miércoles, 11 de junio de 2008

MUJERES QUE TRABAJAN

Hoy en día son pocas las mamás que no trabajan y se quedan en la casa con sus hijos. Muchas deciden después del nacimiento pedir algunos meses de licencia o las menos.. dejar de trabajar.

Si uno investiga un poco sobre el tema, en casi todas las fuentes te recomiendan organizarte, pero mientras te organizas, dentro tuyo suceden un montón de cosas que cuestan sobrellevar.

La culpa…tu peor enemiga: El día tiene 24 horas, 8 dormis (cuando hay un bebé, eso tampoco existe), 8/9 trabajas y te quedan otras 7/8 para limpiar, cocinar, ser esposa, y por sobre todo mamá.

De solo escribirlo ya me agoté! Pero si..es así. Y agradecé tener la suerte de tener un marido que te ayude en la casa y en los cuidados del niño.

Sigamos, en esas 7/8 horas que tenés, un día tenés el cumpleaños de una amiga, una cena, queres ir al gimnasio, bañarte y pasarte cremas, ir a la peluquería, lo que se te ocurra y ….aparece ella! Si la gran desgraciada culpa!. Queres estar más tiempo con tu hijo y no podes, queres estar arreglada y no podes, queres estar jugando, solo jugando con tu hijo…y no podes, porque siempre mirás alrededor y encontrás algo para ordenar y limpiar, o estás pensando en la comida que tenés que hacer.

En resumen, sos una mujer que corre a 100 km. por hora pero no hace nada bien, porque obviamente cuando uno hace mucho, la eficiencia baja, y hace un poquito de cada cosa, nada al 100%.

Ni hablemos si tu esposo no te ayuda…yo diría que en ese caso…no sé! Pidas auxilio!

No, hablando seriamente hay que organizarse, pedir ayuda y manejar esa culpa. No sos un robot, tenés tus buenos y malos días, y por sobre todo una vida propia, que más allá que ahora ella representa a tu hijo (porque así lo sentis), ésta ahí. Tu trabajo te demanda y tenés que cumplir, tu marido y la sociedad te demanda belleza y tenés que cumplir, la casa demanda limpieza y tenés que cumplir…entonces RELAJATE! Pensá un poco en vos y en tu salud psíquica y mental. Sola no podes,..pedí ayuda.

Y no te olvides que tu hijo demanda CALIDAD no cantidad, entonces el tiempo que pasas con él dividilo en un rato de calidad y disfrute y el resto compartiéndolo con los quehaceres del hogar.

Suerte! No es fácil pero podemos hacerlo.