jueves, 30 de octubre de 2008

Amor y química

Los bioquímicos y neurólogos están empeñados en encontrar una explicación a todas las cosas que pasan , incluidas las llamadas “locuras de amor”, de tal forma que cuando nos sentimos atraídas y excitadas irremediablemente por alguien y experimentamos durante un tiempo, más o menos largo, toda la gloria y el vértigo del deseo, adiós romanticismo, ahora resulta ser el resultado de un proceso químico.

Los científicos nos aclaran que son cosas de las feromonas.

Las feromonas son compuestos químicos segregados por organismos vivos y se encuentran tanto en los animales invertebrados como en los vertebrados, provocando respuestas en el comportamiento de otros miembros de la misma especie y diferente sexo.

Por lo que se refiere a la especie humana, el descubrimiento de estas sustancias segregadas por hombres y mujeres, que se perciben a través de la nariz, se realizó en un estudio que se hizo en 1986, gracias a una investigación de la Universidad de Pensilvania.

Esta investigación concluyó que los seres humanos contamos con un sistema químico de comunicación sexual que se localiza principalmente en las axilas y alrededor de los genitales y representa un papel decisivo en las relaciones sexuales, obteniéndose resultados sorprendentes en cuanto al efecto que tiene sobre la libido y la salud.

El efecto de rociar con feromonas masculinos una habitación con mujeres fue impactante : el “sex –appeal” de los varones aumentó hasta excitar a las mujeres.

Otro estudio de la Universidad de Utah descubrió una minúscula zona en el interior de la nariz humana llamada órgano vómeronasal (OVN), localizado entre la membrana mucosa que cubre el tabique o hueso que divide las fosas nasales.

Éste órgano funciona como receptor del olfato, como una especie de “sexto sentido erótico”, y está conectado directamente al hipotálamo, que es el centro del cerebro encargado de controlar las motivaciones básicas y emociones sexuales.

Los efectos de las feromonas varían según las segreguen hombres o mujeres. Las segregadas por los varones podemos resumirlas diciendo que se manifiestan hacia fuera, resultando más atractivos y excitantes para las mujeres.

Curiosamente las feromonas segregadas por los hombres sólo atraen a las mujeres, y no tienen efectos en la población masculina.

Sin embargo, las feromonas producidas por mujeres, tienen efectos y reacciones hacia el sexo opuesto y hacia ellas mismas: su presencia aumenta el deseo de los hombres a tener relaciones sexuales y tiene efectos sobre el estado de ánimo y el cuerpo de la mujer similares al orgasmo.

La mujer se muestra más receptiva al galanteo de los hombres, su piel se vuelva más suave y tersa, el brillo de sus ojos adquiere una ansiedad especial y toda su persona irradia una especie de magnetismo que la hace más atractiva y produce efectos benefactores y estimulantes en las personas de su alrededor.

Recientemente la industria cosmética incluye feromonas sintéticas para hacer más atractivos y sensuales sus productos.

COMO INCREMENTAR LA PRODUCCIÓN DE FEROMONAS:

1.- Mantener relaciones sexuales con frecuencia, por lo menos dos veces por semana, contribuirá a la producción de muchas feromonas. En el mundo del sexo, de la felicidad y el gozo, pasa lo mismo que con el dinero. El dinero llama al dinero y la miseria a la miseria. El amor llama al amor y el resentimiento y la amargura , llama a la enfermedad y la depresión.

2.- Realizar ejercicios que estimulen las glándulas apócrinas, productoras de feromonas. El ejercicio físico hace que transpiremos con mayor frecuencia, fomentándose la producción de feromonas. Hay que dejar secar el sudor fresco del cuerpo si no es desagradable en su aroma, ya que el mal olor aparece 24 horas después de haber transpirado mientras que el sudor fresco es muy excitante.

3.- Evitar el uso de desodorantes demasiado fuertes que neutralizan nuestra propia fragancia. Debemos utilizar productos inodoros que reduzcan la transpiración sin eliminar el olor sexual.
30 de Octubre de 2008 (Corrientes Noticias)

Tres mujeres que enfrentaron el cáncer

Alejandra, Patricia e Irene. En el mes internacional de la lucha contra el cáncer de mama, estas mujeres que lo padecieron cuentan cómo lo enfrentaron, lo superaron y transformaron su enfermedad en aprendizaje. Tres historias de vida que vale la pena conocer.

Cada dos minutos, sin distinción de edad ni nacionalidad, una mujer en el mundo es diagnosticada con cáncer de mama. En la estadística, esto significa que una de cada 8 mujeres lo padece. En la vida real, esto implica que todas nosotras tenemos muchas probabilidades de padecerlo o conocer a alguien muy cercano, una amiga, una hermana, una hija, una madre, una tía o una compañera de trabajo, que lo tenga. “Por eso es tan importante conocer de qué se trata y saber que se cura, que hay vida, mucha vida, después del cáncer de mama”, afirma María Alejandra Iglesias (46), una de las miles de mujeres que lo han padecido y superado, y que hoy es la presidenta del Movimiento Ayuda Cáncer de Mama (MACMA).

APRENDER A DISFRUTAR DE LA VIDA. Cuando se les pregunta a las mujeres que han padecido el cáncer de mama cómo era su vida al momento de recibir su diagnóstico, la respuesta es casi unánime: “Vivía a las corridas, con cuatro trabajos a la vez, los chicos todavía muy chicos, Macarena de 10 y Francisco de 5. No paraba un segundo y además estaba atravesando una crisis de pareja. Estaba realmente muy estresada, pero no me daba cuenta”, dice María Alejandra y confirma la regla. En agosto de 2002, se palpó “algo diferente” en la parte superior e interna de su mama derecha. “En ese momento el cáncer de mama ni siquiera se me vino a la mente como un miedo. No tenía antecedentes familiares ni conocía a nadie que lo hubiera tenido. Así que incluso tardé como dos meses en ir a la ginecóloga”, recuerda ahora, aunque aconseja no seguir sus pasos ya que la detección precoz es la mejor herramienta de lucha. Entre un turno que dejó pasar en medio de su vorágine y los estudios que le fueron haciendo llegó a noviembre con otro ginecólogo, que fue el que por primera vez le hablo de un tumor, que podía ser benigno o maligno, le dijo que era algo quirúrgico y la derivó a un patólogo mamario, una especialidad “cuya existencia desconocía por completo”.

A principios de diciembre lo visitó y empezó a hacer otra serie de estudios más específicos. Cuando regresó con los resultados, el especialista ya no formaba parte de su obra social. Así llegó enero y un nuevo médico, que el 7 de febrero la operó. “Recién entonces la palabra cáncer entró en mi vida. Tuve la suerte de que ninguno de los médicos me asustó y que me fueron llevando de a poco de manera que tuve tiempo de procesar la posibilidad, que es algo que no suele pasar. Es más, estaba tan estresada que cuando me interné para operarme fue como si empezara las vacaciones”, cuenta, sin ironía. Le hicieron una cuadrantectomía para extraerle el carcinoma y 15 ganglios de la axila que no tenían metástasis. Tras la operación comenzó el tratamiento, que suele ser la parte más dura, pero que Alejandra enfrentó con la energía que la caracteriza: “Tuve que someterme a 40 sesiones de quimioterapia y rayos pero no la pasé tan mal. Confiaba en los médicos que me habían dicho que me iba a curar. Y así fue. Aunque reconozco que no es lo habitual”. Recién en marzo de 2004, a más de un año de la operación, cuando ya había iniciado el tratamiento con tamoxifeno, aceptó acercarse a MACMA. “No me sacaron la mama, no se me cayó el pelo porque mi quimio fue más leve y por primera vez en mi vida tenía un año de vacaciones. En un punto yo seguía para adelante, no como si nada hubiese pasado, pero casi. Por eso decidí ir a MACMA, porque necesitaba hacerme cargo de que lo que había tenido era cáncer y no una gripe”. Y no se fue más: desde hace tres meses es la presidenta de esta asociación civil sin fines de lucro, fundada en 1996 por María Cecilia Palacios, quien después de 12 años al frente decidió dejar su lugar para que la institución continúe funcionando.

Con tanta energía como toda su vida, hoy Alejandra se siente muy bien, disfruta más relajada del día a día con sus hijos, que ya tienen 15 y 10, e intenta aprender a vivir su vida de otra manera: “Las mujeres de hoy nos ponemos miles de exigencias y presiones, nos sentimos mujeres maravilla que todo lo pueden, creemos que nadie lo hace mejor que nosotras, la casa, el trabajo, los chicos… Y esto es lo que intentamos cambiar en MACMA, enseñar a ponerse límites en las exigencias y en las presiones para poder disfrutar más de la vida. Cuando uno pasa por una enfermedad así es como que hace el click de la finitud de su existencia. Te das cuenta de que en cualquier momento todo se puede acabar y que hay que tratar de hacer más las cosas que a uno le gustan, de pasar más tiempo con los afectos y frenar un poco”, enumera. Y bromea: “Yo lo estoy intentando y podría decir que voy bien, me estoy recuperando”.

CONTRA LA ADVERSIDAD. A Patricia Vanrell Suau (39), el cáncer de mama le llegó muy joven. Tenía 36 años y estaba atravesando un momento personal difícil, con graves problemas económicos y una crisis matrimonial. “Cuando sentía que ya nada peor me podía pasar, fui al médico a hacerme los controles de rutina y me detectaron una anomalía. Me mandaron a magnificar el estudio y se confirmó la peor sospecha: cáncer de mama”, sintetiza Patricia, que todavía tiene el proceso muy a flor de piel pero lo mira con el orgullo de haberse sobrepuesto a los muchos golpes que le dio la vida: el primero fue cuando tenía 22 años, después de dar a luz a su primer hijo, Alexis, cuando le encontraron várices en las paredes del útero. Luego de varios años de tratamiento, “nada fácil” aclara, decidió hacer uno de fertilización para poder tener otro hijo. Tras un embarazo complicado y de riesgo, nació Aixa por cesárea. Pero otra vez su cuerpo le dio una mala noticia y con sólo 29 años tuvo que someterse a una histerectomía –extirpación del útero–. “Hubiera deseado tener más hijos, pero también sentía que mi cuerpo había resistido suficiente y me había dado la oportunidad de ser madre”, analiza hoy, una década después. Entonces no sabía que todavía le quedaba energía para afrontar un cáncer de mama. “Si bien tenía antecedentes en la familia y por eso me controlaba, no creía que a los 36 años iba a pasar por esto”. Pero no le quedó otra: “Al golpe del diagnóstico se sumó el hecho de que por el tipo de carcinoma era necesaria la mastectomía, es decir, sacarme la mama completa”, rememora. La operación sucedió un mes después del diagnóstico, y al salir se mudó con sus hijos a la casa de su mamá, su principal pilar de apoyo durante la quimioterapia, que terminó en febrero de 2006.

“Puede sonar exagerado, pero yo hoy agradezco lo que me tocó vivir. Porque gracias al cáncer me pude dar cuenta de cuántas cosas de mi vida no me hacían feliz. Desde el día en que recibí el diagnóstico yo decidí que iba a luchar contra la enfermedad y para eso tenía que volver a estar pendiente de mí, a hacer lo que me hiciera feliz, porque sólo eso me iba a salvar y sólo eso iba a permitirme que mis hijos también fueran felices. Y es lo que sigo haciendo”. Con el pelo ya crecido, con casa nueva y otra vez en pareja, Patricia siente que volvió a sentirse mujer, más allá de todo. “Depende de uno, como en todo, pero el cáncer te puede matar o te puede devolver la felicidad. Hoy soy más feliz y tengo más energía que antes de que me diagnosticaran cáncer de mama”.

