jueves, 15 de octubre de 2020

Mi hijo tiene problemas de atención. Síntomas y Diagnóstico del TDAH

English (US) Decidir si un niño tiene trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un proceso de varios pasos. No hay un único examen para diagnosticar el TDAH y hay muchos otros problemas, como la ansiedad, la depresión y ciertos tipos de trastornos del aprendizaje, que pueden presentar síntomas similares. Esta página le proporciona una descripción general de cómo se diagnostica el TDAH. Si le preocupa que un niño pueda tener TDAH, el primer paso es hablar con un profesional de atención médica para averiguar si los síntomas corresponden con el diagnóstico. El diagnóstico puede ser hecho por un profesional de salud mental, como un sicólogo o un siquiatra, o un proveedor de atención primaria, como un pediatra. La Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) recomienda que los profesionales de atención médica les pregunten a los padres, maestros y otros adultos que cuiden al niño sobre la conducta que este tiene en diferentes contextos, como en el hogar, en la escuela o al interactuar con sus pares. El profesional de atención médica también debe determinar si el niño tiene otra afección que pueda explicar mejor los síntomas, o que se presente junto con el TDAH. Lea más sobre otras inquietudes y afecciones. ¿Cómo se diagnostica el TDAH? Los profesionales de atención médica utilizan las pautas de la quinta edición del Manual diagnóstico y estadístico (DSM-5), de la Asociación Estadounidense de Siquiatría (American Psychiatric Association)1 para diagnosticar el TDAH. Este estándar de diagnóstico ayuda a garantizar que el diagnóstico y tratamiento de las personas con TDAH se realice de manera correcta. El uso del mismo estándar en todas las comunidades también puede ayudar a determinar cuántos niños tienen TDAH y qué impacto tiene esta afección en la salud pública. Aquí están los criterios en forma resumida. Por favor tenga en cuenta que se presentan solo para su información. Solo los proveedores de atención médica capacitados pueden diagnosticar o tratar el TDAH. Group of children Criterios del DSM-5 para el TDAH Las personas con TDAH muestran un patrón persistente de falta de atención o hiperactividad/impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo: Falta de atención: Seis o más síntomas de falta de atención para niños de hasta 16 años de edad, o cinco o más para adolescentes de 17 años de edad o más y adultos. Los síntomas de falta de atención han estado presentes durante al menos 6 meses y son inapropiados para el nivel de desarrollo de la persona: A menudo no logra prestar adecuada atención a los detalles o comete errores por descuido en las actividades escolares, en el trabajo o en otras actividades. A menudo tiene problemas para mantener la atención en tareas o actividades recreativas. A menudo pareciera que no escucha cuando se le habla directamente. A menudo no cumple las instrucciones y no logra completar las actividades escolares, las tareas del hogar o las responsabilidades del lugar de trabajo (p. ej., pierde la concentración, se desvía). A menudo tiene problemas para organizar tareas y actividades. A menudo evita, le disgustan o se niega a hacer tareas que requieren realizar un esfuerzo mental durante un periodo prolongado (como las actividades o las tareas escolares). A menudo pierde cosas necesarias para las tareas y actividades (p. ej., materiales escolares, lápices, libros, herramientas, billeteras, llaves, papeles, anteojos, teléfonos celulares). A menudo se distrae con facilidad. A menudo se olvida de las cosas durante las actividades diarias. Hiperactividad e impulsividad: Seis o más síntomas de hiperactividad/impulsividad para niños de hasta 16 años de edad, o cinco o más para adolescentes de 17 años de edad o más y adultos. Los síntomas de hiperactividad/impulsividad han estado presentes durante al menos 6 meses al punto que son perjudiciales e inapropiados para el nivel de desarrollo de la persona: A menudo se mueve nerviosamente o da golpecitos con las manos o los pies, o se retuerce en el asiento. A menudo deja su asiento en situaciones en las que se espera que se quede sentado. A menudo corre o trepa en situaciones en las que no es adecuado (en adolescentes o adultos puede limitarse a una sensación de inquietud). A menudo no puede jugar o participar en actividades recreativas de manera tranquila. A menudo se encuentra “en movimiento” y actúa como si “lo impulsara un motor”. A menudo habla de manera excesiva. A menudo suelta una respuesta antes de que se termine la pregunta. A menudo le cuesta esperar su turno. A menudo interrumpe a otros o se entromete (p. ej., se mete en conversaciones o juegos). Además, se deben cumplir las siguientes condiciones: Varios de los síntomas de falta de atención o hiperactividad/impulsividad se presentaron antes de los 12 años de edad. Varios de los síntomas se presentan en dos o más contextos (como en el hogar, la escuela o el trabajo; con amigos o familiares; en otras actividades). Hay indicios claros de que los síntomas interfieren con el funcionamiento social, escolar y laboral, o que reducen su calidad. Los síntomas no tienen una explicación mejor si se los asocia a otro trastorno mental (como trastorno del humor, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo o trastorno de la personalidad). Los síntomas no ocurren solo durante el curso de episodios de esquizofrenia u otro trastorno sicótico. Según los tipos de síntomas, pueden verse tres tipos (presentaciones) de TDAH: Presentación combinada: Si se presentaron suficientes síntomas de ambos criterios, los de falta de atención y los de hiperactividad/impulsividad, durante los últimos 6 meses. Presentación en la que predomina la falta de atención: Si se presentaron suficientes síntomas de falta de atención, pero no de hiperactividad/impulsividad, durante los últimos seis meses. Presentación en la que predomina la hiperactividad/impulsividad: Si se presentaron suficientes síntomas de hiperactividad/impulsividad, pero no de falta de atención, durante los últimos seis meses. Dado que los síntomas pueden cambiar con el paso del tiempo, la presentación también puede cambiar con el tiempo. El TDAH en adultos A menudo el TDAH dura hasta la adultez. Para obtener más información sobre el diagnóstico y tratamiento a lo largo de la vida, visite los sitios web del Centro Nacional de Recursos para el TDAHexternal icon y del Instituto Nacional de Salud Mentalexternal icon. Referencia American Psychiatric Association: Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, 5th edition. Arlington, VA., American Psychiatric Association, 2013. fuente: https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/adhd/diagnosis.html

