martes, 17 de mayo de 2011

Reírse del cáncer: los que luchan con humor y optimismo

Samantha Kittle tiene 26 años, es actriz y vive en Nueva York. Le diagnosticaron cáncer. Y encontró alivio y sostén escribiendo un blog, donde apela al humor para contar cómo vive el tratamiento. El sitio se está convirtiendo en un referente para muchas personas que atraviesan lo mismo que ella, y que encuentran en sus palabras una dosis de esperanza.

Con ejemplos desopilantes y mucha creatividad, Samantha narra los cambios de su cuerpo y de su vida. Por ejemplo, para disimular la caída de su pelo, se prueba pelucas de colores fluorescentes y publica las fotos. O cuenta que es “tomada como rehén de unos extraterrestres” cuando la internan para hacerle la radioterapia.

"Escribir es absolutamente terapéutico para mí. Por el momento he pospuesto las actuaciones hasta que me sienta mejor, pero no descarto participar en el corto de un amigo el próximo mes de agosto", contó a Elmundo.es. "Publicar mi blog es una manera de encontrar tonterías sobre las que escribir en mis días tristes de tratamiento", agregó.

Su diario on line es, también, un medio para comunicarse. "La gente me escribe para contarme cómo mis situaciones divertidas les ayudan a tener menos miedo antes de los tratamientos", dijo. "Muchos de ellos también recurren al humor para hacer frente a la enfermedad, y es reconfortante para ellos saber que no están solos en esto", compartió.


Más jóvenes, más blogs

El de Samantha es solo un ejemplo. En realidad, son cientos los blogs que combinan las confesiones sobre el cáncer con el humor. Son escritos por pacientes menores de 40 años. “Unas 70.000 personas de entre 18 y 40 años son diagnosticadas con cáncer cada año, lo que representa alrededor del 6% de los nuevos casos”, publica Newsweek. Ellos encuentran en la Web un medio para distraerse y estar en contacto.

Algo así le pasa a Kaylin Andres, una diseñadora de moda de 26 años que vive en San Francisco. Usa Cancer is hilarious para documentar la experiencia a un público joven. Su sitio es muy irónico: “leer esto te puede traer cáncer”, dice cuando presenta su perfil.

Otros blogs son I made cancer my bitch! y I’ve Still Got Both My Nuts, ambos hechos por hombres. Se destacan por el diseño bizarro, las imágenes desopilantes, los posteos sobre celebrities que fueron diagnosticadas y, por supuesto, por la emotividad de sus contenidos.

Badía, un caso bien nuestro

Siempre fue alegre, culto y súper querido. Y parece que esas cualidades se potenciaron desde que le detectaron la enfermedad, a fines del año pasado. Juan Alberto Badía tiene cáncer producido por un tumor en el mediastino (una cavidad entre el esternón y la columna).

La semana pasada reapareció públicamente en el programa de radio “Bravo Continental”. Agradeció el apoyo de sus colegas y del público: "me han devuelto afecto, no respeto, no consideración, sino amor", dijo.

Los más íntimos destacan su optimismo. "Es admirable cómo lo lleva", dijo su hija Bárbara al diario Los Andes. También Gonzalo Bonadeo, quien lo cubrió durante el verano en Pinamar, compartió: "grabó una serie de cositas en tono de parodia que vamos mechando, algo así como que él ya está por llegar y yo no me puedo volver a Buenos Aires hasta que él aparezca".

Juan Alberto mantiene su pasión por el trabajo, aún en épocas difíciles. "Me cuesta menos ir al estudio que ir al baño, porque es lo que me gusta", lanzó. Y, lejos de bajar los brazos, hoy está empezando un proyecto radial a través de Internet: "me sirve para ir a la próxima quimio, para recibir la próxima inyección", compartió con entusiasmo.


Mujeres valientes

“Enamoradas. Embarazadas. Madres. Profesionales. Amantes del hogar. Abuelas. Cualquier mujer, en cualquier momento de su vida, puede recibir un diagnóstico de cáncer de mama”, dice el prólogo del libro “Reflejos del alma”. Reúne los testimonios de quienes lo enfrentan de manera positiva y dan esperanza a las demás. Fue creado en colaboración con varias ONGs, como LALCEC y MACMA, y lo presentó Mónica Cahen D´Anvers (mirá el video).

También en línea positiva, se destaca el taller “Luzca Bien… Siéntase Mejor”. Con técnicas de automaquillaje y consejos prácticos sobre el uso de accesorios, busca fortalecer la autoestima de las mujeres con cáncer. Las ayuda a mejorar su imagen para llevar adelante el tratamiento con mayor confianza. Es un programa de la Cámara Argentina de la Industria de Cosmética y Perfumería y es gratis.

Volviendo a los casos particulares, nos encontramos con Eva Ekvall, de 28 años. Fue Miss Venezuela en el 2000, pero un cáncer de mama cambió su vida. En un libro ("Fuera de foco"), cuestiona los valores de la cultura actual y, también, la utilización de técnicas médicas para sumar belleza, en lugar de utilizar esos recursos para prevenir y curar enfermedades. Recopiló los mails y mensajes que recibió durante el tratamiento. "Ya sé lo que se siente no tener un pelo de tonta", ironizó en Twitter, tras afeitarse la cabeza y evitar ser testigo de la caída de un mechón tras otro.

Otro testimonio admirable es el de Soledad Villanueva, que tiene artritis reumatoidea y también armó un blog para compartir su experiencia y contagiar esperanza y alegría. Un ejemplo, muchos ejemplos.



"Aquel que esté sufriendo un cáncer, no se niegue la posibilidad. Yo me planteaba, ‘qué imagen voy a dar, cómo lo voy a comunicar’, pero cuando pude blanquearme a mí mismo empecé a tener muchos ejemplos. Eso ayuda mucho", alentó Badía a sus oyentes. ¿Te está pasando a vos o a algún conocido? ¿Cómo encaran los tratamientos? ¿Pensás que el optimismo es importante para superarlo?
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