miércoles, 31 de marzo de 2010

Obesidad: By Pass Gástrico. Alessandra Rampolla, se sometió a la cirugía.

La obesidad es una enfermedad crónica caracterizada por el exceso de grasa en el cuerpo, que puede darse por factores genéticos, ambientales o psicológicos, entre otros. Un simple sobrepeso no es considerado obesidad. Es obesa aquella persona que supera un valor de 30 en su Índice de Masa Corporal (IMC: una medida de asociación entre nuestro peso y altura) y muchos países ya han avanzado en su legislación para considerarla como una enfermedad y obligar a las obras sociales a brindar su tratamiento.

La obesidad tiene muchas consecuencias negativas en la persona, al margen de la incomodidad para desplazarse y el aspecto estético. Es factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión arterial, algunos tipos de cáncer, complicaciones respiratorias, infertilidad para las mujeres, disfunción eréctil para los hombres, osteoartritis, entre otras. Es por eso que su tratamiento es muy importante.

Cuando el IMC supera el valor de 35, se considera que responde a una obesidad mórbida. Únicamente en estos casos y considerando los antecedentes del paciente, se sugiere el sometimiento a una cirugía de reducción de peso, dado que los riesgos de la obesidad misma exceden a los de la operación. Debe comprobarse que ese nivel de obesidad ha sido mantenido durante al menos cinco años, que el paciente ha intentado y fracasado con otros medios para perder peso (dietas, ejercicio), se debe estar apto psicológicamente y tener entre 18 y 55 años de edad.

El cirujano evaluará qué clase de cirugía utilizará con cada paciente. Existen distintas opciones, siendo las más comunes el by pass y la banda. El by pass consiste en la reducción del tamaño del estómago a través de la disección de una parte. El paciente utilizará de aquí en más la parte más pequeña, que se conecta directamente al intestino delgado. La banda gástrica, por otro lado, se basa en la aplicación de una especie de cinturón que divide en dos al estómago, permitiendo que el paciente, al igual que con el by pass, sólo utilice la parte pequeña, aislando la grande. De aquí en más, la sensación de saciedad al comer llegará mucho más rápido que cuando se asimilaban los alimentos con el estómago completo. El paciente comerá cada vez menos y así bajará de peso. La dieta deberá ser modificada en textura y consistencia, volumen de sólidos y líquidos, frecuencia y duración de las comidas, y en el valor calórico total.

Luego de la operación, el paciente necesitará controles periódicos y ejercicio físico de acuerdo a sus propias posibilidades. Se ha comprobado que la cirugía más exitosa es la del by pass, dado que la mayoría de los pacientes que se sometieron a ella, y respetaron la conducta posterior requerida, lograron perder el 80% de su peso en los siguientes dos años. Es importante, sin embargo, el complemento de una terapia psicológica, ya que se han detectado casos de depresión post operatorios.

Para calcular nuestro IMC: Peso (kgs) sobre Altura2 (m2)

Explicación gráfica del by pass gástrico:



Autora: Maria del Mar

Fuente citadas: Leonismoargentino, Nutrinfo, Wikipedia, Infobae

La sexóloga más famosa de Latinoamérica, Alessandra Rampolla, se sometió a una cirugía de bypass gástrico y bajó más de 30 kilos.

La portorriqueña dejó de lado esa imagen de mujer rellenita que hablaba de sexo sin pudor y que se sentía segura más allá de su físico. Ahora, Rampolla se muestra como una mujer sexy y provocativa.

domingo, 28 de marzo de 2010

Se encaprichó

Quiere que le compren la muñeca con vestido de princesa que vio al pasar por la vidriera. No quiere ponerse el suéter, a pesar de que hace frío. Tampoco se quiere sentar del lado de la ventanilla en el auto, quiere el medio… Que los hijos se encaprichen es “un tema” para los padres de acá y del mundo. Más aún, si el capricho se hace en público. La gente opina. Además, muchas veces son motivo de discusión entre la mamá y el papá, delante de sus hijos, y terminan en la desautorización mutua. El tema es cómo identificarlos y saber manejarlos. “Los caprichos son escenas en las que un niño, generalmente de corta edad, se muestra agitado, llora, grita visiblemente contrariado y protesta frente a un adulto. Es una acción destinada a ser vista por un adulto que es significativo para el niño. No siempre significan algo específico o responden a una situación concreta. Incluso, es más importante ofrecerse a contener el desborde emocional del niño que comprender el sentido exacto de lo que disparó esa respuesta en forma de capricho”, asegura la Lic. Alicia Inés Ratner, psicóloga de la Fundación AEPA.

Son naturales

Según la especialista, los caprichos son esperables y entendibles en la primera infancia, cuando el niño todavía no habla bien, está limitado en la utilización del lenguaje verbal y se le hace difícil expresar con claridad sus sentimientos. Este tipo de caprichos son estructurales (normales) en el desarrollo emocional de las personas. No tienen que ser entendidos como un déficit. ¿Por qué? “Un bebé que es asistido en sus necesidades básicas y recibe todos los cuidados y atenciones, pasará a ser un niño con capacidades cada vez más amplias, que le permitirán tomar distancia real de sus adultos y explorar el mundo que le rodea. En ese mismo accionar, irá interiorizando que existe una brecha entre su persona y la de quienes satisfacen sus necesidades. Pero la satisfacción no siempre será inmediata y esto lo frustrará. Entonces sus enojos y berrinches serán una expresión de este proceso en lo emocional”, explica.

De esta manera, el hecho de encontrarse insatisfecho le generará deseos de salir en busca de aquello que anhela y esto es muy bueno y absolutamente necesario para su desarrollo emocional. Por el contrario, si la satisfacción a sus deseos siempre estuviera a su alcance, probablemente permanezca cómodo, sin explorar, esperando que los demás resuelvan por él.

Aprendizaje de vida

La especialista cuenta que cada chico responde a su manera a las dificultades que se les presentan. Algunos hacen berrinches. Otros se ponen tristes. Lo necesario es que puedan hablarlo – si ya tienen la capacidad de hacerlo– y que se los escuche. “Si se los ayuda amanifestar con palabras su incomodidad y a pensar soluciones, se estará invirtiendo en su futuro. En cambio no se los estará ayudando si se los complace en todas sus ocurrencias”, explica la psicóloga. Porque, según recalca, los caprichos se relacionan con las dificultades para expresar y accionar efectivamente para obtener el mayor placer posible con el mínimo de consecuencias. Todo pasa por lograr lo que quieren, con el menor costo posible. Y es ahí cuando los padres tienen que interceder haciéndoles notar que obtener fácilmente lo que se desea no tiene demasiado que ver con la realidad futura.

Útiles

Acá es dónde entran en juego los límites que, según la especialista, son necesarios, y que deben entenderse como márgenes que van delineando lo que se puede y lo que no. “Hay normas que cumplir, y gracias a las cuales se convive en sociedad. No hay manera de evitarlas. Se puede intentar hacer caso omiso de ellas, pero pronto aparecerá algún representante de la autoridad que obligue a confrontar las consecuencias. Es lógico que haya cosas que queden más allá de los deseos de los chicos y es un error suponer que se les podrá garantizar una vida sin incomodidad alguna”, asegura la psicóloga. Pero agrega que sí se los podrá –y deberá– ayudar a armarse de recursos para lidiar mejor con las pequeñas frustraciones de todos los días.