NOS PUEDE PASAR A TODAS. El 10 de noviembre de 2004, Irene Marcet (56) fue a buscar los resultados de la biopsia que le había ordenado su médico después de detectar microcalcificaciones agrupadas en su mamografía anual de rutina y en una posterior magnificación. Unos meses atrás, su padre había fallecido tras sufrir un cáncer de hígado y el fantasma de la enfermedad estaba más que presente en su familia. Por eso, ese día le pidió a su hermana que la acompañara. “Cuando abrí los resultados, en la vereda, y leí carcinoma, sentí que estaba leyendo mi sentencia de muerte. El mundo se me derrumbaba. Me abracé con mi hermana y lloramos juntas por un largo rato. Me preguntaba por qué me pasaba esto a mí y pensaba: ‘Ya está. Me voy a morir a los 53 años’”, recuerda ahora con una sonrisa, sentada entre pinceles y tornos en su taller de cerámica, en pleno Martínez, donde da clases desde hace casi 30 años.

De inmediato, fue a ver a su médico con los resultados. Entonces le dijeron que debía hacerse una mastectomía radical, es decir, una cirugía para sacarse las mamas completas. “A pesar de lo terrible que me resultó escuchar eso, no me paralicé y decidí consultar a otros médicos para confirmar que ésa era la única opción. Yo siempre fui muy cuidadosa con la salud y no podía creer que habiéndome hecho siempre los controles, en sólo un año pudiera haberme crecido un tumor de 5 x 5 cm. Así que con los resultados de mi biopsia y una bolsa con todas mis mamografías de los años anteriores empecé a recorrer consultorios”. Uno tras otro, los diferentes especialistas miraban la biopsia y, sin prestar atención a sus mamografías anteriores, le confirmaban que debía someterse a una mastectomía radical. “Pero hubo un médico que sí se tomó el tiempo de mirarlos y le pareció raro que si en la mamografía se habían detectado microcalcificaciones de 1 cm x 1 cm, en la biopsia hubiera una zona de tumor de 5 x 5. Me mandó a rehacer la biopsia y resultó que era un error del laboratorio. Increíble, sí, pero real”, reflexiona. Si bien el cáncer no había desaparecido, la noticia cambió el panorama de Irene, que finalmente se hizo una cuadrantectomía, una cirugía mucho menor que la mastectomía. Con el apoyo de sus tres hijas, Victoria, Eugenia y Marina, afrontó la quimioterapia y rayos durante 2005. “Recuerdo que no quería que mi nieto Tomás, que entonces tenía dos años, me viera sin pelo, así que las cuatro nos poníamos sombrero”, dice y vuelve a sonreír. Su marido, con quien está hace 11 años, también la apoyó siempre, aunque “le fue muy difícil manejar su enojo con el cáncer y tomarlo con la naturalidad con la que lo enfrentaron las chicas”, explica ahora.

Fue durante la quimioterapia que se enteró de la existencia de MACMA, aunque hubiera deseado conocerlo antes. Enseguida empezó a asistir a las reuniones: “Fue de mucha ayuda conocer a estas mujeres que habían pasado y estaban pasando por lo mismo que yo. Así como uno piensa que nunca le va a pasar, cuando le pasa piensa que es el único. Y no es ni una cosa ni la otra. Nos puede pasar a todas y nos pasa a muchas”, concluye Irene, que después del cáncer aprendió a vivir un poco más relajada, dice que ya no se hace problema por las cuestiones cotidianas de la vida y disfruta más que nunca de su familia, que se acaba de agrandar con la llegada de su tercera nieta, Trinidad, que todavía no cumplió un mes. Además de su taller, da clases de plástica en dos escuelas y hace un taller mensual de cerámica para las mujeres de MACMA. Sólo lamenta dejarles esta herencia a sus hijas, pero sabe que es así: “El cáncer no se puede prevenir, a uno le toca, y por eso es importante saber que se supera”.


Fuente: Parati Textos: Paula Bistagnino. Fotos: Maxi Didari/Noelia Fernández.

El síndrome Malco

Junto con la liberación femenina y la masificación del psicoanálisis, los hombres crearon una figurita popular que hoy aparece en todos los chismes de pasillo: la "malco", una histérica que vive malhumorada a causa de la abstinencia sexual.

Tanto es así que, hoy en día, cualquier persona enojada es una "malco" potencial: una jefa estresada, una clienta que hace un escándalo en el supermercado, una profesora con el ceño fruncido, una madre agobiada o una moza que atiende quejosa. A todas les adjudican el mismo estigma: la falta de sexo.

14-18 años: No tener dónde

En la adolescencia, el gran estigma sexual no es la falta de experiencia, sino la de un lugar adecuado para concretar. Vivimos con la familia, no podemos entrar en un hotel alojamiento, y el dinero escaso limita el ingenio. El sexo, por decirlo de alguna manera, está cerquita, pero atrás de una muralla.

¿El resultado? Tensión, peleas y portazos con cualquiera que se interponga entre la cama y nosotras. Maestros, padres rígidos, patovicas... todos son el enemigo. Vivimos en una especie de excitación continua, molesta, pegajosa, que nos empuja a buscar paliativos para soportar la obligada castidad: horas de besos interminables, manitos en las piernas, llamadas por teléfono a toda hora, prolongados encierros con la música bien fuerte y cualquier tipo de contacto físico de contrabando, que haga más liviana la dieta sexual. Basta con ir a una plaza, a un boliche, a un local de fast food para ver adolescentes apilados, besándose hasta la asfixia, empujándose o tirándose encima de otros, como autos que viven calentando el motor pero nunca arrancan en serio. La situación es dura incluso para quienes consiguen concretar, porque las ganas no siempre coinciden con la oportunidad. Siempre hay una madre que vuelve antes de tiempo o un hermanito que golpea la puerta y pregunta qué estamos haciendo.


19-29 años: No tener con quién
No tener sexo a los 20 años es como dejar la canilla abierta. Un desperdicio total. En plena madurez sexual y sin compromisos, recién mudadas y con una colección de bombachas a estrenar, las solteras muchas veces nos vemos obligadas a quemar los sábados mirando series o hablando por teléfono con una amiga sobre los hombres que dijeron que iban a llamar, pero nunca lo hicieron. No es que el sexo sea la única felicidad posible, pero ante la falta de pareja estable, se transforma en un bien preciado de aparición incierta. Como la lluvia en el campo o un premio en la ruleta.

¿El resultado? Hay para todos los gustos, pero predomina la melancolía. Mucho jogging, charla con amigas, atracones de chocolates, exceso de comedias románticas, conversaciones estériles sobre relaciones pasadas, añoranza de viejos novios, repaso de fotos y cartas viejas. Algunas incluso viven para "envidiar" a las parejas estables: para ellas, todas son infelices, infieles o se van a separar en cualquier momento. Otras, en cambio, sólo histeriquean y fantasean. Piden que le presenten a alguien o anuncian que se van a abocar al sexo casual, pero cuando llega el momento de hacerlo, salen corriendo.


29-39 años: No tener cuándo
¡Por fin, con una pareja estable llega la provisión garantizada de sexo a granel! Ya no hay que salir a buscarlo como un indio recolector. Ahora está a dos manotazos, en la misma cama. Sin embargo, este gran momento de continuidad sexual garantizada es un paraíso de mentira. Los primeros hijos y el despegue de la carrera se interponen en la vida sexual.

¿El resultado? Sexo mecánico y esporádico. Estamos tan cansados de trabajar, llevar a los chicos al colegio, limpiar la casa, cumplir con la familia y, por qué no, realizar algún hobby, que a la hora del sexo, más de uno prefiere una pizza. De hecho, la fantasía número uno en parejas es poder dormir la siesta.

Pero eso no es todo. También hay paranoia y estrés, porque ni siquiera podemos relajarnos y vivirlo como una etapa más. Nos presionan las estadísticas, las teorías y los consejos que vienen como balazos para cuestionar esta impasse sexual. ¿La falta de sexo es un índice de malestar en la pareja? ¿Cuántas veces hay que hacerlo por semana para ser normal? ¿Es verdad que el tantra yoga garantiza ocho horas de sexo salvaje? ¡Si con mi marido lo hacemos en quince minutos, cuando los chicos duermen!


39-49 años: No tener cómo
La peor abstinencia de sexo no tiene que ver con la carencia, todo lo contrario. Como su nombre lo indica, el síndrome de la "malco" tiene mucho más que ver con la calidad que con la cantidad de encuentros sexuales. Un marido impotente, una relación aburrida y desgastada, una rutina agobiante, una pareja que ya no te gusta más o que ya no funciona, y tiene encuentros soporíferos que sólo sirven para ponernos de malhumor.

¿El resultado? Amargura, amargura, amargura: la persona está ahí y existe el contacto, pero algo está mal. Es como mirar unos zapatos con la cara aplastada en la vidriera. Incluso la soltería más abandónica es de impacto más suave en el carácter, porque la experiencia parece tan lejana que se vuelve casi de ficción.

Lo cierto es que sin que importe la edad, la abstinencia sexual es un espejismo. El sexo es un ejercicio que si bien no se olvida, se vuelve irreal y difuso con la distancia. Entonces, mientras más lo practiquemos, más ganas vendrán. En cambio, mientras menos sexo tengamos, más desidia, más olvido, más lejanía.

Es un poco como comer golosinas. Si no comés chocolate nunca, te olvidás del sabor y se apacigua el deseo. Si, en cambio, acabás de comerte un bombón, es posible que estés merodeando la caja durante todo el día. Ser una "malco", entonces, es como tener hambre. ¿Y quién no se pone fastidioso cuando el estómago cruje pidiendo un bocadito?

Fuente: Ohlala, Por Carolina Aguirre

Revelan por qué del amor al odio hay un solo paso

Un estudio científico de la Universidad College de Londres estudió la actividad cerebral de personas mientras veían fotos de seres que querían o detestaban, y encontraron asombrosas coincidencias
Controles cerebrales en personas demostraron que las imágenes de los individuos que odiaban revelaban un patrón de actividad cerebral que se producía en parte en áreas también activadas por el amor romántico, aseguraron hoy Semir Zeki y John Paul Romaya, del University College de Londres.

"Este vínculo explicaría por qué el amor y el odio están tan íntimamente relacionados uno con otro en la vida", señalaron los investigadores en la revista PLoS One.

"Nuestros resultados muestran que hay un patrón único de actividad en el cerebro en el contexto del odio", agregaron.

En su estudio, los expertos mostraron a 17 hombres y mujeres fotografías de algunas personas que los voluntarios decían odiar, junto con las de tres rostros familiares y neutrales. Los individuos odiados eran ex parejas o rivales laborales, excepto en un caso en el que se trataba de un político famoso.

Los controles cerebrales identificaron un patrón de actividad en diferentes zonas del cerebro que los investigadores llamaron "circuito del odio", que se activaba cuando las personas veían las fotos de quienes despreciaban.

El denominado "circuito del odio" incluyó estructuras en la corteza y la subcorteza cerebral, y representó un patrón distinto al de emociones como el temor, el miedo y el enojo, manifestó Zeki.

