miércoles, 25 de noviembre de 2009

Mami, ¿de dónde vienen los bebés?

Nosotros que te quisimos tanto…
“Cuando el niño pregunta cómo nacen los bebés, en realidad, son dos preguntas las que está haciendo. Aunque los papás no se den cuenta, están preguntando, además de cómo nacieron los niños en general, cómo nacieron ellos, y cómo se creó el mundo”, indica la Lic. Eva Rotenberg, psicóloga, directora de la Escuela para Padres, y aconseja responderles directamente lo que están listos para escuchar: pura y exclusivamente cómo fue su nacimiento. Sostiene que al hacerlo es imprescindible hacer hincapié en lo afectivo: cuánto lo desearon, cómo lo esperaron y lo felices que son por tenerlo.

Bien precisos
Con respecto al vocabulario que se debe utilizar ante este tipo de preguntas, recomienda usar palabras sencillas, de acuerdo a la edad y realidad de cada familia. “Por ejemplo se podría decir: `Cuando una mamá y un papá se quieren mucho, deciden tener un bebé. Se necesita algo del papá y algo que pone la mamá para que nazca el bebé. Pero antes de nacer tiene que permanecer muy cuidadito durante nueve meses, dentro de la panza de la mamá. Es como un nidito interno´”, explica la licenciada. Pero agrega que más adelante pueden seguir preguntando, buscando más detalles: “¿Qué pone el papá?”.

Entonces, la respuesta será, `lo que pone el papá se llama semen (contiene espermatozoides) que se une con algo que tiene la mamá, que se llama óvulo´”, indica la especialista.

¡Que pregunte!
La Lic. Rotenberg pone énfasis al afirmar: “Es normal que los chicos hagan preguntas de sexo. Es más, que no se preocupen por saber debería llamar la atención. Si no lo hacen, es porque tienen alguna inhibición o sienten que es un problema para sus padres. Las preguntas son diversas porque todo el mundo es nuevo para ellos. Que sus hijos se animen a seguir indagando dependerá de la importancia que los padres le den al tema y de cómo respondan”, manifiesta la psicóloga.

“Si un niño nunca pregunta nada, hay que estimularle la curiosidad: `Viste que esa señora está esperando un bebé?´. Mostrándole que no es malo preguntar, y que su mamá y su papá le pueden contestar”, recomienda la especialista, y sostiene que los libros de sexualidad para chicos son buenos, pero siempre que funcionen como guía para los padres; que los ayuden a ver las ilustraciones y procesarlas.

Verdad a medias
La psicóloga cuenta que algunos padres creen que no ser específicos es mentir y que, por ejemplo, no están de acuerdo en decirles que el papá le pone una semillita a su mamá. “Prefieren decirles que el papá les pone el pene a su mamá en un agujerito. No tienen en cuenta que a veces no es fácil escuchar la verdad. Hay maneras acordes a los chicos para explicarles las cosas. Un nene chiquito, al no conocer la vivencia de las relaciones sexuales, la excitación y el deseo, no está preparado para acceder a algunas palabras del vocabulario de los adultos, hasta les pueden dar asco. Puede ser traumático darle más información de la que necesita. Incluso, cuando son muy pequeños, los nenes y las nenas sienten vergüenza al estar juntos y por eso no lo hacen casi nunca. De a poco, con el paso del tiempo y por sí mismos deben descubrir algunas cuestiones vinculadas a la sexualidad. No es que no hay que decirles la verdad, sino que no hay una sola manera de decirla”, indica.

¡Siempre atentos!
Años atrás, cuando el “sexo” era un tema tabú, muchos acudían a la fábula de la cigüeña. La especialista sostiene que lo único que generan es que el niño luego desconfíe de sus padres y les pierda confianza. “Es fundamental que los padres estén preparados para las preguntas que les puedan hacer sus hijos, y que no los sorprendan. Pero si no llegaran a saber cómo responder, pueden decirles que saben la respuesta, pero que van a pensar cómo explicárselo. Eso sí, no deben olvidarse de responderle, ya así sólo se logrará que no vuelva a preguntar, se guarden todas sus dudas y se las respondan solos y tal vez equivocadamente”, concluye la psicóloga.

Un tabú que perdura
Un estudio de la Fundación Integra, de Chile, reveló que para el 40% de los padres lo más difícil de la crianza es explicarles el acto sexual a sus hijos. Aseguran que tienen grandes dudas acerca de cómo hablarles de sexo y que incluso sienten vergüenza de hacerlo. El 35% admite que sus hijos reciben información de sus amigos y el 20% de la televisión. Aunque prácticamente todos consideran que es necesario conversar sobre sexualidad con los niños. Por otra parte, la investigación constata una gran contradicción: desean hablar de sexualidad con sus hijos, pero se sienten muy carentes de información para hacerlo y eso los hace inseguros. El 77% de los encuestados manifestó que nunca habían recibido información sobre sexualidad infantil y una cifra cercana sostuvo que jamás habían
conversado de sexualidad con sus padres. Y de los que sí hablaron con ellos, lo hicieron principalmente con sus madres, confirmando que históricamente estas responsabilidades educativas las ha concentrado la mujer.


Fuente: Paratimama de Paula Labonia