martes, 27 de octubre de 2009

Manual de seguridad para toda la familia

Una guía esencial, elaborada con el aporte de especialistas en hechos delictivos que trabajan en dependencias gubernamentales y la policía, para reducir el riesgo de asaltos y hechos de violencia que ponen en riesgo nuestra vida, todos los días. - Estrategias para evitar los robos en la calle, como peatón o automovilista - Medidas de prevención y acción posterior frente a violaciones - Cómo evitar que los delincuentes se metan en la casa o el garage y qué hacer para que no ingresen a los edificios de departamentos - Dependencias especiales que actúan frente a engaños para sacar dinero y peligros en Internet - Todo lo que los chicos y abuelos tienen que saber para no convertirse en fáciles señuelos.
Cuidados en la calle


La calle es, hoy, el territorio más expuesto a violencia y delitos. Las cifras oficiales dicen que en lo que va del año se produjeron casi 50 mil robos a mano armada y más de 300 violaciones por semestre.

Hay conductas que permiten proteger a las personas y los bienes:


- En caso de ser seguida por alguna persona, cambie bruscamente su trayectoria sin dejar de caminar. De persistir la situación, acuda a un lugar público y pida ayuda policial.


- Evite caminar por lugares con poca luz, si es de noche, o por calles poco transitadas. Cuando camine por lugares solitarios, procure desplazarse en sentido contrario a la circulación vehicular y camine alejada de la calzada.


- Si sale de su casa o del trabajo y ve algo sospechoso, avise a la persona que tenga más próxima a usted para que le pueda brindar ayuda. Cuando advierta grupos de personas que se le aproximen, no detenga su marcha. Diríjase a un negocio concurrido, como un restaurante o banco, y pida ayuda a quien se encarga de la seguridad del lugar.


- Nunca exhiba joyas u objetos de valor por la calle. No lleve grandes cantidades de dinero, sólo el indispensable, y realice las compras en horas tempranas. Utilice las tarjetas de crédito, pero procure no llevarlas junto con su billetera. Lleve la cartera cerrada por delante suyo. Mantenga separado el dinero de las tarjetas, como también las llaves de su casa. Si llegaran a arrebatarle la cartera y allí estaban las llaves de su casa, cambie de inmediato la cerradura. Nunca lleve la billetera en el bolsillo posterior del pantalón. En lugares públicos nunca cuelgue su cartera en el respaldo de su silla


- Preste atención a las motos que andan con dos pasajeros, con cascos, y que circulan por encima de las veredas o a contramano. Desvíe su camino si aparece alguien sospechoso y no se detenga ante cualquier situación extraña. Evite discusiones y no se detenga si es insultado, podría ser una artimaña.


- Si le roban la cartera o el bolso en la calle, no le haga frente a los delicuentes. Nunca se sabe si el carterista porta o no un arma y podría ser muy peligroso intentar disuadirlo. Dé la voz de alerta y espere la ayuda policial.


- El cajero automático es otro lugar donde es muy factible convertirse en víctima de un delito. Por eso, conviene no ingresar si adentro hay una persona en una situación sospechosa. Lo mejor es retirar el dinero en horario bancario y, si no, ir acompañado por alguien que espere fuera del cajero. Nunca hay que revelarle a nadie la clave ni siquiera a un supuesto empleado del banco que pretenda brindar su ayuda.

Si ve que en la ranura donde se coloca la tarjeta hay algún alambre o metal, no ingrese su tarjeta: esta es la forma que tienen los ladrones de retener su tarjeta y sustraerle la clave. Nunca se retire del cajero con el dinero o la tarjeta en la mano y jamás retire sumas importantes sin ser acompañado por alguien.


¿Qué hacer ante una violación?


Además de los robos, hurtos y asaltos, en la calle o las casas, mayormente las mujeres, están expuestas a la violación. Estos delincuentes buscan la impunidad de los lugares solitarios y oscuros y suelen utilizar a su favor el miedo de la víctima que siempre es más débil. Si es atacada por un violador, antes que nada, finja un desmayo para desalentarlo.