Una parte del cerebro que se activó fue una zona considerada crucial a la hora de predecir las acciones de otras personas, algo que resultaría clave cuando se confronta con alguien odiado, indicaron los expertos.

El hallazgo es que también se produjo actividad cerebral en el putamen y la ínsula, dos áreas que se activaron nuevamente cuando las personas observaron los rostros de una persona amada.

Los científicos relacionaron estas regiones con la acción agresiva y las situaciones angustiantes, explicó Zeki.

Pero hubo, a la vez, diferencias importantes. Una mayor parte de la corteza cerebral, una zona relacionada con el juicio y el razonamiento, se desactiva con el amor, en comparación con el odio.

Aunque ambas emociones son pasiones muy demandantes, sucedería que las personas enamoradas suelen ser menos críticas y juiciosas con sus parejas pero necesitan mantener su atención cuando lidian con un rival odiado, explicaron los autores.

"Es más probable que en el contexto del odio, quien lo siente quiera ejercitar el juicio a la hora de calcular los movimientos para (causar) daño", señaló Zeki en un comunicado.

Fuente: Reuters

miércoles, 29 de octubre de 2008

Artritis idiopática juvenil

La artritis idiopática juvenil es una enfermedad crónica que aparece en la infancia. Su principal característica es la inflamación de la capa que reviste las articulaciones y otros órganos internos. Ataca a 1 de cada 1.000 menores, en el 75% de los casos, niñas.

Los síntomas son la fiebre persistente sin causa aparente con erupciones en la piel, y el aumento del tamaño de algunas articulaciones, acompañado de dolor .

Según los especialistas, sin el correcto tratamiento, puede evolucionar y llevar a los menores a sufrir discapacidades permanentes como ceguera, trastornos del crecimiento y osteoporosis, entre otras.

Aunque no se trata de una enfermedad hereditaria -no se puede transmitir directamente de padres a hijos-, los que la padecen poseen factores genéticos que los predisponen a sufrirla . Sin embargo, es raro que dos niños de una misma familia la padezcan.

Actualmente, los especialistas buscan, en primer término, reducir el dolor y la inflamación para mantener controlado el daño a las articulaciones, mejorar su función y prevenir deformaciones.

En ese sentido, se utilizan medicamentos biológicos , que disminuyen inflamación y dolor mientras combaten la enfermedad . Hace poco tiempo se lanzó en el país una droga ya utilizada en adultos con artritis, pero en su versión pediátrica: el etanercept.

Los médicos recomiendan la aplicación de la medicación acompañada por terapias de rehabilitación, terapias psicológicas, hidroterapias y la práctica de deportes como la natación

martes, 28 de octubre de 2008

GRACIAS POR HACERME MAMA!

Siempre que quieren hablar de madres en la televisión muestran mujeres con chicos en los brazos, sonrientes, dulces, cariñosas, sin una pizca de cansancio, espléndidamente maquilladas y a eso agregan espléndidas frases de posters.

MENTIRA!!!

Las mamás no somos abnegadas amantes del sacrificio y aguerridas guerreras que todo lo pueden.

Las mamás lloramos abrazadas a la almohada cuando nadie nos ve... y renegamos en 17 idiomas cuando tenemos que poner el despertador a las dos de la mañana para ir a buscarlos a una fiesta.

Cuando les decimos que no se peleen con ese compañerito que les dice enanos ó cuatro ojos y les damos toda clase de explicaciones conciliatorias... en realidad querríamos tener el cogote de ese pequeño verdugo entre nuestras manos.

Y también pensamos que la maestra de geografía es un mal bicho cuando les baja la nota porque no saben cuántos metros mide el Aconcagua que al final, a quien cuernos le importa. Pero no lo podemos decir.

No es que nos encanta pasarnos horas en la cocina tratando que el pescado no tenga gusto a pescado y disimulando las verduras en toda clase de brebaje, en lugar de tirar un pedazo de carne a la plancha... Es que tenemos miedo que no crezcan como se debe.

No es que nos preocupe realmente que se pongan o no un saquito... Es que tenemos miedo de que se enfermen.

No es que los queramos mas cuando se bañan... Es que no queremos que nadie les diga roñosos.

No lo hacemos por ustedes lo hacemos por nosotras. Porque ser mamá no tiene que ver con embarazos, pañales y sonrisas de aspirinetas. Tiene que ver con querer a alguien más que a una misma.

Con ser capaz de cualquier cosa con tal de que ustedes no sufran. NADA, nunca, jamás.

Ustedes nos hacen felices... cuando les encantan nuestras milanesas, cuando nos consideran sabias por contestar todas las preguntas de los concursos de la tele. Cuando vienen llorando a gritos por que se rasparon las rodillas y nos dan la posibilidad de darles consuelo y curita, cuando recién levantadas nos dicen: 'qué linda qué estás, má'.

Ustedes nos hacen mejores.

Nos dan ganas y fuerzas.

Nos comeríamos un Gurka crudo antes de que les toquen un dedito del pié.

Nos lavamos la cara y salimos del baño con una sonrisa de oreja a oreja para hacerles saber que la vida es buena, aunque por dentro estemos sufriendo.

Cantamos las canciones de chiquititas, vemos Gran Hermano y escuchamos los piojos y compramos nopucid... repasamos 500 veces la tabla del dos y arreglamos el carburador para llevarlos de fútbol, a Ingles, a dibujo, a la psicóloga, a danzas, a básquet, a voley, a la casa de un amigo, a la maestra particular, al dentista, al médico y a comprar un pantalón.

Y armamos 24 bolsitas con anillitos y pulseritas y tratamos de que la torta parezca un Pikachu... nos buscamos otro trabajo... sacamos créditos... nos compramos libros y vamos al psiquiatra, al pediatra y a los videos... negociamos con los maestros y los acreedores... recortamos figuritas y estudiamos junto a ustedes, ríos, provincias, las capitales de los países de Europa y nos ponemos lindas... nos enojamos y nos reímos... nos salimos de quicio y nos convertimos en la bruja y la princesa de todos los cuentos...

SÓLO Y EXCLUSIVAMENTE PARA VERLOS FELICES...

VERLOS FELICES ES LO QUE NOS HACE FELIZ.

Ojalá pudiéramos pegar el mundo con cinta scotch, para que fuera un lugar mejor para ustedes.

GRACIAS POR HACERME SU MAMÁ .

GRACIAS POR HACERME TAN IMPORTANTE.

Gracias por los trabajos que hacen en el colegio con corchitos y escarbadientes (que nunca entiendo para que sirve pero guardo religiosamente).

Gracias por los abrazos, los besos las lágrimas, los dolores, los dientes de leche, las cartitas, los dibujos en la heladera, el amoxidal de tantas noches sin dormir, los boletines, las plantas rotas del jardín por jugar a la pelota, por mi maquillaje arruinado por ser usado para jugar a la mamá, por las fotos de la primaria...

SON MIS MEJORES MEDALLAS.

Gracias porque LOS AMO.

Y ese, es el amor que me hace grande.

Lo demás ES MARKETING.

Mamá por teléfono

Nuevas costumbres. Con la misma destreza y al mismo tiempo que resuelven sus responsabilidades laborales, controlan qué hacen sus hijos en casa. Vía telefónica o por chat, los ayudan a hacer las tareas de la escuela, deciden lo que van a comer, chequean si tomaron el remedio, si llegaron de la clase de pintura o fútbol. Estas madres nacidas de la creciente inserción femenina en el mundo laboral forman una nueva categoría. Para Ti consultó con varios especialistas. ¿Qué aconsejan ellos?


Un día la maestra del jardín de la más chiquita, que tiene 2 años, me contó que estaban haciendo un juego en el que cada uno de los nenes se disfrazaba de la ocupación de alguno de sus padres. Y cuando le tocó a ella, la maestra le preguntó: ‘Flopi, ¿tu mamá qué hace?’ Y ella respondió: ‘¡Trabaja en el teléfono!’. Es que escucha a la señora que los cuida y que cada vez que llamo les dice: ”‘Chicos, mamá está en el teléfono. ¿Quién quiere hablar con ella?’”, cuenta Carina Mirla entre carcajadas. Carina tiene 39 años, tres hijos de 12, 9 y 2, es licenciada en administración de empresas en una compañía multinacional de golosinas y es una de las miles de mujeres a las que los especialistas colocan en una nueva categoría de madres a las que se denomina “madres por teléfono”.
Según ellos, el caso de Carina no es excepcional y se trata, más bien, de un fenómeno de época, generado por la inserción de la mujer en el mundo laboral, sobre todo en esta última década y en especial en las capas medias de la sociedad: “Hoy la regla es que las mujeres combinen trabajo y maternidad. Y como para todos, las jornadas de trabajo son cada vez más extensas por lo que le van robando horas a la maternidad. En contextos de clase media este fenómeno es generalizado al punto de que para los chicos es lo normal que su mamá no está en su casa durante todo el día”, afirma Vivian Loew, psicóloga, terapeuta familiar y grupal con amplia experiencia en el tema. En coincidencia, la psicoanalista Alejandra Marroquín, coordinadora docente y supervisora de Centro Dos, hace hincapié en la diferente vivencia de la ausencia según cuál sea el motivo de la inserción laboral de la mujer: “La carga afectiva que tendrá el trabajo será distinta en cada una de estas situaciones y también en cada una de las mujeres que deciden o tienen que trabajar. Los sentimientos de culpabilidad por no brindar ese tiempo a los hijos son bastante frecuentes, y en general se relacionan con ideales culturales que vinculan a la función de la madre en la casa y con los hijos”.

¿Se puede ser madre por teléfono? Frente a esta nueva realidad que combina trabajo y maternidad, el teléfono parece haberse convertido en un aliado indispensable de las mujeres, de las que se sienten culpables y de las que no también, para estar en contacto permanente con sus hijos y su casa. “Se puede ejercer el rol de madre por teléfono pero lo que no se puede es abarcar y controlar todo. Ni es recomendable que así sea –sostiene Alejandra Libenson, psicopedagoga y psicóloga especializada en crianza y vínculos familiares, autora del libro Criando hijos, creando personas–. Lo aconsejable es contar con la persona indicada para que ocupe ese lugar con nuestras indicaciones cuando estamos fuera de casa. Posiblemente se escapen o se pierdan algunas experiencias estando lejos de los nuevos acontecimientos por los que transita tu hijo, pero también una mamá feliz permite a los hijos crecer felices y con proyectos propios”.

Sin embargo, la psicóloga Adriana Penerini, directora de Bebé a Bordo y especialista en maternidad, paternidad y crianza, advierte: “Si bien es una ayuda imprescindible para lograr esta ‘joint venture hogar y empresa’, no se debería abusar de él. Porque el contacto telefónico no reemplaza la presencia de los padres”. Entonces, encontrar el equilibrio en el uso de esa posibilidad pasa a ser la variable más importante y por ello, también la más difícil de controlar: “Frente a la angustia que les provoca la separación de sus hijos, muchas mujeres recurren a todos los medios tecnológicos -mail, teléfono, móvil- para tratar de estar ¡en dos lugares al mismo tiempo! Sabemos que esto no es posible pero la angustia por no estar más tiempo con los hijos les juega una vivencia que es muy estresante ya que más que comunicadas con sus hijos están “conectadas” como si no se hubiesen ido de su casa”, señala Marroquín.

