sábado, 4 de octubre de 2008

¿Qué es la diabetes gestacional?

El cinco por ciento de las embarazadas en la Argentina padecen este tipo de enfermedad que puede ser detectada alrededor de la semana 24. Afortunadamente, con el tratamiento adecuado se pueden evitar serias consecuencias para la madre y para el bebé.

Durante la gestación se producen numerosos cambios hormonales, entre ellos la alteración en la secreción y la sensibilidad a la insulina. La diabetes gestacional es una alteración del metabolismo de los hidratos de carbono (azúcares) que comienza o se diagnostica durante el transcurso del embarazo. En algunas mujeres, existe predisposición al desarrollo de la diabetes, pero permanece oculta hasta el embarazo. Durante la gestación, debido a la acción de estas hormonas puede hacerse evidente y así desarrollarse esta patología.

Factores de riesgo
La diabetes presenta mayores probabilidades de desarrollo en mujeres con obesidad, antecedentes de padres diabéticos, hijos en embarazos anteriores de más de 4 kg al nacer y una edad superior a los 30 años. Una mamá que tuvo esta enfermedad, tiene un riesgo del 50% de posibilidades de volver a contraerla.
Como paciente debés saber que tu médico tiene que indicarte la realización de estudios alrededor de la semana 24. En el caso de que existiera el riesgo de padecer diabetes gestacional, es conveniente practicar nuevamente el estudio entre la semana 30 y la 32 porque al no haber sintomatología se la debe buscar, de lo contrario, puede pasar desapercibida.

Trastornos
La glucosa es el nutriente que más atraviesa la placenta. El bebé sintetiza su propia insulina pero si la madre presenta un aumento de la glucosa en sangre, le pasará una mayor cantidad a su bebé y de esta forma él obtendrá más energía de la que necesita, obteniendo como resultado un peso de nacimiento mayor a 4 kg, lo que puede dificultar el parto.

Los peligros que esta enfermedad acarrea para el niño son: la macrosomia (más de 4 kg al nacer), la hipoglucemia en el recién nacido, la inmadurez pulmonar (distress respiratorio) y la mortalidad perinatal (antes del nacimiento).

La diabetes gestacional no se asocia a un aumento del riesgo de malformaciones fetales, porque la hiperglucemia empieza luego de la semana 24, y para ese momento los órganos del feto ya están formados.

Momento de detectarlo
Una vez diagnosticada la diabetes, es necesario disminuir el nivel de glucemia de la futura mamá. En la mayoría de los casos sólo se realiza una dieta. Pocas madres necesitan insulina si se le ha detectado la enfermedad a tiempo, y se siguen al pie de la letra los tratamientos recomendados por el médico. Los riesgos de alteraciones en el feto son los mismos que posee una mujer sin diabetes gestacional.

Luego del parto, al extraerse la placenta, lo normal es que desaparezcan las hormonas que generaron la diabetes, con lo cual el metabolismo de los hidratos de carbono vuelve a la normalidad. Para controlarlo, cualquier embarazada que la haya padecido debe realizar, seis semanas después del parto una curva de tolerancia a los hidratos.

La dieta
Lo que se busca con el tratamiento alimentario es la normalización de los niveles de glucemia, el adecuado crecimiento del bebé y su bienestar. Se eliminan de la dieta los hidratos de carbono de rápida absorción (azúcar, bombones, caramelos, dulce de leche, helados, mermeladas, entre otros) y los alimentos que se pueden incorporar pero en forma moderada son los hidratos de carbono de lenta absorción (papa, galletitas, legumbres, pan, masas, entre otros). Está comprobado que la restricción del 30% del total de las calorías normaliza la glucemia.

Evitando el sobrepeso hay menor probabilidad de desarrollar la diabetes gestacional. Además, amamantar ayuda a perder los kilos ganados en el embarazo, ya que para la síntesis de la leche se usan reservas de grasas que comenzaron a sintetizarse desde el primer trimestre de la gestación. Por otra parte, la lactancia es esencial para el vínculo madre-hijo y para protegerlo de infecciones y alergias, ya que sólo la leche materna contiene anticuerpos.

Recordá que la diabetes gestacional debe ser tratada durante los nueve meses, nunca se deben suprimir o agregar alimentos sin un seguimiento nutricional adecuado. Por eso siempre consultá con tu médico por cualquier duda. Lo importante es que estés tranquila y puedas disfrutar de tu embarazo.

¿Se puede prevenir?
En parte sí. Lo recomendado es que llegues al embarazo sin sobrepeso y que luego tengas un aumento de peso normal durante el embarazo (entre 10 y 12 kilos). Esta patología siempre debe ser tratada por un equipo formado por obstetra, dietólogo y neonatólogo, que trabajen en estrecha colaboración.

Las 10 preguntas más frecuentes

1) ¿Puedo tener hijos siendo diabética?
Sí. Se recomienda tomar la decisión antes de los 35 años y conocer las complicaciones relacionadas con la enfermedad que puedan surgir.
2)¿Por qué se considera un embarazo de alto riesgo?
La hiperglucemia elevada (que es la concentración de glucosa en sangre mayor a lo normal) y por tiempos prolongados está asociada a interrupciones espontáneas del embarazo, exceso de peso del bebé, y por ende, partos más dificultosos.
3) ¿Mi hijo corre riesgos de ser diabético si yo padezco la enfermedad?
El riesgo existe, pero es sólo un poco mayor que el de la población general. Se puede estudiar el riesgo mediante marcadores específicos en sangre del bebé. Son marcadores genéticos e inmunológicos que se realizan a los recién nacidos.
4)Si trato la diabetes con comprimidos por boca, ¿qué pasa?
Se deben interrumpir los antidiabéticos orales porque están contraindicados durante el embarazo, y hay que comenzar a usar insulina inyectable.
5)¿La dosis de insulina cambia durante el embarazo?
La tendencia es a disminuirla durante el primer trimestre. En cambio, durante el segundo y tercer trimestre las necesidades de insulina
van en aumento por efecto de hormonas placentarias que bloquean su acción.
6)¿Puedo continuar inyectándome insulina en la piel del abdomen?
La inyección subcutánea es muy superficial y no trae ningún riesgo al bebé, además la piel abdominal es un lugar en la que la absorción de la insulina es muy buena.
7) ¿Necesitaré insulina después del parto?
La necesidad de insulina disminuye rápidamente después del nacimiento. Si no la usabas antes del embarazo, por lo general
se suspende en los primeros días del nacimiento.
8) ¿Cuáles son los riesgos inmediatos para el recién nacido?
Lo habitual son las hipoglucemias, especialmente en los bebés macrosómicos. Se solucionan fácilmente con un biberón con glucosa o mediante sueros glucosados en infusión intravenosa. En los casos de bebés prematuros el riesgo es la inmadurez pulmonar.
9) ¿Podré amamantarlo?
Es muy recomendable el amamantamiento en las mujeres diabéticas. No es aconsejable la toma de hipoglucemiantes orales durante la lactancia. La insulina no debe ser interrumpida si es necesaria su aplicación.
10) ¿Quién debe controlarme durante el embarazo?
Es esencial un control en conjunto entre el diabetólogo, obstetra y oftalmólogo. Los controles deben ser dos mensuales con el diabetólogo y obstetra y trimestrales con el oftalmólogo.
Por Gloria Kaspar / Producción: Luli Ballestrin / Fotos: Soledad Rubio / agradecemos a Venga Madre