lunes, 1 de febrero de 2010

Corazón de mujer

Es la mayor causa de mortalidad entre las argentinas. Muchas veces los médicos relativizan el cuadro porque los síntomas se confunden con fobias o depresión.

Somos felices, sensibles, emocionales. Nuestro corazón de mujer galopa cuando damos el primer beso de la vida y cuando nuestros bebés nos regalan su primera sonrisa. Y es una locomotora cuando corremos para llegar al trabajo o nos preocupamos por alguien querido que no está bien. ¿Pero lo cuidamos como deberíamos? ¿Cuánto sabemos sobre nuestro corazón?

Según la Fundación Cardiológica Argentina, en el país las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de muerte (33 por ciento) entre las mujeres, superando incluso al cáncer de mama (18 por ciento), aunque nuestra percepción es la contraria. Una encuesta telefónica realizada a 600 mujeres de entre 20 a 70 años por esta institución, arrojó que el 35 por ciento de las consultadas suponen, erróneamente, que la principal causa de muerte en la mujer es el cáncer en general y el 16,5 por ciento que es el cáncer de mama. Sólo una de cada diez resaltó la enfermedad cardiovascular.

El cardiólogo Enrique Gurfinkel, jefe de la Unidad Coronaria de la Fundación Favaloro, precisa: “Se dice que las mujeres se infartan menos que los hombres, pero no es cierto. En realidad, los hombres nos infartamos más que ellas cuando somos más jóvenes, pero a partir de los cincuenta años esta tendencia cambia, las curvas de mortalidad convergen y más adelante las mujeres se ponen a la cabeza”, asegura.

“Lo más común en la guardia de un hospital es que la mujer diga ‘me falta el aire, siento que me aprietan el cuello’. El médico suele preguntar a la mujer si está angustiada, y como es muy probable que esta responda que sí, allí comienza la confusión –advierte Gurfinkel-. Le dan un tranquilizante, malinterpretando el síntoma cardíaco con fobias o depresión”.

La médica cardióloga Ana Salvati es coordinadora de la Comisión de la Mujer de la Sociedad Argentina de Cardiología y de la Fundación Cardiológica Argentina. Dice que al igual que en los varones, la enfermedad coronaria se manifiesta con cefaleas y mareos, palpitaciones y sudoración. Pero que en nosotras, además pueden surgir: dolor intenso en el pecho, falta de aire, gran sensación de angustia, cansancio extremo de forma brusca, náuseas y vómitos asociados a dolor en la región abdominal.

Según el cuadernillo de prevención “¿Pueden infartarse las mujeres?”, elaborador por el Instituto Modelo de Cardiología de la ciudad de Córdoba (IMC), en nuestro país una de cada tres muertes de mujeres ocurre por causas cardiovasculares, especialmente por afecciones coronarias, más a partir de la menopausia. Una de cada 8 enferma entre los 45 y los 60 años.

Los primeros pasos para cuidarnos: conocer nuestros valores de presión arterial y azúcar en sangre, y los niveles de colesterol y triglicéridos para poder corregirlos antes de que el problema sea mayor. “Caminar a paso rápido es un excelente ejercicio, accesible a todas; modificar los hábitos de vida que nos hacen mal y abandonar totalmente el cigarrillo”, aconseja la doctora Salvati. También es indispensable una buena alimentación. Evitar el consumo de grasas saturadas (frituras, lácteos enteros, carnes rojas), bajar el de sal y azúcares, y aumentar la ingesta de frutas y verduras.

Fuente Revistasusana