In situ

Comprendido el origen de los caprichos y por qué no satisfacerlos, habría que ver cómo lidiar con ellos, en el momento puntal en el que el nene se planta frente al kiosco y llora porque no le compran las golosinas que quiere. “A un chico encaprichado se le puede asegurar, con firmeza, que en ese momento puntual no es posible conformarlo, pero que tal vez sí más tarde. Se le puede decir que no a aquello que desea (que le compren, que jueguen, que le den) en ese momento, pero que después sí tal vez puede ser posible”, sugiere la Lic. Ratner. Agrega que si bien es cierto que el límite liso y llano siempre provoca malestar, el hecho de ofrecerles una respuesta – aunque implique una postergación–, generará mayor adhesión a las futuras propuestas. Así, también, si el niño puede escuchar y no se ciega en su capricho, sus demandas serán más tenidas encuenta. “Claro que es posible que el nene no se calme por arte de magia, ni de forma inmediata. Pero con la respuesta de “ahora no, pero tal vez después sí”, dará margen para retomar el tema con más tranquilidad. Pasado el capricho se podrá llevar adelante alguna negociación respecto de lo que se espera de su conducta y lo que los adultos harán por él”, concluye la licenciada.

Fuente: Paratimama por Ana van Gelderen / producción: Anita Korman / fotos: PatriciaGonzález / agradecemos a Delfina Presa.

viernes, 26 de marzo de 2010

Adictos al sexo ¿Enfermedad o excusa?

¿Enfermedad o excusa? Se trata de una patología que los especialistas relacionan con la compulsión y la ansiedad, pero que todavía no fue introducida en el índice de ningún manual de desórdenes mentales. Sin embargo, cada vez más famosos y desconocidos alegan padecer este trastorno a la hora de dar explicaciones de sus infidelidades. Las claves para entender qué es y un test para realizar un autodiagnóstico.

Una enfermedad? ¿Una excusa? ¿Cuánto sexo es demasiado? Las preguntas se acumulan con el marco de una realidad de fondo: en una época en que la ansiedad, el estrés y la insatisfacción se multiplican, las adicciones se convierten en el sustituto perfecto para garantizar goce de inmediato y angustia a largo plazo. En cuanto a la “droga” sexual, no obstante, hay diversidad de criterios. ¿O acaso una sexualidad activa no es sinónimo de vida plena? Parecería ser que todo depende del cómo, el cuánto y el por qué.

¿Quién no desconfiaría de alguien que esgrime el argumento de la adicción al sexo frente a la prueba fehaciente de una infidelidad? A pesar de que, en la mayoría de los casos, los supuestos adictos se escuden en eso de que tener mucho sexo –de ser posible con mucha gente distinta– es una enfermedad durísima y vergonzante que les toca atravesar, muchos se preguntan: ¿lo dicen en serio o es sólo un manotazo de ahogado?

“La adicción se define por la compulsión de tener que desarrollar determinada acción, más allá de la propia voluntad. La compulsión nos habla del displacer, de la imposición interna de hacer algo (comer, fumar, beber alcohol, tener encuentros sexuales, drogarse, etc.). Esta conducta compulsiva es llevada adelante por el sujeto para calmar sentimientos negativosvividos como intolerables (ansiedad, angustia, miedo, baja autoestima, vacío, soledad,etc.) –explica la licenciada Virginia Martínez Verdier,psicóloga sexólogadirectora de Sexuar–. La sexualidad es una energía vital que nos acompaña durante toda la vida y nos impulsahacia el crecimiento y el equilibrio interior, pero también puede convertirse en una ‘droga’ que permita descargar o compensar esos sentimientos negativos.La compulsión sexual puede manifestarse de diversas maneras en el individuo: masturbación, acoso, búsqueda constante de un compañero sexual, llevado a cabo hasta con desesperación.El adicto al sexo no siente placer con sus conductas, no puede controlarlas, está dominado internamente y le resulta muy difícil conectarse con otros intereses que puedan ser armónicos y productivos. La práctica usual de diversas actitudes sexuales (masturbación, acoso, infidelidad, etc.) no implica necesariamente adicción al sexo.Para considerar que una conducta sexual es adictiva existen otros parámetros: el grado real de satisfacción, la capacidad de controlar los deseos, la posibilidad de mantener diversas vías de contacto con la vida cotidiana. La adicción sexual y la promiscuidad suelen ir de la mano. No hay selección, no hay real deseo, sólo hay necesidad de acallar un grito interno y cualquier cuerpo viene bien”, ejemplifica Verdier.

Según Joe H., ex adicto al sexo y director operativo de Adictos al Sexo Anónimos –una entidad sin fines de lucro creada en Estados Unidos y con sede en 22 países, entre ellos Argentina–, alrededor del 10% de la población mundial tiene problemas con comportamientos sexuales compulsivos. De hecho, la organización cuenta con más de 10 mil miembros entre hombres y mujeres. Desde Houston, Estados Unidos, Joe –que está en su cuarto año de tratamiento– comparte su experiencia con Para Ti: “La vida se sale de control, se vuelve inmanejable y uno termina dañando a su pareja o a su entorno. Da mucha vergüenza padecer un trastorno así. A veces la compulsión puede conducir a la infidelidad. Pero hay que ver los casos individuales. Por eso desarrollamos un cuestionario para el autodiagnóstico (ver recuadro) y a través de nuestro sitio de internet invitamos a que todos aquellos que están preocupados por sus conductas sexuales encuentren la sede más cercana para iniciar un tratamiento. Lo más importante para un adicto al sexo es aprender a manejar la pena, pero se puede. Por eso quiero compartir mi esperanza con otra gente. No importa lo que uno hizo en el pasado, en nuestro encuentros no se discrimina por las preferencias o acciones de cada uno. Es fundamental encontrar el espacio necesario para compartir algo que provoca tanto sufrimiento y que no se le puede contar a nadie que no haya pasado por lo mismo. Nosotros no consideramos que haya conductas normales ni anormales. Simplemente trabajamos para que quienes vienen a nuestros grupos no sigan sufriendo por la manera en que tienen sexo. He visto cientos de personas llegando a su primer encuentro totalmente rotas. A través del trabajo conjunto, muchas de ellas recuperaron la integridad… Vivirlo es milagroso”.

¿EL ADICTO AL SEXO ES O SE HACE? En los ’80 fue Pelé, conocido por sus goles y sus conquistas femeninas. En los ’90, Michael Douglas, quien popularizó el trastorno cuando su ex lo descubrió con su mejor amiga y tuvo que pedir disculpas públicamente e iniciar una rehabilitación. El año pasado, el golfista Tiger Woods se sumó al team: cuando su mujer lo descubrió hizo un escándalo –lo persiguió y le destruyó el auto a golpes con un palo de golf– y Woods tuvo que atribuirse el mal, tal vez con la idea de ganar compasión y no seguir perdiendo contratos millonarios. El ex presidente norteamericano Bill Clinton pasó a engrosar la lista de los adictos al sexo confesos y resonantes, luego del escándalo con la becaria Mónica Lewinsky, y el actor David Duchovny –X Files– se internó meses atrás para tratar una supuesta adicción al sexo y a la pornografía. El sex symbol ochentoso Rob Lowe también protagonizó varios escándalos y admitió mantener relaciones sexuales compulsivas. Robert Downey Jr.–protagonista de Iron Man– justificó los comentarios sobre sus extrañas inclinaciones sexuales alegando que todos los hombres están de algún modo obsesionados con el asunto. El comediante Charlie Sheen también parece tener dificultades: se dijo que su adicción le había hecho mantener relaciones con más de mil mujeres, aunque no trascendieron números exactos. ¿Y ellas? En general, son pocas las famosas que reconocieron sufrir el mal, como es el caso de la actriz Zoe Saldaña. Pero Whitney Houston fue tildada de ninfómana y lo mismo le ocurrió a Lindsay Lohan.