viernes, 26 de junio de 2020

Alergia a la proteína de la leche de vaca. Hija recuperada

Hola!!! Buen día,
Como había escrito en mi último post, mi hija tenía APLV, alergia a la proteína de la leche de vaca. hoy, con 25 meses que tiene, puedo decir que se ha curado! pero esta noticia no es la mejor; se curo hace 9 meses. Exactamente cuando tenía 1 año, la gastroenterola Guillermina Leidi (la cuál recomiendo en Bahía Blanca, Bs. As, Argentina) me hizo hacerle análisis de sangre, de su caca (en varias tomas) incorporando alimentos con lácteos. Ahí me dio valores bajos, pero aún seguía, por lo cual me hizo seguir nuevamente la dieta y en 2 meses volver a probar.
Gracias a Dios, fue ahí que se curo!
Por eso, escribo este post! para contarles que pese a que es dura la alergia, difícil de detectar, etc...la mayoría de los niños antes de los 3 años deja de tenerla. El secreto está en hacer bien la dieta, sin contaminación.
Si tu bebé llora demasiado, no es normal, consulta, algo le pasa y puede ser esto, aunque solo tome teta, como lo hacía la mía; pero los lácteos los consumía yo.
Te ando un abrazo!

jueves, 13 de septiembre de 2018

Alergia a la proteína de la leche de vaca.


