lunes, 9 de febrero de 2009

Sexualidad en la menopausia

La menopausia no tiene por que traer trastornos psíquicos ni físicos de importancia en aquellas mujeres que se encuentran realizadas en sus necesidades personales y psicoafectivas, que sean creativas , que hayan podido lograr su maternidad y que experimenten una gratificación sexual adecuada.

La menopausia o climaterio en la mujer, es una etapa que se caracteriza por el cese de la menstruación, causada por la disminución de la secreción de hormonas que la provocan. Esta carencia genera que los ovarios no liberen más óvulos, por lo que la mujer pierde la capacidad de fertilidad. Es totalmente variable la edad en que se produzca esta situación, siendo el promedio los 50 años.

Desde el punto de vista psicológico, esta etapa evolutiva femenina , puede ser atravesada de distintas maneras, casi tantas como mujeres existen. Cada una vivirá la misma, como una condena o una liberación, de acuerdo a la predeterminación sociocultural en la que halle inmersa. Estamos hablando de la historia personal, de la educación recibida y de la relación que cada mujer tenga con su propia sexualidad.

El síndrome del nido vacío

La situación conocida como el "síndrome del nido vacío", podríamos describirla como el cúmulo de sentimientos de abandono y dolor que generan el vacío que producen los hijos, cuando éstos se alejan del hogar. Es una conflictiva que culturalmente afecta más a la mujer que al hombre, ya que la relación con los hijos es más estrecha entre aquellos y la madre.

Psicológicamente tiene varios aspectos interesantes a considerar. En primer lugar, es una pérdida, y por lo tanto una situación de duelo para elaborar. Realmente se produce un vacío, ya no hay de quien ocuparse de la manera que se lo hacía, puesto que la independencia de los hijos hace que ya no dependan de sus padres o lo hagan de manera diferente. Y muchas mujeres, que han centrado toda su actividad en la función maternal, se sienten inútiles y terminadas; a veces intentan inconscientemente prolongar este estado de dependencia para no vivenciar esta sensación. Son las que nunca creen que sus hijos están lo suficientemente crecidos como para volar del nido.

El otro aspecto a considerar en esta etapa, es la elaboración del duelo por la posibilidad de volver a ser madre. En realidad, es el unico duelo importante en esta etapa. La mujer ya no podrá tener hijos. Lo que sorprende del relato de algunas pacientes en psicoterapia, es que aún las que ya no desean tener hijos, viven esta etapa como una muerte. Distinta es la situación de aquella que no los han tenido o ha tenido menos que los deseados. En éstas ultimas, el duelo es más difícil de elaborar. Pero tanto en una como en otra, el sentimiento suele ser similar.

En aquellas con la maternidad satisfecha, en realidad hay un desplazamiento del sentimiento de muerte, del esquema corporal hacia la maternidad. Lo que ocurre es que temen o no quieren envejecer; la fantasía es que mientras se tenga la posibilidad de engendrar, se es joven. Nuestra cultura no ayuda a elaborar adecuadamente esta fantasía ya que idolatramos la belleza y la juventud , y desvalorizamos la madurez y la vejez. Las arrugas, las canas, la piel ya no tan firme, el cuerpo que se afloja, algunos dolores y molestias que anuncian el envejecimiento, son fenómenos que hay que ocultar y ocultarse a toda costa. El utilizar todos los recursos de la ciencia para retrasar ilusoriamente el paso del tempo ( cirugías estéticas, gimnasia, cosmetología , etc) puede transformarse en una verdadera obsesión y encubrir el conflicto latente. Pero es importante destacar la importancia de todos estos recursos para mejorar la calidad de vida, especialmente lo que tiene que ver con la actividad física.

Algunas mujeres entran en fuertes situaciones de competencia con sus propias hijas, ya que habitualmente, éstas se encuentran atravesando una etapa floreciente juvenil o adolescente. En estos casos, el mecanismo inconsciente es el de mantenerlas aniñadas, ya que la fantasía es "si ella no crece, yo no envejezco".

También hay casos en los que después de un divorcio, la nueva pareja elegida es una persona más joven, que la hace sentir valorizada y que puede responder a mayores demandas en lo afectivo- sexual.