En cuanto pueda, aunque la tenga amenazada, grite “¡fuego!” en la primera oportunidad que tenga. No pida auxilio de otra manera porque está comprobado que la gente se sobresalta y actúa rápido cuando escucha que hay un incendio y no cuando otra está siendo atacada.

Si alguien la sigue en una calle, andén o garaje, o en el caso de estar con alguien sospechoso en un ascensor o en una escalera, mírelo directamente a la cara y pregúntele alguna cosa como, por ejemplo, “¿Que hora es?”. Si fuera un violador, tendrá miedo de ser posteriormente identificado y perderá el interés de tenerla como víctima.

Muchas veces, los violadores no actúan solos y lo hacen en patotas. En ese caso, nunca los enfrente, entregue lo que le piden, mírele las caras para memorizarlos para su denuncia y denuncie a las patotas que cobran peaje, no permiten el paso o toman lugares públicos. De esta manera, estará colaborando para evitar posibles violaciones.

Si ha sido víctima de una violación, aunque sienta la imperiosa necesidad de higienizarse, no lo haga ni se cambie la ropa. Todo sirve como prueba. Realice la denuncia inmediatamente y exponga todo lo que recuerde, con lujo de detalles, en su declaración.


Protegerse en la casa


Para que la casa particular sea segura, además de alarmas sonoras, cámaras de video, rejas etc., hay que sumar medidas personales con el fin de prevenir el delito, desalentar al delincuente oportunista y también al que ha realizado un trabajo de inteligencia previo.

Un momento de mucha vulnerabilidad es el ingreso al domicilio, cuando hay que aumentar los cuidados:


- Si no hay luminarias en su cuadra, ilumine bien la puerta de su entrada.


- Si nota la presencia de extraños en su puerta o en la del vecino, no entre. Si vive en un edificio, no permita el ingreso a nadie desconocido y si está en la puerta no entre al edificio, es preferible que de una vuelta y vuelva.


- Nunca busque las llaves frente a su puerta, téngalas ya listas en la mano, pero sin hacerlas muy visibles. Nunca lleve las llaves de su domicilio junto a las del auto, menos la de una caja fuerte que esté en su casa. Nunca les ponga nombre o dirección a sus llaves. En caso de perderlas, no tendrá que cambiar la cerradura. Si es abordada cerca de su casa y le encuentran un llavero, nunca diga la dirección. Dé una dirección falsa.


- Si cree que alguien la está siguiendo, no ingrese a su casa. Siga de largo y busque un teléfono para alertar en su casa y que estén listos para llamar a la policía.


- Si llega a su casa y ve la puerta abierta, no entre: solicite ayuda a un vecino y llame a la policía.


- Una vez dentro de la casa, es muy importante tomar ciertas precauciones para evitar el ingreso de delincuentes. Siempre cierre con llave o con cerrojos las puertas de acceso a la vivienda. Nunca abra la puerta de ingreso de par en par y menos aún permita la entrada de personas que se identifiquen de compañías de servicios, si no fueron solicitados por usted.


- Ante la presencia de humo o agua por debajo de su puerta de acceso, no la abra. Verifique la situación a través de la mirilla o con un vecino.

Si estos cuidados no fueron suficientes y hubieran entrado delincuentes en su domicilio, es muy importante que guarde los siguientes recaudos para que el daño sólo sea material y no haya otros motivos de los que lamentarse. Los primeros lugares de la memoria del teléfono deben ser para guardar los números de la policía, de los servicios de emergencia y de alguien que pueda ayudarnos. Tenga asignada una habitación como lugar seguro donde refugiarse ante el ingreso de los delincuentes: deberá tener una puerta segura y, preferentemente, una ventana a la calle. Es importante que el teléfono principal esté oculto y tener uno inalámbrico y un celular listos para ser usados en esa habitación que se dispuso. Por último, guarde los elementos de valor en diferentes lugares. Quizás así, de sufrir un robo, logre salvar algo.

Fuente: Mía