Hola! Te cuento que mi hija tiene casi 4 meses y cuando tenía dos le diagnosticaron alergia a la proteína de la leche de vaca.
Jamás había escuchado hablar de eso, si intolerancia a la lactosa, pero nada más. Tengo más hijos, no lo había escuchado.
Mi beba nació y era muy llorona, solo se calmaba con mi teta, sin ella lloraba. No aguantaba a upa de nadie. Solo la calmaba la teta (hoy me doy cuenta que la calmaba la succión, sus dolores de intestinos)
Tampoco engordaba; cuando salió del hospital descendió 180 grs. normal, y su peso era bueno. Pero en el mes que siguió, tomando teta todo el día, no engordó.
Debido a eso, el pediatra me dijo que le agregue una mamadera de leche de fórmula, para ver si engordaba. A partir de ahí y gracias a dios, porque si no los síntomas pueden ser muchos y detectarlo tarde; empezó hacer caca con hilos de sangre.
Cuando llamé al pediatra me suspendió esa mamadera de leche de formula y me dio una hidrolizada, que probé por 15 días y seguía haciendo caca con sangre. Para todo esto, ya casi 2 meses era una niña que lloraba continuamente. Sus cacas eran tipo líquidas, con moco e hilos de sangre. El olor es como ácido.
Ahí la llevé a una gastroenteróloga y como solo tomaba teta me hizo empezar una dieta estricta, sin lácteos.
La verdad que entre el pos parto que es complicado y esto…andaba como perdida y depre…pero ahora que ya casi tiene 4 meses y la dieta dio resultado, estoy más tranquila.
Mi gorda ahora sonríe, no llora ni la mitad. Pero los cuidados son extremos. Contaminación cruzada: deje para mí 1 cuchara, taza, tenedor, cuchillo, etc…que uso solo yo. La esponjita también. Leer cada etiqueta que no tenga caseína, ácido láctico, suero láctico, lactosa, lactoalbumina. Y todo lo que diga que contiene trazas de lácteo (es contaminación: hicieron en la misma máquina de producción, algo con lácteo).
Me ayudaron mucho las páginas: www.redinmunos.org; y los grupos de Facebook como APLV ARGENTINA.
Como soy muy dulcera, empecé a comprarme productos veganos. Hay mucha gente que se dedica a cocinar y vende.
Ahora queda esperar al año de la gordita para darle algún tipo de lácteo, ya que dicen que hasta los 3 años pueden tenerlo, pero luego se va. Aunque hay un porcentaje de niños que le queda de por vida.
Espero que las ayude mi historia!

Lo que nadie te contó de ser mamá


Por supuesto que ser mamá es uno de los momentos más bellos, cuando uno los tiene en sus brazos se siente indefensa, pensamos …” voy a poder cuidar de el/ella? Qué pasa si le pasa algo? Cómo puede ser lo más importante de mi mundo?”...
Así es, cuando uno tiene a su hijo a upa por primera vez, siente un amor tan inmenso que es imposible de explicar.
Es tanta la alegría y el amor, que creo q compensa el dolor, el cansancio y las pilas que uno saca cuando es mamá. Porque realmente no sé de donde sacamos la fuerza. Somos héroes. Te pusiste a pensar que la cesárea por ejemplo, es la única operación que no tiene post operatorio? UNA OPERACIÓN! Y seguís a full.
El primer día, si tuviste trabajo de parto estás agotada. Si tuviste cesárea…dolorida. Y ese pequeño quiere y tiene que tomar teta y depende de ti.
Recuerdo que con mi cesárea se me llenó de aire la parte del hombro, no recuerdo que nombre tiene eso, pero es un dolor fuerte como contractura de cuello, en esa zona. El dr. pasó y me dijo que debía caminar, tenía que soltar los gases para que se me pasen los dolores, que eran muy fuertes. Por suerte la gordita durmió toda la noche y mi esposo también en la cama de al lado, mientras yo caminaba por los pasillos del hospital con el suero en la otra mano.
La 2da noche fue un poco peor, porque me pasaron a habitación compartida; como era pequeña no deje q nadie se quedara conmigo, había poco lugar y la noche anterior la bebe había dormido bien.
Pues esta noche no era así. Tanto mi bebe como el de al lado no dejaron de llorar 1 minuto, ambos. Nosotras dos estábamos agotadas, doloridas, rendidas de cansancio…pero ahí estábamos, tratando de calmarlos y amamantar. No dormimos en toda la noche y los bebes tampoco.
Lo que nadie te cuenta es eso…que empezar a dar la teta no es fácil, no siempre prenden bien, ni uno sabe cómo hacerlo. La enfermera me explico que el pezón tiene que meterse entero hasta la garganta del bebe, insistir e insistir, porque la succión hace que te salga leche. Mi beba tomaba bien, pero mi pezón era muy grande y me lo lastimó todo.
Lo 2do que nadie te dice es que vas a dormir poco, y que si tenés otros hijos, como es mi caso, ellos necesitaran de vos igual que siempre, por ende, no podes dormir cuando él bebe duerme, porque los otros hijos te necesitan.
Y 3ro por más que tu acompañante sea el mejor hombre del mundo, los primeros meses el bebé depende de vos, por lo cual, mucho no pueden hacer. Y tampoco entienden ni tu cansancio, ni tus cambios de humor, ni tu sensibilidad. Creen que te volviste loca.
Lo bueno del 2do, 3er hijo es que tu físico no te importa, sabes que todo vuelve a su lugar en como mucho un año, pero vuelve. La panza se acomoda. La ventaja de tener experiencia.
Quizás si ahora estás en ésta etapa creerás que nunca más tendrás relaciones, porque no tenés apetito sexual como cuando estabas embarazada por ejemplo. Bueno no…también se vuelve, el tiempo pasa y todo se normaliza. Los primos 3 meses son complicados, luego todo empieza a funcionar.
Quiero contarte que se puede! Que es una etapa y que a todas nos pasa exactamente lo mismo….calmate…no estás loca….fuiste mamá.

jueves, 4 de abril de 2013

Eyaculación femenina: ¿mito o realidad?

