martes, 7 de octubre de 2008

Orgasmo femenino, gran desconocido

La culminación del acto sexual debe ser un momento extemadamente placentero al que no debe renunciar ninguna de las dos partes implicadas en el juego amatorio.
Sin embargo, a menudo las mujeres se ven privadas de esta satisfacción.

Muchas mujeres desconocen que sus cuerpos están hechos para alcanzar el mismo placer que los hombres, e incluso más. La sexualidad en las mujeres, sin embargo, tiene tanto que ver con la mente como con el cuerpo, y por ello, la información es la primera de las llaves que puede abrir el camino del clímax.

Al recorrer la geografía femenina, se percibe que la anatomía de las mujeres es una asignatura compleja para su compañero de cama, y su conocimiento y buen manejo es una tarea minuciosa que requiere empeño y tiempo. Para ello, es imprescindible saber cómo, cuándo y, sobre todo, dónde acariciar a la mujer para llevarle al orgasmo, para poner en marcha la reacción en cadenaque la conducirá al éxtasis.

El orgasmo es, tanto para hombres como para mujeres, la culminación del placer sexual; una auténtica explosión de sensaciones muy placenteras y una excitante liberación de la tensión acumulada durante la práctica sexual de duración e intensidad variable, dependiendo de la persona y la circunstancia.

A pesar de la concepción habitual de que es una respuesta mucho más automática y visible para los hombres que para las mujeres, lo cierto es que, sea como sea, ninguna de las partes que participan de los juegos sexuales debe quedar excluida de los fuegos artificiales que culminan el acto.

Tradicionalmente, los expertos han tendido a afirmar que existen dos tipos de orgasmos femeninos, el que se alcanza por medio de la estimulación del clítoris, y el que se consigue a través de la penetración vaginal.

Sin embargo, en los últimos años, ha comenzado a aparecer la concepción de que ambos son en realidad uno sólo al conseguirse, durante la penetración, el segundo al mismo tiempo que el primero, por la presión que ejerce la pared del pene en el clítoris

Existe, además, un tercer tipo de orgasmo en el complicado mapa de la satisfacción sexual femenina. Muchas mujeres llegan al clímax sexual a través del descubrimiento y trato adecuado del famoso punto G, que se encuentra en la pared vaginal delantera.

No obstante, recientes estudios afirman que la estimulación del clítoris es la principal fuente de los orgasmos femeninos. Este hecho no ha resultado sorprendente en el mundo de la sexualidad pues la riqueza en terminaciones sensitivas del clítoris es enorme frente al conducto vaginal, superando, incluso, la densidad de terminaciones sensoriales la del glande masculino, aportándole de este modo una capacidad sensorial 3 o 4 veces superior.

A diferencia de los hombres, además, las mujeres no tienen un periodo refractario tan marcado y prolongado, lo que les permite disfrutar de varios orgasmos seguidos al poco tiempo de conseguir llegar al primero. Se consigue experimentar así lo que muchas veces se ha tomado como un mito, pero que no lo es: la multiorgasmia femenina o la consecución de orgasmos encadenados durante un mismo acto sexual.

No obstante, existan uno, dos, tres o infinitos tipos de orgasmos femeninos, lo cierto es que un buen conocimiento de los secretos del cuerpo de la mujer, una comunicación fluida en la pareja que destape los gustos sexuales de cada uno y el darse ambas partes la misma capacidad de disfrute durante la relación íntima son los ingredientes imprescindibles para tener, y mantener, una vida sexual más que satisfactoria.

De este modo, se podrá conseguir lo más importante: que la mujer, y por su puesto también el hombre, tengan y se permitan tener fantásticos y placenteros orgasmos cuando los desee, pudiendo disfrutar así al máximo de su potencial sexual.

07 de octubre de 2008 (Hoy Mujer)