lunes, 23 de marzo de 2009

Recién nacidos: 20 consejos infalibles

Con la llegada a casa aparecen las dudas de primeriza. Para que todo salga bárbaro y tanto mamá como bebé disfruten de las primeras semanas juntos, te damos algunos consejos básicos y que no fallan.
Asesoró: Dra. Verónica I. Sabio Paz, neonatóloga del Servicio de Neonatología del Departamento de Pediatría del Hospital Alemán, M.N. 95.484.

Darle el pecho

1Que sea a libre demanda, tanto la frecuencia de tomas como la duración de cada una. Es decir que hay que ofrecerles teta cada vez que lloren. Pero, ¡atención!: en los primeros días de vida los bebés no deberían pasar largos períodos de ayuno. Por eso, durante la primera semana o hasta que recuperen el peso de nacimiento, si pasaron más de cuatro horas desde la última toma y no reclaman el pecho espontáneamente, habrá que despertarlos y estimularlos para que se alimenten.

2El alimento ideal es siempre el pecho materno. Hay que recordar que la producción de leche no es inmediata: los primeros días posparto puede parecer poca la cantidad de leche o de calostro. Pero, a medida que pasan los días, la producción va aumentando progresivamente. ¡A no desanimarse! y seguir poniendo al bebé al pecho ya que la succión es el principal estímulo para la bajada de la leche. Para incrementar las chances de que la lactancia sea exitosa, habrá que evitar las interferencias (mamaderas, chupetes y leches artificiales).

3En relación a cómo hay que sostenerlo para alimentarlo, la clave está en que la mamá esté cómoda, con la espalda bien apoyada sobre algún respaldo o algo que funcione como tal. Una posición que le permita sentirse relajada ayuda a evitar tensiones y cansancio. Esto favorece la producción de leche y disminuye las lesiones en el pezón. También el bebé debería estar cómodo y seguro. Esto se logra colocándolo “panza con panza”: el abdomen del bebé debe estar en contacto con el de su mamá y la cabeza, nuca y espalda del bebé deben estar en línea recta, sostenida por el brazo de su mamá. Así debería ser siempre, tanto si se lo amamanta sentada, como acostada o en posición invertida.

4La única manera de saber si está comiendo adecuadamente es con los controles de peso que hará el pediatra. Si no descendió exageradamente de peso durante la primera semana de vida o viene aumentando bien, significa que la cantidad de leche es suficiente. Hay bebés que durante los primeros días de vida lloran con frecuencia y es importante saber que no siempre es por hambre. Además, los recién nacidos presentan un reflejo de succión por el cual al acercarles a la boca cualquier objeto (mano, pezón, chupete) lo succionan por reflejo, no necesariamente porque tengan hambre.

Crear un ambiente

5Lo ideal es mantener la mayor calma y tranquilidad posible, evitando los ruidos y sin demasiadas visitas. Sí habrá que seguir con las tareas cotidianas de la casa, para ayudar al bebé a diferenciar el día y la noche.

Abrigo, ¿de más o de menos?

6Habrá que procurar que no pase frío pero tampoco calor. Es cierto que durante los primeros días sus pies o manos pueden estar más fríos que el resto del cuerpo. ¡A no preocuparse! Es normal y se revierte colocándole medias. Pero hay que tener cuidado con la tendencia a abrigarlo de más, sobre todo en esta época del año. Un buen parámetro es ponerle una prenda más de la que usa un adulto: si está de manga corta, al bebé vestirlo de manga larga; si está de manga larga, agregarle un saquito. Otra manera de saberlo y hasta sentirse segura en este sentido: se le puede tomar la temperatura. La ideal es cercana a los 36,5 grados centígrados. Si está por debajo de esta cifra, se le agrega alguna prenda y si está por encima de 37 grados centígrados, se le quita algo de ropa.

Dulces sueños

7A la hora de dormir es necesario acostarlo boca arriba o de costado y taparlo sólo de las axilas hacia abajo, quedando los bracitos libres. Para dormir también es importante que no esté sobreabrigado. Es preferible abrigarlos con su ropita y no taparlos con mantas pesadas. Durante los primeros meses se recomienda que duerman en el cuarto de sus papás y hay que procurar que el ambiente esté libre de humo.

Higiene del cordón

8No hay que tenerle miedo a manipular esta zona y hay que animarse a hacerlo correctamente. No duele ni arde, aunque el bebé puede llorar por la sensación desagradable de sentir frío en la panza. Generalmente la parte superior del cordón ya está seca (dura y oscura) al momento del alta sanatorial. Para limpiar la base del cordón, que todavía está húmeda y amarillenta y que está en contacto con la piel, habrá que usar una gasa estéril y alcohol. Este procedimiento puede hacerse con cada cambio de pañal o por lo menos de cuatro a seis veces por día. Si una vez que el cordón se cae, entre el quinto día y las dos semanas, la base queda húmeda, es conveniente seguir realizando la higiene hasta que la zona quede totalmente seca.