Calidad vs. cantidad, un dilema de estos tiempos. Muchas veces se suele decir que la calidad del tiempo que los padres dedican a sus hijos es tan, o incluso más importante, que la cantidad. Sin embargo, los especialistas coinciden en afirmar que no siempre esa ecuación funciona y que, en realidad, es el consuelo de muchos padres para mitigar la culpa que se siente al dejar a los niños solos durante casi todo el día desde que son muy chicos.

“Esa premisa es falsa y fue impuesta de algún modo por un sistema que necesita que la gente trabaje cada vez más tiempo. Y no registra el impacto que tiene a futuro en la sociedad el hecho de que las familias estén tantas horas alejadas: no solo para los hijos, sino también para cada uno de los padres y para la pareja. Por eso, hay que analizar esto sabiendo que los hijos necesitan de sus padres y que el trabajo y la maternidad son combinables siempre que ninguno de los dos atente contra el otro y sólo si la mujer, en este caso la mamá, siente que suma placer y no que resta salud y bienestar para ella y los que más ama”, sentencia Penerini, quien remarca que “la cantidad de tiempo que se está con los hijos, sobre todo en sus primeros cinco años es tan importante como la calidad”.

Es lo cotidiano, esas pequeñas cuestiones de la vida diaria de los hijos, lo que las mujeres señalan que más sufren por no poder compartir y lo que las convierte en madres telefónicas: “Ayudarlos a hacer la tarea, decirles qué ponerse para ir al cumpleaños de sus amigos, ponerles límites con la tele o la computadora y hasta asegurarme de que coman fruta o tomen un remedio. Son todas cosas de las que necesito estar al tanto para quedarme tranquila y que, creo, que ellos también necesitan para no sentirse solos”, cuenta Marina Cernili, ejecutiva de cuentas de una agencia de publicidad de Palermo y madre de dos nenas de 6 y 8 años, quien reconoce que aun cuando pasa mucho tiempo en el teléfono, resulta imposible estar en los detalles a la distancia. “Se puede utilizar el teléfono para controlar una medicación, una salida de los hijos con un tercero, chequear si comieron bien y demás, recibir en el celular la foto de una acto escolar del hijo mientras actúa no reemplaza el estar viendo al hijo actuar”, señala Penerini. Como en los del resto de las profesionales, en su consultorio también está presente esta problemática ya que encontrar ese equilibrio no resulta una tarea fácil.

Y ese equilibrio nunca puede ser el mismo para todas las mujeres ni para todos los chicos. En la mirada de Marroquín, “Es la historia que cada una pudo armar con ese hijo lo que deja marca en un niño. No podemos desconocer, también, el enorme malestar que viven mujeres que sólo se dedican a la crianza de sus hijos y postergan sus deseos personales y profesionales. El teléfono, el móvil, el mail, pueden ser recursos magníficos para comunicarnos con los hijos, pero la cuestión es qué lugar le damos a eso. Muchas veces tienen el atributo de comando-control. Y en vez de traer alivio a la relación madre-hijo, sólo traen agobio a los niños, dependencia y estrés a las madres”.

Pero el problema no termina aquí ya que una vez resuelto este difícil equilibrio, queda aún otro con el cual lidiar en la pareja: a pesar de que en la actualidad hombres y mujeres trabajan codo a codo fuera del hogar, puertas adentro sigue siendo la mujer la que está atenta a los detalles de la vida cotidiana de los hijos: “Las nuevas tecnologías han facilitado muchísimo el ejercicio del rol en la distancia para todos. Sin embargo, en los hechos somos muchas más las madres por teléfono que los padres por teléfono”, plantea la licenciada Susana Beatriz Gamba, comunicóloga especializada en estudios de género y creadora de Agenda de las Mujeres, y deja el debate abierto.

Fuente: Para Ti
Textos: Paula Bistagnino. Ilustraciones: Verónica Palmieri.

Aseguran que sólo con las vacunas no se puede evitar el cáncer de cuello de útero

Los especialistas explicaron que la aplicación de la droga únicamente previene contra dos tipos virales. Recomiendan la realización del PAP para detectar lesiones


El Ministerio de Salud salió al cruce de una publicidad realizada por la ONG y explicó que la aplicación de la vacuna contra el virus del papiloma humano (HPV) no es suficiente para prevenir el cáncer de cuello de útero. Es por ello que recomienda la realización periódica del test de Papanicolau (PAP) para detectar posibles lesiones –tanto benignas como malignas-.

La polémica comenzó con una campaña protagonizada por Araceli González y su hija, Florencia Torrente. Ésta fue ideada por la ONG Lalcec y financiada por uno de los laboratorios que producen la vacuna, informó el diario Clarín.

Desde la cartera de Salud explicaron que, si bien las dos drogas que se comercializan en el mercado son efectivas, no alcanzan para prevenir el cáncer, ya que sólo protegen contra los tipos 16 y 18 del HPV y no contra los demás, que generan casi el 40% de los tumores.

El inicio de las relaciones sexuales es el momento más común de contagio del virus del papiloma humano. Si bien la mayoría de estas infecciones son transitorias (el 70% de los casos son controlados por el sistema inmune sin medicamentos), una parte importante de las mujeres pueden desarrollar una infección persistente, sin síntomas, que puede conducir al cáncer de cuello de útero.

Por otra parte, los especialistas señalaron que la vacuna es preventiva y no curativa, por lo que se recomienda su aplicación en niñas que aún no comenzaron con su vida sexual, y en mujeres que no cursaron la infección por los tipos 16 y 18 –o sólo lo hicieron por uno de ellos-.

María Inés Marchegiani de Ucke, presidente de Lalcec, explicó que su idea fue dar a conocer que existen nuevas herramientas para tratar la enfermedad. Además, aseguró que los laboratorios suelen financiar sus campañas. "Es la única manera de seguir. Lo hacemos todo a pulmón", dijo.

Los médicos recomiendan la realización de dos primeros PAP de manera anual. Si ambos dan resultado negativo, este estudio deberá repetirse cada tres años.

jueves, 23 de octubre de 2008

La menopausia empeora la calidad de vida de la mujer

Un estudio realizado en América Latina reveló que las chilenas y las uruguayas son las que más sufren los efectos de los "calores", sudoración excesiva, trastornos del sueño, irritabilidad y problemas sexuales asociados a una disminución del deseo sexual


La calidad de vida de la mayoría de las mujeres de América Latina empeora durante la menopausia o climaterio, con un severo deterioro en su vida social y sexual, según un estudio regional sobre el tema divulgado este miércoles en Santiago, que mostró que las mujeres chilenas y uruguayas son las más afectadas.

El 55% de las latinoamericanas asegura sufrir efectos moderados o severos durante el fin de su etapa reproductiva, que incluye un rango entre los 40 a los 59 años, según un estudio de la Red Latinoamericana de Investigación en Climaterio (Redlinc), que consideró 12 países de la región.

Las chilenas lideran la medición, con un 81% de las encuestadas que señalan sufrir síntomas severos y moderados, como los conocidos bochornos, sudoración excesiva, trastornos del sueño, irritabilidad y problemas sexuales asociados a una disminución del deseo sexual y la sequedad de la vagina.

Le siguen las mujeres uruguayas, las que en un 67% reconocen ver empeorada su calidad de vida durante este período que ocupa un tercio de la vida de la mujer.

Más abajo se ubican Venezuela, con un 62%, y Ecuador con 60%, mientras que al final de la tabla se situó Colombia, por debajo del promedio regional, con un 48% de sus mujeres padeciendo de mala calidad de vida durante la menopausia.

Las mujeres de Argentina, Bolivia, Cuba, República Dominicana, México, Panamá y Perú se ubican en rangos desde el 49,5% y el 56,5%.

Los resultados del estudio, que en breve ser publicado en la revista científica Maturitas, alarmaron a los expertos.

"Este es un grave problema de salud pública al que no se le ha dado la valoración adecuada" en la región, dijo Juan Enrique Blümel, presidente de Redlinc, en rueda de prensa en Santiago.

"Hay un déficit en la implementación de programas de atención del climaterio. Las mujeres deben ser abordadas en forma más integral, incluyendo su nutrición, situación hormonal, metabólica y psicológica", agregó el médico.

Las terapias de reemplazo hormonal, a través del uso por ejemplo de progesterona o estrógenos han demostrado mejorar la calidad de vida de las mujeres durante el climaterio, señaló por su parte el ginecólogo chileno Eduardo Osorio.

Según el experto, el recambio hormonal es rechazado por gran parte de las mujeres latinoamericanas, al estimar que puede tener un riesgo asociado de generar algún tipo de cáncer, situación, que en su visión, ha sido superada.

En el caso específico de Chile, el estudio sugiere que el mayor progreso económico alcanzado por el país ha impuesto una mayor presión a las mujeres en esta época. Además, la mayor urbanización ha deteriorado las redes de apoyo social y familiar, capaces antes de mitigar los efectos adversos que sufren las mujeres al final de su etapa de reproducción.

El estudio latinoamericano se realizó entre noviembre de 2006 y febrero de 2007, en 12 países de América Latina, donde se encuestaron a más de 8 mil mujeres.

Fuente: AFP - NA

Mujeres infieles

Hoy todo tiene fecha de vencimiento, incluso esas latas de sardinas que mueren (más muertas aún) en 2020. Experimentar lo nuevo es inigualable: el olorcito del auto recién salido de la concesionaria, despegar el film que protege un celular flamante, sentir la tersura de un vestido de raso de la última temporada. La sociedad de consumo lo promueve, quiere que cambies y que te renueves, que seas siempre joven, que te sientas ilimitada, que te tientes y pruebes. Entonces, el mercado se las ingenia para ofrecer productos que se rompen más temprano que tarde, o que pasan de moda, que finalmente son reemplazados por nuevos modelos.

Estamos insertos en esta era de avidez e insatisfacción constante. Nada es como lo queríamos y al deseo le sigue más deseo. Basta con tener ese par de botas soñado para descubrir que en realidad necesitábamos unas balerinas. Lo mismo sucede en la pareja: en la cotidianeidad con otro descubrimos sus defectos más íntimos, besamos y besamos a nuestra pareja, pero no vemos más que un sapo. Entonces, la fantasía se activa: ¿habrá quedado afuera el Príncipe Azul?

Según las estadísticas, más del 50 por ciento de las mujeres salió a averiguarlo, y la cifra de infidelidad femenina casi alcanza a la masculina. El mundo laboral y las facilidades tecnológicas (Facebook, celulares, chats, mails) liberaron el campo de la traición. Hoy, todas podemos ser infieles. Pero no hablemos de infidelidad como un genérico, sino de romper un pacto. En definitiva, la monogamia tiene cláusulas cambiantes y personales. Cada pareja construye su manual y seguirlo al pie de la letra o hacer la vista gorda trae sus consecuencias. Vos, ¿en cuál de estas situaciones estás?:

a) "Nunca me va a pasar"

b) "Me gusta otro pero todavía no pasó nada"

c) "Estoy siendo infiel"

d) "Tengo una amiga que engaña a su marido"

Mora, 32 años: "Me había casado muy joven, habíamos comprado una casa, habíamos tenido un bebé y de repente me dije: ‘Me aburro’. Entonces me enganché con un compañero del laburo, que se súper enamoró de mí. Me prometía el mundo entero. Nos encontrábamos a escondidas, mientras mi hijo chiquito jugaba en la plaza. No lo podía controlar, hasta que un día redescubrí a mi marido. Dije: ‘Pero si él me encanta, ¿qué estoy haciendo?’. Entonces, dejé a mi amante y le partí el corazón."