Muchas mujeres describen la salida de fluidos de su vagina cuando se aproximan al orgasmo, algo que incrementa su placer sexual. ¿Es común? ¿No vivirlo es una carencia? Explica un especialista. Dr. Walter Ghedin El orgasmo puede definirse como una descarga de tensión física acompañada de una intensa sensación de placer (clímax). En el orgasmo femenino, el área localizada de vasodilatación vulvar y vaginal, se contrae con fuerza y a intervalos regulares. La duración y el número de contracciones varían de una mujer a otra y en cada relación sexual. El clítoris es el órgano que está preparado fisiológicamente (por la cantidad de sangre y sensibilidad nerviosa) para desencadenar la respuesta orgásmica, por lo tanto, su estimulación por el coito, manual, vibradores, etc., o el simple roce, genera sensaciones placenteras. Muchas mujeres describen la salida de fluidos del introito vaginal cuando se aproximan al orgasmo, incrementando el placer sexual. La secreción puede confundirse con la salida de orina, lo que puede llevar a cortar la respuesta orgásmica por sentir vergüenza o por no entender qué está pasando. Se la denomina Eyaculación Femenina. Ahora bien: ¿Es una verdadera eyaculación? ¿De dónde proviene la secreción? Se sabe que entre un 10 a un 80 % de las mujeres puede liberar un líquido similar al prostático cuando se acercan al orgasmo. Las secreciones provienen de las "Glándulas de Skene" o "próstata femenina", que se localizan muy cerca de la uretra (el orificio por donde sale la orina) y vierten su contenido al introito vaginal. El líquido que secretan es una mezcla de fructosa, glucosa, antígeno prostático específico (PSA) y fosfatasa ácida prostática. No es orina. El volumen de líquido varía, pero lo habitual es que se libere entre 3 a 20 ml, levemente viscoso, claro o blanquecino, dependiendo de la cantidad de fructosa. La emisión eyaculatoria es una respuesta fisiológica normal, sin embargo muchas mujeres creen que van a orinar e inhiben el orgasmo. Al contraerse los músculos del periné y los perivaginales "exprimen" las glándulas de Skene, dejando que el líquido salga al exterior por los conductos que desembocan a cada lado de la uretra (también denominados Punto U para diferenciarlos del punto G localizado en el interior de la vagina). Es importante que la mujer no sólo conozca la anatomía de sus genitales, sino también las respuestas fisiológicas que acompañan a la excitación y al orgasmo. Saber y compartir el conocimiento de la vida sexual impide la imposición de mitos o de creencias erróneas. Tener "eyaculación" no es parecerse al hombre y buscar la igualdad de género por las similitudes fisiológicas, es entender que existen mecanismos orgánicos que nos emparentan como miembros de una misma especie. Y el resto es dejar de lado los condicionantes y disponerse a disfrutar del sexo. Dr. Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.
entremujeres

