lunes, 30 de junio de 2008

MAMAS MADURITAS por Ani Sanabria


Cada vez más mujeres deciden tener hijos recién después de los 30. ¿Signo de los tiempos? ¿Demora para encontrar una pareja estable? ¿Primero preferimos la estabilidad laboral/profesional para pensar luego en la maternidad? Sean los motivos que sean, la verdad sea dicha: las mujeres reflexionamos mucho más antes de tener un hijo.

La edad ideal para tener un hijo es entre los 22 y los 28 años, desde el punto de vista puramente médico, pero la mayoría de las mujeres pospone la maternidad para tener antes estabilidad en la pareja, en lo profesional y en lo económico.


Queremos estar preparadas, tener una pareja estable desde todo punto de vista, (no sólo en el aspecto sentimental sino también en lo económico), estar seguras que podemos enfrentar semejante responsabilidad. Pero, después de los 30, ¿corremos más riesgos; el cuerpo está en óptimas condiciones todavía?

Empezás a hacer cuentas y te planteas: cuando mi hijo tenga 10 y vaya a la escuela yo tendré más de 40, voy a estar hecha una piltrafa, que ni podré acompañarlo a andar en bicicleta. Y a qué edad voy a ser abuela ¡a los 100! (exagerás).

Comienzan a surgir muchos fantasmas, como por ejemplo, ¿cómo me quedará el cuerpo, podré recuperar mi figura, o es el principio del fin? ¿La relación con mi marido se verá afectada? Pero, una vez superadas éstas, entre otras mil dudas y miedos lógicos: ¡comenzá por informarte!

Si el punto es que ya estás embarazada, sabé que con buena salud, ejercicios adecuados y siguiendo las indicaciones de tu médico, esta nueva etapa de tu vida te encuentra en el mejor momento y que podés disfrutar de tu embarazo tal vez más que una de 20, que no lo pensó tanto.

A los 20 años la posibilidad de quedarte embarazada es del 25%. A finales de los 20 y principios de los 30 baja al 20%, pasados los 35 baja al 15% y tan solo del 5% después de los 40.

Si no lo estás todavía, de todos modos, comenzá a prepararte: cambiar tus hábitos, dejar de fumar y beber alcohol, comer sano, evitar tomar medicamentos y por supuesto un visita a tu ginecólogo, son fundamentales para dar el primer paso.

Aunque la edad sea una desventaja en los aspecto físico, no lo es desde el punto de vista emocional y psicológico.

Después de los 30 vivirás tu embarazo con más seguridad que a los 20. La experiencia te dará más paciencia y serenidad a la hora de educar a tu hijo y enfrentar las limitaciones que te impone ser madre.

Despues de los 30, tendrás menos estrés, ya que a esta edad tu profesión está más consolidada. Si bien es cierto que las mujeres mayores tenemos menos energía para corretear detrás de un niño, también tenés más conciencia y responsabilidad para seguir los consejos de tu médico y asimiliar la nueva vida que te espera.

Además recordá, que digan lo que digan (incluso los propios fantasmas), lo mejor fue tomarte tu tiempo para encontrar a la persona indicada para que sea el padre de tu hijo, saber esperar y no actuar por temor a que el tiempo pase. A veces, los sueños más deseados son los que más vale la pena esperar y cumplir, ¿no?