sábado, 27 de noviembre de 2010

Enfocarse en las fortalezas de la pareja, resuelve conflictos


Por Valeria Chavez

En épocas en las que cuesta comunicarse y el divorcio se presenta como la salida más “fácil” a los conflictos, apostar a la esencia de la pareja es el gran desafío. Recordar que, más allá de los problemas, había (o hay) algo especial que en un momento llevó a elegir a esa persona “hasta que la muerte los separe”.

Cierto es que la gente cambia. Y hasta puede haberse equivocado al momento de la decisión, pero a veces bien vale el esfuerzo de intentarlo, ¿no?

Con esa idea, y convencidos de que los problemas “de años” en general no se resuelven, especialistas en Psicología Positiva decidieron abordar la terapia de pareja desde este ámbito.

El licenciado Marcelo Kornberg (matrícula 16299) explicó a Infobae.com que la Psicología Positiva “ayuda a la gente a que visualice sus fortalezas como pareja, aquellas que tiene o que tuvo y dejó de manifestar”.

El psicólogo clínico, especialista en pareja y familia aseguró que “las terapias tradicionales, en general, se enfocan en resolver los conflictos pero se demostró que es mucho más eficiente enriquecer la relación y aumentar las fortalezas”.

Acerca de los beneficios que obtienen quienes realizan este tipo de terapia, Kornberg fue claro y conciso: “Quienes realizan este tipo de terapias logran reconectarse”.

“Las parejas que llegan al consultorio y están insatisfechas con su relación, vienen con la idea de resolver ciertos conflictos que se manifiestan hace años”, relató el especialista, quien, para esas parejas tiene una mala noticia: “En realidad, muchos de esos conflictos, por definición, no se resuelven, la mayoría son conflictos irresolubles”.

La diferencia –según manifestó- “es cómo la pareja trata estos conflictos, cómo dialoga en ellos”. “Luego, el beneficio es la posibilidad de la pareja de reconectarse en las cosas que los unen y que los llevaron a elegirse cuando comenzaron a estar juntos”, aseveró.

Consultado sobre cuándo una pareja debe darse cuenta que necesita terapia, Kornberg resumió que “cuando predominan los momentos negativos sobre los positivos”.

Y agregó: “Todas las parejas tienen momentos negativos, el problema es la relación entre los negativos y los positivos. Lamentablemente, las parejas llegan a la consulta cuando las cosas están muy mal. La demora promedio en la consulta es de seis años. Cuando hay tensión en la relación, también se manifiesta a nivel fisiológico. Si uno no se siente relajado en la relación, quiere decir que algo se debe hacer al respecto”.

A diferencia de las terapias tradicionales, que suelen prolongarse en el tiempo, el especialista remarcó que “la intervención profesional debe ser acotada”. “Las parejas deben aprender a manejar sus problemáticas –prosiguió-. El profesional funciona como guía para aumentar el nivel de positividad. Luego, las parejas aprenden a manejar sus conflictos y a detener las escaladas de discusión”.

En ese sentido, Kornberg destacó que “en general, la gente está estancada siempre repitiendo las mismas fricciones y problemas”. Y aseguró que el objetivo del terapeuta se cumple “cuando las discusiones pueden ser manejadas y resueltas”.

Todos sabemos que la perfección no existe. Y menos si de relaciones humanas se trata. Y eso el especialista lo reconoce: “La idea no es llegar a ser una pareja perfecta o ideal, sino tener una discusión y continuar con la relación. Saber cómo frenar la escalada y manifestar un nivel mayor de positividad que de negatividad”.

Los hijos y la terapia

Viviana Kelmanowicz (matrícula 26286) es profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de Palermo y explicó que “en la terapia de pareja, los hijos no participan, ya que es un problema del subsistema pareja”.

“Sí se podrían incluir en sesiones de terapia familiar o en sesiones de psicoterapia individual”, agregó.

Y subrayó que “la Psicología Positiva se puede aplicar (y de hecho se aplica) en varios contextos o situaciones, ya que sus intervenciones apuntan a integrar los aspectos negativos con los positivos, es decir, que no sólo apuntarán a solucionar lo que no funciona bien sino, y sobre todo, a optimizar lo que sí funciona”.

“La idea es aumentar las fortalezas y el bienestar subjetivo en todos los contextos posibles: familiar, educacional, empresarial, en temas de liderazgo, en prevención, en planes ecológicos y de responsabilidad social. Es un modo de pensar y afrontar las situaciones”, finalizó.

Para saber más

Hoy y mañana (sábado 27 de noviembre), el Departamento de Psicología de la Universidad de Palermo organiza el 5º Encuentro Iberoamericano de Psicología Positiva en el que se tratarán temas como emociones positivas, inteligencia emocional, calidad de vida, instituciones positivas, liderazgo, redes de apoyo, estrategias de intervención, entre otros.

El eje central del Encuentro será la “Investigación en Psicología Positiva” y será desarrollado en las conferencias centrales, el panel especial de expertos, mesas de ponencias libres y sesiones de posters (carteles). Para informes y pre-inscripción: psicologiapositiva@palermo.edu