“A través de los casos de personajes famosos surgió un concepto de adicción al sexo más popular que científico, que es utilizado por algunas estrellas para justificar lo que dañaron. En el campo de la salud mental, sin embargo, no figura en el manual estadístico mundial sobre trastornos mentales conocido como DSM IV-R, que está en su cuarta edición y es el que utilizamos psicólogos y psiquiatras para diagnosticar. Se evalúa que tal vez pueda salir en el próximo, porque la nomenclatura está de moda, pero todavía falta para saberlo –concede la licenciada Gabriela Martínez Castro directora de CEETA, quien duda que la adicción al sexo sea en sí el problema de base–. Tiene que ver con la compulsión a la descarga de la ansiedad. Lo que hay detrás es un trastorno obsesivo-compulsivo que, por diversos factores, produce una fijación de tipo sexual. Aunque el sexo es algo saludable, la conducta termina siendo nociva porque la persona no se puede controlar. En general, se trata de personas que también pueden ser adictas a más cosas. Y está más asociado al sexo masculino porque hay permiso social para que eso pase: aunque hay mujeres que lo padecen, antes que adictas siguen siendo prostitutas o ninfómanas para la sociedad”.

Desde el punto de vista médico, la doctora Victoria Alfaro, médica sexóloga creadora de un espacio de encuentros llamado El café del buen sexo, explica: “Hay que distinguir entre adicción (niveles altos de frecuencia sexual en la búsqueda permanente de placer) y compulsión sexuales (búsqueda de la disminución de la ansiedad).Tanto una como la otra (ahora reunidas en una entidad clínica llamada hipersexualidad) traen graves problemas para el individuo, tanto en sus ámbitos personales, laborales, económicos, familiares, en su rutina diaria, en sus responsabilidades, etc. Justamente la polémica se genera porque son personas que por el aumento excesivo de su frecuencia coital sufren importantes interferencias en su vida normal, y muchas veces son acusados de infieles, cuando en realidad su compulsión los lleva a no involucrarse de manera afectiva ni emocional con el otro, sino simplemente a descargarse. Obviamente existen los adictos sexuales: son los que todo el tiempo están buscando llevar a cabo relaciones sexuales con otras personas, muchas veces desconocidas, y/o buscan el autoestímulo permanente (masturbación) o consumen pornografía, líneas eróticas, prostíbulos de forma desenfrenada.La cuestión biológica está presente y se relaciona al funcionamiento de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina. Pero hay que tener en cuenta que no todas las enfermedades tiene un origen absolutamente médico o psicogénico. Es importante pensar que algunos trastornos son inducidos por el contexto socio-cultural. No olvidemos que vivimos momentos de exitismo. Sexo, éxito y dinero son mandatos sociales predominantes”, sostiene la doctora Alfaro y reconoce que las personas que padecen este trastorno, en general no acuden a la consulta por vergüenza.

A la hora de evaluar cuánto sexo debe encender la luz roja –y no de la pasión sino de alarma–, Alfaro concluye: “No se puede decir cuánto es mucho o poco. El grado de deseo sexual está reglado individualmente.Lo que sí hay que tener en cuenta es cuánto perturba la vida cotidiana de esa persona una frecuencia sexual elevada. Cuando una persona tiene absoluta conciencia de que está siendo afectada por un desorden que no sabe si es físico, o psíquico, debe concurrir al consultorio dado que existen tratamientos tanto medicamentosos como terapias psicosexuales para revertir este padecimiento”.

Fuente: Para Ti m. Eugenia sidoti fotos A. Atlantida

lunes, 22 de marzo de 2010

El 20% de las parejas no puede tener un bebe

El pequeño Francisco, de once meses, recorre la cocina de su casa en Flores. Con pasitos tambaleantes, como si sus pies anduvieran por la cubierta de un barco, va y viene de su mamá Valeria a sus juguetes y de allí a la puerta. Sonríe siempre, ajeno a los mil caminos recorridos por sus padres para llegar a él: dos años duró el tratamiento de reproducción asistida que emprendieron Valeria Silvetti (33) y su esposo Marcelo Tripalde (35) para desafiar la mala noticia de que no podrían tener hijos.

Como ellos, cada vez son más las parejas que deciden recurrir a tratamientos de inseminación artificial u otros más complejos aún para poder ser padres. Especialistas en medicina reproductiva consultados por lanacion.com informan que entre el 15 y el 20 por ciento de las parejas que deciden tener un bebe no pueden concretarlo por medios naturales.

"Cuando empezamos se nos miraba con resquemor. Ahora que se cayó ese tabú muchas más parejas con problemas de fertilidad nos consultan", comenta Santiago Brugo Olmedo, director médico del centro Seremas.

Su colega, el director asociado del Centro de Estudios Cegyr, Gabriel Fiszbajn, coincide con estas cifras. Considera que había un tema cultural que atentaba contra este tipo de tratamientos y que se va superando. Sin embargo, reconoce que algunas restricciones, como las económicas, se mantienen. Los tratamientos más complejos pueden llegar a costar entre 15.000 y 20.000 pesos. "Esto deja afuera a mucha gente de bajos recursos", concluye.



Más de mil parejas cuentan su historia
Como una forma de abrir un espacio de intercambio de experiencias entre quienes pasaron por tratamientos de reproducción asistida nació Concebir. María Isabel Rolando, su presidenta, cuenta a lanacion.com acerca de los talleres de reflexión por los que pasaron más de mil parejas. "Nos ayudamos a tomar decisiones; tratamos a la pareja desde lo emocional y brindamos el acompañamiento que no existía", cuenta.



Qué dice la Justicia Uno de los problemas con los que se encuentran las parejas que deciden iniciar un tratamiento es el costo que tienen (algunos rondan los $ 20.000) y la falta de cobertura de parte de las obras sociales. Sin embargo, ante presentaciones judiciales, hay fallos que empiezan a darles la razón a los pacientes.
- Un nuevo fallo judicial ordenó a una empresa de medicina prepaga pagar un tratamiento de fertilización asistida de una mujer de 36 años de edad que tenía dificultades para quedar embarazada.
- Ordenan a dos obras sociales cubrir una fertilización asistida para salvar a un niño.
Fuente: Clarin

