domingo, 28 de febrero de 2010

Volver a tu peso

Nació tu bebé, te dedicaste full time a él y, ahora, por primera vez, empezás a pensar en vos. Querés bajar unos kilos: volver a tu peso. “Durante el embarazo, la recomendación de aumento de peso es de 10 a 12 kilogramos, pero muchas mujeres lo superan y después de que nace el bebé, quedan con sobrepeso”, señala la Lic. Elisabet Navarro, nutricionista, jefa del Servicio de Alimentación y Dietoterapia del Cemic. Y agrega: “Que se excedan suele deberse a malos hábitos alimentarios, a la disminución de la actividad física y a que el embarazo predispone la ganancia de peso. Esto último se da por que se activan una serie de mecanismos compensadores por los cuales se aprovechan más los nutrientes ingeridos”.

Según la especialista y en base a su experiencia, aquellas mujeres muy delgadas, que nunca hicieron dieta son las que suelen aumentar de más, en algunos casos hasta 25 kilogramos, como aquellas que siempre estuvieron a dieta y que estando embarazadas dieron rienda suelta a sus deseos.

El cuerpo se esfuerza
Sin embargo, la nutricionista pone ciertos reparos sobre cómo y cuándo bajar esos kilos de más. “Mientras están dando de mamar, las mujeres viven un stress fisiológico –dado por el esfuerzo para producir leche–, que es normal, pero que se siente y que supera al del embarazo. Por eso en los primeros dos meses de posparto no se indican dietas hipocalóricas; al contrario, se reconoce el aumento de las necesidades nutricionales”, indica.

Además, durante la lactancia es necesario un refuerzo de proteínas provenientes de animales y vegetales, minerales, calcio, fósforo y vitaminas A, D, E, C, B1 y B2.

Más teta, menos kilos
Explica que la lactancia implica un gasto energético y demanda la ingesta de 500 kcal diarias extra para producir un promedio de 750 mililitros diarios de leche. Agrega que después del parto el cuerpo guarda una reserva de tejido adiposo (grasas) de 1,500 kilogramos, que se irán quemando como consecuencia de la producción láctea. Y que por eso, en el posparto, el mejor aliado para recuperar la figura justamente es el dar la teta. “Una dieta hipocalórica antes de cumplidos los dos meses posparto puede generar una disminución de la producción láctea. En cambio, después, si la mamá tiene sobrepeso puede reducir las calorías que ingiere, y así utilizar la grasa de reserva sin que se produzca un impacto adverso y bajando de peso”, detalla la nutricionista.

Tomando forma
Sobre cómo se reacomoda la figura, agrega que en esta etapa, se normaliza la estructura del útero y de otros órganos femeninos como las mamas, que habían adquirido gran volumen durante el embarazo. Son reajustes anatómi cos fisiológicos que se dan en los treinta y sesenta días posteriores al parto. Además, a todas estas cuestiones fisiológicas del posparto, hay que sumarle la tensión por el cambio de vida que trae aparejado la llegada de un bebé. Si a semejante cambio se le suma la presión de adelgazar, todo empeora.

En carrera
“Si bien la idea es que en los primeros dos meses del posparto no se limite la ingesta de calorías, sí se pueden corregir los hábitos alimenticios que no sean convenientes”, asegura la especialista. E indica que pasado ese período, cuando hay exceso de peso, se puede ir reajustando las calorías de la dieta levemente, con el agregado de alguna actividad física.

Más tarde, la vuelta al trabajo probablemente haga que la puérpera tenga que reorganizar su vida e incluya la dieta dentro de su rutina y así de a poco baje de peso. “Mientras dure la lactancia se deberían beber entre dos y tres litros diarios de líquidos, buscando favorecer la producción de leche. Y es imperiosa una buena
ingesta de lácteos: dos tazas de leche o de yogur, y al menos un trozo de queso. Así como hortalizas de color verde, rojo y amarillo, en abundancia; una porción mediana de carne de cualquier tipo; harinas, cereales y derivados, preferentemente integrales; y tres frutas diarias, incluyendo un cítrico”, enumera la especialista.

Agrega que limitarse con el azúcar y sus derivados, así como con las grasas –aceite, manteca, etc.– puede ser útil y hasta necesario.

Ayudando al cuerpo
Por la Dra. Griselda Seleme*
Una de las opciones más eficaces para recuperar el buen cuerpo después de un embarazo es Body by Thermage. Se trata de un tratamiento ideal para las madres ya que sólo requiere una sola sesión de entre una y dos horas. No es invasivo, indoloro, se puede realizar en cualquier epoca del año, y actúa sobre las capas más profundas de la piel para otorgar firmeza al colágeno existente y estimular su natural renovación. Reafirma la flaccidez en brazos, abdomen, piernas y glúteos. Además reduce las estrías y combate la celulitis. Este tratamiento no requiere anestesia, ni preparación previa, ni cuidados posteriores. Los resultados duran aproximadamente dos años.
*Cirujana, especialista en cirugía plástica y estética, miembro de SACPER (Sociedad Argentina de Cirugía Plástica y Reparadora) y directora de Estética Seleme, M.N. 80.033.

Fuente: para ti mama Asesoró: Lic. Elisabet Navarro, nutricionista, jefa del Servicio de Alimentación y Dietoterapia de Cemic, M.N. 677.

lunes, 22 de febrero de 2010

Una cigüeña especial

Pocas cosas han cambiado tanto en las últimas décadas como el rol de las mujeres dentro del engranaje social. En los ’80 en los pasillos de la Facultad de Medicina de la UBA, a las mujeres que querían quedar embarazadas a los 35 años se las consideraba “primíparas añosas” o viejas, en criollo. Pero tanto como las apariencias y las ideologías, las costumbres han cambiado. En la Argentina se hacen aproximadamente 8.000 tratamientos de fertilización asistida y si bien la cifra es baja en relación a los índices de países desarrollados –donde se registran mil fertilizaciones por cada millón de habitantes–, la demanda crece a un ritmo de 20 por ciento anual. Entre las razones de ese aumento se encuentran, por un lado, la efectividad de los tratamientos –que alcanza hasta un 84 por ciento– y la postergación en la decisión de tener un hijo: en las últimas décadas la edad promedio para la primera maternidad pasó de los 23 a los 30, época en que la calidad de los óvulos empieza a decaer. Pero quizás el motor más potente sea el de cumplir viejos sueños.

La sociedad se transforma constantemente. El motor de la biología y las condiciones de salud de buena parte de la población en general sustentan la idea de que hay una prolongación en la perspectiva de vida útil. Y si de cuestiones de natalidad poblacional se trata, la pirámide también se ha ido invirtiendo; cada vez son menos los hijos que nacen mientras que la gente vive más años.
Con mujeres más atentas a los roles ocupacionales y también a lo estético, médicos especialistas en fertilidad coinciden en destacar que los tiempos de la mujer para tener hijos no sólo se han retrasado sino que además buscan uno solo. Por otro lado el aumento de embarazos mediante la ovodonación o el congelamiento de óvulos, permiten suponer un cambio notable al momento de traer hijos al mundo.

Para el doctor Jorge Blaquier, director de Fertilab, centro de reproducción asistida, el atraso de la maternidad cuenta con el respaldo de que “se han ampliado las aplicaciones y técnicas de reproducción asistida, y la ciencia ha resuelto distintas patologías. Por ejemplo: los hombres antes no tenían opciones y hoy hay tratamientos basados en la selección de los espermatozoides. Es cierto que las mujeres postergan su maternidad pero también es cierto que tienen una vida fértil acotada”.

Del éxito depende la demanda, que en este rubro atrae a los sectores de poder adquisitivo medio y alto. Los distintos tratamientos para embarazos oscilan entre los diez mil y catorce mil pesos (hasta tres intentos), sin contar las hormonas de medicación que pueden costar entre los tres mil y cuatro mil pesos. Además del dinero, hay que tener en cuenta la exigencia de días libres para cumplir con los reposos y estudios necesarios.

Sergio Pasqualini, director del instituto médico Halitus, observa que “la gran pregunta que nos hacemos los especialistas en técnicas de fertilidad bien indicadas es cuántas más se harían si estuvieran cubiertas por la seguridad social. El boom puede indicarse por las técnicas que se utilizan y que mejoraron los resultados en los últimos años. El in vitro es una buena técnica. Bien hecho es fantástico. Si la pareja no se embarazó después de un tratamiento se obtiene información que permite contestar dos preguntas: si la técnica es válida para esa pareja y, en ese caso, de qué manera se puede repetir, si con más o menos estimulación o con otras variantes de laboratorio”.

En Halitus la demanda de tratamientos de fertilidad aumentó un 22 por ciento durante 2009. El boom mas grande, según Pasqualini, “es darse cuenta de que no hay nada mejor que lo natural, y que no todo tiene que entrar en la maquinaria de la inseminación. Cuanto más se asimila esa experiencia, más se recurre a poner en mejores condiciones a la pareja. Eso significa corregir los malos hábitos y aprender a aprovechar todos los recursos que se tienen, no sólo de fertilidad”.
Para Gabriela y Ernesto Pertoczi, sus hijas, Lucía y Clara, de seis años y siete meses de edad, son el fruto de no haber bajado los brazos. “A los 27 años me quitaron un ovario. Hacía diez años que había perdido un embarazo y entre la pérdida y que quise volver a quedar embarazada, nunca más lo logré. Para 2002 recurrí a un tratamiento de fertilidad. En marzo de 2003, con 32 años y ante el primer intento mediante la técnica ICSI de estimulación ovárica, tuve a Lucía por parto natural. El segundo fue más complejo y lo busqué durante tres años con el mismo tratamiento pero lograba óvulos de mala calidad. En total hice ocho tratamientos y a los 38, cuando la ansiedad por tener una segunda hija me estaba matando, llegó Clara”, recuerda Gabriela.

Uno de lo récords nacionales en maternidad lo marcó Teresa Cianciabella, cuando quedó embarazada en 1996 a los 44 años. Hoy tiene 57 y su hija Maia cumplió los trece. “Formé mi segunda pareja a los 40 y no podía quedar embarazada. Para las azafatas de vuelo hay cierto perjuicio en la fecundación debido a las radiaciones. Por esa época me acerqué al instituto CEGYR, donde con la técnica ahora conocida como ICSI, me implantaron tres óvulos y me quedé con Maia”, evoca Teresa. En cuanto a la edad para ser madre, señaló que “por mi historia de vida creí que tenía tiempo. Hoy está vigente atrasar la maternidad, pero hay una edad biológica para ser madre, el propio cuerpo pone el límite. Prolongar los tiempos y quedar embarazada teniendo 50 o 55 años es muy complicado. Los chicos preguntan, suman y restan los años porque tienen miedo de que te mueras. Hay un límite ético tanto de las madres como de quienes asesoran los tratamientos”.