Claudia, 35 años: "Si vos tenés una experiencia de extremo placer, puede ser muy adictivo, esto es lo que me pasa ahora. Amo a mi marido, pero me encanta lo que me hace sentir mi amante. La verdad es que me da rabia no poder tener a los dos, sin estar mintiendo, porque es muy demandante."




Hombres engañados: ¿qué dicen?
Alejandro, 40 años: "Cuando me enteré de que mi mujer me engañaba, pasé por un infierno. Quería matarme o matar al tipo o matarla a ella. Sufrí como loco. Me la imaginaba con el otro y me volvía loco. Hasta que, hablando con un amigo, me di cuenta de que mi vida no podía depender de lo que otra persona hiciera con su propia vida. Y pensé que ella no me había engañado, simplemente era una mentirosa. No me había traicionado, sino que era incapaz de cumplir una promesa. No me había sido infiel a mí, ella era adúltera. Y como yo no quería vivir con una mentirosa adúltera y traidora, me separé, incluso en buenos términos."

Francisco, 45 años: "Cuando me enteré de que mi mujer me había sido infiel hacía siete años con un amigo mío, no lo pude creer. Toda mi vida parecía derrumbarse. Entonces dejé de estar atento a ella y se generó una distancia. Incluso lo increpé a mi amigo para decirle que lo sabía todo. Es que una infidelidad a escondidas es una aventura, pero denunciada es una guachada."

miércoles, 22 de octubre de 2008

Cuando la infertilidad se puede solucionar con dieta

La poliquistosis ovárica es una afección frecuente en muchas mujeres, que genera problemas en el ciclo menstrual y lleva a perder embarazos. Pero mejorar la alimentación ayuda a superar el problema
Esta afección, frecuente en el 10% de las mujeres en etapa reproductiva –es decir, entre los 18 y los 40 años-, está relacionada con una mayor cantidad de óvulos en los ovarios. Éstos últimos ven su maduración afectada, por lo que se generan fallas en la ovulación, lo que conlleva atrasos en los ciclos menstruales y una dificultad para lograr el embarazo y/o mantenerlo.

Algunos de sus síntomas, según consigna la endocrinóloga Daniela Jacuvovich de la Universidad de Richmond en su libro Ni una dieta más, son el acné, la piel grasa, la caída del cabello y el aumento del vello, así como el aumento de coloración en codos, cuello y axilas. Es por ello que las mujeres afectadas suelen recurrir, en primera instancia, a dermatólogos, médicos clínicos, endocrinólogos, ginecólogos y o nutricionistas para su tratamiento.

La poliquistosis ovárica es de prevalencia familiar y requiere de ciertos genes para su aparición. Actualmente, se descubrió que altera el metabolismo de manera severa, por lo que se cambiaron ciertas pautas de diagnóstico y tratamiento. Una de las características reveladas hace poco está relacionada con la resistencia a la insulina.

Por lo tanto, las mujeres con resistencia a la insulina y que sufren de poliquistosis ovárica aumentan de peso, se les dificulta adelgazar aún con dietas estrictas, y tienden a subir el colesterol y las grasas, lo que conlleva un aumento de la presión arterial, obesidad, enfermedad cardiaca, trastornos de la sangre y por supuesto la diabetes del adulto o diabetes tipo II.

Para vencer la resistencia a la insulina, lo fundamental es bajar de peso, para que el resto de los síntomas de la poliquistosis ovárica desaparezcan de a poco. No obstante, las mujeres que la sufren no responden a las dietas convencionales, y fracasan en distintos intentos. Por eso los especialistas recomiendan un régimen específico, la realización de ejercicio físico regular y medicación acorde para disminuir la resistencia a la insulina.

La dieta ideal, según los médicos
- No hay que evitar el desayuno. Debe contener grandes porciones de proteínas (leche descremada, cereales, pollo, jamón, queso, huevos, pescado, etc) ya que en esta hora el consumo de azúcar es necesario y se utiliza durante todo el día.

- Evitar el consumo de hidratos de carbono durante la tarde y la noche, para que la insulina permanezca baja. Esto ayuda no sólo al descenso de peso sino también a mejorar la ovulación, la posibilidad de embarazo y el mantenimiento del mismo.

- Es importante incorporar a las comidas alimentos con bajo contenido en azúcar: maní, yogurt, leche, manzanas, pera, zanahorias, fideos integrales, ciruelas, granola y leche chocolatada.

- Se debe evitar el pan blanco, arroz blanco, pan de hamburguesa, medialunas, pizza, papas y flan, por su alto contenido de azúcar.

- No es bueno consumir azúcar (chocolates o cualquier golosina) durante la tarde, momento en el que suele nacer la necesidad en muchas personas de comer algo dulce. Esto se debe a que bajan los niveles de la hormona serotonina, que es la que genera el buen ánimo. Por eso, el consumo de alimentos de este tipo da sensación de bienestar pero engorda mucho más.

"La consulta con el especialista, la dieta, el ejercicio y la medicación adecuada ayudarán en los síntomas de la paciente a disminuir de peso y fundamentalmente a lograr un embarazo, mantenerlo y prevenir complicaciones en un futuro", explicó Ramiro Quintana, director médico del Centro Argentino de Fertilidad.

Música contra el estrés prenatal

Según un estudio, las embarazadas podrían calmar el estrés y la ansiedad con sólo recostarse y escuchar música relajante. La música proporcionaría "información sensorial" que influiría sobre los sistemas nervioso y hormonal
Un equipo de investigadores en Taiwán halló que cuando las embarazadas escuchaban música relajante durante 30 minutos por día, disminuían sus niveles de estrés, ansiedad y depresión según una escala estándar.

Esto sugiere que la música podría ser una forma simple y autoadministrada de manejar el estrés prenatal, publicó Journal of Clinical Nursing. "El embarazo es un período único y estresante para muchas mujeres, que sufren ansiedad y depresión por su gran duración", declaró el doctor Chung-Hey Chen, coautor del estudio.

"Toda intervención que disminuya esos problemas será bienvenida", agregó Chen, de la Universidad Nacional de Cheng Kung, en Taiwán. El estudio se realizó en la Universidad de Medicina de Kaohsiung.

El equipo le indicó al azar a 236 embarazadas escuchar música o continuar con los cuidados prenatales estándares únicamente. Las mujeres que escucharon música utilizaron uno de cuatro discos durante 30 minutos diarios por dos semanas.

La música incluyó piezas clásicas, canciones de cuna, sonidos de la naturaleza y música infantil. Al inicio y al final del estudio, todas las mujeres respondieron cuestionarios estándar sobre síntomas de estrés, ansiedad y depresión.

A las dos semanas, el equipo halló que las mujeres que habían escuchado música mejoraron en general en esos tres aspectos, mientras que los niveles de estrés, ansiedad y depresión no variaron en el grupo de control.

La música proporcionaría "información sensorial" que, según el equipo, influiría sobre los sistemas nervioso y hormonal para calmar la respuesta fisiológica al estrés diario.

Cualquiera sea el mecanismo de acción, la música sería una forma sencilla y económica para que las mujeres manejen el estrés en el embarazo.

"De a poco, las enfermeras de varios hospitales valorizarán el uso de la terapia musical y esperamos que nuestros resultados alienten a los médicos a tenerla en cuenta en la atención de las embarazadas", dijo Chen.
Fuente: Reuters

martes, 21 de octubre de 2008

Estas embarazada? Así cambia tu cuerpo

Si hablamos de cambios, ¿qué puede ser más radical que dejar de ser una sola persona para convertirse en dos dentro de una? Suena raro, pero eso es lo que implica quedar embarazada: crear una persona (mínima) para nutrirla, oxigenarla y cargarla en la panza durante nueve meses hasta que esté lista para salir al mundo. Embarazarse es trasformarse. Maravillosamente, todo en vos se revoluciona para hacerle espacio al ser que se desarrolla dentro tuyo. Con la puesta en marcha del embarazo cada centímetro de tu cuerpo se entera –tarde o temprano y en mayor o menor medida– de que hay algo que cambió y para siempre. “Toda embarazada experimenta importantes cambios en su anatomía, fisiología, bioquímica y psicología. Los cambios físicos, que se suceden durante el embarazo, hacen que de a poco se vaya sintiendo cada vez más distinta”, asegura el Dr. Angel Fiorillo, obstetra, jefe de la Sección Medicina Materno Fetal de CEMIC. El doctor detalla uno de éstos y explica por qué se van dando.


Cuestión de peso
Según el especialista, uno de las primeras y la más evidente de las variaciones a nivel fisiológico es el aumento de peso en la embarazada. “Durante el primer trimestre esto es variable: en un principio puede haber tanto un pequeño descenso como un moderado aumento. Pero luego sí, el aumento será lineal hasta el término del embarazo, entre 400 a 450 grs. por semana. Que la embarazada suba alrededor de 12 kg –con un rango de 6 a 16– contribuye a que haya un mejor parto y posparto”, asegura el doctor.


Hormonas súper poderosas
Luego, indica que en el primer trimestre también es común que muchas mujeres presenten náuseas y vómitos. Además de cefaleas y de una sensación de asco durante lasmañanas que puede extenderse a cualquier momento del día. “Es probable que estas alteraciones gástricas se deban a la presencia la Gonadotrofina Coriónica Humana (HCG), una hormona que aumenta a los pocos días de la falta de menstruación. Y también se asocian a los estrógenos y a factores psíquicos inherentes al nuevo estado”, indica el doctor. Para aliviar los síntomas, la recomendación del obstetra es alimentarse con ingestas de poca cantidad, repetidas a lo largo del día, y a nivel farmacológico se puede recurrir a la metroclopramida que es el antiemético que más se elige. En caso de mujeres con náuseas y vómitos severos se utiliza asociada a la vitamina B6. Mientras, asegura que el tratamiento ideal para la cefalea típica del embarazo es tomar medidas generales como comer frecuentemente y relajarse con paños fríos en la frente. Entre los fármacos, el más inocuo es el paracetamol.


Siguiendo con los cambios a nivel gástrico, muchas embarazadas manifiestan una desagradable acidez y pesadez estomacal que –según el especialista– tienen que ver con el aumento de la progesterona que genera una mayor lentitud en el tubo digestivo. Para combatirlas, ayuda eliminar de la dieta los dulces, la cafeína, las gaseosas, el alcohol y la costumbre de comer poco antes de acostarse. También se pueden ingerir antiácidos que contengan magnesio o calcio. Las alteraciones hormonales también favorecen la constipación, algo muy frecuente. Se manifiesta por un descenso de la frecuencia con que se evacua el intestino y por el endurecimiento de las heces. “Una de las soluciones es aumentar la ingesta de harinas integrales, vegetales y frutas y no menos de 1,5 litros de agua”, señala el doctor.


