miércoles, 11 de noviembre de 2009

Madre hay una sola

Un especialista en Medicina Reproductiva dijo que "muchos estudios de seguimiento de familias formadas con ayuda de la ciencia, o mediante la adopción revelan que funcionan igual o mejor que las otras".


Si bien ellas dicen que su día es "todos los días", hoy se celebra formalmente el Día de la Madre.

Sabido es que desde un tiempo a esta parte se modificó lo que se conocía como el "modelo de familia". Ya sea por la inclusión de la mujer en el mundo laboral, o por el retraso de la maternidad que llevó a que, cada vez más parejas, deban recurrir a tratamientos de fertilización, e incluso por la proliferación de parejas homosexuales que deciden tener hijos.

Con el objetivo de saber si estos cambios modificaron el "rol materno" y cómo funcionan los diferentes "tipos de madres" (en referencia a las que tienen hijos biológicos de manera natural, las que son madres mediante fertilización, donación de óvulos o las adoptivas) Infobae.com consultó al licenciado Darío Fernández, especialista en Medicina Reproductiva del departamento de Psicología de CEGyR.

Para él, el rol materno "no varía entre los modelos".

"Hay muchos estudios de seguimiento de familias formadas con ayuda de medicina reproductiva", dijo el profesional.

Un estudio longitudinal realizado por la psicóloga inglesa especialista en medicina reproductiva Susan Golombock "sigue en el tiempo desde hace 14 años el desarrollo de casi cinco mil familias, quienes deben realizar un reporte cada cinco años", especificó Fernández, quien detalló que "comparan a familias surgidas de técnicas de reproducción con los propios gametos, con donación de gametos, con hijos adoptivos y con padres sin problemas de fertilidad".

La conclusión más relevante surgida hasta ahora es que "las familias nacidas de parejas con problemas de fertilidad funcionan igual o mejor que las sin problemas".

La explicación surgida de Fernández es que "tantos años de sufrimiento hacen que la gente profundice mucho el deseo de ser padres; tienen el foco muchos años puesto en eso y cuando lo logran son madres muy aplicadas, atentas a las necesidades de sus hijos y responsables en la crianza".

"Hay algunas áreas de riesgo en estas madres y es su tendencia a la sobrevaloración de ese hijo; la frase 'cuando venga va a ser el rey' es muy típica de oír entre ellas", aseguró Fernández y agregó que "la sobreprotección y la dificultad en la puesta de límites" son los otros "problemas" que deben enfrentar.

Para él, "hoy en día los roles tradicionales de la mujer en la casa y el padre en el trabajo ya no son únicos; prevalecen los casos en que ambos padres trabajan".

Si bien esto hace que las tareas estén repartidas y "los hombres aprendan a hablar de sentimientos y se salgan del rol de macho argentino, de todos modos la mujer es la que más aporta desde lo afectivo".

Por su parte, la licenciada Valeria Casali, psicoanalista de la Fundación Buenos Aires, aseguró que "toda madre es adoptiva, aun las biológicas". Esto es porque -para ella- "el camino en el que uno se apropia de un hijo no tiene que ver con coordenadas genéticas, sino que cualquier mujer llega a ser madre a través de recorridos de su historia que son simbólicas".

Así es que "el instinto maternal que habita a los animales no es así en los seres humanos, en los que se trata de poner en juego algo de deseo donde juegan patrones culturales", según Casali, para quien "si un sujeto tiene suerte se esperará algo de él desde antes de su nacimiento, por lo que la función de la madre es darle un lugar al hijo".

Si bien es importante que la espera de un hijo incluya "idealizarlo, esperarlo, imaginarlo", lo que no puede faltar es la noción de que "el niño no satisface ni colma a una mujer".

"Ya sea que el hijo sea biológico, adoptivo o concebido mediante una fertilización, lo que hay que tener en cuenta es que esas operaciones se estén jugando en esa mujer y en esa familia tienen que ver con el deseo y no pasan por lo biológico", destacó la profesional, para quien "una familia debería darle (al hijo) un lugar entre una red de deseos, ser esperado en un lugar preparado para él, pero para que eso pase la madre debe entender que el niño no es un objeto de satisfacción".

Para Casali, se trata de un "doble juego de esperar cosas del hijo, pero entender que no puede colmarla como mujer".

"Hoy las mujeres son Susanitas y Mafaldas", dijo, en referencia a los reconocidos personajes de la historieta, que deseaban casarse y formar una familia y desarrollarse profesionalmente, respectivamente.

"Los lugares de construcción de femineidad no tienen por qué pasar por la maternidad", subrayó, al tiempo que remarcó la necesidad de "prescindir de la idea de hijo como objeto propio".

Para finalizar, consideró que si bien en el Día de la Madre se pone el acento en el rol de la madre que siempre está, "los lugares en que las madres decepcionan son los que, en realidad, le permiten a su hijo salir a la vida".

"Las mujeres que hacemos miles de cosas por día y padecemos la culpa de ‘no estar’ ahí es donde abrimos la puerta para que aprendan que eso que no le damos pueden salir a buscarlo solos", opinó.

En tanto, Darío Fernández optó por dar un mensaje "a todas las mujeres que este Día de la Madre van a estar sufriendo por un embarazo no logrado": "Les diría que tengan fuerza, que no aflojen porque al final de este camino hay risas en la mayoría de los casos".