De los caminos que ha ido trazando la ciencia relacionados a la maternidad, el debate acerca de las edades para ser madre está abierto. En el medio hay deseos de vida cumplidos, múltiples técnicas, y hasta un negocio de oferta y demanda, como el de la ovodonación, que suma cada vez más interesados y requiere de una donante anónima que por altruismo, empatía o dinero se somete a estudios genéticos, psicológicos y sociológicos antes de donar sus óvulos. Los requisitos son tener una edad menor a 30 años, haber sido madre y no tener antecedentes psiquiátricos o de patologías médicas. Del otro lado del proceso, la mujer que lo recibe desconoce todo dato sobre la donante. Esta técnica es hoy una de las opciones más buscadas por mujeres de hasta 55 años que desean ser madres y por quienes no quieren iniciar un trámite de adopción.

Para la directora científica de CER, Ester Polak de Fried, detrás de esta técnica hay varios aspectos a tener en cuenta. “Las mujeres que acuden a la donación de óvulo están dentro del margen de los 35 y 45 años, porque cuando deciden ser madres la capacidad fértil ya empezó a decaer. Son muy pocas las mujeres de 50 años que no hayan tenido hijos, pero las hay, y las razones van desde embarazos frustrados, enfermedades, parejas armadas tardíamente, o mujeres divorciadas con hijos grandes que arman una segunda pareja con deseos de ser padres”, aclara.
Pero así como la vida tiene un límite, el resultado de estos tratamientos deja margen para la polémica sobre si hay edades límite para ser padres. En los últimos tres años se han duplicado los casos de mujeres que por postergar la maternidad debido a diversos motivos deben recurrir a la ovodonación. Al respecto Ester Polak –pionera en el país en el nacimiento de bebés a partir de óvulos congelados (logró el primero en 1997)– sostiene que “psicobiológicamente una mujer de 25 años puede estar menos preparada que una mujer de 50. A medida que avanza la edad los riesgos de diferentes tipos tanto para el paciente como para el niño son mayores. Puede haber enfermedades que desencadenen la muerte fetal, diabetes, alta presión, problemas metabólicos u accidentes cerebrovasculares, entre otros, tanto en la mujer como en el niño. Ese tipo de riesgo está bastante incrementado en mujeres mayores de edad, por eso no lo ofrecemos mas allá de la menopausia”.

Distinta es la opinión de Blaquier: “Hay edades para todo, una cosa es conservar óvulos de una mujer de 38 años, otra es ayudar a la naturaleza y otra es desafiarla. Nosotros no hacemos ovodonaciones ni tratamientos a mujeres mayores de 45. Uno siempre va a tratar de que se embarace la mujer que quiere y está en condiciones de tener un hijo. Una mujer de 50 años, más que madre, es una abuela. Hoy se piensa mucho en los deseos de la mujer y de la pareja, pero se olvidan del niño, quien tiene el derecho a tener padre y madre en tiempo y forma”. En cambio, Pasqualini cree en las decisiones consensuadas entre paciente y médico: “Puedo elegir lo que me conviene mediante el diálogo y el asesoramiento. Es una decisión personal de ellos y nuestra. Pensando en el bienestar del chico es muy difícil equivocarse, hay que manejarse con el sentido común”.

Aunque la vida no siempre ofrezca buenas sorpresas y aunque los cambios sean buenos y malos según el lugar desde el que se los observe, hay historias que se cuelan entre el avance de la ciencia y merecen ser contadas. “A mi hija le pusimos Victoria porque para nosotros fue realmente una victoria”, explica Mirta Pacheco, quien también es mamá de Julio, de 17 años, que nació con síndrome de Down. “Volver a ser madre era un imposibilidad física y económica. No podía tener hijos porque podían nacer con la misma enfermedad que Julio. Pero la vida me puso delante a la hermana del doctor Pasqualini, quien me mandó a verlo. Conmigo hicieron tres intentos mediante ovodonación y no había caso. Estaba mal anímicamente y cumplía los cuarenta, que eran mi límite. Pero al cuarto intento, mediante una técnica de congelamiento con nitrógeno, hubo una excelente respuesta y con el semen de mi marido se crearon tres embriones y convertí en nido mi vientre. Le gané una batalla a mi formación genética.”

Por decisión tardía o por problemas físicos, las mujeres acuden cada vez más a la fertilización asistida, la respuesta de la ciencia y la técnica al deseo de cumplir viejos sueños.
Fuente: elargentino

miércoles, 17 de febrero de 2010

Madres sin fronteras




Dos mujeres decidieron adoptar en Haití. Después de intentarlo biológicamente y luego de descartar la adopción en la Argentina debido a todas las trabas que les ponía la Justicia local por ser mujeres solas, Alejandra y Mariana –son hermanas– finalmente encontraron a sus hijos en uno de los países más pobres del planeta: Haití. Dos historias que hablan del deseo de maternidad, de la problemática que plantea adoptar en el país, y de una búsqueda de amor y felicidad tanto para hijos como para padres adoptivos.

Maki Sue señala el mate y reclama: “¡Mío, mío!”. Luego sorbe de la bombilla, traga gustosa la infusión más típica de estas tierras y con una sonrisa blanca y luminosa dice “Rrrracias”. Christ sólo abandona los dibujitos ante la promesa de que habrá fotos. Adora posar para después chequear el resultado en la cámara digital, y en cada captura juega a darle distintas muecas a su cara color ébano, en la que resalta una mirada profunda. Los dos nacieron en Haití, uno de los países más pobres del planeta, y peleaban día a día por seguir vivos en un orfanato hasta que dos mujeres argentinas eligieron ser sus mamás. Mariana (47) –mamá de Maki Sue, de un año y medio– y Alejandra (42) –mamá de Christ, de dos años y medio– son hermanas y lo único que las mueve es contar dos historias de sueños, decepciones y, hacia el final del recorrido, de felicidad. “Queríamos ser madres, pero no nos resultaba fácil: pasamos por tratamientos, con la ansiedad y las decepciones que eso implica, y cuando quisimos adoptar en Buenos Aires nos dijeron que por ser familias monoparentales y no matrimonios la espera podía durar años… O no terminar más”, admiten. Alejandra es diseñadora de indumentaria, Mariana artista plástica. Ambas sintieron el deseo de tener hijos solas, a una edad en la que el reloj biológico señala que los tiempos se acortan. Por eso, enseguida evaluaron la posibilidad de la adopción, a pesar de que la espera para que un chico sea asignado vía judicial en la Argentina puede tardar más de cincos años. “Cuando vi que acá existía tanta demora, desatención e incluso maltrato, empecé a buscar información sobre adopciones internacionales –cuenta Alejandra y explica que así apareció una posibilidad viable: Haití–. Se acercaba a mis posibilidades, así que comencé a contactarme con los orfanatos vía mail. Algunos no me aceptaban porque no era religiosa. Otros, porque era argentina y sólo trabajaban con canadienses o norteamericanos. Hasta que finalmente di con el Ruuska Village, un hogar cuyo único interés es encontrarle una `Forever family´ a sus chicos”. Así empezó a buscar a su bebé: armando carpetas, respondiendo test psicológicos por internet, cruzando los dedos. Había pedido un varón y cuando vio a Christ a través del listado de fotos que el orfanato le envió, sintió que el corazón le daba un vuelco. Era él. Viajó a conocerlo, luego a festejarle su primer cumpleaños y a los siete meses de haberle sido asignado por la institución, lo buscó en Puerto Príncipe (la capital de Haití) para traerlo por fin a su casa de Olivos. Mariana, su hermana, la acompañó en ese viaje y, al ver a Maki Sue en el mismo orfanato de su sobrino, no tuvo dudas: esa sería su bebé. Y así comenzó su propia espera.
En general, desde el inicio del trámite hasta la tenencia transcurre alrededor de un año, tiempo en el que lo único que se tiene es una foto de la criatura asignada. “Miraba su imagen todo el día, encontrándole detalles nuevos. Empezás a crear un vínculo de amor con esa foto, que es lo único que tenés hasta que te llegue el momento de abrazarlo definitivamente. Es extraño, pero maravilloso”, confiesa Alejandra, que ya consiguió que la Justicia argentina revalide la adopción de Christ.

No es raro que al verlas por la calle, alguien les haga un comentario o una pregunta acerca de la nacionalidad de los chicos, e incluso las comparen en broma con Angelina Jolie. “En general, nos dicen cosas buenas. Pero también hay quienes consideran que forma parte de una moda. ¿Cómo alguien puede pensar algo tan frívolo? Nosotras lo hicimos porque en la Argentina nos cerraron las puertas”, señala Mariana y, con un dejo de tristeza, agrega: “Maki ya sufrió discriminación en una plaza: una nena no la dejó jugar con su hermanito alegando que ellos eran argentinos. Primero me angustió, pero después me dije que tengo que ser fuerte. Por ahora, nuestros hijos son chiquitos, no sé qué va a pasar cuando crezcan. Nosotras, como mamás, vamos a tener que trabajar desde el amor para que ellos sepan que fueron muy deseados”.

Como ocurre en la mayoría de las adopciones no habrá parecido físico, pero es un hecho que los dos tienen gestos de sus mamás: él es tranquilo; ella movediza. “Cuando la directora del orfanato me entregó al nene le dijo: ‘It’s your mamma’ y entonces Christ se me acurrucó en el pecho. Fue un encuentro tan esperado... Sentí que siempre había sido mi hijo”, se quiebra Alejandra. Mariana también recuerda el día en que fue a buscar a Maki Sue para traerla a la Argentina y los ojos se le llenan de lágrimas: “Me angustiaba la posibilidad de no tener hijos. La maternidad me dio una felicidad indescriptible. Fue muy duro el proceso de hacer tratamientos, esperar una adopción acá durante años y después pasar otro más viajando a Haití para ver a la nena y volviendo sin ella. Dejarla ahí me rompía el corazón. Es muy dura la realidad de los chicos que viven en orfanatos: no bien llegás se te pegan, necesitan contacto físico”. Antes de regresar, Mariana aceptó conocer a la madre biológica de la nena y sacarse una foto con ella para guardarle a su hija: “Ella me abrazó fuerte, sin tristeza. Entendí que quería darle a Maki Sue un futuro”, se conmueve.

