domingo, 8 de marzo de 2009

FELIZ DIA MUJERES!!!!

Ir a la peluquería, al ginecólogo, al supermercado, encargarse de la casa, de los hijos, ser buena profesional y mejor amante. La lista, tan agotadora como incompleta.

Por una vez, empecemos por el final. Con el objetivo de que todos lo lean (y de evitar suspicacias acerca de la no existencia de un Día del Hombre) esta nota empezará por la conclusión.

Lo cierto es que el Día de la Mujer no se festeja, se conmemora. Se trata ni más ni menos que el recuerdo de la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona. Es fiesta nacional en algunos países y es conmemorada por Naciones Unidas.

Mientras -según cifras de Amnistía Internacional- al menos 1 de cada 3 mujeres sea golpeada, u obligada a mantener relaciones sexuales o sufrido otra clase de abusos (por lo general, de parte de un familiar o conocido); o mientras 2 millones de personas sean víctimas de trata cada año, en su mayoría mujeres y niñas; o mientras el salario de las mujeres sea 30% menor al de los hombres ante igual tarea, deberá haber Día de la Mujer. Y será bueno que nunca se dejen de hablar de estos temas.

Con el Día de la Mujer como excusa, Infobae.com se propuso corroborar, o no, eso de que al llamado sexo débil todo le cuesta el doble.

Con ese fin, y con hombres que en pleno siglo XXI aún consideran que hay ámbitos propios, vedados para el sexo femenino, este sitio consultó a profesionales de diferentes ámbitos.

La licenciada Cristina Castillo, psicoanalista de Pareja y Familia del Centro Dos, aseguró que las diferencias entre hombres y mujeres "no son mejores ni peores, son diferencias".

Ella consideró que "la mujer tiene la capacidad de hacer muchas cosas a la vez". Tras recrear la escena de un grupo de amigas hablando de varios temas a la vez sin concluir ninguno y asegurar que los hombres no están aptos para eso, remarcó que "esto no es porque la mujer sea más fuerte, sino porque es detallista y quiere estar en todo. Y eso no está ni mal ni bien, es así".

Con ella coincidió la licenciada Beatriz Goldberg, quien habló de una "capacidad intuitiva intelectual" de la mujer, en el sentido de que "puede hacer varias cosas simultáneas; el hombre suele tener un pensamiento más lógico y lineal, mientras que la mujer puede hablar con una amiga, cuidar la comida que está en el horno y calmar al hijo que llora".

Esta capacidad para hacer varias cosas a la vez parecería ajustarse también a lo puntualmente estético. "Los hombres suelen tener menos complicaciones si tienen un rollito o les aparece una cana", dijo Castillo, pese a reconocer que cada vez más se ocupan de su belleza. De la vereda de enfrente, una mujer no soporta verse con canas, le gusta (o le imponen) ir al gimnasio dos o tres veces por semana, debe salir a la calle depilada.

Sin ir más lejos, a la hora de ir a una fiesta -opinó Goldberg- "él se afeita, se pone un traje y ya, mientras que la mujer debe maquillarse, ir a la peluquería, pensar que la ropa no sea la misma del evento anterior...".

Pese a la cualidad de hacer varias cosas a la vez y pretender "estar en todo" que describió Castillo, también reconoció que "las mujeres cada vez cocinan menos; los hombres 'tomaron' la cocina" y cada vez más se encargan del almuerzo o la cena, según sus obligaciones le permitan.

La profesional consideró que "la casa está un poco relegada por la mujer" y aseguró que "la mujer que trabaja tiene alguien que la ayude con las tareas; la que no tiene empleada se reparte con el marido". Y agregó: "Difícilmente la mujer que trabaja afuera de la casa soporte una relación en la que no tenga empleada ni marido que la ayude".

En tanto, Goldberg opinó que "pese a que la crianza de los hijos es compartida hay cosas básicas que están más a cargo de la mujer". Para ella, por ejemplo, "si el hijo está enfermo es más probable que la mujer se quede en la casa; el hombre hace el favor, a la mujer le corresponde".