Las zonas erógenas: el misterio del cuerpo femenino

Esenciales para el placer y el erotismo, muchas veces son desconocidas por los hombres y, sobre todo, por las propias mujeres. Un reconocido sexólogo nos deja claves para descubrirlas y aprender a disfrutar. Dr. Juan Carlos Kusnetzoff. Las zonas erógenas son aquellas más susceptibles de producir deseo o placer erótico al ser acariciadas. Su conocimiento es de gran importancia, ya que la adecuada estimulación es decisiva para alcanzar la satisfacción sexual. Existen en la mujer zonas más sensibles que otras. Siempre debe recordarse que, a diferencia del hombre que en este sentido es más genitalizado, todo el cuerpo femenino es una zona erógena. Muy pocos hombres lo perciben y, por eso, es clásico que la mayoría comience el acto sexual directamente con la penetración o, en el mejor de los casos, tocando los genitales de la mujer sin preámbulos. Y eso es, justamente, lo que inhibe o disgusta a las mujeres. Siempre deben tener presentes las enormes variaciones individuales. Las zonas erógenas más importantes son la boca, las orejas, el cuello, la espalda en la parte de la columna vertebral, los pechos, la zona del ombligo e inmediatamente por debajo de él, las nalgas, las caderas y las rodillas. Pero no hay normas para esto, salvo una: cada mujer tiene un deber consigo misma y es el de conocerse, experimentar, elegir y comunicar sus preferencias. Los pechos y la respuesta sexual Han sido –y son- “la obsesión de los hombres”. Las mujeres saben bien eso y muchas de ellas viven también obsesionadas intentando mejorarlos, agrandarlos o reducirlos, según los casos. Contribuye a todo esto la lamentable publicidad que se hace explotando a las mujeres como objeto erótico, o el uso difundido de fotografías o imágenes de “cuerpos ideales”. Pero no sentirse inferior por ser distinta del ideal y recordar que la sensualidad reside en varios factores simultáneos ayuda a la mujer a entregarse sin temores, tensiones ni vergüenza al acto de amar. La mayoría de las mujeres disfrutan mucho de las caricias en los senos, algo que, afortunadamente, también la mayoría de los varones está muy dispuesto a brindar. Para los olvidadizos, siempre queda el recurso de guiar sus manos o su boca, o formularles el pedido expreso. Tampoco debe creerse “anormal” aquella a quien ciertos roces le resultan molestos o, incluso, dolorosos, porque para ser eficaz, el estímulo de la región debe ser delicado y suave debido a su extrema sensibilidad. Si bien toda la estructura de las mamas es sensible, algunas zonas lo son más que otras. Su parte central es, evidentemente, la que más reacciona al tacto, ya que las terminaciones nerviosas de la areola y el pezón están conectadas con áreas especiales en el cerebro medio y la neurohipófisis. La zona genital La parte exterior más visible del aparato genital femenino –que recibe, en conjunto, el nombre de vulva- es hipersensible a las caricias. - El vello pubiano. El vello que cubre el pubis y los labios mayores es altamente erótico. Las caricias sobre esa zona son tan estimulantes como placenteras. - Labios externos e internos. Son sumamente sensibles al roce. - El clítoris. Se encuentra donde se unen los labios vulvares, casi inmediatamente por debajo del pubis. Es un órgano complejo. Estimularlo es fundamental para la excitación sexual y lograr una adecuada lubricación y satisfacción femenina. ¿Qué es el famoso “Punto G”? Es la zona vaginal descrita hace muchos años por un ginecólogo llamado Ernest Grafenberg, de cuya inicial proviene su nombre. Se localiza en la parte anterior de la vagina, algunos centímetros dentro de ella, en su parte superior o techo. Atención: no en todas las mujeres puede ser hallado con facilidad y no en todas tiene la misma sensibilidad. Pero casi siempre se constata que: - La zona es fácil de estimular, en especial, con los dedos del compañero. - Su estímulo, acompañado de todos los mencionados, puede ayudar a tener más satisfacción y orgasmos más intensos. - En algunas mujeres –no en todas- proporciona una calidad de placer diferente. Algunos mitos frecuentes… ¡Para derribar! - Las mujeres con pechos pequeños son frías. Aunque leído así parece que es una tontería, varones y mujeres tendemos a asociar los grandes pechos –y,en general, la figura voluptuosa-con un temperamento apasionado. - Hay penes que no se adaptan a la vagina. Entre adultos, no existe tal incompatibilidad. - Hay vaginas muy cortas. Esta creencia es muy frecuente y ha producido no pocos desastres. A veces, una pequeña molestia durante el coito o durante el examen ginecológico lleva a pensar en una vagina corta o no desarrollada (infantil). Algunos médicos, con ignorancia, contribuyen a la divulgación de cuentos como este. Lo único que puede ocurrir es que se produzca la contracción espasmódica de algunos de los músculos en derredor de la vagina. El problema reside en la imposibilidad de relajar esos músculos y no en la conformación anatómica. Juan Carlos Kusnetzoff es sexólogo, autor de “La mujer sexualmente feliz. Del mito a la verdad científica”, de Editorial Granica, de donde se extrajo esta columna.

