jueves, 16 de octubre de 2008

Casi la mitad de los adultos tienen problemas de columna

El 40% de los mayores de 40 años sufre dolores de espalda. Las zonas más afectadas son la cervical y lumbar por ser las más móviles y las que soportan los movimientos de la cabeza y el tronco, respectivamente

La columna humana está integrada por 33 vértebras, dividida en cinco zonas desde el cráneo hasta el cóccix: cervical, dorsal, lumbar, sacra y coccígea.

El sitio En Plenitud publicó que -según algunos antropólogos- la posición de bípedo, adquirida por el Homo Erectus, puso en desventaja al ser humano respecto de los cuadrúpedos, ya que nos obligó a cargar con el peso del tronco sobre el área lumbosacra, no preparada para tal contingencia.

Así es que a partir de esa circunstancia evolutiva, la columna sufrió el peso de la cabeza y el tronco, ocasionando un proceso de desgaste de las estructuras de sostén que integran este complejo arquitectónico natural, aunque cabe aclarar que este problema es mucho más frecuente en la columna lumbosacra, en sus dos últimas vértebras.

Bien cabría la comparación con la arquitectura: un viejo edificio sufre el debilitamiento paulatino de sus cimientos ocasionado por el desgaste de los materiales, vibraciones del tránsito, soporte del peso, fisuras del cemento, etc.
Lo mismo ocurre con la estructura humana: El tiempo lleva a una degeneración del disco intervertebral, que a modo de almohadilla cartilaginosa separa a una vértebra de otra y permite acolchar los microtraumas sufridos por los movimientos e impactos sobre la columna.

Éste, podríamos decir, es el primer paso. Al degenerarse, los discos se deshidratan y pierden elasticidad, disminuyendo su altura (por eso los ancianos pierden estatura), esto lleva a que las carillas articulares que en número de dos por vértebra y que junto al disco conforman un trípode de sostén, comiencen a "raspar" entre sí.

Simultáneamente, los ligamentos que sujetan estas estructuras unas con otras, también sufren un proceso de pérdida de elasticidad y se estiren, dejando de cumplir su sagrada misión, la de contener cada elemento en su lugar.

La patología de la columna lumbar se ensaña con las últimas vértebras: lumbar 4,5 y la primera sacra, que son las que soportan el mayor peso.

La médula espinal emite dos delgados nervios por cada vértebra, llamados raíces, que pasan por un pequeño canal, llamado agujero de conjunción, entre el disco y las apófisis vertebrales, que en definitiva serán los que llevarán la función sensitiva y motriz a cada parte del cuerpo.