo de riesgo (niñas no lactantes prematuras) es "especialmente importante en los países en desarrollo donde los índices de severidad por infecciones respiratorias son mayores, y el acceso a las terapéuticas existentes (anticuerpos monoclonales y/o vacunas) es muy costoso".

En este contexto, Klein consideró importante concientizar a los profesionales de todos los centros de salud del país y a las madres "la importancia de proveer su leche al servicio de neonatología si tuvieran un bebé prematuro, antes que dejar que ingieran leche de fórmula".

¿Pero qué sucede entonces en el proceso de amamantamiento que diferencia el género de los bebés? La respuesta a este interrogante todavía se desconoce, pero los investigadores ya encararon un nuevo estudio para responderla.

El Hospital John Hopkins de los Estados Unidos, el Instituto Nacional de Salud y Medio Ambiente de esa nación y el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria de Buenos Aires también colaboraron para la realización de la investigación.