martes, 20 de noviembre de 2012

Analfabetos sexuales: los poco habilidosos en la cama


Hay personas que tienen un abecedario abundante, pero otras que no mueven “una letra” o que olvidaron parte de lo aprendido. Para ellos, las claves para ampliar el alfabeto erótico.
Dr. Walter Ghedin
Desde los primeros escarceos amorosos vamos desplegando un “alfabeto” hecho de gestos, palabras, sentimientos, caricias, fantasías, movimientos, que tienen como fin acercarnos a la experiencia de contacto más íntima y placentera. El aprendizaje del alfabeto erótico se basa en la incorporación de modelos culturales generalmente basados en pautas heterosexuales clásicas (“el hombre debe tomar la iniciativa” “mujer pasiva, hombre activo”, “darle prioridad a la penetración”, etc.) para después transgredirlas y construir su propio estilo de comunicación sexual. 
No obstante, quedarse fijado en el modelo tradicional no es ninguna rareza: hay hombres que no mueven “una letra” de su rígido alfabeto y mujeres que no reclaman por novedades, es más, piden que nada cambie. En el extremo opuesto están los buscadores de placer, hombres y mujeres ansiosos de estímulos originales, un abecedario abundante, con infinitas combinaciones de prácticas. Y en el medio de ambas polaridades están los que responden a las pautas clásicas, pero se animan a probar nuevas sugerencias, a veces con reticencia, pudor o poniendo en duda la efectividad del diferente despliegue de habilidades.

Los que nunca aprendieron  
Existen personalidades que tienen dificultades para “aprender” las artes de la conquista y del sexo. La poca motivación sexual los vuelve torpes y con escasas maneras para comunicarse. Su alfabeto erótico se basa en unas pocas letras que aprendieron del grupo de amigos, de ver videos “porno” o de alguna indicación brindada por los padres.
El problema no está en los estímulos del medio, que pueden ser variados o hasta ricos en sugerencias, sino en la pobre motivación que tienen para instruirse en las lides sexuales. Los sujetos con rasgos de caracteres solitarios, indiferentes y obsesivos son los que más dificultades tienen para dar curso a sus deseos.
Viven sin preguntarse demasiado por sus anhelos, parecen “anestesiados” al placer y la búsqueda de incentivos de toda índole, no sólo sexuales.

Los que olvidaron lo aprendido
La baja del deseo sexual, cualquiera sea la causa (aunque una de la más frecuente es el estrés), no sólo distancia los cuerpos del contacto erótico, además hace perder gradualmente las destrezas conseguidas hasta el punto de dudar de ellas o de no saber cómo hacer para recuperarlas.
En las parejas que han dejado de tener sexo (aunque sea por poco tiempo) se instala la incertidumbre sobre las capacidades amatorias (“¿cómo hago para acercarme?” “¿y si me rechaza?”, “¿debo hablar antes o paso directamente a la acción?”, “¿comienzo con un beso?”). La escasez de contacto actúa como un inhibidor de la conducta de acercamiento y como un factor amnésico, como si de un día para otro se hubiera borrado todo lo aprendido.
El rico alfabeto conseguido, con infinidad de frases dichas y por decir, va perdiendo su capital amatorio. A diferencia de los analfabetos primarios (aquellos que son desde el origen de su vida sexual), los analfabetos que aprendieron, disfrutaron y ahora creen que olvidaron sus destrezas, tienen chances de reaprenderlo.

Decálogo para recuperar el alfabeto erótico
* No dejar de acercarse. Caricias, besos, masajes y manifestaciones de ternura vienen bien para restablecer el deseo de estar juntos.
* El alfabeto sexual se restablece practicando y con acciones concretas; no pensando.
* Hablar de lo que les pasa. No dejar que las cosas “las resuelva el tiempo”.
* El contacto no tiene por qué tener un fin sexual. Cualquier tipo de comunicación es fundamental para mantener el vínculo sensorial.
* No dejarse vencer por las inhibiciones o las conjeturas: “me va a rechazar”, “tengo vergüenza”, “no sé cómo empezar”, etc.
* No pensar que la falta de encuentro sexual va a ser para siempre. La proyección futura aleja de la realidad y genera más incertidumbre.
* El “aquí y ahora” ayuda a objetivar el problema y a darle un encuadre actual. Ayuda a buscar alternativas para superarlo.
* Afrontar es mejor que evitar. Es usual que el sentimiento de inhabilidad o torpeza embriague la confianza personal. Por ende, hay que “pasar a la acción”.
* Romper con los esquemas preconcebidos y usar variantes de encuentro. Sorprender al otro.
* Desdramatizar el hecho. Usar el humor ayuda a relajarse.