martes, 5 de mayo de 2009

Qué hacer cuando falla un plan de fertilización

Pese a que la técnica de fecundación in vitro es la más eficiente, no da 100% de seguridad de embarazo. Especialistas dijeron a Infobae.com que a menos que exista un problema uterino que no se pueda resolver, "cualquiera de las alternativas existentes terminan dando solución"

Valeria Chavez (Infobae.com)


Si todo fracaso es doloroso, cuando en él se juega la posibilidad de que dos personas que se aman se conviertan en padres la tristeza hasta puede jugar en contra del logro del objetivo.

Infobae.com consultó a especialistas en fertilidad para saber qué debe hacer una pareja cuando los tratamientos de fertilidad fallan.

El doctor Sergio Papier es médico especialista en Medicina Reproductiva y director médico de CEGyR y explicó que "lo primero que hay que saber es que la fecundación in vitro es el tratamiento más eficiente, pero no da 100% de seguridad de lograr el embarazo, de hecho las tasas rondan el 40%".

Según el profesional, el porcentaje de éxito obedece a que independientemente de que se formen embriones en el laboratorio y sean colocados en el útero. "El resultado final va a depender de la calidad de los embriones (de su configuración genética) y esto es inherente a la naturaleza humana, no al tratamiento", dijo Papier y remarcó que "el ser humano es muy eficiente en eliminar embriones que no están bien y en fecundación in vitro pasa lo mismo".

El hecho de que un intento fracase no significa que no se puedan manejar técnicas dentro del tratamiento para aumentar las chances en casos particulares. En ese sentido, el profesional contó que "cuando falla, la pareja quiere saber por qué y es difícil determinarlo porque hay muchas variables relacionadas con el resultado final" (y para que el tratamiento resulte en embarazo todas estas variables se tienen que dar positivamente).

Así es que Papier explicó: "Un embrión proviene de un óvulo y un espermatozoide y ante un embarazo no logrado vamos a informar a la pareja todo lo que se puede hacer para generar embriones más aptos y aumentar las chances".

Algunas alternativas
Hay cuestiones clínicas, como buscar variantes en estimulación de la ovulación para mejorar la calidad del óvulo.

"Es fundamental contar con mujeres jóvenes" (lo ideal es que sean menores de 38 años; después de 40 es más difícil), explicó Papier, al tiempo que destacó que "por el lado del laboratorio los resultados tienen que ver con la selección de los mejores embriones para transferir; se puede hacer hatching asistido (técnica que permite debilitar la zona pelúcida que rodea al embrión para mejorar implantación)".

Cuando habiendo realizado todas estas opciones el tratamiento falla, habrá que investigar qué problema existe en la capacidad uterina de la mujer. "Debemos ver si hay alguna lesión que no pudo detectarse con los métodos convencionales", subrayó Papier.

O bien pasar a investigar qué ocurre "por el lado del hombre". "Antes se creía que con una inyección de espermatozoides dentro del óvulo se solucionaba todo factor masculino, pero ahora se sabe que hay trastornos en el núcleo del ADN que aún haciendo eso no se logran buenos resultados", dijo el especialista y destacó que hoy es posible hacer tratamientos en el hombre "para mejorar la capacidad de sus espermatozoides u optimizar los resultados, así como existen diferentes métodos de selección de esperma para inyectar los más viables".

"Por último, si una mujer tiene edad avanzada, se obtiene mala calidad de embriones por mala calidad de sus óvulos, la paciente ya cuenta con tratamientos de fecundación in vitro fallidos, o se observa una mala respuesta a la estimulación ovárica, la donación de óvulos es otra alternativa", puntualizó el profesional, así como aclaró que "en hombres que tienen afectación en su calidad espermática que comprobadamente afecte la fecundación, la donación de semen también es una opción".

A modo de mensaje esperanzador especificó que "salvo que exista un problema uterino que no se pueda resolver, cualquiera de esas alternativas terminan dando una solución a las parejas" y finalizó: "Creo que la mayor limitación es la emocional en primer lugar, en segundo la económica y en tercero la médica".

El factor emocional es muchas veces determinante
Consultado acerca de cuál es la mejor manera de abordar a una pareja cuyo tratamiento falló, el licenciado Darío Fernández, especialista en Medicina Reproductiva del departamento de Psicología de CEGyR, distinguió distintas fallas: "En un primer tratamiento la pareja está segura que se va a embarazar, más allá de la información que hayan recibido".

Para el profesional, "ese fracaso duele muchísimo" y comentó que "después se ponen más cautos y un segundo tratamiento no lo enfrentan con tanta certeza y eso en un punto es más sano". "Esa postura a veces se contradice con el consejo de 'estar seguro' de que el embarazo se va a lograr dado por la gente que rodea a la pareja, pero desde el punto de vista psicológico es una actitud más protegida".

"Después, hay otro tipo de fracaso que son los que se experimentan tras varios intentos y que van definiendo otros caminos, como la adopción; son fracasos que ayudan a definir el pasaje de una manera de formar una familia a otra", especificó el profesional. En ese sentido, Papier recordó con una sonrisa la actitud de una paciente ante la espera del análisis que definiría si estaba embarazada o se abocarían a la adopción: "Cualquier resultado es 'positivo'", decía la mujer, quien ante la consulta del médico acerca de qué quería figurar con eso aseguraba que "tanto el positivo como el negativo la acercaban a su hijo".

En ese sentido, y acerca de cuál es la reacción más común de los futuros padres, Papier dijo que "la 'apropiada' es una gran tristeza que dura una semana o diez días; los primeros días son muy dolorosos".

Pese a que el profesional aseguró que "la reacción normal es unos días de tristeza fuerte, estar dos meses mal ya es una reacción patológica". "Ciertamente las personas con problemas reproductivos pasan por muchos momentos de tristeza", comentó Fernández, para quien "es más el tiempo emocional de recuperación que necesitan para encarar otro tratamiento que el que requiere el cuerpo, que en un mes está preparado para intentarlo nuevamente".

"A las parejas que no lo logran las ayudamos a pensar las otras opciones, como donación de óvulos, semen, adopción, así como a entender qué es ser padres y comprender que lo genético pasa a un segundo plano", contó Fernández.

Cómo aliviar el dolor después de un negativo
¿Qué hacer cuando los tratamientos de fertilidad fallan? Tal será el tema de un desayuno en el que especialistas médicos, biólogos y psicólogos abordarán la problemática de los fallidos tratamientos de fertilidad, la forma de sobrellevarlos, y alternativas de tratamientos futuros.

Será el sábado 18 de abril, a las 9, en Viamonte 1432, con entrada gratuita, previa inscripción (en el 4372-8289, de lunes a viernes, de 12 a 15, o por mail a biblioteca@cegyr.com).
Fuente: infobae