jueves, 18 de marzo de 2010

Enamorate de nuevo del mismo

Mis amigos separados no se cansan de preguntar como logréestar casado 30 años con la misma mujer. Las mujeres,siempre más maliciosas que los hombres, no le preguntan ami esposa como ella puede estar casada con el mismo hombre,pero sí como ella puede estar casada conmigo!Los jóvenes son los que hacen las preguntas correctas,osea, quieren conocer el secreto para mantener un matrimoniopor tanto tiempo. Nadie enseña eso en las escuelas, alcontrario.No soy un especialista en el ramo, como todos saben, perodicho esto, mi respuesta es más o menos la siguiente: Hoyen día el divorcio es inevitable, no se puede escapar.Nadie aguanta convivir con la misma persona por unaeternidad.Yo, en realidad ya estoy en mi tercer matrimonio - laúnica diferencia es que me casé tres veces con la mismamujer.Mi esposa, , está en su quinto matrimonio..., porqueella pensó en agarrar las maletas más veces que yo.El secreto del matrimonio no es la armonía eterna.Después de los inevitables encontronazos, la solución esponderar, calmarse y comenzar de nuevo con la misma mujer.El secreto en el fondo, es renovar el matrimonio y no buscaruno nuevo. Eso exige algunos cuidados y preocupaciones queson olvidados en el día a día de la pareja.De tiempo en tiempo, es necesario renovar la relación. Detiempo en tiempo es necesario volver a enamorar, volver acortejar, seducir y ser seducido.Hace cuanto tiempo ustedes no salen a bailar?Hace cuanto tiempo no intentas conquistarla o conquistarlocomo si tu par fuera un pretendiente en potencial?Hace cuanto tiempo no hacen una luna de miel, sin los hijoseternamente peleando para tener su irrestricta atención?Sin hablar de los innúmeros kilos que aumentaste despuésdelmatrimonio. Marido y mujer que se separan pierden 10 kgen un solo mes - por qué ustedes no pueden hacer lo mismo?Imagínate que estás con una nueva conquista.Si fuera una relación nueva, seguramente pasarías afrecuentar lugares nuevos y desconocidos, cambiarías decasa o apartamento, cambiarías tu vestimenta, los discos,el corte de cabello, el maquillaje.Pero todo eso puede hacerse sin que te separes de tucónyuge.Vamos a ser honestos: nadie aguanta la misma mujer o elmismo hombre por treinta años con la misma ropa, el mismolabial, con los mismos amigos, con los mismos chistes.Muchas veces no es tu esposa que se está poniendofastidiosa y vieja, eres tú, son tus propios muebles con lamisma curtida decoración.Si te divorciaras, seguramente cambiarías todo, que esjustamente uno de los placeres de la separación.Quien se separa se encanta con la nueva vida, la nuevacasa, la nueva urbanización, un nuevo círculo de amigos.No es necesario un divorciolitigioso para tener todo eso. Basta cambiar de lugares eintereses y no acomodarse.Eso obviamente cuesta caro y muchas uniones se quiebranporque la pareja se rehúsa a pagar esos pequeños costosnecesarios para renovar un matrimonio.Pero si te separas tu nueva esposa va a querer nuevoshijos, nuevos muebles, nuevas ropas y además tendrásque pagar la pensión de los hijos del matrimonio anterior.No existe esa tal "estabilidad del matrimonio" niesta debería ser anhelada. El mundo cambia, y tú también,tu marido, tu esposa, tu urbanización y tus amigos.La mejor estrategia para salvar un matrimonio no esmantener una "relación estable", mas sísaber cambiar juntos.Todo cónyuge necesita evolucionar, estudiar,especializarse, interesarse por cosas que jamás habríapensado hacer al principio del matrimonio.Tú haces eso constantemente en el trabajo, por qué nohacerlo en la propia familia?Es lo que tus hijos hacen desde que vinieron al mundo.Por lo tanto, descubran la nueva mujer o el nuevo hombreque vive a su lado, en vez de salir por ahí intentandodescubrir un nuevo par.Tengo la seguridad de que sus hijos los respetarán por ladecisión de mantenerse juntos y aprenderán la importantelección de cómo crecer y evolucionar unidos, a pesar delos inconvenientes.Peleas y discusiones siempre ocurrirán: por eso, de vez encuando, es necesario casarse de nuevo, pero intente hacerlosiempre con el mismo par.
No sé quien es el autor, pero es muy bueno.

Cambios reveladores para lograr que las dietas funcionen

¿Qué significa? La profecía autorrealizada o auto cumplida significa que es una predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad y que tú mismo están induciendo tu destino hacia un camino que muchas veces no es el apropiado. Por tal motivo, debes cambiar tu mente y llenarlo de muchos valores que sean pilares para comenzar y continuar un proceso de adelgazamiento exitoso.

Deja de llenar tu mente de auto profecías

¿Qué significa? La profecía autorrealizada o auto cumplida significa que es una predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad y que tú mismo estás induciendo tu destino hacia un camino que muchas veces no es el apropiado.

Por tal motivo, debes cambiar tu mente y llenarlo de muchos valores que sean pilares para comenzar y continuar un proceso de adelgazamiento exitoso.

Sé optimista

El buen humor hará que esperes el resultado con alegría y firmeza. Cualquier obstáculo que se presente te alentará a esforzarte por un mejor desempeño para modificar errores y asumir que no todo tiene que ser perfecto.

Mira hacia adelante, no hacia atrás

No compares lo malo del pasado con tu situación actual. El método que te planteo es sano para tu mente y tu organismo. Si piensas: “Tengo tanto que adelgazar” te llenarás de carga negativa y obstaculizarás tu senda. Como mecanismo compensatorio, lo primero que harás para no sentirte frustrado por lo que te invade será comer de manera compulsiva, sin seleccionar lo que llevas a tu boca. Por lo tanto, olvídate de los tratamientos anteriores, que sólo te dejaron experiencias lamentables. De ahora en más sigue un plan nutricional que te ayude a sentirte mejor, a tener energía suficiente para alcanzar tu meta en el tiempo necesario.

Atrévete nuevamente

Date otra posibilidad. Esta vez lo conseguirás si te guías por mis consejos. Además de cumplir con tu plan nutricional debes llenar tu mente de buenos pensamientos, de objetivos pequeños que puedas ir logrando paso a paso.

No te caigas ni te desanimes

Si flaqueaste en tu propósito, si te tentaste, si no pudiste contener la ingesta de alimentos o de preparaciones que son tu debilidad y sientes que el placer venció a la fuerza de voluntad.... te equivocas. Eres un ser humano, y muchas veces te ocurrirá eso. Procura ser una persona sana, no obsesiva; no quieras ni exijas cosas que no siempre se pueden obtener. Nunca es tarde para aprender nuevas estrategias que te produzcan placer y te sirvan de aliadas. No intentes ser tu propio juez. En lugar de recriminarte y destruirte, piensa: “Ya lo hice, ya pasó” y continúa con mayor envión hacia tu meta.

Date tiempo para los cambios

Lo rápido no siempre es valedero. Con el tiempo comprobarás que la marcha por un camino largo deja muchas enseñanzas aplicables para el futuro. Si aprovechas cada una de las etapas vividas y las registras en tu mente, o en un cuaderno que puedas repasar cuando lo desees, te darás cuenta de que has logrado cambios importantes. Descúbrelos y valóralos. Son un patrimonio fundamental para que vayas haciendo progresos verdaderos y perdurables en tu tratamiento.

No tomes todo a la tremenda

En la vida hay situaciones que nos sorprenden. Si una semana no bajas de peso a pesar de haber cumplido con tu plan nutricional, no dudes de que vas por buen camino; seguramente la semana siguiente volverás a registrar un descenso. Que la balanza no sea tu único indicador. A veces sucede que tu peso no varía, pero la ropa te queda mejor. Mírate y observa tus cambios.

Sonríe siempre

La sonrisa produce unas sustancias llamadas endorfinas que son saludables para tu vida.

Trabaja con otros placeres que te da la vida

No te obsesiones con tu tratamiento. Proponte otros objetivos que valgan la pena, otras inquietudes creativas y recreativas. Organízate y planifica con anticipación cada día, a fin de sentirte libre de pensamientos que te limiten. Para mantenerte motivado necesitas que tu mente esté libre de trabas. Puede ser que te agraden actividades que no signifiquen prácticas corporales, como pintar, dibujar, estudiar música o tocar la guitarra, el piano u otro instrumento. Dedícate a ellas; tu mente se alejará del pensamiento constante de la comida, de la obsesión por hacer todas las cosas perfectas.

