lunes, 4 de mayo de 2009

Por qué fracasan los matrimonios?

El médico clínico con especialización en psicoanálisis Graciano Perruccio dice que tiene que haber pactos que deben ir mutando en la medida que no satisfagan a la pareja. "Los problemas se solucionan solos si uno sabe serenarse", dice.

MAXIMILIANO PALOU
"La Nueva Provincia"

Antes de casarse, ¿le preguntó a su pareja qué iban a hacer con el dinero, si quería tener hijos, a qué colegio irían los chicos o cuál sería la frecuencia de los encuentros sexuales?
Son preguntas que molestan cuando los dos están pendientes de regalarse flores, de mirar un atardecer juntos o de no olvidar que hoy se cumplen tres meses desde el día en que se conocieron.
Pero hay que hacerlas.
El médico clínico con especialización en psicoanálisis Graciano Perruccio dice que en el matrimonio tiene que haber pactos que deben ir mutando en la medida que no satisfagan a la pareja.
Así lo expuso en la charla "¿Por qué fracasan los matrimonios?" brindada en nuestra ciudad con la organización del Movimiento Familiar Cristiano y que contó con la asistencia de unas 80 personas.
Perruccio dejó en claro que, además de los pactos, la serenidad y el perdón son claves en la pareja.
"Cuando existe una discusión hay que saber serenarse. No hay ningún apuro por solucionar el problema. Los problemas se solucionan solos si uno sabe serenarse", dice Perruccio.
Una estadística elaborada por la jueza de Córdoba, María Virginia Bertoldi de Fourcade, le da la razón porque de los 5.500 casos testeados de los cuales el 33% estaba divorciado sostenían que el 43% de las separaciones se debían a injurias graves.
"Es un problema común que cuando en la pareja no se comparte la visión sobre un tema se descalifique a la persona, en vez de cuestionar ese pensamiento específico. Y cuando se agravia a la persona se provoca un dolor irreversible", dice Perruccio.
Agrega que nos cuesta creer que somos vengativos, pero dentro de la pareja aparecen esas pequeñas venganzas que dañan.
"Una de las más típicas es la indiferencia. Cuando uno de los dos está enojado le corta el diálogo al otro".
Y es ahí donde debe aparecer el perdón que "es necesario en la pareja y que beneficia a los dos. El que está herido logra sacarse ese aguijón de la avispa que lo está molestando. Produce un alivio instantáneo".


Hablar de los temas difíciles.
Acerca de los pactos en los que hizo hincapié Perruccio, un estudio realizado en Gran Bretaña llegó a la conclusión de que las parejas se casan y son padres sin discutir antes aspectos elementales de su futuro en común.
"Las parejas son ciegas respecto de diferencias clave entre ellos. Y no sólo en los primeros y apasionados momentos del romance, sino hasta que esas diferencias se vuelven un problema real y tal vez insuperable", dice Terry Prendergast, director de Marriage Care, una institución británica de beneficencia que ofrece asesoramiento para parejas.
El consejero de pareja Joe Hannion dice que hay mucho temor de tratar lo que cada persona considera los malos hábitos de su compañero, como roncar, tener adicciones o conducta irritable.
"Tampoco piensan cómo hablarán sobre temas difíciles y el sexo. Las parejas son bastante ingenuas sobre sus expectativas y no admiten que su compatibilidad con el otro no es total. Pero para que un matrimonio tenga éxito es vital conocer las debilidades y los puntos fuertes desde el principio", agrega Hannion.
Según Perruccio, en los pactos hay que tener tolerancia. Si uno va a hacer una tarea el otro no debe exigir la perfección por más que uno sea perfeccionista.
"Y si esos pactos iniciales ya no nos sirven o no podemos mantenerlos hay que cambiarlos y hacer nuevos pactos que sirvan y que sean sostenibles".
Para el psicoanalista Pedro Horvat no hay nada más dinámico que una pareja.
"Lo importante es que con cada crisis se construyan nuevos pactos".
Y Perruccio cierra: "la adaptación no es aguantar. Es necesario entender que vamos cambiando con el tiempo y que después de años de matrimonio no somos los mismos. Por eso vuelvo a decir que los pactos iniciales pueden ser mutados, reconvertidos de acuerdo a las necesidades que vamos teniendo con el paso del tiempo. Además ya nos conocemos y sabemos qué pactos va a poder cumplir nuestra pareja y cuáles no y hacerlos de acuerdo a esas limitaciones para que no se agoten en poco tiempo".


Sexo desparejo. Perruccio dice que el sexo es uno de los temas que la pareja a veces no se anima a hablar y que es necesario hacerlo cuando hay alguna insatisfacción, ya que además es una de las principales causas de infidelidad.
"La mayoría de las parejas es despareja en este tema, pero en realidad es porque no se preguntan para qué sirve el sexo. Sería importante que cada uno se conteste esto: ¿Para qué sirve la sexualidad?".
Fuente: la nueva provincia