martes, 26 de mayo de 2009

Los hombres, la panza y el sexo

¿Se sienten menos o más atraídos por sus mujeres cuando están embarazadas?
Durante el primer trimestre la mayoría de los papás están maravillados por la perspectiva de su paternidad y orgullosos de haber sido ellos los autores de semejante milagro. Por eso cuentan a los cuatro vientos que su mujer está embarazada. Es el sello de su virilidad, que pronto será evidente cuando la panza comience a crecer. Su mujer suele resultarles muy deseable y al mismo tiempo pueden tener miedo de dañarla. La actitud de ellas es la que define el comportamiento del varón. Si están temerosas se lo transmiten a su pareja que actúa en consecuencia. También puede haber casos excepcionales de varones que desarrollen fantasías negativas que les hagan rechazar la proximidad física con su mujer, y –al revés– en las mujeres.

¿Sus ganas varían conforme avanza el embarazo?
En general, en el primer trimestre hay síntomas en la mujer como el sueño, las nauseas y el miedo a perderlo, etc., que le provocan falta de deseo y que influyen en su pareja. Pero en los meses subsiguientes, las hormonas y la congestión pelviana, sumadas a una mayor seguridad y confianza, promueven el aumento del deseo sexual, mayores niveles de excitabilidad y climax más intensos. Por supuesto que en los embarazos posteriores, ambos ya están más entrenados y, a menos que surja algún inconveniente de origen gineco-obstétrico, la sexualidad de la pareja embarazada puede llegar a ser inigualable.

¿Tienen miedo de lastimar al bebé que está dentro de la panza?
Una de las fantasías es provocar la pérdida del bebé o lastimarlo, pero si el obstetra le explica a la pareja con claridad –tal vez con ayuda de algún gráfico– que es algomuy poco probable, en general los miedos desaparecen. De esta manera se podrá disfrutar de una intimidad excelente que le hará mucho bien a ambos y por eso es tan importante la buena comunicación con el especialista.

¿Le temen al rechazo de sus mujeres?
Lo que más aparece es la inseguridad por lo desconocido, sobre todo en los papás primerizos. En los embarazos subsiguientes no suele aparecer el miedo de malograr el embarazo. Ese temor es la primeramanifestación de responsabilidad y cuidado por ese hijo que viene a ser un tercero que se está sumando a la pareja. Es la primera muestra de que considera los derechos del bebé por nacer.

¿Qué consejos deberían seguir para encarar felizmente este período en pareja?
Para empezar, que consulten con el obstetra y no tengan vergüenza de pedir que les aclare todo aquello que necesiten saber, aunque les parezca una obviedad. También deberían tranquilizar a sus compañeras, haciéndoles saber que comparten con ellas la etapa por la que están pasando: sus dudas y cuidados. Deberían asegurarles que las van a proteger y que van a seguir siendo una pareja unida en cada uno de los detalles de la gestación. Como decía Arnaldo Rascovsky en su libro “Conocimiento del Hijo”, de Ed. Orion, “...el hombre debe cuidar a la madre de su hijo para que ella se despreocupe y utilice toda su energía para cuidar al niño”. En este sentido hay que insistir en que sexualidad no es sólo genitalidad. Es indispensable como contacto, comunicación, mimo, cuidado, ternura, placer mutuo, etc. Muchas veces con una sexualidad plena y diversa, no resulta indispensable el acto sexual penetrativo.

¿Deberían tener un rol más activo durante el acto sexual en función del estado de su compañera?
El rol del varón no tiene que ser ni más activo, ni más pasivo, tiene que ser tierno y generoso. El sexo es el momento en que la intimidad puede llegar a los niveles más profundos de comunicación, compromiso y altruismo. De acuerdo a como se siente cadamujer y su grado de confort y confianza, así será el comportamiento del varón. Cuando la pareja ha tenido alguna dificultad sexual o con el embarazo aparece alguna, lo mejor es consultar con un sexólogo para solucionarla y continuar normalmente las relaciones durante el resto de la gestación. De no ser así, las relaciones se interrumpen en un momento en que ambos miembros de la pareja necesitan más contacto corporal que nunca para reforzar su comunicación emocional y espiritual. Es muy frustrante suprimir la actividad sexual durante la gestación, además de que tampoco es saludable.

¿Tendrían que optar por alguna posición en particular?
Eso depende de cada pareja, sus hábitos, su esquema corporal, la posición del bebé en el útero y de la presencia o no de ciertas complicaciones como placenta baja, contracciones, hemorroides, várices vulvares, exceso de peso, etc. Muchas parejas desarrollan una gran creatividad sexual durante los embarazos para poder adaptarse a las posibilidades de la mujer con panza. Ese aprendizaje les sirve para el resto de la vida.


por paratimama Ana van Gelderen / fotos: Archivo Atlántida.