sábado, 16 de agosto de 2008

Cuando él no quiere hijos

Frente al escenario de que el hombre no quiera hijos, las opciones no son muchas: seguir adelante y realizar el duelo de la maternidad frustrada, intentar revertir la situación o simplemente emprender la retirada.

Hoy nadie se sorprende de que las mujeres posterguen la maternidad, e incluso, que por opción decidan no tener hijos. Pero cuando esta decisión se ve frustrada por oposición de la pareja, el escenario cambia. Sin embargo, no son pocas las mujeres que se involucran en relaciones con tales limitaciones.

En las consultas de psicólogos y terapeutas de pareja la presencia de este tipo de conflicto se ha vuelto un ítem habitual. Se trata de una temática nueva, propia de los tiempos modernos.

Tema común
Según la psicóloga clínica Valeria Sepúlveda, son muchas las mujeres que pasados los 30 deben enfrentar el tema de la maternidad. Aunque la situación más extrema la viven aquellas que sienten que el reloj biológico empezó a funcionar y desean ser madres lo antes posible. "Lamentablemente, quien sea pareja de un hombre mayor que no quiere hijos -porque ya los tuvo- y decide seguir al lado de esa persona tendrá que asumir muchas frustraciones", aclara.

Para la profesional, toda opción implica dejar algo. Una pérdida siempre va a significar tristeza, rabia... rebeldía, pero la mujer no debería sentir la postura de su pareja como un asunto personal. "El hombre debe tener la libertad para decidir si desea ser padre. Desde ese punto de vista es respetable que se niegue. Pero al aceptar las reglas que él impone lo ideal es mantenerse en una línea. Es decir, evitar reproches posteriores por la infelicidad que generó la decisión de no tener hijos".

Un ejemplo
Gabriela tiene 35 años y puso término a la relación con Mario, de 52, hace un año. "Después de tres años de pololeo no me quedó otra opción que terminar. Cuando lo conocí su condición de no tener niños me pareció pertinente, pero después de un año juntos comencé a sentir la necesidad de tener un hijo de él. Ese era mi mayor sueño. Estaba muy enamorada. Ilusamente pensaba que podía hacerlo cambiar de opinión. Además, él no tenía hijos de relaciones anteriores. Pero la señal que me indicó que era tiempo de retirarme ocurrió después de un atraso y la actitud de él fue lapidaria. Eso todavía no se lo puedo perdonar. Al poco tiempo lo dejé, aunque aún sigo sola", explica.

"Para algunos hombres la paternidad no es tan importante como el hecho de tener una pareja que los apoye. Aunque siempre existe la posibilidad de que el amor generoso lo haga cambiar de opinión. Lo fundamental es jamás perder el norte: un hijo es una opción de pareja", aclara la psicóloga.

Sobre la maternidad
La búsqueda de pareja no es un acto azaroso. La persona lo hace en relación a lo que siente que es su complemento. "Para algunas mujeres enamorarse de este tipo de parejas puede resultar normal, ya que de manera inconsciente rechazan la idea de ser madres. Quizás no tuvieron un modelo adecuado que las hiciera desear serlo. Ser madre no sólo significa tener hijos biológicos, sino también entregarse a otros a través del trabajo o proyecto de vida", concluye la psicóloga clínica.