Todo lo regulan
Es claro que las hormonas son protagonistas de mucho de lo que ocurre durante los nueve meses. La progesterona ejercerá, entre otras cosas, presión sobre las venas y así estimulará la aparición de várices y de calambres en las piernas. Según el doctor, para prevenir la aparición de várices hay que evitar: el exceso de peso, estar sentada por mucho tiempo, utilizar ropa ajustada en las piernas, muslos o la cintura, usar tacos muy altos, fumar y constiparse. Además, sugiere caminar todos los días y hacer ejercicios nocturnos que favorezcan el vaciamiento de la sangre de las venas. En tanto, para los calambres, que suelen aparecer en el segundo y tercer trimestre de embarazo y que son causados por la sobrecarga de trabajo para el sistema muscular y la falta de minerales como el calcio, potasio y magnesio, lo aconsejable es hacer ejercicios de elongación de las pantorrillas y completar la dieta con alimentos que contengan estos minerales como leche fortificada con calcio o banana.


¡Irresistible!
Claramente, el aparato genital femenino también se modifica morfológica y funcionalmente durante el embarazo. “Los cambios en las mamas se empiezan a percibir al principio y son constantes”, indica el doctor. Agrega que, con el paso de las semanas, suelen aparecer grietas por la distensión de la piel y una pigmentación más o menos intensa del pezón.


Ecos en la piel
Según el especialista este aumento del color de la piel se puede percibir además en la cara donde constituye el cloasma o mascarilla típica del embarazo, en la línea media abdominal y en los órganos genitales externos. Esta coloración desaparece después del parto, aunque a veces persiste pero con mucha menos intensidad. Para las manchas en la piel como el melasma es conveniente evitar la exposición a rayos ultravioletas utilizando cremas con pantalla solar.


Hablando de la piel, otro fenómeno importante es que aparecen las estrías, fundamentalmente en las zonas de mayor distensión de los tejidos, como el abdomen. Pero también se perciben en senos, caderas, nalgas y muslos. Varían en color: las más recientes –producidas por el embarazo– son rosadas, congestivas y a veces pigmentadas; las antiguas, remanentes de embarazos anteriores, son blancas y nacaradas. Se deben a factores exclusivamente mecánicos: se sobredistiende la piel al vencerse la elasticidad de sus fibras. “Tanto la prevención como el tratamiento es dificultoso, pero es importante mantener la piel hidratada mediante la aplicación de lociones o cremas humectantes naturales como aquellas que contienen dexpantenol”, indica el obstetra.


¡La hora de disfrutar!
Según el Dr. Fiorillo, la gran mayoría de las mujeres cuenta que durante el segundo trimestre del embarazo sienten más placer al tener relaciones sexuales y esto debido a los cambios físicos que se producen en esta etapa. “La región pelviana, especialmente la vagina, experimenta un incremento del flujo sanguíneo como respuesta al aumento en la concentración de estrógenos circulantes. Esta congestión venosa mejora la habitual sequedad vaginal debido a que produce una continua secreción que la lubrica adecuadamente”, explica el doctor.


Líquidos y más líquidos
La retención de agua representa la mitad del incremento del peso corporal de la embarazada. En promedio, se calcula que se retienen todo el embarazo unos 6.000 ml de líquidos. “La acción de los estrógenos (hormonas femeninas) y el permanecer de pie producen modificaciones hemodinámicas (vinculadas al funcionamiento de la sangre) que aumentan la reabsorción de sodio y agua por el riñón. Mientras que en las piernas aumenta la presión intravascular provocando un edema (hinchazón) en los tobillos. Esto es normal y al estar acostada y fundamentalmente de costado, aumenta la necesidad de hacer pis durante la noche”, señala el doctor. Su recomendación es elevar los pies por encima del cuerpo en el reposo y en posición horizontal, mientras que cuando el edema se localiza en las manos hay que sacarse los anillos. También es importante el ejercicio y disminuir la ingesta de sal en las comidas.


Moviendo el eje
A partir del segundo trimestre de la gestación, más precisamente entre la semana 16 y la 18 comienza a observarse el cambio en la forma del abdomen por el aumento del volumen del útero. El especialista indica que llegando al tercer trimestre del embarazo se modifica el centro de gravedad de la embarazada, proyectando la cabeza y el tronco hacia atrás, estableciendo lo que se denomina lordosis lumbosacra compensatoria. Esta modificación, junto al progresivo crecimiento del útero, entre otras, explican el dolor en la zona baja de la espalda.


Fuente: Para Timamá
Por Ana van Gelderen


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Mujeres de pasos largos

Un grupo de personas –esos científicos que investigan cosas increíbles– aseguró que las mujeres que tenían pasos largos llegan mejor al orgasmo. ¡Ejem! No parece muy serio el estudio, pero Nos y Ellos tenemos elaboradas muchas teorías al respecto.

De la muy reputada Ley de la L en adelante, humanos y humanas nos hemos vuelto locos tratando de colegir a simple vista el potencial erótico del ejemplar de enfrente. Recuerdo a una amiga del secundario, Fabiola, que aceptaba o rechazaba invitaciones a salir previo testeo del tamaño de las manos del fulano. Según decía, un tipo de manos pequeñas era una suerte de Weather Channel sexual que pronosticaba noches de alto horror. Un hombre con manos como guantes de béisbol (y ni hablar de si tenía, además, pies haciendo juego) era un reaseguro de intimidad tropical y de sexo con loros.
A mí siempre su teoría me resultó muy divertida, pero no mucho más insostenible que tantas otras disfrazadas de “científicas”. Hace años entrevisté para esta misma revista a la Dra. Beverly Whipple, una sexóloga rubia y aseñorada conocida en todo el mundo como la inventora del Punto G. En realidad, la doctora fue más bien su difusora ya que al susodicho puntejo lo descubrió un médico de apellido Grafenberg. Pues bien, el tema es que la Dra. Whipple me confesó entonces algunas de las muchas “cosas inexplicables” que sucedían con el sexo y con las mujeres. Me contó de mujeres catalogadas como anorgásmicas que –una vez dormidas– tenían clímax dignos de la escala Mercali. Me contó también de señoras que, desde el punto de vista estrictamente físico, no tendrían chances de llegar ni a la esquina y que, sin embargo, cuando sus cerebros eran auscultados era evidente que experimentaban orgasmos oceánicos.

¿Entonces? Colijo que, para variar, los humanos no sabemos nada de nada. Nos alucina saber, ahora, que las mujeres que dan pasos más largos serían (según un grupo de científicos) más orgásmicas que las de pasos pequeños. No creo en nada. Primero, porque Fabiola caminaba con pasitos de Morticia Adams y decía llegar al cielo cada vez que uno de sus amantes manotas le ponía un dedo encima. Segundo, porque las mejores cosas que me han sucedido a nivel bombacha fueron las menos planificadas. Las más inexplicables. Adivino que, más que con el largo de los pasos, las manos o el tamaño de no sé qué partes, Eros tiene que ver con la sorpresa y con el juego. Muchas de las mujeres estudiadas por Whipple no tenían piernas. Pero sí imaginación. Y tremebundos orgasmos. Científicos de los pasos largos, atájense esa mandarina.
Fuente: Parati


lunes, 20 de octubre de 2008

Un nuevo uso del bótox: ayuda a transpirar menos

Los especialistas aseguran que la aplicación de la toxina botulínica es una de las soluciones para las personas que sufren de hiperhidrosis o excesiva sudoración


La hiperhidrosis es una patología poco conocida y que genera vergüenza a quien la padece, ya que se caracteriza por la excesiva sudoración en algunas zonas del cuerpo desde edad temprana. Esta situación interfiere en el ámbito laboral, social, familiar e incluso en la intimidad de la pareja. De acuerdo a un estudio alemán, el 73% de los afectados de hiperhidrosis se siente emocionalmente perjudicado y socialmente afectado.

Hugo Spillman, médico dermatólogo, señaló que "estas personas sufren de manera silenciosa día a día, ya que evitan el contacto social o dar la mano para no mojar al otro".

La investigación asegura que un 67,5% de las personas analizadas manifestó sentirse obstaculizado al conocer a personas por primera vez, un 55,1% limitado para desarrollar relaciones con otras personas y alrededor de 50% se siente incómodo al dar la mano y estar en lugares públicos.

En el ámbito laboral, los pacientes estudiados expresaron experimentar una disminución en el rendimiento, ver en la enfermedad un obstáculo para el desarrollo profesional y afirmaron que su trabajo "es desprolijo".

La hiperhidrosis se manifiesta, en un 60% de los casos, en la zona axilar, generando una sensación antihigiénica y llevando a que los que lo sufren se cambien de ropa varias veces al día. También se presenta en las plantas de los pies y en las palmas de las manos.

El tratamiento más moderno
El especialista explicó que, entre las salidas más novedosas para la hiperhidrosis, está la aplicación de toxina botulínica, que "ya cuenta con la aprobación de organismos regulatorios como la FDA (EEUU)y la ANMAT (Argentina)".

Según explicó Spillman, se administra una serie de pequeñas inyecciones locales intradérmicas en la zona a tratar, sin que se necesite anestesia. Es mínimamente molesto y los resultados se ven entre los tres y los diez días de comenzado el tratamiento.

El procedimiento debe realizarse dos veces al año, aunque en algunos pacientes puede reducirse a una sola aplicación en 12 meses.

Otros tratamientos
Si bien el bótox es la opción más novedosa, existen otras posibilidades, con mayor o menor éxito, para combatir la hiperhidrosis. Entre ellos están los anticolinérgicos, comprimidos orales que disminuyen la sudoración. No obstante, para Spillman no resuelven el problema: "Es un método en desuso debido a que produce efectos colaterales como sequedad en zona de la boca, ojos, nariz, etcétera".

Por otra parte, están los desodorantes y antitranspirantes, que se utilizan para eliminar o atenuar el olor de la transpiración y también inhibir la proliferación bacteriana. Las contras radican en que, en los casos más severos, pueden no tener los efectos deseados o causar irritaciones.

También se aplican sales de aluminio a través de una solución líquida 2 a 3 veces por semana en la zona afectada. El especialista explicó que, si bien es bueno este tratamiento, alrededor del 40% de los pacientes no lo tolera, ya que suele producir irritaciones o dermatitis. No obstante, las sales de aluminio que se aplican actualmente son complejas y no dan una acidez demasiado alta.


domingo, 19 de octubre de 2008

El Día de la Madre

Es casi imposible describir lo que siente una mujer cuando se entera de que va a ser madre. Más difícil aún es explicar la emoción inmensa que sienten las madres primerizas. Por eso, lanacion.com invitó a las lectoras que hoy festejan su primer Día de la Madre a compartir los sentimientos que acompañan la experiencia de tener un bebe por primera vez.

Con fotos y algunas palabras, las lectoras cuentan qué sintieron cuando se enteraron de que estaban embarazadas, y cómo viven hoy la celebración de este día tan especial.

Las fotos y los testimonios se podrán seguir enviando hoy durante todo el día.

?Cada uno de los días desde que Santi nació ha sido un día de fiesta por estar juntos?, cuenta Mariángeles Vicente, una de las homenajeadas en este día tan especial, su primer festejo del Día de la Madre.

Jorgelina Basano relata todas esas cosas que solía hacer cuando su bebe no había nacido. ?Comía comida caliente, me dormía tan tarde como quería, no tenía que limpiar comida del piso?, cuenta Jorgelina. Pero el giro que dio su vida valió la pena. ?Hoy no imagino mi vida sin esa sonrisa pícara y traviesa, sin esa huella de chocolate en la pared?.

