jueves, 23 de julio de 2009

Dime cómo es tu ex y te diré cómo sacártelo de encima


"Cada casa es un mundo", dicen. Cada pareja, también. Y, por ende, cada separación implica el nacimiento de otro tipo de relación con el ex, que no siempre es armónica y puede tomar caminos insospechados.

Beatriz Goldberg, licenciada en Psicología y especialista en crisis de pareja, individuales y familiares, elaboró una lista de "modelos predeterminados de ex", en base a los testimonios de pacientes en consulta. Todos ellos se encuentran en el libro Me separé, ¿y ahora…?, de Editorial Longseller.

Tipos de ex
El que va y viene
Es aquel que, aunque haya sido él quien puso punto final a la relación, se las ingenia para nunca "irse del todo". Con frases como "estoy confundido", "me di cuenta que todavía te quiero" o "volvamos a empezar", arruinan cualquier intento femenino de reorganizar la vida.

Si hay hijos, el discurso apunta a ellos: "Volvamos, no sólo por nosotros, sino por los chicos".

Para Goldberg, en la mayoría de los casos el ex desaparece después de este pedido, o sólo retorna para dejar en la antigua casa familiar el cepillo de dientes y algo de ropa.

Por eso los califica como "inmaduros, narcisistas y egoístas", ya que no quieren que esa mujer que alguna vez fue suya vuelva a formar pareja.

En estos casos, la especialista propone como única opción ponerse firme y hacerles saber que ya se eligió un camino, y que él no está en los planes.

El que juega al padre ejemplar
Es aquel que nunca falta a los actos de colegio y llega siempre a los cumpleaños de los chicos con el regalo más grande de todos. Sin embargo, la ex mujer sabe que no los llama nunca, es impuntual a la hora de las visitas, siempre los saca a pasear a lo de su madre y nunca tiene tiempo para llevarlos de vacaciones. Ante los ojos de los demás él es "perfecto" y ella "la mala de la película".

Para Goldberg, a estos hombres sólo sirve ignorarlos, matarlos con la indiferencia y no competir con ellos. Con respecto a los chicos, si bien se van a ver deslumbrados al principio, con el tiempo se darán cuenta qué valorar de cada uno de los padres.

El que le echa la culpa de todo
Son aquellos hombres que la acusan de haber convertido su vida en un calvario. Delante de familiares, amigos –propios o en común-, conocidos, compañeros de trabajo y hasta el chofer del taxi no dudan en relatar lo "loca" que está su ex, y destacan su malignidad, tozudez, inmadurez y los "sospechosos deseos de quedarse sola", lo cual, obviamente, los hizo abandonar el hogar "a su pesar".

Esta es la manera, según la especialista, que tiene el hombre de no asumir ninguna responsabilidad en la separación, y de poner "paños fríos" a su ego herido porque a ella ya no le interesa volver a su lado.

Frente a este tipo de actitudes, Goldberg aconseja no caer en el "ojo por ojo": desacreditarlo delante de los demás no conduce a nada. Para ella, el mejor método es ignorarlo y nunca desmentirlo. Con el tiempo, asegura, todos se darán cuenta cómo son las cosas en verdad, y él terminará mostrando "la hilacha".

El playboy tardío
Es aquel que, con la separación, se retrotrae a su adolescencia: comienza a ir al gimnasio; se le insinúa a jovencitas, compañeras de trabajo, amigas de su ex y hasta a la camarera que lo atiende en el almuerzo todos los días; utiliza ropa moderna e incorpora vocablos propios de los más chicos.

El hombre está convencido de que sus atractivos siguen intactos y que puede actuar con el mismo desparpajo que hace años.

Su objetivo es que ella vea "lo que se está perdiendo", y que está en la mejor etapa de su vida. Pero no tiene en cuenta de que a su ex ya nada de él le interesa.

La psicóloga pide a las ex parejas que los sufren que no se preocupen y les crean la mitad de las cosas que dicen. "Con el objetivo de dañarla a usted, es él el que se daña a sí mismo", aseguró.

El que quiere que su ex sea su amante
Es aquel hombre que "todo lo recicla". Así, cuando se reúna con su ex para charlar de cuestiones de los hijos, le propondrá ir a un hotel cercano a "recordar viejas épocas". Y esto a pesar de que él ya esté con otra y ella esté comenzando una nueva relación.

No está arrepentido de la separación, sino que le gustan los triángulos amorosos, las confusiones y las intrigas.

Como este tipo de hombre, según Goldberg, es competitivo por naturaleza, intentará conocer todos los detalles sexuales de su nueva pareja, para compararse y así reafirmar que sigue siendo el mejor amante.

Él no quiere volver, pero intentará seguir unido a su ex como amante para compartir así un secreto inconfesable.

Para la especialista se trata de un hombre dominador y autoritario, aunque se muestre afable y comprensivo. Pide no volver a caer en sus redes, porque esto boicoteará todo intento de relación con otro hombre, además de someter a la ex mujer a un presión ilimitada.