Debido a la crítica situación que atraviesa el país, existen alrededor de 600 orfanatos destinados a asistir a chicos abandonados. En su mayoría, se trata de acciones privadas de misioneros extranjeros que no reciben apoyo del Estado. “Hay de todo: chicos de quienes no se sabe quiénes son los padres, otros que tienen papás pero no pueden o no quieren cuidarlos, y otros cuyos padres murieron de hambre o víctimas de la violencia. Hay mucha gente que entrega a sus hijos para que el hogar los ayude a sobrevivir”, narra Alejandra y Mariana agrega: “Son espacios indescriptibles: el olor, el hacinamiento, la falta de recursos. Algunos orfanatos cobran una donación para que ese dinero, además de cubrir los costes legales, sea destinado a la manutención de los chicos que se quedan. Es que falta de todo”. Cuentan que la directora del orfanato que les entregó a los chicos se llama Bárbara Walker, es norteamericana, siempre viste de color azul por considerarlo bíblico y se ocupa personalmente de atender todos los pedidos de adopción. “Ella no deja carpetas cajoneadas: sabe que cuanto más tarde el proceso, va a ser peor para los chicos. Trabaja de sol a sol”, destacan las hermanas y lamentan que en su propio país las adopciones sean tan complicadas. Por esa razón, Alejandra explica que ellas no son las únicas que decidieron adoptar en Haití: “Creamos un blog que dio lugar a un foro del que participan otras 18 familias argentinas. Además de dar información compartimos vivencias, nos aconsejamos y brindamos apoyo a quienes tienen deseos de recorrer el mismo camino pero no saben cómo”.

Hacia el final del relato, tanto Alejandra como Mariana demuestran que aquello que les había parecido tan difícil al principio, finalmente se concretó en esos dos chicos que corren riendo a carcajadas por el jardín. De a ratos jugando o mirando absortos el vuelo de una mariposa; de a ratos peleando por el triciclo o por un muñequito. “Maki Sue es la hija que siempre quise tener. Es intensa, cariñosa, divertida…”, define Mariana y su hermana menor concluye: “Estoy muy orgullosa de Christ por haber sobrevivido con valentía a tantas cosas. Pero por sobre todo por haberme adoptado como madre, dándome una felicidad infinita”.


Fuente: Para Ti

De a dos

Reina Batata. “Como se dice, toda crisis es una oportunidad. En 2001, la empresa en donde trabajaba se achicó y me quedé sin trabajo”, cuenta Federico Baigún (31). Y a su pareja, María Eugenia Gonzalez (33), que trabajaba en un estudio contable, se le ocurrió iniciar un proyecto de a dos. “Así surgió el bazar gastronómico Reina Batata, personaje que hoy da vida a vajillas y un sinfín de objetos de cerámica”, afirma Maru orgullosa. Y sigue: “Desde siempre nos obsesionó la decoración y el diseño, somos muy observadores y autodidactas, continuamente vemos cómo hacer de algo cotidiano un elemento con diseño, que sea útil sin dejar de que sea estético”. Además, el tío de Federico tiene un bazar gastronómico en La Plata desde el cual provee de vajilla a todo el interior del país:“Contar con hornos especiales para fabricar piezas de cerámica fue el puntapié inicial y sin dudas lo que nos posibilitó el jugarnos por algo propio”, asegura Federico.

Pronto la decoración de vajillas dejó de ser un hobby para convertirse en un oficio. Según Federico, “Al principio empezamos sin grandes gastos y seguimos. Estuvimos en varias ferias como Puro Diseño”. En 2004 alquilaron un PH en Palermo para venta mayorista, compraron hornos propios para fabricar y bajar costos, y en 2005 abrieron un local también en Palermo Viejo para venta minorista. Según Fede, “Reina Batata es un sueño hecho realidad. Es la parada obligada para todos los que desean algo distinto para su cocina. Podés encontrar la combinación perfecta entre estética, funcionalidad y simplicidad, y también el desarrollo por encargo para restaurantes, caterings, etc.”. La pareja pasó por millones de cosas en el medio: “En 2005 nació nuestra primera hija, Juana, y en 2007, Ana”, dice Maru que se alejó de la actividad por un año: “En la vida hay que tener un equilibrio que incluye el desarrollo profesional y económico y también el desarrollo personal, sino todo carece de valor”. Finalmente, ambos coinciden que “el éxito únicamente va delante del trabajo en el diccionario, por eso hay que cultivarse de conocimiento y trabajar. Y saber que todo lo que uno da vuelve, y vuelve multiplicado”.

Monoblock. “La historia de cómo nos conocimos con Pablo parece la trama de la película Señales de Amor. No es fácil de contarla –relata Vik Arrieta–; es que fue a través de una propuesta laboral, luego entendí que en realidad era algo más cuando él (Pablo) trató de robarme un beso... pero logró obtener mis datos. Salimos, fuimos, volvimos, y acá estamos desde 2003”, relata Vik Arrieta (28, Lic. en Comunicación Social) una de las creadoras de Monoblock junto con Pablo Matías Galuppo (34, diseñador gráfico). La dupla recién se animó a trabajar juntos en 2007: “Decidimos crear una marca, un soporte propio para liberar nuestra imaginación. Y así surgieron una serie de cuadernos y agendas customizadas por reconocidos ilustradores y diseñadores bajo un mismo concepto: Happy Together y Live the Love”. Y sigue: “Nuestro leitmotiv es Live the love: El Amor es el único idioma universal que puede ser hablado en todas las lenguas. Cuando nos expresamos desde el amor, se crea algo similar a una autopista que nos va conectando. Y nuestras ideas viajan, mucho más fácilmente, y llegan”. Cristian Turdera, Christian Montenegro, Laura Varsky, Parquerama, Colorblok, DGPH, Patricio Oliver, Pum Pum, Nasa, Pablo Gamba, Rey Misterio, Sol Linero, son algunos de los autores que contribuyen en esta serie de cuadernos.

Pablo explica: “Cada uno de ellos creó la tapa, contratapa, las hojas internas y un señalador o tag, que contiene su firma y un texto propio”. Y Vik continúa: “Proponen una combinación entre estética y funcionalidad además de un medio accesible para incorporar belleza y diseño a la vida cotidiana”. La dupla tiene sus roles bien definidos: “Pablo se encarga de todo lo relacionado al diseño y la producción y yo estoy en la parte de la redacción –aclara Vik–; aunque lo nuestro es más bien una danza donde vamos ocupando los espacios libres, siempre en movimiento. Pero siempre decidimos en conjunto”. Al hablar de la marca Vik afirma: “Monoblock fue creado para inspirar. Para llenar el espacio gris, indefinido e indiferente, por un mensaje mucho más poderoso”. ¿Tips para un buen emprendimiento?: “Ante todo, ¡hacer lo que uno ama! Reflexionar sobre toda la energía que uno va a dirigir al proyecto y entender que debe ser un camino de disfrute, más allá de los contratiempos y adversidades”, dice Pablo. Y Vik continúa: “Encontrar la manera de hacerlo lo mejor posible y comunicarlo”.

Objeto. “Comenzó como una marca de carteras realizadas en materiales novedosos y luego se amplió a indumentaria con la apertura del primer local en Paseo Alcorta”, relatan los creadores y diseñadores de indumentaria Rodrigo Abarquero (40) y Débora Di Stilio (37) presentes en el mercado hace 10 años. La dupla se conoce hace 17 años: “Desde primer año de diseño de indumentaria”, advierte Rodrigo. Y Débora continúa: “Lo bautizamos así ya que nos parecía bueno tener un nombre genérico donde plasmar nuestra particular producción de diseño. Era como una hoja en blanco”. Al ver sus prendas y los complementos se refleja la contraposición de elementos, estampados y texturas. “Todo proviene de un universo infantil-retro del mundo de los animales, plantas –explica Rodrigo– y también de las influencias de las nuevas tendencias del surrealismo pop”. Con orgullo Débora comenta: “2003 fue muy emocionante para nosotros ya que recibimos el premio ‘tijeras de Plata’ a la nueva costura”. Luego cuentan cómo son sus clientes: “Buscan piezas originales, novedosas –dice Rodrigo– es gente que busca diferenciarse, que disfruta y juega con su imagen. Ahí radica nuestra mayor fortaleza”. Socios y pareja durante una década, explican: “Funcionamos como dos diseñadores independientes trabajando para un mismo criterio de marca, repartimos las tareas administrativas y de producción que son más tediosas de acuerdo a los tiempos de cada uno”. Y Rodrigo admite: “Además está la vida familiar y encontrar el equilibrio entre ambas cosas no siempre es fácil”. El año pasado Objeto realizó grandes cambios: “Inauguramos una nueva tienda en Palermo Viejo, actualmente es nuestro único punto de venta. Existen algunas tiendas multimarca que comercializan nuestros productos en distintas partes del mundo”, dice Débora. Y Rodrigo revela: “El mes pasado fue presentada en Tokio una pequeña colección de Objeto a través de la empresa HFFrance con quienes estamos en tratativas para exportar”. Al final la dupla da algunos tips para emprendimientos: “Estar realmente motivado para lo que uno va a emprender, conocer el mercado donde se va a hacer el emprendimiento, contar con los recursos financieros para sustentarlo en un comienzo y aportar un valor reconocible por los clientes”.
Fuente: para ti

jueves, 11 de febrero de 2010

Cómo ahuyentar pensamientos negativos

Haga usted lo que haga y esté donde esté, siempre acaba pensando lo mismo. Ha dedicado al asunto, llamémosle X, el tiempo y la energía equivalentes a una tesis doctoral. Sólo que no ha logrado título alguno; tampoco ha conseguido avanzar ni emprender nada nuevo. Está atrapado. Los psicólogos se refieren a este estado con el término de pensamiento rumiante. Es tan gráfico que no requiere más explicaciones.

Cuando se está en modo rumiante, se lleva esa bola X -que cada vez se hace más grande- de un lado a otro, se amasa, se nutre con nuevas ideas, se pasa a otro lado de la cabeza, se rumia un poco más, y cuando se cree que al fin va a ser expulsada, nos la tragamos otra vez. Lo peor es que mientras se rumian asuntos del pasado o elucubraciones de futuro, el presente -lo único real- pasa veloz delante de nuestras narices.

