lunes, 21 de julio de 2008

FRACASO U OPORTUNIDAD? DEPENDE DE TU PUNTO DE VISTA

Por qué siempre entendemos el fracaso como un impedimento para seguir adelante, una pérdida, algo irreparable, y no podemos pensar que algunos fracasos suelen ser una oportunidad?Una oportunidad de cambio, una oportunidad de crecimiento, una oportunidad de vivir otra experiencia, una oportunidad de salir de una relación conflictiva, una oportunidad de encontrar una nueva veta, oportunidad de conocer a alguien mejor, una oportunidad de adquirir experiencia, etc. Si podemos ver los fracasos en ciertas ocasiones como oportunidades, cambiamos la visión del fracaso en forma positiva y tomamos otra postura en la vida, agradecemos la nueva experiencia adquirida y el hecho de seguir transitando lo nuevo sin mochilas en el hombro, sino con interés sobre lo que podemos transitar en adelante. Los fracasos suelen ser devastadores y desmoronan ilusiones o proyectos. Se los vive con mucha angustia pues muestran la impotencia frente a una realización, una meta o un objetivo. Pero si lo miramos con optimismo, quizás ese fracaso permitió cambiar el rumbo de algo que es posible que no nos entusiasmaba tanto y seguíamos intentando por evitar pérdidas, o para no quedarnos solos, o por tener algo nos manejamos con resignación: o tal vez el fracaso nos facilitó el reconocimiento de un error que seguramente iríamos a cometer, nos permitió encontrar la falla, o nos hizo darnos cuenta de lo que no estábamos dispuestos a dar, o en cuanto a lo que evitábamos resignar en pos de un logro. Hay parejas que necesitan pasar por la experiencia del fracaso para sobrevalorar lo perdido porque hasta que no se pierde, no se tiene idea real del significado que tenía, o cuánto lo necesitábamos, o de qué manera intensa lo deseábamos, de lo imprescindible que era, o de los valores reales que tenía y que no podíamos ver. Otros, al fracasar, comprueban lo que en algún momento pensaron respecto a que no funcionaría y es una puesta a prueba: "Finalmente era como yo pensaba". No podía funcionar, y se transforma en una profecía autocumplida. En realidad, sirvió a los efectos de "comprobar" y encontrar la respuesta a ciertas dudas que circulaban.Pero si tomamos los casos de aquellas personas que suelen sacar de lo negativo lo que sirve para el mañana, el fracaso les dio herramientas para no volver a cometer los mismos errores o para cuidar más al otro y evitar el mínimo peligro de perderlo. Las personas que suelen sacar provecho de las malas experiencias suelen ser más sanas y tienen más herramientas que aquellas que quedan destruidas ante la pérdida y se "meten para adentro" con tal de evitar cualquier posibilidad de experimentar nuevamente una mala experiencia o un fracaso.Hay personas que prefieren quedarse solas porque no quieren volver a vivir la pérdida del amor nuevamente, entonces se rehúsan a volver a crear otro vínculo afectivo; otras se vinculan pero se defienden del amor y no se comprometen; y también existen aquellas que agradecen haber perdido esta vez para revalorizar lo que tienen o sabiendo que pueden valorar las pequeñas cosas o aquellas que antes no parecían importantes.Pero me interesa remarcar lo bueno que es poder sacar provecho de los fracasos y estar atentos a cuando estos se dan y traen aparejados una nueva oportunidad que quizás, de la otra forma, no se hubiesen presentado nunca en la vida.Solemos escuchar: "Esto no debía ser para mí", "no era mi momento","otra vez será", con un reconocimiento de que algo diferente estaba marcado en el destino de esa persona y que por eso sucedió lo que sucedió, aunque creo que el destino también lo marca uno y que estos desenlaces siempre ocurren porque cada quien colabora, justamente porque no era el momento indicado, ni el tiempo, ni el lugar, ni la persona.Por eso debemos entender que no todos los fracasos irreversiblemente suelen ser fracasos, sino que a veces suelen ser una nueva oportunidad hacia algo con mejor pronóstico o más adecuado a las necesidades propias, entender que no siempre debemos castigarnos por los errores o lo que no cuidamos, sino que podemos darle otra comprensión y pensar que quizás nuestro inconciente nos dictaba llegar a ese punto para darnos una posibilidad más acorde a nuestros deseos. No siempre es cuestión de voluntad, muchas veces es el azar el que nos hace dar un cambio de dirección para llegar a lograr nuestros verdaderos anhelos.