Incluye el ejercicio diario en tu objetivo

La actividad física disminuirá tu ansiedad y despejará tu mente además de modificar tu figura. Elige alguna disciplina que te entusiasme. Es probable que por vergüenza te escondas de la gente y no te guste ir a gimnasios, pero ten presente que en esos lugares las personas se concentran en ellas mismas y no están pendientes de su entorno. Hay sitios especializados en los que podrás relacionarte con pares. No importa cuando comiences, lo importante es que te muevas, como meta complementaria para que tu descenso de peso sea el que esperas.

El cambio dependerá de ti. Aun cuando te sientas deprimido, no dejes de tener presente el movimiento.

Sé que en los momentos de tristeza no puedes ver claramente lo que te conviene, pero si relees el cuaderno que comenzaste con este tratamiento te llenarás de optimismo. Podrás vencer el estado de inercia y lograrás levantarte de la cama, respirar intensamente, ponerte ropa cómoda y salir a caminar a paso vivo.

Así conseguirás un aumento de la energía vital que te permitirá, progresivamente, intensificar la actividad, cambiar el humor y ver las cosas con más alegría y entusiasmo.

Planifica tus actividades diarias

Que no te queden horas libres en las cuales por aburrimiento te harán retroceder de la meta.

Una vez que estés convencido de comenzar un programa nutricional adaptado a ti que aumente tu calidad de vida y que te permita, con el tiempo, ir comprobando cambios importantes, será conveniente que busques la ayuda de un profesional en el que tengas plena confianza para que te indique un método eficaz y que te guíe en la tarea de adelgazar, o si lo encaras por tu cuenta, realízate previamente un chequeo médico que te avalará para iniciar el plan de alimentación que te voy a proponer.

Relaciónate con gente sana

Visita a tus amistades si sabes que no obstaculizarán tu camino. Reúnete con personas positivas, alegres, que no estén demasiado pendientes de tu tratamiento ni te den consejos que tal vez no te sirvan. Si es posible, organiza caminatas diarias con ellas; te ayudarán a que tu comienzo sea agradable.


Por la Lic en Nutrición Alicia Crocco/MU

martes, 16 de marzo de 2010

Cada vez son más las parejas que deciden no tener hijos

Hacen oídos sordos a los mandatos sociales y deciden, sin culpa, que el núcleo familiar se limite solo a dos, sin lugar para un tercero. Se los conoce como DINK, acrónimo de Double Income, No Kids , o "doble ingreso sin hijos" y es un fenómeno creciente.

Se trata de parejas de entre 25 y 39 años que cada vez más optan por no tener hijos en favor de una mayor independencia económica, desarrollo profesional y tiempo disponible para el ocio.

"Las explicaciones sociales a este fenómeno hay que buscarlas en las expectativas de las mujeres por una mejor posición social, que implican mayores niveles educativos y mejores posiciones laborales. De allí que se postergue la llegada y también se reduzca la cantidad de hijos a tener", señala Victoria Mazzeo, doctora en Ciencias Sociales y jefa del Departamento Análisis Demográfico de la Dirección General de Estadística y Censos (GCBA).

Según la Encuesta Anual de Hogares 2007, publicada en 2009 por la Dirección General de Estadísticas y Censos, el tránsito de las familias a lo largo del tiempo ha dado origen al concepto de etapas del ciclo de vida familiar, que se refiere a las distintas fases por las que pueden transitar los hogares de tipo familiar.

Dentro de ellas se encuentra "Pareja joven sin hijos", definida como pareja que no ha tenido hijos, donde la mujer tiene menos de 40 años. La encuesta señala que en la ciudad de Buenos Aires, en 2007 estas parejas representaban el 11,3% de los hogares nucleares completos (cerca de 65.000 hogares). Estos hogares tienen alto ingreso per cápita familiar respecto al total de la ciudad y en su mayoría (83%) están ubicados en los quintiles de ingresos más ricos.

"Esta tendencia pertenece mas bien a las metrópolis, a las civilizaciones en progreso ya que aún no sucede en las pequeñas ciudades ni en los pueblos, qué decir, ni siquiera en el Gran Buenos Aires donde los niños siguen naciendo de jóvenes madres, por lo general acogidas en sus familias de origen", señala por su parte la licenciada Jazmín Gulí, psicóloga especializada en Constelaciones Familiares y Terapias de Pareja, y autora del libro Amor Delivery , editado por Aguilar.

Y añade: "Sin embargo esta nueva forma pertenece a lo que llamamos progreso y forma parte de un conjunto de ideas que lo sostienen, como ser que todo aquello que sea racional, premeditado y que postergue los deseos "primitivos", como el de reproducirse y continuar la especie, va a ir distinguiéndonos cada vez más del animal que ni piensa ni tiene la capacidad de planear o plantearse objetivos reproductivos"".

Sofía Roncatti tiene 33 años, es radióloga, y vive en pareja desde hace 4 años, aunque hasta el momento postergó la posibilidad de su maternidad para más adelante: "Nunca descarté la idea de ser mamá, sólo es que por ahora así estamos muy bien, y nos gustaría estirar este momento lo más posible. Creo que hoy en día hay tiempo de ser madre hasta una edad un poco más avanzada, y no veo la razón para apurarnos en tomar una decisión que nos cambiará completamente nuestras vidas", sostiene.

En cualquier caso, los DINK no tienen que preocuparse por asistir a los actos del colegio, pueden salir de vacaciones en cualquier mes del año, y a menudo se permiten consumir artículos y servicios que para muchos pueden resultar de lujo. Salen más seguido a comer afuera y llevan una vida muy saludable, dedicando gran parte de su tiempo libre a hacer ejercicio y llevar una dieta equilibrada.

Estas parejas rompen con la concepción tradicional de familia, y defienden su elección como una opción cada vez más viable a la hora de elegir un modelo de vida.

Las estadísticas así lo demuestran. No es casual que a partir de la década del 80, las mujeres aumentaron progresivamente su edad para contraer matrimonio. La media en esa década fue de 26 años, en los noventa fue de 28 años y supera los 30 años para la década de 2000.

"Este corrimiento de la edad a la primera unión se corrobora al examinar la edad promedio de las madres que dieron a luz por primera vez, que osciló entre los 26 y 28 años durante las décadas de 1980 y 1990 y supera los 29 años a partir de 2000. Como resultado la tasa global de fecundidad (cantidad de hijos por mujer) en 2001 mantuvo el mismo nivel que en 1991 (1,8 hijos por mujer) pero descendió con respecto a 1980 (2 hijos por mujer)", apunta Mazzeo.

En ese sentido, al analizar el grupo de mujeres de 30 a 39 años, la proporción que tuvo hijos fue el 71% en 1980 y se redujo al 65 % en el 2006. Ahora bien, si dentro de este grupo de edad se observa el comportamiento reproductivo de las mujeres con nivel educativo universitario completo, se advierte que los niveles son distintos: las mujeres de 30 a 39 años con universitario completo que tuvieron hijos se redujo del 65% en 1980 al 48% en 2006. Es decir, en la ciudad, menos de la mitad de las mujeres de 30 a 39 años con nivel educativo universitario completo tuvo hijos.