El psicólogo Xavier Guix asegura en su libro Pensar no es gratis (Granica, 2009) que cavilar demasiado no resulta ni siquiera barato. Nos hace gastar tiempo y energía: una inversión que puede ser inteligente o desastrosa. ¿Qué se hace cuando una inversión es equivocada? Se liquida y se busca un plan B. ¿Por qué una solución que vemos tan clara en asuntos económicos se nos escapa en otros aspectos? ¿Por qué nos cuesta tanto pasar página y parar de dar vueltas? "Rumiamos para entender nuestras emociones y nuestra relación con los demás", explica Guix. "Somos seres narrativos y necesitamos contarnos las cosas para que tengan sentido", agrega.

Pero ¿cuál es el coste de rumiar?: en primer lugar, se gasta glucosa, el combustible del cerebro. Cuando alguien dice que está agotado de pensar, es literal. Además, estos pensamientos generan y despiertan distintos estados de ánimo. "Al pensar influimos en nuestra química cerebral, y los pensamientos no son neutros, porque están construidos con imágenes, sensaciones y voces que actúan como estímulos para nuestros estados internos. Es así como podemos alegrarnos o destrozarnos el día, a golpe de pensamientos", asegura Xavier.

Las mujeres rumian más, lo que las hace, en opinión del psiquiatra Jesús de la Gándara, más vulnerables a las crisis. También son más flexibles y rápidas buscando la salida de emergencia y la solución, apunta el experto. "El fenómeno tan femenino de darle mil vueltas a todo aumenta la permanencia de los problemas en la conciencia y causa fatiga emocional. Nos perturba más la opinión que tenemos sobre lo que nos pasa que el hecho en sí mismo", dice Gándara. Otros psicólogos señalan que el hábito de las amigas de reunirse y tener largas controversias y debates acerca de lo que les pasa es un refuerzo emocional de gran valor, pero echa más leña al fuego y no ayuda a olvidar. Cuanto más se nutre la obsesión, más fuerte se hace y más espacio ocupa en la mente.

"Lo curioso del pensamiento circular es que lo que hacemos para resolver el problema se acaba convirtiendo en el auténtico problema. Por ejemplo, si cada vez que estoy ´pillado´ busco refugio en los amigos, les lleno la cabeza con mis angustias y agoto sus energías, lo más normal es que me quede sin ellos. Lo que antes era una solución se ha convertido en un problema", aclara Guix. El objetivo es entonces parar de dar vueltas. ¿No se supone que el ser humano es una máquina de olvidar? Sin embargo, cuando se está en medio del mare mágnum no resulta fácil. "Una de las funciones de la mente, en concreto de la memoria, es ayudarnos a sobrevivir, a no repetir situaciones que en el pasado nos han hecho sufrir o nos han traumatizado", apunta Xavier Guix.

Pero como el hommo sapiens es también un animal contradictorio, usa el mismo mecanismo contra sí mismo y se queda demasiadas veces atrapado en lo que pasó o perplejo ante lo que pueda venir. Parar puede servir, entre otras cosas, para preguntarse: "¿Para qué estoy utilizando mi pasado?". "El pasado puede servir para justificarse, para crear una identidad o para ahondar en la adicción a determinados estados de ánimo a los que nos hemos acostumbrado", explica el psicólogo.

Salir del pensamiento rumiante requiere un esfuerzo. No va a ocurrir por casualidad. Si la persona se deja llevar, volverán los mismos pensamientos de siempre. La clave está, según Xavier Guix, en poner una distancia cada vez mayor entre el pensamiento y el pensador. "Si vivo identificado con lo que pienso y siento, no hay nada que hacer. A medida que somos capaces de observar el proceso de ida y venida de nuestros pensamientos nos damos cuenta de su fugacidad. Al poderlos observar, tenemos más capacidad para intervenir en ellos y decidir dónde ponemos la atención".

Las llamadas técnicas de parada de pensamiento no sólo existen, sino que, además, funcionan. Con dos condiciones: persistencia y disciplina. Se trata de una herramienta para interrumpir el diálogo negativo que las personas mantienen consigo mismas y que genera emociones desagradables. El primer paso es identificar el malestar, saber cuáles son los pensamientos o la secuencia de pensamientos "malditos". Algunos expertos recomiendan incluso que se verbalicen en voz alta. Se trata de identificar exactamente lo que hace daño y, entonces, buscar otra actividad para interrumpir esta cadena de pensamientos. Otros psicólogos recomiendan que se escoja "un estímulo de corte", es decir, un estímulo intenso que se pueda producir a voluntad y permita dejar de pensar (un ruido fuerte, una palmada, un "¡basta!"). La psiquiatra clínica Elena Borges invita a cambiarse físicamente de lugar, a irse a otra habitación, por ejemplo, o a iniciar una conversación con otra persona. "Hay que entrenar la atención y ser capaces de dirigirla hacia donde queremos, y no a la inversa", recomienda Guix.

Viajar con el piloto automático puede ser muy cómodo, pero deja a la persona en manos de sus hábitos mentales, y ya se sabe dónde puede llevarles esto. Estar haciendo mil cosas a la vez -la famosa multitarea- sin concentrarse demasiado en ninguna tampoco ayuda. La mente seguirá su chachareo habitual mientras no esté ocupada del todo.

Justamente en ocupar la cabeza a conciencia descansan las técnicas de la psicología moderna. Una de ellas es el mindfulness ("atención y conciencia plena del momento presente"): una teoría muy de moda repescada, cómo no, del budismo zen. Consiste, según explica Xavier Guix, en "estar en el presente y atento a la experiencia, pero sin precipitarnos en poner etiquetas". Es decir, concentrarse en los hechos, aceptarlos y no liarse a juzgar o a hacer interpretaciones.

Consejos para controlar el pensamiento rumiante
1. Hacer dos o tres respiraciones profundas.

2. Puede cerrar los ojos, pero no es estrictamente necesario.

3. Concentre su atención en la respiración. Aparecerán pensamientos y emociones. Déjelos pasar. Imagine que coge ese pensamiento y lo traslada fuera de su cuerpo. Hay quien prefiere contar del cien al cero para alejar los pensamientos invasivos.

4. Cuando se sienta centrado, dirija la atención a las imágenes externas e internas que ve. Contémplelas sin más.

5. Luego haga lo mismo con los sonidos.

6. Después repita el esquema con las sensaciones corporales.

7. Finalmente, centre la atención sólo en su cuerpo y su respiración.

8. Procure estar en silencio el máximo de tiempo posible.

¿Es posible serle fiel a una pareja durante toda la vida?

Cada mes parece traer un nuevo escándalo sexual. Después de la interminable lista de mujeres que afirman haber tenido un affaire con Tiger Woods, surgió la historia del affaire de la esposa del primer ministro irlandés, Iris Robinson. Y antes de que se calmara ese revuelo, el capitán de la selección inglesa de fútbol, John Terry, la reemplazó en los titulares al no lograr evitar que se revelaran los detalles de su presunta aventura. Ahora, ante semejante seguidilla, la pregunta es: ¿La monogamia es realista?

Una encuesta de Gallup determinó que los estadounidenses toleraban más la poligamia y la clonación humana que la infidelidad. A medida que nuestra cultura se sexualiza y que hay muchas experiencias sexuales reales o virtuales a tan sólo un golpe de mouse (un estudio reciente estima que la quinta parte de los usuarios de Internet realiza algún tipo de búsqueda sexual), la gente parece volverse más pacata.

Según el estudio que se lea, entre 25 y 65% de los hombres casados, y entre 15% y 50% de las mujeres casadas, han tenido aventuras. Una pequeña cantidad de parejas disfruta de relaciones sexuales abiertas, pero se muestran renuentes a hablar de sus actividades hasta con sus amigos más íntimos.

"Se supone que el buen sexo mantiene unido a un matrimonio, pero en toda relación hay momentos de dificultades sexuales", explica la especialista Kate Figes, autora del libro "La verdad de la pareja".

La confusión respecto de lo que en verdad constituye una infidelidad no ayuda a la hora de entender dónde están los límites del puritanismo sexual moderno. ¿La infidelidad puede ser emocional además de física? ¿Consiste sólo en una relación penetrativa completa o el flirteo erótico online también cuenta? ¿Es infidelidad cuando nos gusta alguien en la calle? Es como si para muchos hubiera un constante problema interno de conciencia en el que la tentación debe resistirse y la fidelidad funciona como prueba.

"Tal vez eso explique en parte la condena que enfrentan las personas famosas cuando fracasan de forma tan espectacular. Los que se sienten culpables de faltas sexuales condenan a otros para confirmar que, quizás, después de todo no seamos tan malos. Los que no cayeron en la tentación condenan porque se sienten superiores. Los personales famosos como Woods y Terry pueden tener éxito y dinero, nos decimos para tranquilizarnos, pero no pueden enamorarse de verdad como nosotros que respetamos nuestro matrimonio", agrega Figs.

Muchas parejas nunca le cuentan a nadie cuando alguno de los dos tuvo una aventura extramatrimonial. ¿Eso se debe simplemente a que eso los perjudica a ambos? "La única forma en que una relación puede funcionar en esta época de obsesión por el sexo es teniendo conciencia de que nunca hay que dar al otro por descontado. No puede esperarse monogamia y fidelidad por parte de otra persona como si fuera un derecho. Es un regalo que un ser humano maduro le hace a otro porque se valoran tanto los sentimientos que no se los quiere lastimar", cierra Figes.
Fuente: Clarin

martes, 9 de febrero de 2010

Anemia: tema de mujeres

Calambres a la hora de dormir, fatiga, cansancio, palidez extrema, dificultades para concentrarse y para recordar. Los dolores de cabeza se vuelven frecuentes y la piel, las uñas y el cabello se ven deslucidos. Cuando estamos anémicas, es decir, cuando nuestra sangre no tiene suficiente hemoglobina –una proteína dentro de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno desde los pulmones hacia el resto del cuerpo–, tareas cotidianas como llevar a los chicos al colegio, ir a la oficina o hacer las compras pueden volverse misiones imposibles, tan difíles como empujar un elefante.

La anemia es un mal silencioso, pero presente. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud, en los países en desarrollo cerca del 50 por ciento de los niños y las mujeres en edad fértil padecen alguna variante de esta enfermedad. En la Argentina, los relevamientos de la Fundación contra la Anemia (FUNDANEMIA) arrojan un índice del 30 %.

