domingo, 24 de agosto de 2008

PIEL GRASA: Excesos controlados

La superproducción de grasitud, en especial en frente, nariz y mentón, genera brillo e imperfecciones que pueden ponerse a raya con cuidados, productos y tratamientos eficaces.

La superproducción de grasa es el resultado de la hiperactividad de las glándulas sebáceas. La piel presenta brillo, untuosidad y, generalmente, es más gruesa, además, los orificios pilosebáceos (poros) son visibles a simple vista.
Las pieles grasas también pueden deshidratarse, en ese caso, los orificios se ven a simple vista, hay tendencia a la irritación y a veces se manifiesta tirantez, confundiéndose con cutis seco.
Si bien puede haber una predisposición genética, el estímulo hormonal de la pubertad suele ser un detonante. La actividad de las glándulas sebáceas es elevada al nacer, luego declina hasta casi desaparecer a la edad de 2 a 6 años (la piel pasa a ser normal) y alrededor de los 7 años, la secreción comienza a aumentar y continúa haciéndolo hasta la adolescencia. La seborrea se instala hacia la pubertad, como respuesta a la estimulación androgénica (los andrógenos estimulan las glándulas sebáceas), en esta época se admite como normal cierto grado de grasitud cutánea denominada seborrea fisiológica.
En los cutis mixtos, la zona más grasa es la centrofacial: frente, nariz y mentón.

Algo más
Sobre el terreno de la seborrea suele instalarse el acné, pero, también, puede desarrollarse una dermatitis seborreica, donde además de exceso de secreción sebácea, se presenta congestión, prurito y descamación en zonas puntuales (sobre la ceja y entrecejo, límite del cuero cabelludo, alas de la nariz, surco nasogeniano, conducto auditivo externo, región esternal y región interescapular).
Cuando las glándulas sebáceas producen más sebo de lo normal, éste bloquea el poro y las bacterias que se depositan liberan enzimas que provocan inflamación. Si las glándulas se infectan con bacterias, puede aparecer una zona roja (grano), espinillas con pus blanquecino o amarillento y puntos negros. Los granos no se forman sólo en la cara, es bastante común tenerlos en la espalda o en el pecho.
Científicamente se dice que nada de lo que comemos tiene que ver con el acné, o sea, que es un mito eso de que los chocolates y las papas fritas sacan granos, pero, sin embargo, es un hecho que todo lo que pasa a nivel orgánico y emocional se refleja en la piel.
Las lociones con alcohol y el uso excesivo de jabones enérgicos, que secan mucho la piel, pueden producir un efecto contraproducente y lograr que las glándulas sebáceas produzcan más. Esto ocurre también en el pelo.

La importancia de la limpieza
Los productos de higiene más recomendados son los geles jabonosos. En caso de usar jabón, tiene que ser uno especialmente formulado para el rostro, nunca el del baño porque suelen ser abrasivos y producir el efecto contrario. Esta limpieza debe realizarse por la mañana y por la noche, aunque no se lleve maquillaje para evitar que los poros se obstruyan dando origen al acné.
Es muy eficaz realizar un suave pulido (en forma circular) con un gel o crema de sílice, este producto afinará día a día y muy levemente, la capa córnea y arrastrará las células muertas y el sebo. La crema de sílice se puede reemplazar mezclando miel, azúcar y limón en pequeñas cantidades.
Luego de la limpieza, se debe aplicar un tónico astringente (si el dermatólogo o cosmetóloga lo recomienda) y luego humectar.
La exfoliación es aconsejable siempre y cuando no existan cuadros infecciosos que, con la fricción, puedan extenderse de un lado a otro. Un producto adaptado a este tipo de pieles consigue eliminar las células muertas que taponan los canales pilosebáceos, limpiar en profundidad, cerrar los poros y estimular la circulación periférica.
Una vez por semana, una mascarilla ayudará a purificar y limpiar el rostro de las impurezas.

Siempre hay que hidratar
Es un error pensar que las pieles grasas necesitan menos hidratación, para esto hay que utilizar productos suaves y específicos, se recomiendan emulsiones fluidas y geles. Los productos equilibrantes o seborreguladores poseen activos como ácido salicílico, tea tree oil, ácido nordihidroguayarético, ácido oleanoico y óxido de zinc.
Los humectantes más apropiados para este tipo de piel pueden contener extracto de cardo, romero, pepitas de uva, pepino, extracto de soja, rosa mosqueta, liposomas, entre otros. El ácido láctico regula suavemente la función alterada de la piel asociada con el acné dado que es un factor humectante natural, propio de la piel, que posee propiedades antibacteriales. La regeneración cutánea se ve favorecida y la piel recupera un aspecto sano y natural.
Para las pieles grasas deshidratadas son apropiados los productos en gel con sustancias como el ADN polimerizado, ácido hialurónico y liposomas, además de los seborreguladores.

¿Menos arrugas?
Las pieles secas y grasas envejecen por igual dependiendo de las condiciones a las que estén expuestas. Las pieles secas, que por lo general son más finas que las grasas, se deshidratan y pierden elasticidad con mayor facilidad, además, están menos protegidas por el sebo y los lípidos epidérmicos (que junto con el sebo y la secreción sudorípara forman un manto protector de la piel), por eso tienden a formar arrugas finas más rápidamente. Las pieles grasas, en cambio, forman arrugas más profundas por ser más gruesas. El sol no influye sobre el comportamiento de la glándula sebácea, pero produce el mismo fotoenvejecimiento que en una piel seca.

Plan antigrasa
✱ Disminuir el consumo de carne roja y sustituir por pollo o pavo.
✱ Comer poco chocolate y coco.
✱ No beber alcohol.
✱ Consumir diariamente verduras.
✱ Beber jugo de limón diluido.
✱ Realizar algún deporte moderado.
✱ Dormir más y mejor, tratando de que el sueño sea profundo (una infusión de hierbas relajantes antes de acostarse puede ayudar)
✱ Incorporar suplementos de vitaminas B y aminoácidos azufrados.

Consultas de gabinete
Para tratar este tipo de piel, la Dra. Velia Lemel, en su centro de belleza, aconseja la realización de peelings como así también el IPL (intense pulse light), dos tratamientos que reducen los poros dilatados característicos del cutis graso. En cualquiera de los dos casos, es recomendable que se realicen en invierno. Además, una limpieza de cutis profunda, una vez al mes, es ideal para evitar la formación de puntos negros y espinillas.

El mejor cuidado

✱ No olvidar desmaquillar por la noche.
✱ Usa una esponja suave para ayudar a destapar los poros.
✱ No friccionar al lavar la cara para no producir irritación y nunca hacerlo más de dos veces al día.
✱ No apretar los granos porque se pueden infectar y dejar cicatriz.
✱ Para quitar los puntos negros hay bandas adhesivas de acción local, que están diseñadas anatómicamente y extraen puntos negros, sebo y células muertas. No se pueden aplicar sobre la piel lesionada.
✱ Antes del maquillaje, hay que eliminar el exceso de grasa con papel tisú o el que algunas marcas venden para tal efecto.

Adriana Mouján. Asesoramiento: Dra. Viviana Ranone, dermatóloga asesora de Lidherma, y María del Yerro, cosmetóloga.