Por otro lado se corrobora la importancia del mayor nivel educativo en este grupo de edad: la proporción de mujeres de 30 a 39 años con estudio universitario completo en el total de mujeres de ese grupo de edad fue el 14% en 1980 y trepó al 26% en 2006.

Para Gulí, detrás de esta nueva conducta parecen verse multitudes de hijos que recibieron la vida pero no se la pasan a otros, manteniendo una juventud a fuerza de negarse a pertenecer a la rueda de la vida. "No lo veo separado del movimiento, también creciente, de las fertilizaciones en edades avanzadas, insistencias civilizadas a que las cosas ocurran como uno dice y no como son o serían. Una actitud frente a la vida", asegura.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Mujer A

Hay un nuevo ADN de la mujer argentina. Y, en la cadena, la información se expresa y manifiesta a través de una letra –la A– que se repite varias veces: autoexigente, autónoma, autora, auténtica y autosuficiente. Todo eso. Al menos, así lo revela una investigación realizada por Starcom Mediavest Group a partir del análisis de más de 150 publicidades locales. “La mujer A es una mujer que valora la estética, desde lo natural y la salud. En las publicidades, el rol de la mujer trabajadora está ya instalado: es algo que no se discute. Y, en este sentido, hay un arsenal de comunicaciones –como las de analgésicos– que le dan soluciones rápidas para que siga trabajando. La mirada hacia el rol de madre está atravesada por la valoración del tiempo y el concepto de lo lúdico. Frente a su autoexigencia a nivel laboral y perfeccionismo, la mujer tiene momentos de evasión, relajación y disfrute. Antes, la publicidad le decía que disfrutara, sí, pero la diferencia es que hoy muestra el placer como algo compensatorio frente a tanta exigencia”, sintetiza María Florencia Pini, directora de investigación de Starcom, una empresa de comunicación integrada con sede en 67 países.

El estudio respondió al interés de un número importante de marcas –desde Kraft hasta Whirpool pasando por Procter & Gamble– que tiene a las mujeres como destinatarios. El equipo liderado por Pini, y que cuenta con psicólogos, visualizó todo tipo de comerciales con mujeres. El informe de Starcom no analiza si las argentinas se identifican (o no) con este nuevo rótulo. Pini aclara: “Más allá de los tonos que cada agencia publicitaria utiliza para comunicar sus mensajes, nuestro trabajo es el resultado de cómo ve la industria publicitaria a la mujer argentina hoy”.

A… DE ARGENTINA. En la radiografía de la mujer argentina, la primera A va para la autoexigencia. “Se trata de una mujer activa y perfeccionista en todo”, aclara Pini. Antes la autoexigencia se hacía en base a la mirada del otro, apunta. Hoy, las campañas publicitarias deberán insistir en que la única mirada que importa es la propia. “Antes, la publicidad te sugería que hicieras algo en el pelo para tu marido. Hoy, los comerciales dicen ponete el pelo divino porque te vas a ver vos, pero también tus hijos, tus amigos…”, analiza. La autenticidad, otra de las A, es uno de los valores que atraviesan los comerciales publicitarios. “Coca Cola Light insta a que nos emocionemos; H20 sugiere que nos queramos como somos; y Clight a que nos relajemos… La conexión para vivir de forma auténtica y despreocupada se hace desde patrones estéticos que elevan el valor de la naturalidad”, interpreta. Desde el make up hasta los postres, todo tiene que ser natural. Y no es que antes la naturalidad no existiera: es que ahora lo que se revaloriza es la esencia.

La tercer A habla de la autonomía: “A la mujer se la perfila como independiente en todo sentido, incluso a nivel de los vínculos”, interpreta Pini y cuenta que en las publicidades, si bien hay amigas y compañías, a éstas se las muestra en un rol secundario. Tienen algo así como un funcionamiento satélite. Muy ligada con la autoexigencia está la autosuficiencia. Aparecemos como autosuficientes a nivel laboral y emprendedoras a la hora de encarar una relación amorosa, como la propaganda de Movistar que muestra a una chica buscando al chico que le gustó en el subte. Otro de los conceptos es el de autora. Con este término, Starcom quiso retratar a una mujer que es “dueña” de sus espacios. El ámbito laboral –uno de los espacios ganados por la mujer en estos años– se muestra de lleno: hay oficinas, escritorios, jefes. “En otro tiempo, el lugar de la mujer estaba circunscripto en el hogar; hoy no sólo tiene más espacios sino que ella elige cuándo y con quién estar.

El eslogan de Lays al plato sugiere pasar más tiempo con los hijos y menos cocinando”. Entendida dentro del slow marketing, la variable tiempo no es menos importante: apunta a la calidad. “Antes, el placer y la distensión estaban en la publicidad; pero hoy se trata de un espacio ganado. Antes también había una valoración de la vida balanceada y saludable; pero hoy se hace hincapié en la necesidad del equilibrio. Es una diferencia de grado”, apunta Pini. Y, un paso más allá, la lectura subraya la individualidad. “Ni siempre nos pasa lo mismo, ni siempre nos duele igual”, señalan los spots de Ibuevanol. Propel, por ejemplo, deja entrever que, esté donde se esté, una siempre estará sola… incluso cuando vayas a comprar un test de embarazo. Conclusión: primero estamos nosotras. Después, los demás. Una cuestión de prioridad. A partir del corpus analizado, Starcom sitúa a la mujer A en la franja que va desde los 25-30 años hasta un límite impreciso: hay –dicen– mujeres mayores de 50 años que, por su independencia y autosuficiencia, se encuadran perfectamente dentro de esta nueva categoría femenina. El estado civil, sin embargo, está algo borroso.

La mujer A puede estar casada o ser soltera. En verdad, puede tener cualquier estado civil. Sucede que, en los comerciales, el hombre aparece poco; a diferencia de los hijos, con quienes seguimos teniendo un vínculo indeleble. La mujer A es, además, realista y pragmática. El romanticismo, acá, brilla por su ausencia. Cuando se habla de placer y distensión, no hay velas ni hombres rondándonos. Explica Pini: “Los mensajes muestran al placer y al disfrute como valores exaltados. El disfrute es felicidad… y a veces tiene lugar cuando la mujer está sola. Y esto no implica el fin del romanticismo. Sucede que, tal vez por el contexto actual, no quiere ser mostrada vulnerable. La mujer proyectada en la publicidad no quiere mandar al frente la debilidad”.

SER O NO SER. ¿Somos o no la mujer A? ¿O se trata de un cuento chino? “Si las imágenes muestran a las mujeres solas o sin su marido; cocinando rápido o lento, es porque quienes trabajamos en las agencias de publicidad somos hijos, amigos, maridos de esas mujeres. Si la mujer es autoexigente, autónoma, auténtica, autosuficiente y autora, así es como la publicidad debe retratarla”, piensa Gustavo Scarpato, fundador y director creativo de la agencia Scarpato/. Y reflexiona: “La publicidad –aquella que relaciona a los productos con las personas y genera empatía– no debería inventar nada. Debe, más bien, crear en función de los consumidores, reflejar su estilo de vida. Sino, no funcionaría. En ese sentido, puede ser una herramienta válida para interpretar una época e, incluso, para hacer un abordaje casi sociológico de cómo se leen los géneros”. Hubo un tiempo no tan lejano en el que el ámbito por excelencia de la mujer era la casa. Ya se sabe: hitos históricos –el advenimiento de la pastilla anticonceptiva y la profesionalización, entre otros– fueron paralelos a los intentos de conquista del espacio público. Cuando llegaron los ’90, se perfilaba un ideal de mujer superpoderosa, esa que podía con todo (pareja, hijos, trabajo, vínculos), aún a costa de perder en parte feminidad. Explica Mariela Mociulsky, directora de la consultora de tendencias de mercado Trendsity: “Se pasó de una mujer frágil, sumisa y dependiente a una ‘trabajólica’, que intentaba igualar en todo al hombre, entendiendo la diferencia como una carencia. Hoy, hay consenso en que el modelo que se valora socialmente es el de una mujer autónoma, eficiente; pero también más flexible y espontánea.