Aunque objetivamente cualquier persona, más allá de su sexo y su edad, puede desarrollar anemia, la confluencia de algunos factores como la menstruación y los embarazos recurrentes hacen de nosotras un blanco ideal. También son más proclives al déficit de hierro las chicas que se obsesionan con las dietas y se olvidan de alimentarse de manera equilibrada, y las que pertenecen a grupos sociales vulnerables. En las mujeres mayores la anemia se asocia a otras enfermedades, especialmente a pérdidas de sangre del aparato digestivo. ¿Sus causas? “La más frecuente es la deficiencia nutricional de hierro –los médicos la llaman ‘anemia ferropénica’ y constituye el 90 por ciento de los casos–, de ácido fólico o vitamina B12, y las hemorragias también pueden ser otro disparador”, precisa la ginecóloga Cristina Alvarez, médica de planta del Departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Santojanni.

Por otro lado, ciertos hábitos como el consumo generalizado de té, café y mate atentan contra la fijación de hierro, porque inhiben su absorción. “Esto explica, entre otras cosas, porqué tantas mujeres padecen anemia en un país como la Argentina, donde se calcula un consumo anual de 50 kilos de carne por persona… Lo mejor es consumir estas infusiones y los lácteos alejados de las comidas principales”, aconseja Alvarez.

Su colega, el médico hematólogo Carlos Marín, presidente de FUNDANEMIA, amplía: “El hierro está presente en las carnes, especialmente en las rojas, así como en el huevo y algunas legumbres y vegetales, sobre todo aquellos de color verde oscuro, como la acelga, la espinaca y el brócoli. El hierro de origen vegetal se absorbe mucho menos que el de las carnes, por lo que un plato de lentejas o de espinaca no reemplaza a la carne vacuna”, precisa Marín. “Por suerte también existen alimentos que facilitan la absorción de hierro, como los cítricos, los tomates y otros que contengan vitamina C y B”, recomienda. En los supermercados pueden comprarse harinas, polentas y pastas secas fortificadas y leches con hierro que ayudan a elevar el consumo y depósito de este mineral en el organismo.

La deficiencia de hierro se detecta mediante un análisis de sangre denominado “ferritina sérica”, que mide los depósitos de este mineral del organismo, además de otros estudios que miden el hierro circulante en la sangre.

fuente: revistadesusana

domingo, 7 de febrero de 2010

Consejos para que duerma toda la noche y ¡en su cama!

En el silencio de la noche, de pronto y muy despacito, la puerta se abre y aparece él. Arrastra su mantita, aunque la deja a mitad de camino –ya no la necesita–, de un saltito se sube a tu cama y se mete entre vos y tu marido, para seguir durmiendo. “Entre el 20 y 30% de los chicos de uno a cuatro años tienen problemas para irse a dormir o se despiertan durante la noche”, cuenta el Dr. Hugo Luján, pediatra del Cemic, en base a lo que observa en su consultorio.

Lo necesitan

El doctor cita a C.E. Sundell, psiquiatra, por su frase: “Un bebé que no duerme es un reproche a sus padres”. Cuenta que aunque esta frase se escribió hace más de 80 años, algunos padres siguen contribuyendo a su vigencia. Luego brinda un panorama de cómo es el sueño de los bebés y chicos argentinos. “Muchos papás aceptan, porqueconsideran un comportamiento normal, que un recién nacido se despierte y llore durante la noche. Pero ya entre los tres o cuatro meses desean que duerma toda la noche. Cuando no lo logran, por estar tan cansados y ansiosos, toman decisiones equivocadas.Mientras que entre los seis a los nueve meses suelen aparecer los inconvenientes a la hora de acostarse. Están vinculados a la angustia del octavo mes, la dentición y los cambios en el horario familiar”, detalla el doctor y continúa explicando cómo en los chicos se perpetúa la necesidad de conciliar el sueño junto a sus papás.

Independientes

“Las personas adultas se despiertan varias veces durante la noche, pero, a diferencia de los niños, saben volver a dormirse solos. Tienen la capacidad de autorrelajación. En cambio los niños no se duermen rápido y por eso recurren a sus padres, que les ofrecen el chupete, la mamadera, alzarlos, pasarlos a sus camas… Así adoptan estos comportamientos vinculados al sueño y esa lógica de mundo exterior. En consecuencia,el problema no es que se despierten, sino que no puedan volver a dormirse solos”,explica el Dr. Luján.

El especialista cuenta que así se entra en un círculo vicioso en el cual, como el chico tiene como objetivo principal dormirse y los padres, que duerma toda la noche, la única salida que ven como viable es dormirlos ellos. Sin saber que mientras menos independencia para dormir tengan, más dependiente de ellos se volverán y más les costará no contar físicamente con ellos para conciliar el sueño. “Los padrestomarán actitudes poco ortodoxas, como dormirlos en brazos o pasearlos en cochecito, que si dan resultado positivo, serán utilizadas casi permanentemente, provocando un patrón de comportamiento para el sueño difícil de corregir en el futuro”, asegurael doctor.

Adecuado a cada clan

Claro que en cada familia el sueño funciona distinto. El doctor señala que hay niños que duermen períodos cortos día y noche, y otros que lo hacen durante toda la noche y muy poco o nada durante el día. A nivel general, en todos los bebés los patrones de sueño/despertar aumentan de 4 o 5 hs. al nacer a 8 o 10 hs. a los 4 meses. O sea que en total durante este período el sueño es en promedio de 13 a 15 hs. por día de 24 hs.

“El sincronizar los ritmos circadianos (ciclo de sueño/despertar) del bebé con la rutina familiar diaria, es esencial para prevenir problemas de sueño. Reconocer de antemano cuándo el bebé tiene sueño permite asimilarlos al funcionamiento de la familia. En cambio no reconocerlos, provocará interacciones insuficientes entre padres y bebé y la desestabilización de estos ritmos. Los padres deberán aprender a seguir un horario consistente durante el día, repitiéndolo semana a semana y responder adecuadamente a las señales de sus bebés”, explica el pediatra.

Depende

Recalca también que la variabilidad del dormir de cada niño y su hora de levantarsepor la mañana no puede calificarse como normal o anormal. Cada bebé es diferente. El horario se convierte en un problema, sólo cuando es un horario distinto al que desean sus padres. “Existen diferencias respecto a la hora de despertarse y a la de dormirse de los bebés. Están los que se duermen temprano y despiertan temprano, y los que lo hacen tarde y se levantan tarde. Todo debería depender del ritmo de cada grupo familiar. Porque si hablamos de papás que trabajan más bien de tarde o noche, es lógico que elbebé se duerma tarde y si hablamos de papás que se levantan a las 7 de la mañana para ir a trabajar, sería más bien lo contrario. Hay que buscar la adaptación del bebé con la familia. Y es también lógico que los padres de recién nacidos se adapten a los patrones de sueño de este hijo. Aunque siempre que sepan impedir que estos hábitos se prolonguen hasta el año”, explica el Dr. Luján.

Las rigidez, a un lado

En relación al colecho, cuenta que está íntimamente ligado a la lactancia, ya que muchas madres colocan a sus bebés al pecho, en su cama y se quedan dormidas junto a ellos. El Dr. Luján expone: “En los primeros meses de vida de un bebé, los papás suelen estartranquilos con que sus hijos duerman con ellos, en su cama, o en un moisés dentro de su cuarto. El dormir con los padres no es por sí mismo un problema. Como tampoco lo es la elección de la forma de alimentación (pecho o mamadera). El tema es que los padresconozcan las características del sueño de su bebé, y que sepan que los problemas del sueño se corrigen”.

Hace la salvedad de que puede llevar tiempo y parecer difícil, pero el doctor afirma que el sueño es un aprendizaje. “Los bebés pueden solos aprender a dormir. Al igual que el caminar, los hábitos de sueño se adquieren con el aprendizaje tolerante, no con pautasrígidas. Los problemas persistentes del dormir forman parte de dificultades conductales entre padres y niños, en las que interviene el establecimiento y el respeto de ciertas pautas familiares”, explica el doctor.

Para poner en práctica

Para generar buenos hábitos y enseñarles a dormir bien, desde chiquitos, el Dr. Luján da sus recomendaciones:

● Proponele una rutina diaria regular y predecible. Como primera medida y fundamental, debería adquirir costumbres consistentes y reconfortantes. Que sepa lo que viene después. Podría ser bañarlo o contarle un cuento antes de acostarlo.

● Acostalo cuando esté somnoliento, pero aún despierto. Estate atenta a que esté cansado y lo demuestre con bostezos, restregarse los ojos, algo de inquietud… Tampoco esperes a que esté demasiado cansado y ya no pueda relajarse. Ni lo fuerces a dormir si está activo y sin sueño.

● Evitá cualquier maniobra –como hamacarlo en su cama– para dormirlo. Si hicieras esto, se acostumbraría a conciliar el sueño sólo de esta manera y pediría lo mismo si se despertase a la noche.

● Ofrecele asociaciones útiles. Escuchar su canción preferida, tener cerca algúnmuñeco son algunas de las tantas asociaciones posibles. Son prácticas y sencillasy les permitirán aprender a relajarse y dormirse en cualquier lugar.

● Recurrí a ruidos de fondo. El ruido del ventilador, radio a bajo volumen, entre otros, funcionan como bloquedores de otros sonidos y relajan al bebé, permitiendo que duerma.

● Evitá actividades que lo puedan excitar. Salir, jugar a algo o participar de una reunión familiar, por ejemplo, son algunas de las actividades que conspiran con que se relaje y pueda dormirse.

Puede haber traspiés

“Con estas pautas aplicadas, si ocurren problemas temporales de sueño es probable que se deban a enfermedades, procesos de dentición, el entrenamiento para la regulación de esfínteres, el nacimiento de un hermano, el viaje de algún padre… En estos casosno habría que preocuparse. Si los hábitos desarrollados son buenos, respetando lo más que se pueda las rutinas diarias para dormir, el bebé retomará poco a poco las pautas que aprendió”, finaliza el Dr. Luján.

