domingo, 27 de julio de 2008

DAR EL PECHO DUELE?


Me lo han preguntado en alguna ocasión. Incluso en los comentarios de este blog.

Sólo puedo hablar desde mi experiencia. Y para mí dar el pecho nunca ha sido doloroso.

Había escuchado a otras mujeres hablar de grietas sangrantes, de lo dolorosa que era la subida de la leche, de los entuertos, de los mordiscos del bebé al hacerse mayor...

Yo tal vez he tenido mucha suerte, pero no me ha tocado nada de eso.

Por si ha sido algo más que suerte, os voy a contar lo que hice:

Obedecí a la matrona y no utilicé ninguna crema durante el embarazo para preparar el pecho. Me limité a llevar en casa los pechos al aire tanto como pude.

Y tras el nacimiento del peque, tampoco usé cremas. Hice lo mismo: ir con los pechos al aire todo el tiempo que podía por casa y dejar un poco de mi propia leche secarse sobre los pezones.

La subida de la leche no me resultó dolorosa, tampoco fue tan espectacular como en otras mujeres, simplemente tuve el pecho hinchado y caliente al tercer día tras la cesárea.

Siempre procuré que mi peque abriera bien la boca y tomara tanto pezón como fuera posible. Y cuidé la forma en la que lo colocaba, barriga frente a barriga.

No le dejé chupetes ni biberones
para que no confundiera la forma de mamar. Algo que me explicaron era muy importante las primeras semanas.

Cuando se hizo mayor y sacó los dientes, las pocas veces que hizo amago de usarlos, le dije "NO" con firmeza y lo aparté.

Y la lactancia siempre ha sido para los dos una experiencia placentera.

Sobre todo comencé a disfrutar de ella a partir de los cuatro o cinco meses, cuando ya tenía plena confianza en mi capacidad para lactar y los pechos estaban acostumbrados al proceso y no se endurecían en exceso ni goteaban.