jueves, 24 de febrero de 2011

AMAR EN EL MES DEL AMOR

Hablar de amor, felicidad, pareja y buenas relaciones siempre es oportuno. Pero en febrero es mucho más propicio, porque en ese hermoso mes está el día del amor o de San Valentín, un pretexto para disfrutar juntos y también ¿por qué no? para meditar cómo ser mejores parejas.

Muchas personas tienen clara la idea de que aman a alguien, aunque no saben bien si de la manera que la aman, es la más beneficiosa. Sabemos de amores que asfixian, amores tumultuosos, amores fríos, amores distantes, amores y amores…
A veces nos entra dudas, preocupaciones de si esa persona en quien hemos puesto las mayores esperanzas para seguir el largo viaje de la vida, es la que es, y no otra.

Para el sexólogo Walter Rizo, con más de 20 años de experiencia en consulta y muchas parejas tratadas, la pregunta de ¿cómo se sabe que la pareja que uno tiene es la adecuada para casarse y que luego no sentirá arrepentimiento?, la responde muy concretamente:

“Hay que tener estos seis puntos: deseo-atracción, admiración,
humor-sintonía, comunicación, sensibilidad por el otro y
respeto. Cuando estas seis cosas están, el pronóstico es
buenísimo, si una sola de estas no está, el pronóstico es malo.
Algunas personas conviven antes de casarse, a algunos les
funciona, a otros no. Para aquellas personas que dudan sobre
comprometerse o no, cuando uno realmente quiere a alguien no
piensa tanto. Cuando uno realmente quiere a alguien, le encanta
tener compromisos. Si no, que revise cuáles son sus
sentimientos”.

Riso, quien ha escrito varios libros sobre relaciones de pareja, ofrece un consejo que bien vale seguir, ante la duda de si debo casarme o esperar.

“La única forma de llegar al matrimonio es empezar a ceder en algunas cosas y llegar a acuerdos sobre lo fundamental. Si al tocar temas álgidos y fundamentales uno no se puede poner de acuerdo, entonces el matrimonio no va a funcionar. Si la mujer dice que puede vivir sin sexo y el hombre es un maniático sexual, pues ahí está complicada la cosa. O él se vuelve eunuco, o ella se hace un tratamiento”, afirma el también profesor universitario.

Y es evidente que la cuestión no es encapricharse y decir: Yo te quiero solo a ti. La pasión, la emoción y las hormonas a veces juegan malas pasadas y hacen creer cosas a la gente. Pero hay que tener claro que no se trata solo de sexo, sino de entendimientos y convivencias.

Y hablando de sexo, particularmente del femenino, la escritora Isabel Allende, en una entrevista de prensa, afirmó que el punto G está en los oídos de la mujer, el hombre pierde el tiempo cuando lo busca en otro lugar. Una cosa que toda mujer celebra y aprecia es que le digan al oído palabras de amor.

No hay estimulante sexual ni romántico más fuerte, dice la conocida chilena, y añade que a algunos hombres no les importa la calidad de la relación, sino la cantidad de relaciones. Aseguro que cuando un hombre es machista, es un mal compañero de cama porque conoce muy poco a la mujer.

El amor, sin dudas, es un poderoso afrodisíaco. Pero quien no sepa que es cultivable debe, quizá en este, el mes del amor, ponerse a pensar en ello.

por Aloyma Ravelo