Por Ana van Gelderen

Asesoró: Dr. Hugo Luján, pediatra del Cemic, M.N. 29.489.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Asuntos de cama adentro

Cómo detectar problemas y mejorar la sexualidad. Falta de deseo, ausencia de orgasmos, mentiras, omisiones... La vida íntima de muchas parejas se convierte –a través de los años y los hijos– en un territorio neutral. Para que la intimidad se recupere con pasión, tres sexólogas y una experta en juegos eróticos analizan la cuestión y aconsejan cómo recrearla.

Tenés ganas-cero de zambullirte en un encuentro apasionado con ese señor que duerme –y a veces incluso ronca– a tu lado desde hace años? ¿Tus pilas están puestas en los chicos, el trabajo, la casa, el perro, el auto, el vitel toné adelantado de Navidad y te queda poco y nada para el sexo? Si estás en pareja desde hace tiempo, si tenés hijos, si las obligaciones te absorben… Si pensás que entre tus sábanas titila una luz roja, y no justamente la de un show erótico sino la de la señal de alarma, entonces llegó el momento de que te hagas la pregunta tan temida: ¿cómo viene últimamente tu vida cama adentro? Si la respuesta es “mejor ni hablemos”, entonces tal vez te sirvan los consejos que tres sexólogas y una experta en juegos eróticos elaboraron especialmente para ayudarte a combatir un mal de muchos: el triunfo del zapping por sobre el kamasutra.

Según la doctora Sonia Blasco, médica, psicoanalista y sexóloga, autora de los libros Camino al orgasmo y Menopausia, una etapa vital y dueña de la columna semanal Hablemos de sexo en el diario Nuevo Herald de Miami, uno de los puntos fundamentales para llegar al deseo es la comunicación con la pareja. “Existe mucha información sobre sexo y eso es bueno, salvo por un detalle: todavía sigue complicándose el encuentro sexual. Por eso, entender que mujeres y hombres somos sexual y emocionalmente diferentes es esencial. Antes, la mujer no podía sexualizarse; ahora tiene la obligación de tener orgasmos pero tampoco puede ser sexual, porque no se supone que ella se masturbe, por ejemplo. Entonces, se ve obligada a fingir”, revela la doctora Blasco. Destaca que a la hora de sumar datos a la vida íntima conviene siempre adaptarlos de a dos, de acuerdo a las necesidades del encuentro y a través de un diálogo honesto: “La mujer necesita palabras, gestos, un hombre que la ayude en la casa. Si él está todo el día echado en el sofá mirando televisión, ella no se va a excitar. Ella requiere muchos más aditamentos para lograr un orgasmo. Por eso, hay que ponerse de acuerdo en qué cosas le gustan a cada uno y cómo practicarlas. Es fundamental que la pareja recurra a las fantasías en todo encuentro sexual. Muchos creen que determinadas fantasías representan una infidelidad, pero no es cierto: sólo se trata de un teatro erótico y es natural que uno necesite ese tipo de pensamientos, porque el deseo necesita novedad aunque tengamos siempre el mismo hombre en nuestra cama. En una pareja no debe haber prohibiciones sino comunicación sin críticas ni culpas. Y también deben existir espacios íntimos: la habitación matrimonial debe tener llave. El amor es algo que se fabrica todos los días y si no existen gestos y cuidados cotidianos desaparece”. Blasco considera que nuestra cultura atenta contra el vínculo al imponer imágenes de mujeres como objetos y parejas que tienen sexo porque sí: “Son malos ejemplos. El deseo es refinado y el sexo sin sentido choca tanto como ver un accidente de tránsito”, afirma.

Para la licenciada Laura Caldiz, psicóloga clínica de la UNLP, ex presidenta de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana, lo importante también está en apostar al vínculo amoroso. “Una relación basada en el cariño y la confianza es el punto de partida para sostenercualquier vínculo. El mejor afrodisíaco es, desde siempre, el estar enamorado. Y entonces el respeto, la honestidad y el amor y el conocimiento sobre el otro ofician como sustentos del deseo. El tema a la hora de plantear problemas sexuales en el consultorio es casi siempre el mismo: la consulta femenina que más aparece está vinculada con la dificultad para lograr el orgasmo. Esa insatisfacción repercute negativamente sobre la pareja, porque si una mujer pasó por muchas relaciones en las que no consiguió experimentar placer, es probable que exista una pérdida paulatina del deseo. ¿Para qué seguir haciendo algo que no reporta satisfacción? No existe una única causa para la falta de interés sexual en una pareja: puede ser por el desgaste causado por muchos años de relación, por la ausencia de fantasías eróticas, o de propuestas y aventuras compartidas a la hora de sentir y experimentar”, señala la especialista. La doctora Blasco agrega: “La creencia de que la sexualidad es natural y espontánea, que no necesita aprenderse, es enemiga del deseo. El sexo se aprende practicando, compartiendo, investigando. Por eso, es muy importante que la mujer aprenda a conocer su cuerpo libremente”.

AÑO NUEVO ¿SEXUALIDAD NUEVA? Para la licenciada Celia Laniado, psicóloga y sexóloga de la UBA, a la hora de los balances anuales el sexo aparece con intensidad: “Es un tema que interesa mucho y en todo momento. Pero, en mi experiencia, la época en que más se acercan los pacientes al consultorio es la etapa de fin de año. La gente que viene está muy acelerada, estresada y también quiere alguna respuesta antes de cerrar. Evidentemente, un nuevo año genera nuevas expectativas y búsquedas también en el sexo –razona Laniado, al tiempo que establece algunos parámetros de análisis–. En general, todas las mujeres en algún momento de su vida padecen algún problema sexual. Cuando estos conflictos se vuelven recurrentes y persisten por más de seis meses, estamos hablando de una disfunción sexual que puede afectar la relación. Pero para que quede claro: si alguien no tiene ganas de tener sexo durante dos semanas, eso no se considera un problema sexual. Sobre todo si previamente le pasó algo emotivo, como una muerte, una dificultad laboral o algún otro asunto que genere tensión o tristeza”, sostiene la sexóloga.

No es ninguna novedad para las mujeres que, cuanto más ocupada está la vida (y por ende la cabeza), más se complica el momento de llegar a un encuentro pleno con el otro. Sobre todo, en aquellas parejas en las que los años pasan y, sobre todo, pesan. Ni qué decir de aquellas que directamente atraviesan problemas de relación, o conflictos económicos. La licenciada Caldiz sugiere: “El cansancio, el estrés, las dificultades laborales y las pérdidas atentan contra la vida sexual tanto de hombres como de mujeres. Pero en el caso femenino se hace aún más evidente debido a que se trata de un deseo sexual lábil. Es un hecho que las mujeres no están disponibles para el sexo todo el tiempo, ni en general tienen una respuesta a los estímulos tan inmediata como la masculina. Por eso, lo fundamental en una pareja es establecer una estructura sólida a partir del diálogo, el afecto y el conocimiento mutuo. En ese caso, por más complicada que sea la situación por la que algún integrante de la pareja esté pasando, se puede salir, incluso a través del sexo. El encuentro sexual es un muy buen recurso para atravesar momentos difíciles; una forma de conectarse con el otro y desconectarse de los problemas. Aunque la pérdida del deseo en un momento determinado no significa que se dejará de desear a esa persona para siempre, tampoco existe una fórmula única e infalible capaz de rescatar la pasión en una pareja. En todo caso, lo fundamental es buscar la forma de recuperar el vínculo amoroso, con todo lo que eso implica”, remarca la terapeuta.

PINGÜINOS EN LA CAMA. Cuando lo único que mueve las sábanas es el viento helado que generan los suspiros y los silencios de una pareja, entonces la vida sexual está en el horno. O mejor dicho: necesita un golpecito de calor. “La mayoría de las mujeres consulta por la falta de orgasmos. Hace una década o dos consultaban porque decían que eran frígidas. Pero la frigidez casi no existe y durante años fue más un término peyorativo que una realidad. En algunos pocos casos lo que hay es una disfunción sexual generalizada, que es cuando la mujer no tiene ninguna respuesta ante los gestos amorosos. La mujer que actúa como una ‘heladera’ es difícil de encontrar, porque si existe un estímulo correcto en general responde, aunque no llegue al orgasmo –advierte Laniado, y admite que es positivo que cada vez más mujeres lleguen a la consulta–. Antes no se animaban. El tema de la sexóloga se naturalizó a través de la aparición de especialistas en los medios. También porque existe un mayor destape: se habla más del tema en las películas, en las novelas, en los programas periodísticos. Antes la televisión sólo mostraba besos, pero ahora aparecen situaciones de sexo casi explícito. También existe un ideal de belleza sexualizado, de una mujer con un cuerpo escultural que vende sensualidad. Ese estereotipo es negativo, porque hace que la mujer se acompleje y no viva cómoda su desnudez. Existe mucha disconformidad en cuanto a lo estético y eso puede influir a la hora de una sexualidad plena”, sostiene la especialista.

EL CUERPO DEL DESEO. Recuperar las ganas de tener sexo es el desafío que muchas parejas deben asumir para mantener la relación y evitar que aparezcan los fantasmas del desamor o de los terceros en discordia. Pero, según los especialistas, tampoco es cuestión de andar “revoleando la chancleta”. ¿Bastará con aflojar un poco las pantuflas? La licenciada Laniado responde: “Muchos se mandan la parte y dicen que tienen más sexo del que en realidad tienen. Eso hace que haya gente que se sienta disminuida. No existe el concepto de normalidad a la hora de cuántas veces. Lo normal es lo que uno necesita. Los sexólogos siempre damos el mismo consejo: mejor calidad que cantidad. Claro que tal vez una sola vez por semana es poco. Dos veces o más estaría bien. Pero eso depende del momento en que esté la pareja: al principio siempre hay mucha calentura y cuando vienen los chicos y la rutina el deseo baja, sobre todo en la mujer, que es quien asume mayor responsabilidad en la casa. Ella trabaja todo el día, es madre, se ocupa de las tareas de la casa y entonces deja de ser ‘mina’. En general, si hay problemas, se los achaca ella misma, aunque se trate de un tema de la pareja. ¿Qué hace él para que ella se encienda? Hay que hablar, compartir las fantasías. Si una pareja se pelea y tiene buen sexo es más fácil de salvar que otra que se pelea y no tiene buen sexo”, considera.

Según las sexólogas, la pérdida del deseo se debe a varias causas, en su mayoría psicológicas, aunque también las hay orgánicas: una operación, la lactancia, el consumo de medicamentos (como ciertos anticonceptivos y antidepresivos), o una deficiencia hormonal. Pero los casos de falta de deseo de origen orgánico sólo ocupan un 5 o 6% del total. En cuanto al porcentaje aproximado de las consultas, se estima que los hombres son más proclives a acudir al especialista: ellos conforman el 65% de los pacientes de los sexólogos, mientras que nosotras el 35%.

