lunes, 17 de noviembre de 2008

Consejos para padres con niños que comienzan a gatear

Pasados los seis meses es cuando los bebés pueden desarrollar dermatitis atópica, causadas por el contacto de la piel con el piso o el pasto. Cómo evitar molestia y picazón en las zonas sensibles
La dermatitis atópica es una afección crónica de la piel caracterizada por la aparición recurrente de lesiones o zonas enrojecidas que provocan picazón y molestias. Estos episodios, que se presentan en un determinado momento y cuya intensidad es variable, están relacionados con la alta reactividad que poseen determinadas pieles -llamadas "sensibles"- frente a diversos estímulos como puede ser un alimento, un perfume, un cosmético, un metal, una determinada superficie e incluso una tela o un animal.

El uso de productos de aplicación local disminuye la irritación
Si bien para algunos los cuadros de dermatitis forman parte de la vida cotidiana, sobre todo ahora que comenzó el calor y la piel está sobreexpuesta a la influencia del viento, el mar, el sol, la arena, la tierra u otras superficies; lo cierto es que los especialistas recomiendan no sólo abordar las reacciones con rapidez y en forma eficaz y localizada; sino también realizar pruebas que ayuden a establecer cuáles pueden ser los factores que provocan irritación.

Dentro de la clasificación general es posible establecer categorías o variantes. La primera es la dermatitis alérgica que por lo general obedece al contacto con animales u otras sustancias; en segundo término se ubica la dermatitis por contacto que se manifiesta mediante eczemas; y finalmente la seborréica y la de pañal, exclusiva de los más pequeños.

Por lo general, la sensibilidad extrema o particular de la piel de una persona se relaciona con sus factores constitutivos aunque también hay una amplia incidencia de los ambientales. Por esa razón, los especialistas señalan que la dermatitis puede afectar a todas las personas por igual, a todos los tipos de pieles y en cualquier latitud.

De hecho, diversos estudios afirman que el dos por ciento de la población mundial padece este tipo de trastornos, mientras que entre los niños la cifra asciende al 14 por ciento. La diferencia tiene que ver con la mayor sensibilidad que presentan los niños, situación que los hace particularmente susceptibles y provoca que el 60 por ciento de las consultas por dermatitis atópica se efectúen en el primer año de vida.

Los bebés y la irritación
A partir de los seis meses de vida, los chicos comienzan a gatear aprendiendo a desplazarse por si mismos. Debido a esta situación es bastante frecuente que los bebés pasen mucho tiempo en el suelo exponiendo al roce los brazos, las rodillas y las entrepiernas, áreas que empiezan a tener cada vez mayor fricción ocasionando paspaduras o dermatitis.

Cuando esto sucede -o bien como consecuencia de los pliegues que se producen por ejemplo en el cuello o tal como fue dicho, a raíz de la utilización constante de pañales-, la piel se enrojece y cambia su textura pues se vuelve más seca o más húmeda. Pero además, estas lesiones causan picazón, ardor, molestia e incomodidad.

No obstante, estas sensaciones pueden ser atenuadas mediante la utilización de productos para el tratamiento local que contribuyen a aliviar a los niños. De cualquier forma, su aplicación siempre debe estar indicada por el médico pediatra a quién habrá que consultar oportunamente.

"La zona lesionada debe ser tratada en forma inmediata para que no avance o se contamine. Esto es importante dado que una paspadura se puede poner seca y luego húmeda, es decir se 'eccematiza', y por lo tanto se puede infectar con bacterias u hongos. Asimismo, la contaminación de la lesión puede ser externa o por auto-infecciones del bebé que al sentir picazón se rasca con las manos y uñas sucias. Por este motivo es necesario tratar las lesiones con los productos adecuados indicados por los especialistas", refirió el doctor Diego Pochat, médico pediatra, titular de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y ex jefe de Residentes del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.

"Igualmente, a fin de evitar este tipo de lesiones es aconsejable humectar permanentemente la piel de los bebitos así como también procurar que gateen en ambientes conocidos y limpios; vestirlos con ropa de algodón o de hilo cubriendo toda la superficie corporal y en especial las zonas de roce. Además se recomienda tratar el área afectada al comenzar los signos de irritación, colocando talcos o pomadas que eviten paspaduras, ricos en Vitamina A, Óxido de Zinc y Ácido bórico", añadió el especialista.

Fuente: Pro-Salud News