Para Daniela Palacios, tener a Franco también fue una experiencia única. ?El día que nació, descubrí la capacidad de amar incondicionalmente a alguien. Franco me hace mujer y mamá, me hace linda, me hace fuerte, me hace ser?, dice Daniela. Susana Appeceix también quiso compartir su experiencia: "Me resulta difícil poder describir lo que se siente en el momento de ser madre, pero sin lugar a dudas es la mayor felicidad que sentí en mi vida. ¡Feliz día a todas las mamás!".

viernes, 17 de octubre de 2008

¿Vivís la crianza con humor?

Sabe usted, en palabras del famoso Freud (“El humor”l927), que "el humor es una de las formas de obtener placer mediante una actividad intelectual... ...No es resignado, sino rebelde...y logra triunfar sobre la adversidad de las circunstancias reales..."?

Cuantas veces en el día, lidiamos con situaciones críticas para resolver y nos enojamos, nos rebelamos descargando nuestras imposibilidades en el otro en vez de poder mirarnos equivocándonos o tardando más de la cuenta en hacer algo y riéndonos por ello.

Ejemplos: Estar cambiando un pañal al bebé y que en el último instante antes de cerrarlo vuelva a hacerse pis rompiendo nuestra economía diaria y nuestra paciencia.

Lograr aceptar que el bebé se mueve cuando lo estamos bañando, por el placer de sentirse libre y disfrutar de ello pero que es imposible que lo haga, sin salpicar todo el baño y que el jabón al terminar el juego, pueda justo caerse y ruede hasta el comedor.

-Entender que tu hijo si ve comida lo primero que trata es de tocarla y es a veces una inútil tratar de llegar a tiempo para que no introduzca sus dedos en todo, incluso en la torta decorada especialmente para su cumple y que aun no fue presentada en sociedad.

En general el humor en las comedias, está vinculado a situaciones complicadas para el protagonista de la escena “humorística”.

Son por ejemplo las caídas, torpezas, dramas, carencias, desacuerdos o malentendidos entre personas.

¿Pero cómo en la vida diaria y normal respondemos frente a esas situaciones? ¿Cómo nos miran nuestros hijos cuando nos vemos desbordados y enojados por estas constantes situaciones similares a la de las “sit-com”, que pueden sucederse más aun cuando se trata de la crianza?

El humor tiene que ver con cómo vivimos esas “peripecias” o cómo las miramos, especialmente cuando nos suceden a nosotros mismos en nuestra vida cotidiana.

Algo que para alguien puede resultar divertido, gracioso, ingenioso, a otro puede parecerle dramático, angustiante, trágico.

El humor, así como el juego o el chiste, es una de tantas posibilidades humanas por excelencia de mitigar el impacto, el dolor o la ansiedad que podemos sentir frente a alguna situación que nos toca vivir y especialmente si es de manera sorpresiva.

Es una válvula de escape frente a algo que nos presiona. Por ejemplo cuando no sabemos hacer algo. Cuando somos “primerizos”. Pero reírse de los demás es mucho más fácil que reírse de uno mismo.

¿Hemos aprendido y estamos preparados para reírnos de nosotros mismos? ; ¿ o para tolerar nuestras propias “metidas de pata” o tragedias? Parecería que no lo suficiente.

Pero para lograrlo y encontrarnos con nosotros mismos, conocernos y aceptarnos, necesitamos tomar cierta distancia emocional con aquello que nos ocurrió o nos desubicó.

Esto es el humor. El que nos puede habilitar, para mirarnos como si fuéramos otros. Sin juicios de valor, sin culpas. Sólo mirar y mirarnos.

Es poder correrse del lugar “rígido”, “congelado” de víctima para vernos diferentes: especialmente imperfectos y humanos.

Este corrimiento no sucede habitualmente mientras se vive “el drama cotidiano” aunque sería ideal; sucede tiempo después, cuando recordamos aquello que vivimos. Ahí si podemos quizás logremos “reírnos de eso que nos pasó”.

El humor no es algo que se tiene o no se tiene, sino algo con lo que se vive la vida.

Asociando el humor con el chiste, para que este sea comprendido por otros tiene que haber cierta concordancia o complicidad entre el que lo produce y el que lo recibe.

Algo en común para que yo me ría. Ver algo de mí, o de cómo yo pienso en él.

Sino pasa a ser inentendible y hasta a veces sonar cruel y agresivo. Si dentro de la pareja de padres alguno de los dos lo realiza y el otro no esta en sintonía, lo más probable es que lo viva como una agresión, humillación o desvalorización de su rol.

En síntesis, tienen que darse una serie de condiciones para que el chiste produzca el efecto deseado y no dañe, y para que el HUMOR se convierta en la manera de vivir la crianza y nuestras vidas.

Todas sus experiencias serán bienvenidas para seguir compartiendo y aprendiendo juntos.

Hasta la próxima.


Lic. Alejandra Libenson
Psicopedagoga, Psicóloga
Autora del libro Criando hijos, Creando Personas
Especialista en crianza, vínculos familiares pareja y fertilidad
www.alejandralibenson.com.ar


jueves, 16 de octubre de 2008

¿Por qué se celebra el Día de la Madre en el mundo?

Si bien muchos dicen que "día de la madre es todos los días", la festividad tiene un origen milenario y una historia del siglo XX que selló los festejos


Las primeras fiestas se realizaron en la Antigua Grecia para agasajar a Rhea, madre de los dioses Neptuno, Júpiter y Plutón. La celebración se conocía como La Hilaria y tenía lugar el 15 de marzo en el templo de Cibeles.

Muchos siglos más tarde, en el XVII, Inglaterra comenzó a festejar el llamado "Domingo de las Madres", en el que los niños debían regresar a casa después de misa con regalos para sus progenitoras. Era una jornada no laborable pero paga, para que los trabajadores pudiesen viajar a visitarlas.

En los Estados Unidos, Julia Ward Howe, autora del Himno de la batalla de la República, propuso el 8 de diciembre -fiesta de la Inmaculada Concepción en el santoral católico- como fecha para honrar la paz. Durante varios años, se realizaron encuentros en las ciudades de Boston y Massachussetts.

Luego, en 1905, una joven norteamericana llamada Anna Jarvis sufrió la muerte de su madre, Anna Reeves Jarvis, una activista comunitaria de Virginia Oriental que en 1858 organizó a un grupo de mujeres para trabajar en mejora de la sanidad pública en las comunidades apalaches durante la Guerra Civil.

Impulsada por la figura materna, comenzó a enviar cartas a políticos, abogados y otras personas influyentes de su país para que declararan como Día de la Madre el segundo domingo de mayo, fecha cercana al aniversario del fallecimiento de Reeves Jarvis.

Si bien lo logró en 1914, cuando el Congreso declaró ese día "fiesta nacional", a partir de 1923 comenzó a militar en contra de la celebración que ella misma había creado, por el tono mercantilista que había adquirido. Pero no tuvo ninguna respuesta a sus pedidos.

En la mayoría de los países del mundo, el Día de la Madre se festeja en el mes de mayo. En algunos otros, como Panamá, se toma como fecha de recuerdo el 8 de diciembre. La Argentina es el único sitio en el que se festeja el tercer domingo de octubre.

Casi la mitad de los adultos tienen problemas de columna

El 40% de los mayores de 40 años sufre dolores de espalda. Las zonas más afectadas son la cervical y lumbar por ser las más móviles y las que soportan los movimientos de la cabeza y el tronco, respectivamente

La columna humana está integrada por 33 vértebras, dividida en cinco zonas desde el cráneo hasta el cóccix: cervical, dorsal, lumbar, sacra y coccígea.

El sitio En Plenitud publicó que -según algunos antropólogos- la posición de bípedo, adquirida por el Homo Erectus, puso en desventaja al ser humano respecto de los cuadrúpedos, ya que nos obligó a cargar con el peso del tronco sobre el área lumbosacra, no preparada para tal contingencia.

Así es que a partir de esa circunstancia evolutiva, la columna sufrió el peso de la cabeza y el tronco, ocasionando un proceso de desgaste de las estructuras de sostén que integran este complejo arquitectónico natural, aunque cabe aclarar que este problema es mucho más frecuente en la columna lumbosacra, en sus dos últimas vértebras.

Bien cabría la comparación con la arquitectura: un viejo edificio sufre el debilitamiento paulatino de sus cimientos ocasionado por el desgaste de los materiales, vibraciones del tránsito, soporte del peso, fisuras del cemento, etc.
Lo mismo ocurre con la estructura humana: El tiempo lleva a una degeneración del disco intervertebral, que a modo de almohadilla cartilaginosa separa a una vértebra de otra y permite acolchar los microtraumas sufridos por los movimientos e impactos sobre la columna.

Éste, podríamos decir, es el primer paso. Al degenerarse, los discos se deshidratan y pierden elasticidad, disminuyendo su altura (por eso los ancianos pierden estatura), esto lleva a que las carillas articulares que en número de dos por vértebra y que junto al disco conforman un trípode de sostén, comiencen a "raspar" entre sí.

Simultáneamente, los ligamentos que sujetan estas estructuras unas con otras, también sufren un proceso de pérdida de elasticidad y se estiren, dejando de cumplir su sagrada misión, la de contener cada elemento en su lugar.

La patología de la columna lumbar se ensaña con las últimas vértebras: lumbar 4,5 y la primera sacra, que son las que soportan el mayor peso.

La médula espinal emite dos delgados nervios por cada vértebra, llamados raíces, que pasan por un pequeño canal, llamado agujero de conjunción, entre el disco y las apófisis vertebrales, que en definitiva serán los que llevarán la función sensitiva y motriz a cada parte del cuerpo.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Hasta qué edad se puede esperar para ser madre

Cada vez más mujeres retrasan la maternidad. Sea por priorizar el desarrollo profesional o no hallar a la persona "ideal", lo cierto es que la fertilidad disminuye con los años.

Muy por el contrario a lo que cree el común de la gente, no sólo ante cada ciclo menstrual la mujer "pierde" óvulos. El estrés, la obesidad y el cigarrillo son factores que disminuyen la fertilidad.

Un estudio permite conocer la reserva ovárica, dato que resulta vital para evaluar el potencial reproductivo.

Infobae.com habló con el doctor Claudio Benadiva, médico especialista en Endocrinología Reproductiva, a quien consultamos a qué edad una mujer debe preocuparse por su fertilidad. "Cuanto más temprano mejor", aseguró el profesional y detalló: "La fertilidad disminuye a medida que pasan los años y los estudios dicen que a partir de los 35 declina más rápidamente".

Pese a que -según dijo el profesional- "hay opciones como la donación de óvulos", si el objetivo es lograr el embarazo con material genético propio, "después de los 40 queda muy poco tiempo y a los 43 las chances de maternidad son sumamente bajas".

En el marco de la reunión científica internacional en Infertilidad, organizada por Red Lara y Cegyr, Benadiva explicó que a diferencia de cualquier pareja que busca un hijo (que al año de no lograrlo debe consultar a un especialista en fertilidad), a partir de los 35 años de la mujer conviene que la opinión de un especialista se busque "tras el sexto mes de intento fallido".

Asimismo, el profesional remarcó que hay situaciones ante las cuales no es necesario esperar: "Ciclos menstruales muy irregulares ya son indicadores de que hay un 'problema'; el médico ya sabe que esa mujer va a necesitar un tratamiento especial, así como aquella que haya tenido una cirugía ginecológica previa o padece endometriosis".