“Se puede recuperar el deseo, pero no es tan fácil. Hay que ver qué hace cada uno para seducir. Es fundamental que exista una media hora de mimos previa al acto en sí: por algo los hoteles alojamiento tienen turnos de dos horas. ¿Qué se necesita? Besos, susurros, juegos previos… Los genitales deben quedar para lo último. Tampoco es bueno llegar al sexo cansados ni ir a la cama después de haber comido mucho. Pero lo primero que hay que hacer es hablar con la pareja y, si los problemas persisten, entonces recién acudir al sexólogo. Hay que buscar las soluciones sin tener vergüenza y para eso la creatividad es clave: ir de vacaciones un fin de semana, bañarse juntos, ver películas porno, ir a hoteles temáticos. Se debe buscar una mayor intimidad, armarse momentos de soledad sin los chicos. Una buena idea es aprovechar las siestas durante los fines de semana”, considera Laniado.

Las tres especialistas acuerdan: cuando se apaga la luz, la alarma se enciende si pasan días y más días sin sexo. ¿Cuántos? Cada una deberá tomar su propia medida. Pero queda claro que el amor en tiempos de calentamiento global puede suponer un enfriamiento personalizado, si algún integrante se deja abatir por las tormentas de la vida conyugal. Por eso, en ese medioambiente que supone cada dormitorio, la cuestión también está en reciclar conductas. “Muchas mujeres de 50 años para arriba vienen muy decididas al consultorio para pedirme que por favor las ayude: no quieren morirse sin haber sentido un orgasmo”, concluye Laniado.

Opinión: “El sexo es el juego de los adultos y hay que disfrutarlo”
Por Paola Kullock, experta en juegos eróticos.
“La pasión va cambiando a lo largo del tiempo. A partir de los treinta y pico, las mujeres que tienen hijos llegan a mis clases para ver cómo pueden revitalizar sus parejas. ‘Me dejé estar’ es la frase típica. Si bien no hay fórmulas, para tener buen sexo hay que poner ganas, interés y libido. Pero no todas las situaciones se pueden remontar: los dos integrantes de la pareja deben estar dispuestos a trabajar juntos. Hay que aprender a ocupar la cabeza con fantasías y creatividad, antes que armar mentalmente la lista del supermercado. La señal de que la cosa anda mal es cuando no hay ganas. Por eso, primero que hay que ver si los dos quieren mejorar la sexualidad. Si eso está claro, hay que aprender jugando. El sexo es el juego de los adultos; hay que divertirse y no dejarse presionar. No todas tenemos por qué usar juguetes eróticos, hacer un striptease o tener sexo todos los días. La vida es muy larga y lo que es normal hoy puede no serlo más adelante. Las circunstancias cambian: si acabás de parir, está perfecto que tu prioridad sea otra. Lo mismo si te están por ascender en el trabajo. Lo ideal es replantear constantemente y buscar cosas que hagan cosquillas ‘ahí’ abajo. Ver películas porno, masturbarse, mantener charlas eróticas. Pero sólo en la medida en que sean cosas que se disfruten, sólo si no incomoda. Hay muchas cosas para explorar junto a la pareja. El buen sexo cambia la vida; da energía y bienestar. Nuestro mejor órgano sexual es el cerebro, y por eso hay que trabajar desde él. ¿Cuál es la fantasía masculina? Estar con muchas mujeres. La de las mujeres es ser la mejor, la inolvidable. Nosotras tenemos sexo para afuera, para complacer. Los hombres son malos amantes por culpa nuestra: mentimos orgasmos, le decimos que todo nos gusta aunque no sea cierto. Hay que explorar la propia sexualidad y guiarlos. Después, todo va en los gustos de cada uno”.

Fuente: para ti Textos María Eugenia

Pensamiento positivo

Es posible programar y alcanzar metas, aprovechar las crisis como oportunidades, cambiar la actitud y transformar una realidad adversa. Varias corrientes de la psicología, entrenamientos emocionales y espirituales y psicoterapias lo aseguran. En esta nota, te contamos de qué se trata, y te decimos dónde y cómo encontrar tus herramientas para lograr lo que querés.

