domingo, 29 de junio de 2008

ABUSO AL MEDICAR A LOS NIÑOS

El psiquiatra Isidoro Gurman dijo que siguiendo criterios equivocados los psicopedagogos muchas veces diagnostican una enfermedad que en realidad no existe.



Su rechazo a medicar a los niños por el denominado Síndrome de Desatención expresó el médico psiquiatra Isidoro Gurman, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina.

El especialista señaló, durante una reciente visita a la ciudad, que este tipo de prácticas erróneas guarda relación con una tendencia impuesta en el país desde los Estados Unidos.

"Yo no participo de la idea de la medicar a los niños por déficit de atención porque, sobre todo en esta relación entre conciencia e inconsciente, lo que puede aparecer como déficit de atención en la observación del psicopedagogo puede ser un exceso de atención del chico en una orientación diversa a la que al psicopedagogo le interesa, es decir que el chico preste atención.

"Entonces --continuó--, el niño aparece como distraído porque le presta atención a otra cosa que por ahí no le resulta fácil decir. Los chicos tiene muchos mas pensamientos secretos que los que uno supone".

A su entender, la gente liga infancia a ingenuidad y el niño lo que menos es ingenuo, sino una persona que quizás le presta atención a cosas que un adulto desatiende.

"Hay un serio problema porque los que diagnostican el déficit de atención son los psicopedagogos, y el psicopedagogo es una persona, en general, que en la escuela tiene varios chicos a su cargo, entonces, lo que interesa es que se porten bien, que presten atención a lo que él dice y no se distraigan y que, de última, le faciliten la tarea.

"En realidad --continuó--, un chico que facilita la tarea del pedagogo es un chico que tiene problemas porque, en general, es propio de la infancia armar lío, ser desobediente, étc".

Gurman recordó que el año pasado hubo un congreso importante en Buenos Aires sobre dicho síndrome, en el cual hubo coincidencia en la no medicación, porque se trata de una "línea que viene siendo bajada particularmente desde los Estados Unidos".

Al respecto, le especialista dijo que en ese país existe incluso medicación para los niños rebeldes.

"La rebeldía también es medicada, lo que constituye un criterio muy particular y que no es tan coincidente con la idea de otros países, como por ejemplo los europeos, donde prevalece la idea de no medicar", expresó.

Expresó que existen zonas de la corteza cerebral que, si uno las excita con determinadas sustancias, termina logrando un efecto inhibidor.

"La ritalina fue una medicación utilizada en la década del '30 e incluso antes, y luego se empleó en niños hiperactivos, hiperkinéticos. Tiene un efecto muy parecido a las anfetaminas, es decir, son excitantes corticales, pero en realidad no trae muchos beneficios, sino más inconvenientes.

"Para que se entienda --continuó--, no es inocuo introducir una psicodroga o una droga que tiene acción en el sistema nervioso, porque aún en el dia de la fecha no se sabe bien cuáles son las acciones de este tipo de droga"




Coincidencias


Los conceptos de Gurman coinciden en un todo con los vertidos tiempo atrás, en estas mismas páginas, por los doctores Juan Vasen, especialista en psiquiatría infantil, y León Benasayag, neuropediatra.

Ambos afirmaron que en nuestra sociedad hoy existe una sobremedicación en los chicos y una excesiva cantidad de diagnósticos.

Para ellos el cada vez más famoso Síndrome de Desatención o Desatencional, como enfermedad, no existe.

"Son muchos problemas mal agrupados, una bolsa de gatos", dijeron.

Hoy, afirman, los chicos son mal diagnosticados y medicados con poderosas drogas que acarrean importantes daños para su salud.

A la habitual ritalina, en algunos casos se le suman antidepresivos como el Prozac o la Centralina. Todo un negocio en base a la salud de los niños que se multiplica.