miércoles, 2 de diciembre de 2009

La dieta del Tao para llegar en forma al verano

El taoísmo es una creencia que tiene numerosos adeptos en China. Se trata de una filosofía basada en el equilibrio entre las fuerzas negativas y positivas del universo, a las que llaman “el Yin y el Yang”, respectivamente. Esta creencia se traslada también a la dieta, que busca una combinación de sustancias que no sean opuestas entre sí para lograr el bienestar general del organismo y la armonía interna del cuerpo, así como el fortalecimiento del aparato digestivo, excretor, circulatorio y respiratorio.

Para el Tao se puede perder peso según las leyes de la naturaleza, y el secreto no está en comer menos, sino en saber cómo combinar los alimentos. La dieta taoísta relaciona los cinco sabores básicos con un elemento de la naturaleza: dulce (tierra), salado (agua), agrio (madera), amargo (fuego), picante (metal).

Durante una comida se debe seguir un orden en cuanto a los sabores: primero el dulce, luego el picante, luego el salado, después el agrio o ácido, y finalmente el amargo.

Las cuatro energías (frescor, frío, tibieza y calor) se relacionan con la energía liberada dentro del organismo cuando se ingiere un alimento en particular. Así, los alimentos Yin (frescor y frío) tienen poder calmante y refrescante, mientras que los alimentos Yang (tibios y calientes), son estimulantes de los órganos vitales y generan calor corporal. Algunas de las famosas que ya probaron este método y con éxito son Karina Jelinek, Pía Slapka y Melina Pitra.


Día 1:

Desayuno: Café, té, agua caliente o melaza disuelta en agua caliente (sin leche ni azúcar en el café o té). Pan integral, muy tostado, con manteca (no margarina) o cualquier manteca de frutos secos sin refinar (excepto de maní), de una a tres rebanadas. Una o dos bananas maduras y un puñado de semillas o frutos secos sin tostar (excepto maní).

Almuerzo: Un vaso grande de jugo de zanahoria fresco. Una abundante ensalada vegetal, condimentada con aceite de oliva, jugo de limón y ajo.

Cena: Pescado fresco al vapor, con una guarnición de jengibre, escalonias (verdura de sabor y forma parecida a la cebolla), y perejil; verduras frescas al estilo chino (es decir, ligeramente salteadas para que se mantengan crujientes); y una ensalada de vegetales crudos.


Día 2:

Desayuno: Café, té o agua de melaza. Dos o tres higos secados al sol y/o dátiles y/o pasas. Un puñado de semillas y/o frutos secos sin tostar.

Almuerzo: Un plato grande de frutas subácidas crudas (uvas, manzanas, peras, duraznos y ciruelas), y un puñado de semillas o frutos secos sin tostar.

Cena: Una pieza de carne vacuna o cerdo, sazonado con pimienta, mostaza o con algunas otras especias; verduras frescas ligeramente salteadas.; y ensalada de vegetales crudos.


Día 3:

Desayuno: Un gran vaso de jugo de naranja recién exprimido y un pomelo fresco o un tazón de fresas.

Almuerzo: Pollo asado, una pieza de carne vacuna o una ración de pescado a la plancha o al vapor. Verduras frescas, al vapor o salteadas y una ensalada de vegetales crudos.

Cena: Un vaso grande de jugo de zanahoria o de cualquier otro vegetal fresco; una abundante ensalada vegetales condimentada con aceite de oliva, jugo de limón y ajo; y un puñado de semillas o frutos secos sin tostar.


Día 4:

Desayuno: Un vaso de leche natural sin pasteurizar o un yogur de leche sin pasteurizar, y un plato de frutas subácidas.

Almuerzo: Un vaso grande de jugo de zanahoria o de cualquier otro vegetal fresco, y un puñado de semillas o frutos secos sin tostar.

Cena: Arroz integral o pasta fresca con alguna salsa vegetal, escalonias frescas, perejil y/u otra guarnición fresca (nada de carne); y verduras salteadas o al vapor.


Día 5:

Desayuno: Café, té o agua de melaza. Alforfón (o trigo sarraceno) integral hervido, endulzado con melaza o miel, pasas, dátiles y/o higos secos desmenuzados, y una banana madura.

Almuerzo: Un plato grande de frutas subácidas, o una abundante ensalada de vegetales crudos; y un vaso de jugo de zanahoria, pepino u otro vegetal.

Cena: Langostinos frescos ligeramente salteados, con ajo, jengibre y escalonias; coliflor, ligeramente salteado, sazonado con semillas de sésamo tostadas y recién molidas; y una ensalada cruda.


Día 6:

Desayuno: Un plato de frutas subácidas; un puñado de semillas o frutos secos sin tostar; y un vaso de agua de melaza.

Almuerzo: Dos o tres rebanadas de pan integral muy bien tostado, con manteca de frutos secos (excepto de maní); y una o dos bananas maduras.

Cena: Una palta rellena de langostinos, apio, escalonia y otros vegetales finamente picados y condimentados con aceite de oliva, jugo de limón y ajo, o mayonesa. Una ración de pescado fresco a la plancha o al vapor, y verduras frescas al vapor o salteadas.


Día 7:

Desayuno: Papaya o melón de cualquier variedad, cantidad a gusto pero sin combinarlo con nada más, y agua de melaza.

Almuerzo: Una abundante ensalada de vegetales crudos con su aderezo y un puñado de semillas o frutos secos sin tostar.

Cena: Tofu (a base de soja); verduras salteadas y hongos salteadas, al vapor o guisadas con coliflor, judías verdes y/o espárragos

Edición Nº 1587
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