Respecto a los hijos, Castillo opinó que cuando una mujer decide ser madre "hay cosas que por un tiempo relega". "Eso le pasa no sólo a la mujer; siempre que se elige algo a otra cosa se le dice que no", remarcó.

El trabajo, un mundo aparte
"Creo que la mujer está excluida; no ocupa el espacio que debería tener pese al importante rol que jugó frente a la desocupación de sus parejas en plena crisis de 2001 haciendo las veces de jefas de familia". La opinión es de un hombre, el abogado especialista en Derecho del Trabajo, Vicente Garófalo.

Para él, las mujeres son un porcentaje importante del mercado laboral "que debería tomar el rol que le corresponde".

"Hay mejores o peores trabajadores sin importar el género", subrayó Garófalo, para quien los varones deberían dejar de ser machistas y las mujeres "ocupar el espacio que corresponde sin esperar que se lo den".

En ese sentido, el letrado remarcó que se trata de una "discapacidad de las mujeres" no ocupar el lugar que les corresponde en la sociedad.

"Ellas deben animarse a recorrer el camino que les corresponde y nosotros desandar los tiempos de machismo", concluyó Garófalo.

En la misma línea habló la licenciada Castillo, para quien a las mujeres "les cuesta más estar en lugares de poder; es mal vista que sea bella e inteligente".

"Hoy la mujer se está falizando; se corre del lugar de mujer y eso descoloca al hombre", aseguró Goldberg, para quien "si además de lavar los platos cambia la rueda del auto, se corre del lugar de mujer". "Tenemos que sentirnos orgullosas de ser mujer y dejarnos cobijar porque si dejamos acéfalo ese lugar aparece la insatisfacción", dijo.

Asimismo, la mujer "se sobrepasa de responsabilidades cuando compite con el hombre, cuando no lo acepta como diferente", subrayó Castillo, y finalizó: "El posicionamiento hombre-mujer es diferente; una cosa es igualdad de derechos y otra la posición de lo femenino y masculino, que son distintas y está bien que sea así".

La maternidad
Sin lugar a dudas una "función" que sólo puede ser desarrollada por la mujer es la de ser mamá. A veces acompañada por un hombre, a veces no, lo cierto es que la "tarea" es única e intransferible.

Así, sin temor de ser tildado de "machista", el doctor Ernesto Beruti, jefe de Obstetricia del Hospital Austral, aseguró: "Tras 25 años de dedicarme a la obstetricia las cosas cambiaron; hay mujeres que le dan más importancia a su carrera profesional, que se dedican a cualquier actividad y la desarrollan con tanta capacidad como los hombres, pero aun así estoy convencido de que la mujer nació para ser madre, después puede hacer todo lo otro".

Para él, si una mujer no es madre "tiene una asignatura pendiente". Y, juegos de palabras al margen, dice que lo dice con conocimiento de causa, luego de ver mujeres que no podían quedar embarazadas y "después de tener hijos cambian totalmente".

"Una mujer con hijos tiene una razón muy fuerte para vivir y la felicidad que da ese ser que llega a su vida no la da nada ni nadie", aseguró el profesional, para quien "lo más importante son los afectos, la familia" a pesar de que haya voces encontradas -para él- la familia "sigue siendo una de las cosas más importantes al menos para la mujer argentina".

Respecto al rol del padre en el embarazo y parto, Beruti contó que "hay mujeres que quieren al marido 'pegado' todo el tiempo; otras que se enojan porque las contracciones les duelen a ella y no a él".

"Lo cierto es que el hombre es poco lo que puede hacer; el papel del varón si bien tiene que ser de una total compañía no es más que eso", dijo el obstetra, quien informó que hace 20 años el padre no entraba a la sala de parto, hasta que con el tiempo se aceptó, y hoy es normal.

Pese a que no sea más que de "compañía" la función del padre, para Beruti "eso no implica que no deban involucrarse".

fuente: infobae Valeria Chavez vchavez@nfobae.com