Es posible programar un 2010 en positivo cuando el afuera se ve negro y parece derrumbarse? Sismos. Desastres climáticos. Desórdenes financieros a nivel nacional y desplomes de la bolsa a nivel global. La amenaza del terrorismo internacional. El resurgimiento de profecías apocalípticas...
A tener fe: diferentes psicoterapias, técnicas, disciplinas y enfoques filosóficos aseguran que esta tarea es posible. ¿Cómo? A través de un pensamiento positivo. Puede sonar a una verdad de Perogrullo o una frase New Age, pero no lo es. Un gran caudal de pensamiento científico avalado por innumerables nombres reconocidos internacionalmente trabaja desde hace décadas en el convencimiento de que el pensamiento tiene un poder inmenso. Lo que pensamos –traducido en palabras– tiene la fuerza de mover montañas: genera una energía tal que produce acciones, estados de ánimo y crea realidad. Según los investigadores, aquellas personas que tienen una actitud mental positiva encaran la vida de otra manera: son emprendedores; están más abiertos a novedades; transmiten esperanza; son más saludables; ante un fracaso, ven crecimiento; se proponen metas y las logran con éxito. “Hay gente que no se tiene confianza, que piensa que cada cosa que encarará le saldrá mal. Los que nacen con una predisposición a ser negativos crean un clima negativo y generan, así, una profecía autocumplida. En verdad, uno no nace con confianza. El optimismo, al igual que la confianza, se aprende. ¡Todo se puede aprender! Y lo bueno es que los recursos para lograr el cambio y obtener los objetivos que queremos alcanzar están dentro de nosotros”, asegura Axel Persello, director del Instituto Argentino de Formación e Investigación (IAFI), un lugar dedicado a la capacitación, investigación y acción social a través de la Programación Neurolinguística (PNL).
Desde la perspectiva de la PNL, del Coaching Ontológico, de la Fundación El Arte de Vivir y de la Psicología Positiva, lo que parece imposible o cuesta arriba se convierte en objetivos alcanzables: bajar de peso, dejar de fumar, mejorar la relación con tu pareja, ir al gimnasio, comprarse un departamento, volver a estudiar, concretar el viejo sueño de montar un microemprendimiento y hasta tener una mejor calidad de vida.
Conseguirlos no te insumirá la vida: estos enfoques prometen resultados rápidos. Se trata de terapias y cursos breves que trabajan en el aquí y en el ahora. Y, ante la pregunta de si es posible programar un 2010 en positivo, ellos aseguran que sí. “Para tener una actitud positiva y éxito en la vida es preciso soltarnos un poco de la realidad y generar un microclima. Uno puede decidir qué vida quiere llevar. Para muchos, 2001 fue una catástrofe; para otros, fue el mejor año de sus vidas”, asegura Patricia Hashuel, instructora de Coaching Ontológico y directora del Instituto de Capacitación del Coach (ICC). La clave está en ser capaz de ver la vida con lo que popularmente se llama el vaso medio lleno.
ANTECEDENTES DEL OPTIMISMO. ¿Por qué frente a situaciones traumáticas, mientras algunas personas ven el medio vaso vacío, otras lo ven medio lleno? La pregunta puede parecer tonta. Sin embargo, para una parte importante de los estudiosos de la salud mental ha sido fundamental. Los antecedentes se remontan a la década del ‘50, con Milton Erickson, médico y psicoterapeuta norteamericano considerado el padre de la terapia sistémica: en lugar de trabajar con los defectos y las carencias de las personas, Erickson empezó a hacer hincapié en sus recursos y fortalezas. “Mientras las terapias tradicionales no podían hacer nada con algunos pacientes, él, con sus técnicas orientadas en las soluciones, obtenía un gran éxito y en menos tiempo”, cuenta Claudio Des Champs, psicólogo, psicoterapeuta, docente y fundador de la Escuela Sistémica Argentina. Otro nombre ineludible es Viktor Frankl, un neurólogo y psiquiatra austríaco que, a partir de su experiencia en varios campos de concentración nazis, escribió el libro El hombre en busca de sentido. Frankl es el fundador de la Logoterapia y, además, de una psicoterapia de la esperanza. También fue clave Boris Cyrulnik, un psicoanalista francés que –en base a su propia experiencia– estudió los mecanismos de supervivencia desarrollados por gente que había tenido infancias duras, o había sido víctima de abusos o que había pasado por guerras. “Grosso modo, la enseñanza de la resiliencia –un término acuñado por él– es que uno no es lo que le pasa: uno es lo que hace con eso que le pasa. Quienes atraviesan alguna situación traumática se apoyan en mecanismos internos para salir adelante. Esa experiencia les da un crecimiento personal: su vida alcanza un nivel superior”, explica Des Champs. Gran parte de estas investigaciones fue ignorada hasta que aparecieron las neurociencias, que –entre otros grandes logros– confirmarían cómo algunos daños celulares a nivel cerebral se podían regenerar a partir de las emociones y el contacto con los otros. En un camino en donde la inteligencia emocional se mezcla con la psicología, aparece un hombre llamado Martin Seligman. Este psicólogo norteamericano pasó varios años de su vida experimentando sobre el desamparo y la depresión, basándose en estudios de enfoques sistémicos, terapias cognitivas y estudios lingüísticos. “Lo del vaso medio lleno y medio vacío es, en realidad, un juego de palabras. Es lo mismo que la frase ‘Me faltan cinco para el peso’. Sin embargo, ambas revelan la percepción que la gente tiene de sí misma. Es casi seguro que quien lo dice es alguien quejoso, que verá todo en la vida de forma negativa. La conclusión de Seligman fue que la depresión se aprende: uno no nace depresivo sino que es probable que se vaya modelando como un ser depresivo. El razonamiento siguiente fue: ‘si la depresión se puede aprender; entonces, también se puede aprender a ser optimista’”, cuenta Des Champs. Los aportes realizados por Seligman, un hombre que en las fotos no para de sonreír y que desde 1998 preside la Asociación Americana de Psicología, pusieron patas para arriba a la psicología. Desde el mismo establishment, aparecían palabras nuevas (un cuco hasta entonces): bienestar, optimismo, felicidad. Nacía entonces la Psicología Positiva.
DESARTICULAR LO NEGATIVO. A pesar de que la Programación Neurolingüística, el Coaching Ontológico y la Psicología Positiva tienen diferencias de enfoque, poseen también muchas cosas en común: la capacidad de aprendizaje del ser humano y de transformar una realidad adversa para lograr sus metas. “Por más optimista que seamos, los miedos nos asaltan sin que nos demos cuenta y boicotean nuestros deseos”, analiza Patricia Hashuel, instructora –desde hace 12 años– de Coaching Ontológico, un posicionamiento filosófico basado en la ontología del lenguaje. Esta corriente nació en Chile, hace más de dos décadas, de la mano del biólogo Humberto Maturana y del filósofo Fernando Flores. Licenciada en Administración de Empresas y directora del Instituto de Capacitación del Coach (ICC), Hashuel se presenta a sí misma como una facilitadora de objetivos: “Ayudamos a que la gente logre desarticular esas conversaciones internas y se ‘empodere’. Los entrenamos para que reconozcan y prioricen sus dones, habilidades y competencias. Dentro de cada uno de nosotros vive un ser exitoso al que, muchas veces, no dejamos salir”.
Creada en los ‘70, por el lingüista y filósofo John Grinder y el matemático y analista de sistemas Richard Bandler, la Programación Neurolinguística (PNL) es un método que afirma que es posible revisar “nuestro software” cerebral para obtener cambios a voluntad. “Nuestro comportamiento surge de la interacción de tres áreas: pensamiento, emoción-sentimiento y conducta. Si ponemos la atención en una de ellas podremos comprobar cómo cada una modifica a las demás”, explican Alejandro Sangenis y Marcela Beatove, ambos master trainers en PNL y consultores de empresas y particulares. Una de las máximas de la PNL es que todos los recursos se necesitan para cambiar e instalar nuevos hábitos, una nueva visión de la vida, nuevos conocimientos, nuevas habilidades.
La Psicología Positiva también se centra en las fortalezas a partir de la auto-observación. “En los ‘60, la gente salía destruida de las sesiones de terapia. Es cierto que uno puede hablar de lo que le duele un rato, pero ¿para qué hacerlo todo el tiempo? ¡Si lo que en verdad la gente quiere es seguir adelante –lanza Des Champs–. El objetivo de la Psicología Positiva es poner el foco no sólo en reparar sino en construir recursos, desplegar cualidades positivas y elaborar guiones esperanzadores para el desarrollo y bienestar sustentable de los seres humanos”. Los aportes de Seligman –que se conocen desde hace tiempo en la Argentina, y es la Universidad de Palermo una de las instituciones que más se identifica con ellos– tienen que ver con el trabajo con los valores (no sólo a nivel moral sino practicar lo que uno dice, la práctica del perdón y del auto perdón (“La culpabilidad no ayuda”, “No juzgues a los demás”); la gratitud (“¿Quién no tiene alguien a quien agradecer? ¿Les has dicho a ellos lo mucho que han influenciado positivamente en tu vida?”). Quienes adhieren a la Psicología Positiva sostienen que uno puede programar el año que quiere hacer (y no tenerlo). Por eso, es bueno programar a corto plazo: para poder sostenerlo en el tiempo. Es ideal que, en la rutina diaria, haya lugares de meditación, o de ‘actividades endorfínicas’ (bailar, cantar, estar con amigos). Dice Des Champs: “Con estas actividades, la gente vuelve impactada. Al obtener emociones positivas, cambia en otros aspectos. La vida empieza a tener más sentido”. Logra ese ansiado estado de flow.
LA RUTA DEL BIENESTAR. A pesar de estas enunciaciones inspiradoras, el pensamiento positivo tiene sus críticos. Muchos lo relacionan con la autoayuda, lo consideran una postura naïf, lo señalan como el responsable de que mucha gente se sienta omnipotente y adquiera un ego desmedido. Un estudio reciente, realizado por psicólogos de las universidades de Waterloo y New Brunswick, asegura que las afirmaciones positivas sobre uno mismo hacen que las personas que ya se sentían mal con respecto a sí mismos, no se sientan mejor sino peor. “Muchas veces se sobrevalora el pensamiento positivo. La idea de que uno puede ser bueno y agradable es falsa: uno tiene que ser impecable con uno mismo e implacable para no someterse a verdades falsas”, opina el médico y psicólogo Alberto Lóizaga, uno de los precursores de la meditación en el país. Beatriz Goyoaga –instructora y coordinadora de la fundación para América Latina y España de El Arte de Vivir, la fundación del líder humanitario Sri Sri Ravi Shankar que ya lleva más de 27 años de existencia y tiene sedes en 152 países– también tiene sus reparos a la hora de hablar de pensamiento positivo. “Si te sucedió una tragedia, el pensamiento positivo esconde la basura bajo la alfombra. Y eso, algún día, explota. A la tristeza la tenés que atravesar. Para eso sirve la serenidad”, sostiene Goyoaga. En El Arte de Vivir tienen cursos –basados en la práctica de la respiración– pragmáticos y rápidos para desplazar lo negativo y lograr objetivos. Para tener pensamientos positivos, dice Goyoaga, no basta con desearlos. Hay que hacer esfuerzos. “Hay que marcarse una meta y poner el 100 % de uno para conseguirla; tenemos que hacer todo lo que está en nuestras manos para que funcione. Y para ello, más que poner sentimiento, lo que se necesita es tener compromiso”, asegura. En defensa del pensamiento positivo, Claudio Des Champs dice que este no implica de ninguna manera soluciones mágicas: “Utilizarlo no es volverse más rosa o adherir a un revival del New Age. Al tomar lo mejor de la psicoterapia actual, las neurociencias, la meditación y lo mejor de la espiritualidad, este enfoque supone volverse más inteligente emocionalmente. Nadie puede hoy negar que este siglo está buscando integrar diferentes modelos en pos del bienestar del hombre”. Se esté en una vereda o en la otra, si hay algo que enseña el pensamiento positivo es que la realidad depende de cómo la miremos. Y si cambiamos esa mirada, la realidad (la nuestra) puede transformarse. “El pensamiento positivo es, para mí, el pensamiento creador –analiza el filósofo, escritor y pensador Santiago Kovadloff–. La realidad es una tarea y no un territorio develado. Si nos encerramos en lo previsible, en lo ya configurado, abandonamos la creatividad. El pensamiento positivo es la capacidad de entablar un vínculo innovador con la realidad”. La mente es un conjunto de cosas, y el pensamiento y el medio ambiente forman parte de ella. Cuando uno toma conciencia de todo esto se llena de energía, se vuelve optimista, alcanza el bienestar y la felicidad. Y mirar la vida así, con el vaso medio lleno (sea con la meditación, la respiración, la investigación, el pensamiento crítico, el arte, psicoterapias o con sentido común), es –definitivamente– contagioso.Textos M. F. Sanguinetti Fuente: Parati Producción Valeria Mariño

lunes, 1 de febrero de 2010

Corazón de mujer

Es la mayor causa de mortalidad entre las argentinas. Muchas veces los médicos relativizan el cuadro porque los síntomas se confunden con fobias o depresión.

Somos felices, sensibles, emocionales. Nuestro corazón de mujer galopa cuando damos el primer beso de la vida y cuando nuestros bebés nos regalan su primera sonrisa. Y es una locomotora cuando corremos para llegar al trabajo o nos preocupamos por alguien querido que no está bien. ¿Pero lo cuidamos como deberíamos? ¿Cuánto sabemos sobre nuestro corazón?

Según la Fundación Cardiológica Argentina, en el país las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de muerte (33 por ciento) entre las mujeres, superando incluso al cáncer de mama (18 por ciento), aunque nuestra percepción es la contraria. Una encuesta telefónica realizada a 600 mujeres de entre 20 a 70 años por esta institución, arrojó que el 35 por ciento de las consultadas suponen, erróneamente, que la principal causa de muerte en la mujer es el cáncer en general y el 16,5 por ciento que es el cáncer de mama. Sólo una de cada diez resaltó la enfermedad cardiovascular.

El cardiólogo Enrique Gurfinkel, jefe de la Unidad Coronaria de la Fundación Favaloro, precisa: “Se dice que las mujeres se infartan menos que los hombres, pero no es cierto. En realidad, los hombres nos infartamos más que ellas cuando somos más jóvenes, pero a partir de los cincuenta años esta tendencia cambia, las curvas de mortalidad convergen y más adelante las mujeres se ponen a la cabeza”, asegura.

“Lo más común en la guardia de un hospital es que la mujer diga ‘me falta el aire, siento que me aprietan el cuello’. El médico suele preguntar a la mujer si está angustiada, y como es muy probable que esta responda que sí, allí comienza la confusión –advierte Gurfinkel-. Le dan un tranquilizante, malinterpretando el síntoma cardíaco con fobias o depresión”.

La médica cardióloga Ana Salvati es coordinadora de la Comisión de la Mujer de la Sociedad Argentina de Cardiología y de la Fundación Cardiológica Argentina. Dice que al igual que en los varones, la enfermedad coronaria se manifiesta con cefaleas y mareos, palpitaciones y sudoración. Pero que en nosotras, además pueden surgir: dolor intenso en el pecho, falta de aire, gran sensación de angustia, cansancio extremo de forma brusca, náuseas y vómitos asociados a dolor en la región abdominal.

Según el cuadernillo de prevención “¿Pueden infartarse las mujeres?”, elaborador por el Instituto Modelo de Cardiología de la ciudad de Córdoba (IMC), en nuestro país una de cada tres muertes de mujeres ocurre por causas cardiovasculares, especialmente por afecciones coronarias, más a partir de la menopausia. Una de cada 8 enferma entre los 45 y los 60 años.

Los primeros pasos para cuidarnos: conocer nuestros valores de presión arterial y azúcar en sangre, y los niveles de colesterol y triglicéridos para poder corregirlos antes de que el problema sea mayor. “Caminar a paso rápido es un excelente ejercicio, accesible a todas; modificar los hábitos de vida que nos hacen mal y abandonar totalmente el cigarrillo”, aconseja la doctora Salvati. También es indispensable una buena alimentación. Evitar el consumo de grasas saturadas (frituras, lácteos enteros, carnes rojas), bajar el de sal y azúcares, y aumentar la ingesta de frutas y verduras.

Fuente Revistasusana