Consultado acerca de hasta qué edad puede lograrse el embarazo naturalmente y cuándo se hace necesario un proceso de fertilización, Benadiva destacó que existe una "confusión muy común en la mayoría de las pacientes".

"Muchas mujeres tardan en consultar porque piensan que se les va a recomendar Fertilización in Vitro (FIV) y la realidad indica que la mayoría de las parejas con problemas de fertilidad no necesitan FIV, dado que se embarazan con tratamientos más simples", aseguró el profesional, quien remarcó que ese procedimiento "se indica cuando otros no funcionaron, o hay diagnósticos que a priori demuestran que no va a funcionar otra cosa".

En ese sentido, subrayó que "algunas mujeres necesitan una cirugía para corregir algún problema; a otras se les induce ovulación, etcétera y logran el embarazo".

"En mi opinión la edad no es motivo de fertilización sino motivo para no perder tiempo ya que una paciente más joven tiene más tiempo para intentar otras cosas", consideró Benadiva, quien hizo hincapié en que factores como el estrés o el cigarrillo "disminuyen la calidad y cantidad de los óvulos".

Para él, "especialmente el cigarrillo es muy nocivo". Pese a que no se sabe exactamente el efecto del tabaco, sí se sabe que es tóxico para los ovarios, ya que estudios comparativos entre mujeres de las mismas edades fumadoras y no fumadoras demostraron que las primeras "tenían menos cantidad de óvulos".

"Mujeres que fuman llegan a menopausia años antes, tienen reserva ovárica más disminuida, si se embarazan naturalmente tienen más riesgo de aborto espontáneo y si lo hacen a través de FIV tienen menos chances de éxito", subrayó.

Respecto al estrés, Benadiva opinó que "es controvertido; no es algo que disminuya la reserva en forma directa, pero sí afecta el ciclo normal de la mujer, puede tener problemas menstruales o dejar de menstruar normalmente".

"También la obesidad causa problemas de infertilidad. Está asociada con la falta de ovulación, mayor riesgo de aborto, trastornos hormonales y son mujeres que van a tener más complicaciones si logran embarazo", detalló.

Cuando la ciencia avanza más rápido que las soluciones
Ante la pregunta de cómo una mujer puede conocer su reserva ovárica y para qué le sirve, Benadiva explicó que hay varios estudios hormonales: "El más común es hacer una medición de hormonas (FSH y estradiol) el tercer día de menstruación, si FSH da elevado es motivo de preocupación, ya que es un indicador de reserva ovárica disminuida".

"La inhibina B, AMH son otros marcadores que se pueden medir", explicó el profesional, quien destacó que "otra forma muy sencilla, que la puede hacer el médico en consultorio es el ultrasonido, que consiste en mirar imágenes de ovarios y realizar recuento de folículos antrales (si el número está disminuido hay posibles problemas)".

Ahora, si bien es un gran logro que las mujeres puedan conocer su reserva ovárica, el interrogante que se planteó Benadiva es qué se hace cuando se conoce esa información.

"Nadie sabe si esto se mide a la alguien que no está tratando de quedar embarazada, qué va a representar para su futuro", dijo el profesional quien calificó como un "arma de doble filo" el hecho de que una mujer que no planea familia en el corto plazo sepa que su reserva ovárica no es la ideal.

"Qué se supone que haga esa mujer si no está en pareja", se preguntó Benadiva, quien consideró "esa información es útil si 'sirve' para algo; todo tiene un pro y un contra, pero esta información puede hacer acelerar cosas y generar consecuencias en las decisiones que una mujer tome", aseguró el profesional, en referencia a que se apresure a buscar un padre para su hijo, por ejemplo.

Por el contrario, del lado de los "pro" del estudio, si la reserva ovárica da mal y la mujer fuma, puede dejar de fumar.

En cambio, si una mujer planea familia "el consejo es que no espere y trate de asimilar el proceso lo más pronto posible", remarcó Benadiva e insistió: "El mensaje sería que el estudio se haga a mujeres que consultan por infertilidad; ofrecerlo a alguien que no está preocupada es delicado porque hay que darle una respuesta a la paciente que consulta".

Respecto a la alternativa de congelado de ovocitos, opinó que esa técnica "se sigue considerando experimental; no es como el congelado de embriones, que es efectivo y la persona puede contar con eso para que se produzca el embarazo".

"Tener óvulos congelados y planear usarlos más adelante no está muy claro, es posible que de aquí a unos pocos años la técnica se perfeccione y esa sea una posible solución", finalizó.

Un caso de cáncer de mama cada dos minutos

Distintas investigaciones aseguran que más de 5.000 mujeres mueren por año en la Argentina a causa de tumores de este tipo. Cuáles son los factores de riesgo
De acuerdo a las estadísticas de la Sociedad Argentina de Mastología (SAMAS), cada dos minutos una mujer en el mundo recibe la noticia de que sufre cáncer de mama.

A nivel nacional, más de cinco mil mujeres mueren por año como consecuencia de esta enfermedad, mientras que otras 15 mil la contraen en ese período.

Por otra parte, 1 de cada 8 mujeres que alcancen los 85 años habrá desarrollado tumor de mama a lo largo de su vida. No obstante, hay que tener en cuenta que 8 de cada 10 nódulos en esa zona del cuerpo no se corresponden con cáncer.

Hay distintos factores de riesgo que predisponen a contraer la enfermedad. Ellos se pueden dividir entre no modificables o biológicos y modificables o ambientales.

Entre los primeros se encuentran: ser mayor de 40 años, presentar antecedentes personales de cáncer de mama u ovario o antecedentes familiares de tumor de mama, haber sufrido mutaciones genéticas, haber tenido una menarca precoz (menstruación antes de los 12 años) o una menopausia tardía (mayor de 55 años), o haberse realizado una biopsia previa que muestre hiperplasia atípica o carcinoma in situ.

En tanto, dentro de los factores de riesgo que son posibles de ser cambiados figuran el consumo de más de una copa de alcohol diaria, el sobrepeso, concebir al primer hijo después de los 30 años o no tener descendencia superada esa edad, el uso de terapia de reemplazo hormonal por más de cinco años, el estrés y el sedentarismo.

Es por ello que los especialistas recomiendan realizar el examen médico correspondiente cada 2 o 3 años si la mujer tiene entre 20 y 35 años, y anual o semestralmente después de esa edad. Se aconseja también la realización de una mamografía cada dos años entre los 35 y los 40, y posteriormente de manera anual.

martes, 14 de octubre de 2008

Un ventilador disminuiría el riesgo de muerte súbita

Un estudio concluyó que este aparato ayuda a disipar el dióxido de carbono que se acumula en los ambientes cerrados donde duermen bebés. El rol del chupete

Colocar un ventilador en las habitaciones con poco ingreso de aire donde duermen los bebés parece disminuir el riesgo de síndrome de muerte súbita infantil (SMSI), según un informe publicado en Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine.

Reinhalar dióxido de carbono es uno de los factores que se cree contribuye al SMSI. Permitir la concentración de dióxido de carbono alrededor de la nariz y la boca del bebé mientras duerme, junto con una inadecuada ventilación de la habitación, aumentaría el riesgo de SMSI, sugirieron los autores.

Para comprobar si al mejorar la ventilación del cuarto se podía reducir el peligro, el doctor De-Kun Li y sus colegas realizaron un estudio que incluyó a 185 infantes que murieron de SMSI y a 312 bebés con características similares.

Los expertos obtuvieron información sobre el uso de ventiladores y otros aspectos del ambiente donde dormían los bebés a través de entrevistas con las madres de los niños.

Emplear un ventilador durante el sueño del infante estuvo relacionado con un 72% menos de riesgo de SMSI, indicó el informe del equipo de Li, del Kaiser Permanente de Carolina del Norte, en Oakland.

Estudios posteriores mostraron que los beneficios de usar un ventilador eran mayores en los ambientes "adversos", como cuartos más cálidos que frescos, lo que llevaba la reducción del riesgo de SMSI al 94 por ciento.

Los ventiladores disminuían el impacto de los factores de riesgo conocidos del también llamado síndrome de muerte súbita del lactante.

Para los bebés que dormían boca abajo o de costado, en lugar de boca arriba como recomiendan los médicos, un ventilador en la habitación disminuyó el riesgo alrededor de un 86 por ciento.

Del mismo modo, el peligro se redujo cerca de un 85% en los bebés que compartían la cama con otra persona que no fueran los padres.

Los autores hallaron que el uso de ventiladores sólo disminuía el peligro de SMSI en los bebés que no usaban chupete.

Investigaciones previas relacionaban el empleo del chupete con un menor riesgo de SMSI, indicó el estudio.

Pese a que colocar a los bebés boca arriba es el principal mensaje para los padres, el uso de un ventilador en el cuarto donde duerme el niño parece ofrecer una forma sencilla de disminuir el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante, concluyó el equipo.


Fuente: Reuters

Diagnosticarán síndrome de Down en embarazo, sin riesgo de aborto

Es a través de un nuevo test de sangre, que permitirá detectar el trastorno genético en estadios tempranos de la gestación sin poner en peligro al feto

Para realizar este test, una muestra de sangre de la madre bastará para diagnosticar la anomalía cromosómica que ocasiona el síndrome de Down: la trisomía en el par cromosómico 21 del genoma humano.

El método también permitirá detectar otras anomalías que se deben a un aumento o una reducción de la cantidad normal de cromosomas, explicaron los investigadores de la Universidad de Stanford, en California.

El síndrome de Down se presenta cuando el cromosoma 21 tiene tres copias en lugar de las dos normales en todas o en una proporción de la totalidad de las células del organismo.

Hasta ahora, antes del nacimiento esta anomalía cromosómica sólo se podía detectar con una amniocentesis, que consiste en la punción ecoguiada por vía abdominal para conseguir una muestra de líquido amniótico, que rodea al feto en el útero.

Otra vía es una biopsia de vellosidades coriónicas, con la que se obtiene un fragmento de material placentario por vía vaginal o a través del abdomen.

Pero ambas técnicas pueden generar un aborto, por lo que los expertos buscaban desde hace años una forma de diagnóstico no invasiva, sin haber tenido éxito hasta ahora.

Los investigadores aprovecharon ahora que durante un embarazo en la sangre de la madre también se pueden hallar fragmentos de ADN del bebé.

En total, un 10% del ADN libre, es decir el ADN que no está en las células, es fetal, informó la agencia DPA, que reprodujo parte de la investigación.

Los investigadores determinaron en una prueba de sangre de la madre estos fragmentos de ADN libre y los clasificaron de acuerdo a los diferentes cromosonas.

Si de un cromosoma se hallan muchos más fragmentos en la sangre que el promedio, es un indicio que permite sospechar que existe una trisomía.

Debido a que este tipo de anomalía cromosómica está descartada en la madre, salvo que haya sido detectada previamente, la trisomía debe estar en el genoma del bebé.

En muestras de sangre de 18 mujeres embarazadas, los expertos lograron determinar con este método las 12 anomalías cromosómicas que habían detectado previamente aplicando los procedimientos convencionales.

Estas fueron nueve trisomías del cromosoma 21 (síndrome de Down), dos trisomías del cromosoma 18 (síndrome de Edward) y una trisomía del cromosoma 13 (síndrome de Patau). Los diagnósticos se lograron en la semana 14 del embarazo.

Fuente: Télam