Tiempo de un baño

9Para bañar al bebé por primera vez en casa se recomienda esperar a que se produzca la caída del cordón y que la base del ombligo esté bien seca, generalmente entre el primer y el segundo día después de que se cayó. ¿Lo más importante?: Controlar la temperatura del agua, que idealmente debería estar alrededor de los 37 grados. Puede medirse con un termómetro de agua o tocándola con la cara interna del antebrazo. Durante el baño hay que evitar las corrientes de aire del ambiente.

10Al bebé hay que sostenerlo siempre con una mano, aunque se esté usando un flotador, adaptador, etc. La forma más segura de agarrarlo es desde la nuca, con una mano en forma de C. La otra quedará libre para higienizarlo. En el agua hay que sumergirlo lentamente, primero por los pies, después las piernas, hasta dejarlo apoyado o sentadito sobre la base. Si esto se hace progresivamente, el bebé no se va a asustar y el baño va a ser súper placentero.

11A nivel productos bastará con un jabón neutro o de glicerina, sin perfume, que puede venir en forma de pan o ser líquido. No es necesario usar shampoo; con el mismo jabón se puede limpiar la cabecita. Lo que importa es enjuagarlo bien.

Cambio de pañal

12Para los primeros meses habrá que evitar las toallitas húmedas, dado que en su mayoría tienen mucho perfume y pueden irritar la piel del bebé. Se puede higienizar la zona sólo con agua y algodón o una esponja suave u otra buena opción es algodón y óleo calcáreo, ya que éste deja una película grasa que cumple de barrera de protección. Si la piel está sana, será suficiente y no harán falta cremas adicionales.

13Es normal que durante los primeros días de vida del bebé aparezcan en el pañal manchas color naranja o rojizo. ¡A no asustarse! Responden a la eliminación de uratos en la orina y no son para preocuparse. Con respecto a la caca, es probable que en los primeros días se elimine el meconio que son deposiciones negruzcas y pegajosas y que con el correr de los días se vuelvan más liquidas, verdosas y finalmente amarillentas.

14Además del color también es habitual un cambio en la frecuencia. Al principio pueden producirse entre una y ocho deposiciones al día, generalmente después de comer y luego la frecuencia disminuye paulatinamente, con el correr de los días. En bebés que se alimentan con leche de fórmula, la frecuencia suele ser menor y la consistencia mayor. Y no hay que preocuparse si hace caca cada tres o cuatro días.

Salidas a pasear

15Durante los primeros meses de vida los bebés deberían quedarse en casa y salir lo menos posible. Se sugiere que las primeras salidas, más allá de los controles médicos, sean a la casa de algún familiar o persona cercana que pueda ofrecer un ambiente tranquilo, con algún espacio íntimo donde se pueda alimentar al bebé sin tanta interferencia. Se desaconsejan los lugares cerrados, poco ventilados y muy concurridos como shoppings, supermercados, etc.

Traslados

16Desde su primer viaje –es decir, desde que sale del hospital y va hasta su casa– el bebé tiene que viajar en su sillita para auto. A esta edad tiene que colocarse en el asiento trasero, preferentemente en el medio y orientada mirando hacia atrás.

El sol y sus rayos

17Hasta que tengan un año y sobretodo en verano hay que evitar que los bebés estén expuestos al sol directamente, sea la hora que sea. Se debería tener en cuenta que también el reflejo solar sobre el agua o la arena, por ejemplo, puede lastimarle la piel. Durante los primeros seis meses no se les debería poner cremas o protectores solares.

Hipo y estornudos

18Suelen ser reflejos normales de los recién nacidos. Muchos tienen hipo incluso desde que estaban en la panza. Que tengan estornudos no significa que estén con frío o resfriados.

Temblores de RN

19Y es normal que ante un ruido fuerte o cambio de posición, presenten una especie de temblores que son comunes. Cuando estos últimos se dan en los brazos o piernas y sobre todo si se dan cuando se está moviendo, no deberían ser motivo de preocupación, siempre y cuando sean esporádicos y no duren mucho.

Casos de ictericia

20Muchos recién nacidos se ponen algo amarillos durante los primeros días de vida. Esto se debe a que aumenta el nivel de bilirrubina en sangre y comienza a acumularse en la piel. Generalmente es algo fisiológico y transitorio que se va con los días. Sin embargo, a pesar de que es frecuente, al notar que se pone amarillo hay que consultar al pediatra o en alguna guardia –sin dejar pasar demasiado tiempo– ya que si bien en la mayoría de los casos se resuelve espontáneamente, debe chequearse que los valores no sean demasiado altos.
Fuenta para ti mama
por Ana van Gelderen / producción: Florencia Mellino / fotos: Nicolás Mellino / agradecemos a Antique Nouveau, Mimo & Co, a Faustino y a Lechu