miércoles, 22 de octubre de 2008

Cuando la infertilidad se puede solucionar con dieta

La poliquistosis ovárica es una afección frecuente en muchas mujeres, que genera problemas en el ciclo menstrual y lleva a perder embarazos. Pero mejorar la alimentación ayuda a superar el problema
Esta afección, frecuente en el 10% de las mujeres en etapa reproductiva –es decir, entre los 18 y los 40 años-, está relacionada con una mayor cantidad de óvulos en los ovarios. Éstos últimos ven su maduración afectada, por lo que se generan fallas en la ovulación, lo que conlleva atrasos en los ciclos menstruales y una dificultad para lograr el embarazo y/o mantenerlo.

Algunos de sus síntomas, según consigna la endocrinóloga Daniela Jacuvovich de la Universidad de Richmond en su libro Ni una dieta más, son el acné, la piel grasa, la caída del cabello y el aumento del vello, así como el aumento de coloración en codos, cuello y axilas. Es por ello que las mujeres afectadas suelen recurrir, en primera instancia, a dermatólogos, médicos clínicos, endocrinólogos, ginecólogos y o nutricionistas para su tratamiento.

La poliquistosis ovárica es de prevalencia familiar y requiere de ciertos genes para su aparición. Actualmente, se descubrió que altera el metabolismo de manera severa, por lo que se cambiaron ciertas pautas de diagnóstico y tratamiento. Una de las características reveladas hace poco está relacionada con la resistencia a la insulina.

Por lo tanto, las mujeres con resistencia a la insulina y que sufren de poliquistosis ovárica aumentan de peso, se les dificulta adelgazar aún con dietas estrictas, y tienden a subir el colesterol y las grasas, lo que conlleva un aumento de la presión arterial, obesidad, enfermedad cardiaca, trastornos de la sangre y por supuesto la diabetes del adulto o diabetes tipo II.

Para vencer la resistencia a la insulina, lo fundamental es bajar de peso, para que el resto de los síntomas de la poliquistosis ovárica desaparezcan de a poco. No obstante, las mujeres que la sufren no responden a las dietas convencionales, y fracasan en distintos intentos. Por eso los especialistas recomiendan un régimen específico, la realización de ejercicio físico regular y medicación acorde para disminuir la resistencia a la insulina.

La dieta ideal, según los médicos
- No hay que evitar el desayuno. Debe contener grandes porciones de proteínas (leche descremada, cereales, pollo, jamón, queso, huevos, pescado, etc) ya que en esta hora el consumo de azúcar es necesario y se utiliza durante todo el día.

- Evitar el consumo de hidratos de carbono durante la tarde y la noche, para que la insulina permanezca baja. Esto ayuda no sólo al descenso de peso sino también a mejorar la ovulación, la posibilidad de embarazo y el mantenimiento del mismo.

- Es importante incorporar a las comidas alimentos con bajo contenido en azúcar: maní, yogurt, leche, manzanas, pera, zanahorias, fideos integrales, ciruelas, granola y leche chocolatada.

- Se debe evitar el pan blanco, arroz blanco, pan de hamburguesa, medialunas, pizza, papas y flan, por su alto contenido de azúcar.

- No es bueno consumir azúcar (chocolates o cualquier golosina) durante la tarde, momento en el que suele nacer la necesidad en muchas personas de comer algo dulce. Esto se debe a que bajan los niveles de la hormona serotonina, que es la que genera el buen ánimo. Por eso, el consumo de alimentos de este tipo da sensación de bienestar pero engorda mucho más.

"La consulta con el especialista, la dieta, el ejercicio y la medicación adecuada ayudarán en los síntomas de la paciente a disminuir de peso y fundamentalmente a lograr un embarazo, mantenerlo y prevenir complicaciones en un futuro", explicó Ramiro Quintana, director médico del Centro Argentino de Fertilidad.