En este sentido, la transformación y la posibilidad de cambio, la capacidad de disfrute, son los valores de época”. Y, a pesar del avance de los tiempos, esto sucede no sin contradicciones. “Desde hace un tiempo que la comunicación publicitaria está en una bisagra cultural: seguimos debatiendo lo propio femenino. Sin definirse y con mucho humor, deja asentada la encrucijada en la que estamos las mujeres. Si bien no queremos ser como nuestras abuelas que se pasaban todo el día en la casa; nos muestra –sin ser feministas ni postular discursos reivindicatorios– lo dura que es socialmente nuestra realidad. No es mejor ni peor: ¡es lo que hay y muestra que nos estamos adaptando!”, analiza Fabiola Knop, docente de la carrera de Publicidad de la Facultad de Diseño y Comunicación de la Universidad de Palermo (UP). Knop ejemplifica: “Que no se haga hincapié en la situación conyugal se explicaría por el hecho de que hoy la estructura familiar es más abierta. Pero que la mujer disfrute sólo estando sola, sin ningún vínculo afectivo, puede ser interpretado como un extremo individualismo y una evasión del entorno.

Tener miles de cosas en la cabeza –la depilación, los electrodos, hacer bien la sopa, estar bien vestidas, el master– podría incluso ser leído como una crítica a la calidad de la maternidad que estaríamos ejerciendo. Muchos podrían preguntarse quién comanda la casa de una mujer así…”. A la mujer A, por otra parte, hay que circunscribirla en el contexto económico y social de la región. Según la socióloga Ana Wortman, especialista en estudios culturales y docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y FLACSO, para ser una mujer A hay que tener un dato no menor: nivel socioeconómico. “Más allá de las mujeres que, en los países latinoamericanos, han tenido que salir al mercado laboral como consecuencia de las crisis se han convertido en jefas de hogar, este modelo se corresponde, esencialmente, a una clase media alta profesional, con cargos ejecutivos”. Un porcentaje de la población femenina que dista de ser la mayoría. Mociulsky concede y agrega: “Es un hecho reconocido que las mujeres tenemos muchas asignaturas pendientes. Aún ganamos menos que los hombres por el mismo puesto gerencial y, por eso, y por algunas otras cosas más, permanecen algunas restricciones para ser autosuficientes. Aunque todavía muchas campañas publicitarias siguen retratando a la mujer-objeto, otras la muestran como capaz de tomar sus propias decisiones”. Para Mociulsky, el sentido de autonomía está referido justamente a la capacidad de ser la propia guionista de su vida.

Es más que probable que la mujer A no refleje la realidad de todas las argentinas. Eso, sin embargo, no deja de ser un ideal a alcanzar. Justamente es lo aspiracional lo que, en definitiva, va cambiando los imaginarios sociales. Cómo seguirá evolucionando el modelo de mujer puede hoy ser una pregunta pertinente. La otra, la pregunta del millón, sigue siendo la misma: qué mujer queremos ser verdaderamente.

textos, para ti. m. f. Sanguinetti

martes, 9 de marzo de 2010

¿Cómo les presento a mis hijos a mi nueva pareja?

Después de algunas semanas, ha llegado la hora de presentarles a tus hijos, a aquel hombre que ha sabido llegar a tu corazón, pero sin duda te cuestionas cómo lo harás.

Existen muchos factores que debes tomar en cuenta como el amor por su padre, el tener que compartir tu tiempo con él, el miedo de tus hijos a ser reemplazados, también deberás tener en cuenta el temor generado por la posibilidad de tener un malvado padrastro, esto puede parecer algo burdo para ti, pero para ellos no lo es.

Es cierto, no es una tarea sencilla, pero puedes prepararte lo mejor posible para que al llegar ese momento, no todo sea tan complicado como imaginas.

Entérate de lo que piensan: Debes preguntar cómo se sienten ellos al saber que tienes una nueva pareja. Desde luego, es posible que te sorprendan diciéndote que se sienten felices por ti y que lo más importante es que tú los quieras.

Sinceridad ante todo: Si estás enamorada realmente, no tengas miedo de contarle a tus hijos. Contar esta historia hará que tus hijos aprecien tu honestidad, que por lo general, es el lenguaje que todos los niños hablan, al mismo tiempo que les ayudarás a que entiendan que el amor no es un juego y que deben tomarlo con responsabilidad.

Que se sientan seguros de tu amor por ellos: Recuérdales que ellos son, y que siempre serán, las personas más importantes en tu vida. Nada ni nadie jamás podrá cambiar este hecho.

Mantén las tradiciones de la familia: No cometas el error de perder los instantes que tus hijos acostumbraban a estar contigo. De ser así, sentirán que los estás dejando de lado por un hombre que acabas de conocer. Estas tradiciones son muy importantes, especialmente para los más pequeños, y lo que probablemente les provoca más impacto.

Pide permiso: Sí. Como lo oyes, si tienes hijos adolescentes y tienes pensado dormir fuera de casa debes pedirles permiso antes de hacerlo, que eso no les moleste, aunque sabemos que es algo simbólico, pero ellos lo apreciarán. Tendrás el teléfono celular contigo y siempre encendido, así podrán comunicarse contigo.

Hazles saber cómo es él: Si planeas hacer que tus hijos conozcan a tu novio, revela lo que te gusta acerca de él, así ellos tendrán previo conocimiento y podrán hacerse una idea de la persona, lo conocerán con cierto nivel de confianza previamente establecido.

(ESMAS)

La falta de deseo, el principal problema sexual de la mujer

En ellas la solución no pasa por lograr que circule más sangre por sus genitales.


Desde que apareció la píldora azul para solucionar el problema de erección de muchos hombres, la industria farmacéutica y los médicos buscan el equivalente para combatir el principal problema sexual de la mujer: la falta de deseo. Los "viagras" femeninos, por ahora, son productos que provocan rubor genital revascularizando la zona a base de evitar el retorno venoso o vasodilatando con ayuda del mentol. Pero en la mujer el problema no está en la cantidad de sangre que circule por sus genitales. Está sobre todo en el deseo. O en su ausencia.

Mientras se espera la aprobación de la flibanserina, el medicamento que resulta más prometedor en sus resultados para mejorar ese deseo sexual hipoactivo, los sexólogos y los ginecólogos intentan acotar el problema. "El deseo es un cajón de sastre", reconoce Mónica González, ginecóloga del servicio de Andrología de la Fundació Puigvert de Barcelona. "Pero está en el centro de la respuesta sexual femenina", aclara Santiago Palacios, director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer.

Al principio se pensaba que la respuesta sexual en la mujer era lineal, como la del hombre: excitación, orgasmo y período refractario. Desde hace unos años se ha impuesto la teoría Basson, que lo describe como un modelo circular en cuyo centro está el deseo. "De él penden la propia excitación y el orgasmo, aunque lo que desencadene el deseo sea una estimulación física directa, un gesto, un aroma. Es una respuesta más difícil y compleja", dice el ginecólogo.