La mayoría de los autores coinciden en asegurar que las mujeres con intereses limitados verán derrumbarse el campo de sus actividades, por todo lo expuesto. Algunas tendrán conductas de hipocondría ( inventar enfermedades como un recurso inconsciente para llamar la atención) o de somatización por el mismo motivo. Las respuestas emocionales ante el síndrome del nido vacío pueden ser: la depresión, la angustia, la irritabilidad , y las alteraciones del sueño.

En cambio, es probable que aquellas con intereses múltiples, vivirán esta etapa de la menopausia casi sin conflictos, y que se sientan aliviadas. Siendo menor el tiempo y la energía que dedican ahora a los hijos, la independencia de éstos las libera de obligaciones y tal vez sientan por primera vez en su vida de casadas, que recuperan ese tiempo y esa energía para dedicarlos a sí misma, a su pareja, y a sus actividades individuales o sociales. Suele ocurrir que, ante esa nueva sensación de libertad, y por tener la suficiente flexibilidad para adaptarse a los cambios, adquieran nuevos intereses, nuevas amistades, tal vez un nuevo trabajo, una carrera o hobby postergado que le ayudarán para darle un nuevo sentido a su vida.

La Sexualidad en esta etapa

Afortunadamente la creencia de que el amor y la sexualidad son patrimonio exclusivo de la juventud, ya está quedando atrás. Los estudios realizados en Sexología demuestran que no existe un cese de la sexualidad en el climaterio, especialmente en el caso de la mujer. Muy por el contrario, es en esta etapa donde las ventajas son para ella, ya que el hombre puede ver declinar su potencia erectiva por el proceso de envejecimiento que no afecta la capacidad de goce de la mujer, sino todo lo contrario.

Se puede presentar alguna dificultad por la disminución del nivel estrogénico, lo que puede causar sequedad vaginal ( dificultando el coito ). En algunas mujeres se manifiesta una disminución del deseo sexual, por la misma causa. En ambos casos, el tratamiento de terapia hormonal de reemplazo soluciona estas dificultades, como lo demuestra un estudio realizado en la Universidad de Guadalajara. En esta experiencia se informa que las mujeres que reciben este tratamiento presentan una mejor vivencia sexual, manifiestan sentir más placer y tener más libido que aquellas que no lo han recibido.

Algunas mujeres menopáusicas manifiestan sentir mayor placer o ver incrementada su líbido a niveles superiores que antes de la misma. En estos casos, suele ocurrir que habiendo desaparecido el miedo a un embarazo, las relaciones sexuales son vividas con mayor libertad. Otro factor que incide en este fenómeno es que a medida que transcurre el tiempo, muchas mujeres manifiestan sentirse más dueñas de su goce porque van perdiendo los prejuicios con los que han sido educadas.

La partida de los hijos en otros casos tiene un efecto afrodisíaco, ya que los lazos de la pareja se consolidan al sentirse más dueños de su tiempo y del espacio físico. En estas situaciones, es habitual que se incrementen los reecuentros en mayor cantidad de salidas o viajes de placer.

No es extraño tampoco que algunas mujeres en esta época tengan por primera vez un amante, como una manera de probarse a sí mismas que continúan siendo atractivas y deseables. También hay casos en los que después de un divorcio, la nueva pareja elegida es una persona más joven, que la hace sentir valorizada y que puede responder a las mayores demandas en lo afectivo- sexual.

Para finalizar, me parece importante comunicar una experiencia constante observada en el tratamiento de mujeres en psicoterapia, refrendada por muchos colegas: todas las mujeres que han tenido conflictos con la sexualidad en etapas anteriores, o con sus vínculos psicoafectivos, serán las que presenten todos o algunos de los síntomas mencionados . En estos casos, además de la Terapia Hormonal de Reemplazo, que restablece los niveles deficitarios de estrógenos, se aconseja el apoyo psicológico capaz de reestablecer también un equilibrio saludable.

En cambio aquellas mujeres , que han vivido sin conflictos su sexualidad, con naturalidad , que se sienten plenas, sin traumas ni perturbaciones, atraviesan esta etapa del desarrollo con una capacidad de adaptación que les va a permitir seguir disfrutando de la misma, e inclusive enriqueciendo la misma en calidad.
09 de febrero de 2009 (Sexualizando)