Palacios calcula que hasta el 27,6% de las europeas de entre 40 y 80 años experimenta falta de interés sexual. Y es un problema no muy bien diagnosticado porque los médicos no suelen preguntar a sus pacientes y a muchas de esas presuntas pacientes no les preocupa. "Y si no preocupa, no hay trastorno", dice Palacios.

"Me trajo él", confiesa la mayoría de mujeres que pasan por el consultorio de la ginecóloga González. "Rara vez llegan por propia iniciativa, aunque algunas se muestran con ganas de conseguirlo", explica. Sus pacientes suelen ser las parejas de hombres con algún problema (frecuentemente disfunción eréctil) que encontró la solución y ahora quieren mejorar su vida sexual. Pero a muchas no les suponía problema alguno la situación anterior.

"La testosterona, que interviene también en el deseo, baja radicalmente con la edad. A los 40 años se segrega la mitad que a los 20 y a los 60, una sexta parte", aclara González. Por eso, los parches de testosterona fueron un boom cuando hace dos o tres años empezaron a usarse para combatir el deseo hipoactivo. En Estados Unidos no se utilizan porque se considera que pueden dar problemas de seguridad a largo plazo, pero en España están autorizados y tuvieron éxito "relativo", matiza la ginecóloga de la Puigvert. "No es una panacea. Como tampoco lo es el Viagra para hombres. Porque a veces lo que no funciona es la relación. No sólo es cuestión de ganas y mecanismos de respuesta, sino que implica sentimientos, emociones, conflictos".

La nueva medicación que está a la espera de aprobación y cualquier otra sustancia que se emplee aspira a aumentar las relaciones y la satisfacción por ellas. Durante el congreso de la Sociedad Europea de Medicina Sexual que se celebró en Francia en noviembre, se mostraron los últimos resultados de los ensayos con la flibanserina, un compuesto pensado para combatir la depresión y para lo que obtuvo pésimos resultados, pero que en cambio mostró en los animales de laboratorio un aumento de la libido. Este medicamento, que aún no se comercializa, reduce la serotonina y aumenta la dopamina, lo que, desde el punto de vista de los neurotransmisores involucrados en el complejo mundo del deseo, predispone a una mayor receptividad y provoca un estado más sensible a lo que ocurre alrededor.

En los ensayos, en los que participaron 1.946 mujeres premenopáusicas mayores de 18 años, se mostró un aumento de las relaciones sexuales: 4,5 "eventos satisfactorios" en la evaluación final contra 3,7 del placebo con el que se lo comparó, según datos de la farmacéutica que lo desarrolla, Boehringer Ingelheim. Y también disminuyó la preocupación. Ahora se está terminando el ensayo en mujeres menopáusicas.

"Pero hay aún mucho por ver -subraya el doctor Palacios-. Habrá que estudiar muchos subgrupos: las mujeres que toman anticonceptivos, a las que les disminuye el deseo porque estos medicamentos impiden el pico de estrógenos y andrógenos relacionados con el deseo, y las fumadoras, que tienen menos estrógenos".

De momento, se constató que este "Viagra femenino" surte efecto al cabo de un par de semanas tomando una dosis al día antes de acostarse. Los resultados, a pesar de partir de muestras muy similares, no son del todo parejos entre mujeres norteamericanas y europeas. "Las estadounidenses son más más exigentes con sus resultados sexuales. En Europa cuesta reconocer que se tiene un problema", explica Mónica González.

"Estamos dando un paso de gigante -concluye Santiago Palacios-. De no tener ningún fármaco para mejorar los problemas de la sexualidad, ahora se habla del asunto y empezamos a encontrar soluciones diversas a problemas que sabemos son más complejos". Y agrega: "Esta píldora rosa no es la solución, pero es muy esperanzadora e invita a seguir profundizando".

09 de marzo de 2010 (Clarín)

martes, 2 de marzo de 2010

Enamorada o es sólo sexo?

Nadie sabe cómo ni cuándo el amor y el sexo, juntos o por separado, llamarán a nuestra puerta, porque se acercan a nosotras con innumerables disfraces para hacernos vulnerables a sus deseos. Enamorarte no es algo voluntario, sino que sucede sin decidirlo. Aunque te niegues al amor, en el momento en que estás baja de defensas, puedes sufrir el sorprendente amor a primera vista.

El sexo impersonal, el personal, la amistad cariñosa, el enamoramiento, el amor perdurable, el amor que se pierde, cada etapa surge dependiendo de tu vulnerabilidad y estado de ánimo. La única manera de evitar enamorarte es huir, porque si escapas de él no pasa nada, pero si te atrapa ya es irreversible.

Máximo placer, sólo con una persona

El sociólogo italiano Francesco Alberoni, revolucionario en teorías sobre el sexo y el amor que lleva difundiendo desde hace 30 años, explora ahora la relación entre amor y sexualidad.

Actualmente existe una completa libertad sexual y han desaparecido los tabúes para hablar y practicar el sexo sin ningún problema. Sin embargo, Alberoni no coincide con esta idea de amor libre y afirma que "igual que cuando estás borracho no disfrutas del vino, el máximo placer sólo lo obtienes con una persona; la orgía es un estado de euforia nada más". Alberoni hace una gran diferencia entre el enamoramiento real y la pasión erótica. Asegura que para vivir plenamente, debes experimentar todos los tipos de amor: el amor auténtico, el amor pasional y el amor irracional. Pero el enamoramiento sólo es auténtico si ves a tu amado como el único sujeto posible e insustituible de amor, y es una experiencia de liberación que te da pureza y renacimiento personal.

Vivir para la persona amada es la versión idílica del amor, y si consigues llegar a este estado de armonía, el amor trasciende a un nivel que los rodea a los dos. Sin embargo, esta comunión entre dos no se puede dar si el sentimiento amoroso no es sincero y sólo se trata de pasión y erotismo. En este caso, es muy fácil pasar del fuego al hielo y que se rompa esa relación que creías tan sólida.

¿Qué buscas en una relación?

Según Alberoni, lo primero que buscamos en una nueva relación es "un amor pasional, intenso, para que llene el momento, sin pensar en un futuro más lejano que la mañana siguiente. Hoy en día, las relaciones empiezan con el sexo y después de pasar por la cama las personas se dan cuenta de que están con un total desconocido". Con el tiempo la gente cambia, y muchas veces el amor no es capaz de seguir el ritmo de esa transformación personal.

Por otra parte, el amor a primera vista es una utopía para Alberoni. Aunque es cierto que una persona puede sufrir un flechazo y sentir amor en un segundo, debe ser también capaz de amar a la persona cuando conozca sus diferentes facetas. De lo contrario, el amor a primera vista no habrá sido verdadero, sino pasión disfrazada de amor.

El enamoramiento, una locura sin límites

El enamoramiento es desenfrenado, pero una vez que das el paso del estado incandescente del enamoramiento al amor, te conviene establecer con tu pareja un pacto para no caer en una dependencia que podría terminar en la pérdida de identidad.

El amor no es sólo fruto de un loco proceso de enamoramiento, sino que también florece ante la posibilidad de la pérdida. Muchas veces la pasión reaparece cuando piensas que vas a perder al objeto de tu amor. Sin embargo debes ser cautelosa, porque esta pasión es efímera, justificada por el miedo a la pérdida. Una vez que se asegura de nuevo el amor, la pasión tiende a apagarse de nuevo.